sábado, 5 de julio de 2008

REPUDIO A LA IV FLOTA.

Esta formación naval estará compuesta, en principio, por un portaaviones clase Nimitz, de propulsión nuclear, por un submarino, también de propulsión nuclear; y por nueve naves más, de distinto tipo. La IV Flota estará dotada con todo tipo de armamento, inclusive bombas nucleares.
Todo este poder de fuego apunta contra América Latina, ya que el área que Estados Unidos ha asignado para que sea patrullada por la IV Flota comprende justamente sus aguas adyacentes.



Los argumentos públicos de los militares yanquis para justificar semejante despliegue resultan banales: “combatir el terrorismo y las actividades ilícitas como el narcotráfico”. En el Congreso de los Estados Unidos los fundamentos esgrimidos por la Marina para solicitar la reactivación de esta Flota (creada en 1943, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, y desactivada en 1950) resultaron algo más objetivos: adujeron la “creciente fortaleza económica” de Brasil, el creciente movimiento del Canal de Panamá, la “edad” de Fidel Castro y la “beligerancia” de Venezuela, todos los cuales son creíbles pero injustificables por asentarse en la lógica imperial, guerrerista y expansionista, de los Estados Unidos.
En este sentido, el comunicado oficial del Pentágono expresó también que la reactivación de la IV Flota "servirá para demostrar el compromiso de Estados Unidos con sus socios regionales", es decir, con sus peones como el gobierno de Colombia y de Perú, y con los Gobiernos pseudo progresistas que constituyen el nuevo modelo de dominación planteado por el imperialismo para el cono sur, expresados en los Lula, Tabaré Vázquez, Kirchner y Baschelet. La instalación de bases militares y el envío de tropas para masacrar al pueblo haitiano son claros ejemplos.
Sencillamente vienen por nuestros recursos naturales, por la riqueza producida con nuestro esfuerzo, vienen por el agua, por el petróleo, por la biodiversidad, por mano de obra barata y abundante…
Ante las crecientes amenazas imperialistas, la persistencia de Cuba Socialista y el firme desarrollo de fuerzas revolucionarias en Colombia, los importantes procesos políticos de masas abiertos en Venezuela bolivariana, Bolivia y Ecuador, constituyen factores intolerables para las pretensiones del imperialismo, principalmente norteamericano. En los umbrales de una profunda crisis norteamericana, los tiempos de definición política se aceleran en cada una de estas experiencias que constituyen procesos abiertos.
Contra todo estos pasos que damos y para asegurarse los recursos que la agobiada y decadente economía norteamericana necesita, contra todos nosotros, los pueblos América Latina, es que la IV Flota se reactiva y apunta a nuestra frente.
Han elegido, una vez más, como en Irak, Afganistán, Somalía, Líbano, como en todo el mundo donde lo crean apropiado, el camino de la guerra.
El bombardeo de Colombia en territorio ecuatoriano, asesinando al comandante fariano Raúl Reyes y varios ciudadanos de diversos países, ha sido una de las primeras señales claras. El anuncio de traslado de la Base de Manta en Ecuador a la Guajira colombiana fronteriza con Venezuela y la reactivación de la IV Flota son la reafirmación de esa política
Estados Unidos amenaza con su guerra a América Latina, contra los trabajadores, campesinos y todos los luchadores, que cada vez más resisten las consecuencias de tanto saqueo imperialista, opresión y explotación.






EL IMPERIO VIGILA

La reactivación de la IV Flota de los Estados Unidos para surcar los mares de América Latina pone en alerta a una región que siente una vez más sobre si el ojo del Gran Hermano sobre sus procesos de cambio. En el gigantesco Brasil, el senador Sergio Zambiasi dijo que "el tiempo de la tutela pasó", agregando que su país debe garantizar la soberanía en el litoral marítimo y sus grandes reservas de petróleo. "Somos una de las mayores economías del mundo, tenemos una inmensa Amazonia azul que es nuestro mar continental y sus gigantescas reservas de petróleo. Nadie puede amenazar nuestra soberanía allí" dijo en declaraciones a la prensa. La IV Flota de la Marina imperialista comenzará a operar este año, luego de medio siglo de inactividad. Zambiasi declaró: "yo espero sinceramente que la reactivación de la IV Flota no tenga nada que ver con el descubrimiento de petróleo en Brasil". En efecto, Petrobras en sociedad con empresas británicas y españolas, descubrió formidables yacimientos en el sureste brasileño. El senador no duda en que el gobierno de Estados Unidos supiera de la existencia de dicha riqueza desde hace tiempo, pero mantuviera dicha información oculta. De allí la declarada intención de Brasilia de hacer valer los derechos nacionales sobre el mar territorial. Las Naciones Unidas reconocieron en el 2007, la soberanía brasileña más allá de las 200 millas marítimas. Esto debido a la continuidad geológica de la plataforma submarina. Así se amplió en cerca de 1 millón de kilómetros cuadrados el mar continental. Por lo tanto la Cuenca de Santos, poseedora de los grandes yacimientos de crudo está ampliamente amparada. El jefe de la Marina, almirante Julio de Moura Neto, dijo tajantamente que Brasil no aceptará "bajo ninguna hipótesis" una intervención de la IV Flota en su mar territorial. "Somos vulnerables, es imposible, con los medios con que contamos, estar presentes donde precisamos. La Marina debe estar equipada para tomar cuenta de nuestras aguas jurisdiccionales que tienen petróleo, gas, hay una cantidad enorme de intereses" observó el marino.

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