domingo, 22 de febrero de 2009

Reflexionando sobre el Bebe Sendic

El Bebe Sendic


Reflexiones de un peludo

El Bebe tenia una condición que lo situó como líder indiscutido: preguntaba, escuchaba y proponía, vale decir, situaba a cada militante en tareas específicas, partiendo de la cosmovisión individual de su propio entorno social relacionado con el mundo.

En mi caso, la visión del mundo no iba más allá de América Latina. Conociendo la historia de la primera independencia, a partir de cuentos de Fogón, de ahí mi concepción Artiguista de las luchas sociales.

Más o menos por el 66, en los cantones (ranchos en el Pinar ) con otros peludos, participábamos como escuchas en los planteos y discusiones entre el Bebe y la gente que hoy se denomina: “La dirección histórica del MLNT”. Los peludos no teníamos un
nivel intelectual que nos permitiera intervenir en estas discusiones. Éramos sí, todo orejas, confiando para la defensa de nuestros intereses en nuestro líder. De todas formas, el campesino (obrero manual de muchos oficios) a esa su carencia del conocimiento intelectual directo, ese desconocimiento lo suple con una fuerte intuición (que no es muy científica pero tiene su importancia).

La intuición suele ser desconfianza en planteos que no son entendibles. Planteos muy ricos en retórica y citas de grandes pensadores y revoluciones muy lejanas, para nuestro pobre conocimiento de aquí la confianza en nuestro Líder.

Muchos años después estudio mediante, me di cuenta que el Bebe nos conocía del revés y del derecho; podía leer nuestros silencios y nuestros gestos, de ahí que nos cortaba a solas y empezaba con sus preguntas.




Si mal no recuerdo creo que le dije:
“No entiendo a los compañeros montevideanos”.

Esto quería decir, que prácticamente me estaba dando yo mismo de baja del movimiento.
Como siempre estuvo un rato callado y me respondió cortito: “Hay muchas dificultades en la comprensión de nuestra lucha, pero verás que la cosa tiene arreglo”.

Fue así que nunca recibí ordenes de la dirección, mi conexión fue siempre directamente con el Bebe.
Había tareas internacionales hacia Brasil y Argentina (hasta donde tuve conocimiento) fue así que me encontré pateando en la Argentina estableciendo contactos entre Orgas, esto era manejo del Bebe. Tuve la mala suerte de caer por cantadas, era la dictadura de Onganía, el grupo de cinco que caímos eran tres veteranos y dos estudiantes, no canto ninguno y fuimos presos PEN ( a disposición del Poder Ejecutivo Nacional), y estuvimos un tiempo en Devoto y salimos con la amnistía del dictador.

El Bebe me envió un mensaje clandestino en víspera de la amnistía, donde entre otras cosas me decía que me precisaba.
Así que volví clandestinamente al Uruguay pasando por Paysandú. En Sayago debía bajar en esa estación y caminar por una calle. Fue así que me encontré con el Bebe y Pucurull. Pasé la noche en su cantón y a la mañana siguiente ya estuve en el cantón del Bebe donde estaba Violeta y sus hijos, más el Arbolito Viasioli, Festival, la cra. de este, Marisa.

Con el Bebe, nos veíamos por la mañana y por la noche, porque no estaba durante el día. El compañero tenía muy claro la necesidad del internacionalismo revolucionario.
Lo consideraba vital y yo también. De ahí que mi postura era volver a la Argentina, seguir estrechando la coordinación. Entonces le planteé que según su informe, existía un crecimiento de la Orga, y que a mi juicio se podía prescindir de mi y que entonces carecía de interés mi participación militante en nuestro país.
El Bebe con bien pocas palabras me puso en caja, alegando que mi fogueo en Argentina sería mi aporte, diciéndome que el crecimiento en número, estaba desprovisto de capacidad combativa. A esto yo boconié, diciéndole: “ ¡Hay que hablar con los viejos tupas y decirles que se debe resistir, cualquiera sea la situación en que se encuentren, y esto va a levantar la moral combatiente!”. Era la mañana del 12 de Enero del 70, por la noche tendríamos la ultima reunión y un cro. me
llevaría a una columna guerrillera(que no recuerdo cuál era), a mi nuevo lugar de lucha. Pero al mediodía nos cayó la represión con todo, creo que fue el último operativo del comisario Otero. Pa’ mis adentros maldije mi boconeada de la noche anterior, mientras saltaba el muro de atrás seguido por Marisa, y casi nos costó la vida dicho enfrentamiento, tanto que terminé en el hospital militar y luego en la Cárcel de Punta Carretas.



César Dante Bortagaray López (el Gringo) *


* César Dante Bortagaray López, o Dante
López para los cuerpos represivos de Uruguay y
Argentina, o el Gringo para sus compañeros del
MLN . Viejo militante, probado en todas las
instancias de la lucha revolucionaria. Hombre de
la clase trabajadora, unos de los peludos que
rodearon Sendic, e integrante desde la primera
hora del MLN-Tupamaros. Prisionero y “sobreviviente
a tres dictaduras”, como él mismo se
define. Expulsado de la Argentina , puesto en un
avión directamente hacia Londres, desde donde
nos llegan ahora sus contribuciones al proceso
de la Asamblea Popular, sus reflexiones y sus
anécdotas de revolucionario experiente, que
mantiene muy vivo los principios por los cuales
luchó: el antiimperialismo, la Liberación Nacional y
el Socialismo.

la Juventud DOMINGO 22 DE FEBRERO DE 2009

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