sábado, 9 de mayo de 2009

Demasiada influenza


Desde el anuncio de la gripe porcina en México, los medios masivos bombardearon a la población causando un estado de pánico general. En este transcurso fueron dejando de lado temas de carácter político que son de gran importancia para el país, tales como un paquete de 20 proyectos aprobado en la Cámara de Diputados mexicana entre los que se destaca la denominada "Ley de la Policía Federal", la cual permite la utilización de agentes policiales sin uniforme, la intervención de teléfonos; u otros como el préstamos solicitado al Banco Mundial de 205 millones de dólares en plena recesión económica.

Por Antonia Tapia

Por ANRed

En las últimas semanas, en México, los medios masivos han bombardeado a la población con el tema de la gripe porcina causando un estado de pánico en la población mexicana. Desde que se declaró oficialmente la enfermedad, el23 de abril, miles de mexicanos salen a la calle con barbijos. Lugares de reunión como restaurantes, boliches o bares han sido cerrados, o en su defecto aclaran al cliente que debido a la gripe la atención sólo es de servicio a domicilio. Las instituciones escolares han sido cerradas hasta el 6 de mayo (aunque en dos estados se extendió el plazo), según fuentes oficiales, y una de las últimas medidas ha sido declarar asueto nacional hasta la fecha mencionada anteriormente. Lo extraño es que en este país las enfermedades, mediante decreto, parecería que tienen fecha de inicio y término.

La Organización Mundial de la Salud, a medida que transcurren los días, de manera ascendente, va cambiando el número de alertas y el lenguaje cotidiano de la calle se remite a términos científicos que en realidad ignoramos. Nuestras casillas de correos se atascan de mensajes sobre ¿cómo prevenirse o cuáles son los síntomas? Algunos hablan de posible pandemia; otros de cortinas de humo. Si bien no se niegan los fallecimientos de personas por dicha enfermedad -que en realidad, al fin y al cabo, no sabemos cuál es el virus ya que las cepas van mutando y toman otro nombre, en este momento el mismo se denomina Influenza A (H1N1)-.

En realidad se reconocen los decesos (veinticinco, oficialmente hasta la fecha), pero en relación con la población mexicana que asciende a los 110.000.000 habitantes es un porcentaje mínimo, o en todo caso, si los comparamos con las personas que mueren al año ya sea por diabetes o por enfermedades isquémicas del corazón, principales causas de mortalidad de la población mexicana, según datos de la Secretaría de Salud, las muertes por el virus son insignificantes.

Claro está que es necesario prevenir e informar a la población, pero eso no implica asustar y generar temor en la sociedad, como lo han hecho los medios. En ese sentido, gran parte de ellos, ya que dentro de la generalidad a veces hay excepciones, se remitieron a "informar" sobre el virus dejando de lado temas de carácter político que son de gran importancia para el país. Tal es así que en estas semanas se ha hecho poca referencia al tema del narcotráfico. De rompe y raja, los indicadores mediáticos sobre "narco asesinatos" le han cedido su lugar a las presuntas muertes por gripe porcina. Tampoco se ha mencionado con demasiada insistencia los 20 proyectos aprobados en la Cámara de Diputados mexicana el día 22 de abril. Entre los que se destaca la denominada "Ley de la Policía Federal", aprobada el jueves pasado por la Cámara de Senadores. La misma, hace referencia a la utilización de agentes policiales sin uniforme, en caso de que sea necesario para alguna investigación, como así también se pueden llevar a la práctica operaciones encubiertas y de usuarios simulados, para la prevención de delitos. En este sentido también se podrán intervenir los teléfonos, con previa orden del Ministerio Público Federal, e identificar y rastrear en Internet aquellos sitios con el fin de prevenir conductas delictivas. Punto a favor para legalizar "procedimientos en nombre de la seguridad nacional"; punto en contra para los ciudadanos que en cierta medida están siendo coartados de algunas garantías individuales. Menos aun se ha hablado de cómo México regresará los 205 millones de dólares que tan a bien prestó el "gran benefactor" Banco Mundial. Ni mucho menos de cómo se enfrentará la crisis económica que está atravesando el país.

Otro de los temas que con mezquindad robó algún recuadro o algunos segundos de aire, fue el proyecto por el cual los legisladores no pueden ganar más que el presidente. Es decir, ni diputados ni senadores podrán recibir un salario mayor a los 10.000 dólares por mes. Cifra bochornosa en un país donde reina la desigualdad y el salario mínimo es de 5 dólares. Para seguir sumando bronca, quienes no entraron en el "recorte salarial" fueron los ministros de la Corte, jueces de Distrito, magistrados electorales, consejeros de la Judicatura Federal y del Instituto Federal Electoral (IFE). Ellos seguirán percibiendo un sueldo mayor al del poder ejecutivo. Definitivamente se "premia" la ineficacia, ya que el poder judicial deja mucho que desear, si tenemos en cuenta algunos fallos, como por ejemplo el que se refiere a la matanza de Tlatelolco de 1968. En el mismo se determina que el asesinato de miles de estudiantes en la plaza de las tres culturas fue genocidio pero sin embargo no se identifican a los responsables ya que se declaró la absolución de Luís Echeverría Álvarez (Secretario de Gobernación durante esos años), dejándolo en libertad bajo las reservas de ley". Tampoco hay responsables en Atenco, donde si bien, se reconoció la violación a los derechos humanos aun no hay funcionarios detenidos, es decir, quienes ordenaron y ejecutaron el ataque contra la población los días 3 y 4 de mayo de 2006, gozan de impunidad. Sin embargo, quienes sí están detenidos, son los militantes sociales que purgan excesivas condenas de 67 años en prisión y ni siquiera son respetadas sus garantías básicas.

En fin, definitivamente demasiada influenza.





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