lunes, 10 de agosto de 2009

¿Sara... qué Sara?


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"Reconocí su voz"
"No puede decir que no me conoció. Gavazzo y Cordero me pusieron frente a un pizarrón donde había un organigrama de mi organización política, el PVP. Yo conocía el nombre de Cordero por lo que habían contado otros compañeros que estuvieron presos en 1972 y 1973 y habían sido torturados por él", narra. "Cordero se sentía especialista en nuestra organización agrega. Sentía como un paso fundamental nuestra captura con la de otros compañeros. Como no colaboré, me desnudaron y me llevaron a otra sala de Orletti. Allí me cuelgan, con los brazos atados a la espalda. Estuve mucho rato suspendida hasta que empiezan las descargas eléctricas".
"Yo identifico claramente la voz de Cordero entre mis torturadores, porque le había visto el rostro. No puedo afirmar que estuvo en mi secuestro, donde Gavazzo me quita a mi hijo de los brazos y me dice que la guerra no es con los niños. Pero sufrí varias sesiones de tortura con Cordero en Orletti", afirma.
"En Orletti no pregunté por mi hijo Simón. Temía el uso que le pudieran dar para torturarme. Yo creía que me había despedido de él, porque estaba frente a soldados uruguayos operando en Argentina, que se habían identificado con sus rostros y sus nombres. Creía que de allí no saldríamos con vida", explica Sara Méndez.
"También en el SID"
"Cordero estaba allí acusa y como todos los que operaron en Argentina, sabía de todos los procedimientos. Cordero era parte del grupo que operó en Buenos Aires. Luego, lo volví a ver en Bulevar Artigas y Palmar, el segundo pozo al que nos llevaron. Allí era, junto a Gavazzo y Gilberto Vázquez, el que mandaba, y volvió a torturarme".
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En los comentarios de La República

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