jueves, 27 de mayo de 2010

y el de abajo que se mueve

Macarena Gelman, Alejandro Zavala, Nicolás Ambrosi, Melisa Ardanche e Ignacio Verrastro. Foto: Javier Calvel La Diaria 27.05.2010

Nueva agrupación reclama autocrítica y propone elegir presidente del FA en elección abierta.


Después del 9 de mayo se instaló en el Frente Amplio (FA) la sensación de que en muchos temas será necesario barajar y dar de nuevo. En ese marco de reflexión aparece en el mapa frenteamplista el grupo Ir, Izquierda con un Nuevo Sentido, impulsado por un centenar de jóvenes de diferentes procedencias, entre ellos Macarena Gelman y el director general del Ministerio de Educación y Cultura, Alejandro Zavala.

Dicen que su impronta es frenteamplista, quieren rescatar los principios de unidad más allá de rencillas sectoriales y apuestan a trascender cualquier compartimento estanco que se presente en la interna. Cuestionan a la fuerza política por la falta de autocrítica después de la derrota del Sí rosado y el veto presidencial a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, pero no están dispuestos a pegar un portazo por ese malestar.

Piensan que es fundamental convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, y jerarquizan temas como la relación con el ambiente, la democracia directa, los recursos naturales como bien público y la creación de un sistema de educación superior, entre otros. En síntesis, hablan de procesar nuevas formas de sentirse de izquierda y no quieren alinearse con ningún sector del FA, aunque trabajarán para incidir en las decisiones. Para conocer más esta iniciativa, la diaria conversó con Gelman, Zavala, Ignacio Verrastro, Melissa Ardanche y Nicolás Ambrosi.

-¿Se acabó aquello de ser joven como sinónimo de ser frenteamplista?

-Hasta ahora ocurría que los jóvenes más o menos automáticamente se identificaban con la izquierda, pero vemos que el panorama puede cambiar con este segundo gobierno. Pronto habrá generaciones que no conocieron al FA opositor, con un discurso y una práctica más contrahegemónicas, cuestionadoras y contestatarias. El desafío es si el FA tendrá capacidad de representar esas expresiones, características de un perfil joven, porque hoy son evidentes varios descontentos en esa barra, como el papel de la fuerza política con el Sí rosado o el veto a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva. La incógnita es si el FA tendrá capacidad para cambiar la realidad, más allá de administrar el gobierno. Hoy los frentistas no estamos dando la batalla por la hegemonía cultural y no discutimos en términos ideológicos los cambios que se procesan.

-Parte de ser jóvenes pasa por cuestionar la hegemonía o el poder, que no es el gobierno en sí mismo sino el poder sistémico, y el FA siempre acumuló desde esa posición cuestionadora. Pero si ahora desde el gobierno justificamos cada acción, diciendo que tal medida no es contra el sistema sino para que tal cosa mejore, es evidente que la barra joven no se va a sentir identificada con eso. Pero somos parte de esa construcción y hay que hacerse cargo. Nos planteamos ser críticos y autocríticos, pero queremos construir más allá de eso.

-¿Con qué prioridades?

-Pensamos en una izquierda que se abra a la discusión de nuevos temas y que renueve su agenda, reconociendo que la sociedad evoluciona y que las preocupaciones son otras. Hoy el vulnerable no es solamente el trabajador, que lo sigue siendo, sino que hay múltiples sujetos sociales que van quedando por el camino. Venimos de un FA con una concepción de construcción de tejido y entramado social, muy metido en la realidad y la problemática cotidiana. Y está bien que hoy existan responsabilidades de gobierno, pero si seguimos creyendo en la transformación y la reformulación permanente de la utopía, hay que seguir estando en esa base social y en la construcción de tejidos. Debemos pensar nuevas formas de participación y cómo se construye ciudadanía desde el gobierno y desde la fuerza política. Hay otros temas, como el debate ambiental, que deberían estar más presentes a nivel educativo, generando conciencia de que la responsabilidad no puede terminar cuando ponemos un voto en la urna, y menos en asuntos que nos involucran a todos.

Renovada

Macarena conoció a varios integrantes de Ir, entre ellos a Zavala, en el gremio de estudiantes de la Facultad de Ciencias, allá por mediados de la década del 90, cuando no sabía que sus padres eran Marcelo Gelman y María Claudia García. Ahora se entusiasma con la posibilidad de aportar en un espacio político. “Tiene que ver con una cuestión natural y una necesidad de intercambiar con otras personas de procedencias diversas, después de estar diez años prácticamente absorbida por un solo tema. Que todo pase por mi historia personal no es el tipo de vida que quiero”, reflexiona. Macarena piensa que estos intercambios pueden servir para renovar su visión sobre diferentes cosas. “Cuando pasa el tiempo se corre el riesgo de caer en un discurso añejo y que realmente ya no sigue aportando. Se dio esta convocatoria de compañeros conocidos y siento que nada me inhibe de participar”, explica.

-A las organizaciones políticas “virtuales” se las cuestiona por la dificultad para tomar decisiones y hasta por su fragilidad. ¿Qué opinan?

-Es algo nuevo y hay que acostumbrarse, en una línea siempre complementaria con las instancias presenciales. En el FA se ha planteado como algo dicotómico, viendo a Facebook como una herramienta que les puede quitar poder a los comités de base, por ejemplo. En cuanto a la fragilidad, puede ser, pero hay formas en desarrollo para que las herramientas virtuales no sean frágiles. De todas formas, ese problema corre también para lo presencial, cuando no organizás bien un debate o una asamblea. ¿Quién no salió de un congreso con la sensación de que la decisión tomada era frágil? En la izquierda hay un miedo a no poder controlar y por eso parece difícil que alguien con la computadora desde su casa pueda suplantar a un fulano que habla en una asamblea con todo su carisma.

-En algunos países está aceptada la firma electrónica y hay niveles de seguridad en eso. Igual planteamos las discusiones virtuales y las instancias presenciales como complementarias; tampoco se trata de pasar todo a lo virtual. Un perfil de Facebook no te asegura un banderazo, que dependerá de nuestra capacidad de despertar interés en algo tan terrenal como agarrar una bandera y salir a la calle. Las puertas que abren las nuevas tecnologías tienen otra ventaja y es que a las nuevas generaciones nadie les va a decir cómo participar. Ellos van a abrirse lugares de la manera que les parezca mejor, y nuestra capacidad de reproducir aquello que cuestionamos va a ser menor.

-¿Cuáles han sido sus experiencias en los comités de base?

-Como muchos, me acerqué desde chico por mi familia y todavía me siento ligado afectivamente, entre otras cosas porque mediante el comité sigo vinculado a un barrio en el que ya no vivo. Pero cuando voy noto que está la misma gente y que en las fotos que están colgadas, que están ahí como para contar la historia, estamos siempre los mismos, sólo que un poco más viejitos en cada foto. Eso impacta en el propio comité, que está ahí como siempre igual, con un montón de gente aferrada.

-Otro problema en el FA es cuando apelan a las horas de militancia para ningunear o cuando te dicen “yo milité en el 71”. Y sí, yo nací en 1978, qué se le va a hacer. O sea, está fabuloso que los viejos sigan ahí, convencidos de que se puede transformar la realidad, pero el tema es que no logran transmitir ese sentido a los que estamos afuera.

-Igual hay un problema con plantear esta discusión con dicotomías, porque seguramente muchos militantes que van al comité todas las semanas quieren cambiar cosas que están sucediendo. Pero si planteamos “comité sí o comité no”, la gente más cercana a la orgánica podría abroquelarse, como defensa a esos cuestionamientos desde afuera, a pesar de que en una discusión sincera te reconozcan sus críticas.







Nora Pacheco, del Sindicato de Trabajadoras Domésticas, ayer, en la Mesa Representativa del PIT-CNT. Foto: Javier Calvelo

Ordenar la casa

Trabajadoras domésticas criticaron al PIT-CNT por no incluirlas en delegación que expondrá en la OIT.


Delegadas del sindicato leyeron ayer una carta de protesta ante la mesa representativa ampliada del PIT-CNT en la que expresaron su repudio porque no fue elegida una trabajadora doméstica para participar, a mediados de junio, en la 99a Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que abordará ese tema. El dirigente Juan Castillo señaló a la diaria que “el planteo está fuera de lugar” y “no corresponde”.

Entre los presentes en la sesión de la mesa representativa ampliada había sólo tres mujeres, además de las seis integrantes del Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas (SUTD). “Por eso hay que decir las cosas como las dicen ellos, de frente y manteca, para que te entiendan”, expresó en diálogo con la diaria Mariela Burlón, integrante del SUTD.

En la carta leída por Nora Pacheco, otra de la sindicalistas, se califica como “tremendamente triste, inaceptable y repudiable” que se enteraran el 1º de mayo de que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) “diera a entender que fuera una auténtica trabajadora doméstica a la conferencia de la OIT”, teniendo en cuenta que se abordará la problemática de ese sector.

“Se ha tomado como ejemplo a nivel mundial la experiencia uruguaya sobre trabajo doméstico para presentar en esta conferencia internacional. Vergonzoso es que los propios compañeros de nuestra central y de la comisión de Género y Equidad no respeten nuestra designación como trabajadoras domésticas. [...] Estamos muy desperdigadas, pero siempre tratamos de juntarnos por estos medios. No es fácil. A pesar de todo, hay compañeros que lamentablemente en algunos momentos de nuestra lucha nos ignoran sabiendo muy claramente por todo lo que tenemos que pasar”, dice la epístola.

La dirigente Alma Fernández, del departamento de Género y Equidad, fue nombrada por el Secretariado Ejecutivo para viajar a la conferencia de la OIT. Consultada sobre la postura del SUTD prefirió no hacer declaraciones. “Esto no tiene ventilación. A la interna todo, afuera nada.

La unidad es eso”, puntualizó. “No tenemos nada en contra [de Fernández] y sabemos que tiene conocimientos de muchos temas” pero “no es trabajadora doméstica y por lo tanto no vive la problemática de nuestro sector”, reivindica el sindicato en el escrito.

La carta concluye advirtiendo: “A pesar de ser un sindicato con pocos años de lucha conocida, el SUTD no está dispuesto a soportar estas lamentables situaciones y siempre que sucedan las vamos a denunciar donde corresponda. Caiga quien caiga. Que esta triste experiencia sirva de referencia para todo lo que vendrá o pueda venir”.
Razones

Juan Castillo, integrante del secretariado ejecutivo, fue quien respondió al reclamo “una vez más”, porque, según dijo a la diaria, ya lo había hecho en una reunión con delegadas del sindicato y luego en otro encuentro en el secretariado.

“Acá hay un interés político, hay un gremio que se está formando que todavía no tiene la experiencia suficiente y que puede no entender cómo es el mecanismo. Por eso les expliqué cómo era, que los sindicatos no van a la OIT por sí y ante sí, las que van son las centrales sindicales; que decidimos sus representantes en función muchas veces de los temas que son orden del día. Esta vez son cinco temas y no va un dirigente por cada uno. Se va a pelear la posición de Uruguay, nunca importó quién va. Ésa fue la explicación que les dimos”, relató Castillo.

En ese sentido, Pacheco acotó al ser consultada por la diaria: “Seguimos creyendo en el sindicato como la herramienta más valiosa que tienen todos los trabajadores, pero esto, para nosotras, es un atropello, no es coherente con lo que se viene predicando”.

La dirigente lamentó que no vaya ninguna trabajadora del sector doméstico “y que sí vaya una empleadora” porque desde el MTSS “se pidió que vayan las dos partes”. “El SUTD no va a estar, pero acá el tema no es el pasaje. El tema es que tampoco se elaboró con nosotras lo que se va a trasladar”, añadió.

Castillo aclaró que “esa empleadora que va es la representante de los empresarios en el consejo de salario de las domésticas, pero no es precisamente una patrona que tenga empleada doméstica”.

“La central se prepara con mucha antelación [para la conferencia de la OIT]. Hace cuatro meses que estamos trabajando sobre el orden del día propuesto. Y fueron convocadas a participar como cualquier sindicato. De todas formas ya tenemos insumos para ir, porque yo estoy desde el arranque. Desde mucho antes que algunas de las que hablaron hoy, estuve formando ese sindicato”, reivindicó uno de los dos coordinadores que tiene la central sindical.

“No tenemos experiencia sindical ni relación de fuerza, pero conocemos nuestros propios problemas y tenemos la lucha”, argumentó Pacheco.

Lourdes Rodríguez

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