viernes, 31 de diciembre de 2010

Tristezas de Cerro Alegre

Agua vs. forestación
Los graves perjuicios de la forestación
Hace ya años que venimos advirtiendo sobre los impactos de las plantaciones de eucaliptos y pinos en Uruguay. Hace igualmente años que los "expertos" responden diciendo que nuestras afirmaciones no tienen fundamento. Sin embargo, a medida que la forestación avanza los impactos se vuelven cada vez más visibles.
Una delegación del Grupo Guayubira que visitó la zona de Cerro Alegre en el departamento de Soriano y dialogó con los pequeños agricultores de la zona, pudo constatar la gravedad de la situación en la que se encuentran. 

La llegada de las forestales
Las plantaciones de eucaliptos que en la actualidad rodean a toda la zona de Cerro Alegre no llegaron allí por casualidad, sino como resultado de la política forestal del gobierno. En efecto, el gobierno decretó que los suelos de la zona eran de "prioridad forestal" y ello atrajo a los inversionistas, puesto que la plantación en suelos de ese tipo conlleva una serie de beneficios tales como subsidios directos, exoneraciones impositivas y créditos blandos. En particular -aunque no exclusivamente- atrajo a la empresa española ENCE, que plantó unas 7000 hectáreas en la zona.
Si bien los agricultores locales no vieron con buenos ojos la llegada de las forestales, tampoco les preocupó demasiado, ya que nadie les advirtió de los posibles perjuicios que podrían sufrir. Su descontento se basó más bien en lo que ellos consideraron un uso inadecuado del suelo, dado que en su experiencia se trataba de suelos muy productivos y de no "baja productividad" como se los cataloga desde el gobierno para justificar su forestación.
Adicionalmente, consideran una injusticia que mientras ellos -pequeños agricultores- deben pagar importantes sumas por concepto de impuestos, a esas económicamente poderosas empresas se les exonere de los mismos. Pero aparte de eso, no vieron lo que se les venía.
Pocos años después
A los pocos años de la llegada de las forestales y de la plantación masiva de eucaliptos la situación cambió totalmente y ahora los agricultores están luchando por sobrevivir, en una lucha desigual contra el poder conjunto del estado y de las empresas forestales. ¿Por qué ese cambio? Porque los impactos de la forestación han sido tan graves que la opción es entre luchar o -como reiteraba uno de los agricultores entrevistados- vender a cualquier precio y mudarse a Mercedes a vivir en el barrio marginal de Aparicio Saravia.
Dicha situación claramente no coincide con la publicidad oficial y de las empresas, de que la forestación genera empleos y desarrollo económico en las zonas donde se instala. En este caso, la realidad es diametralmente opuesta. Para empezar, la forestación aceleró la emigración. La gente local tiene grabada en sus pupilas la imagen de la destrucción de todas las casas y galpones de los predios adquiridos por las empresas forestales. Las familias rurales fueron sustituidas por eucaliptos, cuya plantación y corta generan pocos y malos empleos. Pero a su vez, las plantaciones trajeron consigo una serie de impactos ambientales que, como veremos a continuación, afectaron gravemente la producción agropecuaria de la zona.
Se acaba el agua
El cambio más dramático fue la desaparición del agua. Contrariamente a las "científicas" afirmaciones de los técnicos al servicio del estado y de las empresas, en Cerro Alegre se constata la desaparición del agua a los pocos años de instaladas las plantaciones. En nuestra recorrida por la zona, pudimos verificar la existencia de pozos totalmente secos -de un promedio de 30 metros de profundidad- en casi todos los predios visitados. Es importante señalar que ninguno de esos pozos se había secado antes, ni siquiera en las peores sequías sufridas en el país. La situación es tal, que la intendencia tiene que enviar camiones cisterna a la zona para abastecer los tanques donde la gente almacena el agua. La napa de agua ha bajado tanto, que cuando en alguna ocasión los funcionarios de la intendencia vertieron el agua directamente en los pozos, estos "se tragaron" toda el agua y al poco rato no quedaba ni una gota. Al mismo tiempo, se han secado cañadas enteras, han desaparecido lagunas, los antiguos bañados están hoy secos.
Pese a lo anterior, los técnicos siguen repitiendo que "no hay estudios científicos que comprueben que los eucaliptos afecten el agua". Es más, en un estudio pseudo científico, el propio INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria) ha "demostrado" que es imposible que los eucaliptos afecten al agua. ¡Que se lo digan a la gente de Cerro Alegre! "Lo eché de mi predio", comentó uno de los agricultores al contar que un técnico de la Dirección Forestal lo había querido convencer de que el agua había desaparecido porque había llovido menos y no a causa de los eucaliptos. La ciencia puede elaborar muchas hipótesis y tratar de demostrarlas, pero lo único que no puede hacer es ignorar la realidad. Y la realidad es que en este caso se vé a las claras una relación directa entre la plantación de eucaliptos y la desaparición del agua.
Los convidados de piedra
Pero el drama de Cerro Alegre no termina aquí. Al problema del agua se suman otros, también resultantes de las plantaciones establecidas en la zona. En particular el tema de las plagas, que afectan gravemente a los cultivos y a los animales de granja. Es sabido que las plantaciones de eucaliptos son desiertos alimenticios para la mayoría de las especies de nuestra fauna. Una de las pocas excepciones es la hormiga, pero como afecta a las propias plantaciones, es exterminada con venenos químicos. Pero algunas especies encuentran cobijo en las extensas plantaciones y se pueden desarrollar explosivamente al amparo de los árboles. El problema es que no tienen alimento, así que salen a buscarlo. ¿A dónde? A los predios de los agricultores de la zona. Es así que éstos se ven ahora afectados por poblaciones crecientes de varias especies de palomas, cotorras, otras aves, zorros, jabalíes. Algunas comen el maíz, otras el maní, otras las arvejas, el zapallo y así sucesivamente se van comiendo la producción de los pequeños agricultores. El zorro, además de maní y maíz, se come además a las gallinas. A su vez el jabalí no sólo destruye los cultivos, sino que además se cruza con las cerdas domésticas, afectando así la producción porcina.
A lo anterior se suman otros impactos que no afectan la producción pero sí la vida de la gente local. Uno de ellos está constituido por el creciente número de víboras ponzoñosas de toda clase, que tiene a la gente local muy preocupada por su seguridad y la de sus hijos. En particular abunda la yara y ya son varios los casos de personas que estuvieron a punto de ser mordidas por víboras. Además, las plantaciones constituyen posibles refugios para gente de mal vivir, lo que también genera una gran inseguridad a la gente local. Ya se han constatado numerosos casos de robo de ganado, donde los animales eran escondidos -con la complicidad de un encargado- dentro de las propias plantaciones.
 
¿Quién paga por los daños?
Hasta ahora, el gasto ha corrido exclusivamente a cuenta de los pequeños agricultores, que han visto afectada su vida y su producción por causa de las plantaciones. Existe una legislación -que nunca ha sido aplicada- que obliga al propietario de una plantación forestal a exterminar las "plagas y alimañas" que se desarrollen en sus predios y que afecten a las producciones vecinas. ¿Qué organismo del estado vela por su cumplimiento? Sin embargo, dentro de la legislación forestal no hay ninguna referencia con respecto al impacto sobre el agua, que en Cerro Alegre es precisamente el más grave. La empresa forestal no sería en este caso pasible de sanciones u obligaciones. El responsable es entonces el estado, que a través de la promoción de las plantaciones -sin estudios previos de impacto ambiental- ha dado lugar a situaciones lamentables como la que estamos comentando. Entendemos que es de estricta justicia entonces que el estado compense a la gente de Cerro Alegre por los daños y perjuicios sufridos a consecuencia de su política y que obligue a las empresas forestales a cumplir con las disposiciones legales, en particular en lo referente al combate de plagas y alimañas.
Que el sufrimiento no sea en vano
Pero el tema para nosotros no termina allí. Si bien esta trágica situación que está ocurriendo en Soriano merece -y tiene- todo nuestro apoyo, se trata de un caso más entre los muchos que están ocurriendo en otras zonas del país. El gobierno y sus técnicos no pueden seguir pretendiendo que no pasa nada, porque pasa y mucho. Las situaciones no son todas iguales, pero de todos los rincones del país donde la forestación avanza salen permanentemente noticias de los distintos tipos de impactos que están ocurriendo. Pero aunque el impacto fuera sólo uno -el agua- el tema es tan grave que por si solo ameritaría hacer un alto en el camino para llevar a cabo investigaciones que posibiliten tomas de decisión informadas. Este alto en el camino se puede hacer sencillamente a través de la derogación de los beneficios que actualmente recibe la forestación. Eliminados esos alicientes, el ritmo de forestación descendería a niveles mínimos, lo que daría tiempo para evaluar impactos y rediseñar la actual política forestal que tantos problemas viene generando. Que el sufrimiento de la gente de Cerro Alegre no sea en vano y que sirva como experiencia para el futuro.


Hablando con productores de Cerro Alegre
en el departamento de Soriano

Los vecinos nos comentan como los ha afectado las plantaciones de eucaliptos en los campos linderos a su propiedad. El primer cambio fue el incremento de animales ajenos hasta ahora a su ambiente. En cuanto a su cosecha nos dicen:
* ...O sea que germina, sale la plantita, vio como sale, como abierta así , viene la paloma y se come el bulbo ...vienen de todas de las plantaciones.
El cambio en las palomas fue impresionante.
Pero no sólo en eso, tenemos zapallo que también pasa lo mismo ....tenemos problema con las zanahorias
incluso hasta el maíz
Y de los zorros?
* Ah! de eso mejor ni acordarse ¡ Aquí es impresionante...
Este año incluso mire que no sabía que ... el maní por ejemplo. Nos comían el maní, no sabíamos que era y cómo hacíamos para dar con él, porque algún bicho venía y lo comía.
...tuve que envenenar, bastante difícil, poner estacas con cuidado... y descubrimos que era el zorro que andaba y se comía el maní en la noche.
Yo he matado acá hasta 10 o 12 zorros, los he envenenado, pero con eso no hacemos nada. Es impresionante. De día mi perro está para aquel lado y hay días que ... las gallinas que a veces se van para las chircas, ellos están agazapados ahí esperando. Acá no porque está más descampado, esperan a la noche para salir del monte y ahí aparecen.
Llega un nuevo vecino: Sobre los pozos nos dice
Este que tiene 21 metros de fondo, ... y de 3,80 se quedó con 1,60 aunque más de un año que no lo mido.
No nos da para el consumo, tenemos que cuidar. Imagínese que yo rellenaba el tajamar si faltaba agua, le agregábamos, tenía una bombita ahí y abastecía el tajamar para mantenerlo para riego.
Antes , nos daba el pozo y nos sobraba.
....este pozo cuando lo fuimos a limpiar, no le podíamos darle el fin, vamos a decir cuando llegamos abajo, que nos encontramos que eran los vertientes que ya salían abajo, usamos incluso un balde de 50 litros, que está ahí el balde, y con un caballo trotábamos y no nos daba el tiempo porque cuando llenábamos el balde, lo sacábamos, volvíamos y ya estaba lleno. Y sin embargo ahora... eso se terminó... Se reponía rápido, si era impresionante.
Si vamos a hacer un pozo nuevo de mil dólares no baja y es lo injusto que yo veo. Que tengamos que sacar dinero de nuestros bolsillos porque de repente tenemos que vender la casa para poder hacer un pozo. Y esta gente está favorecida de todos los beneficios y nosotros tenemos toda la contrariedad. De esta forma no se puede luchar más, se ha llegado a un límite que no va más, porque esto no es mentira, es una realidad.
Refiriendose a los jabalí nos decían
Graciela: Ah! no va a haber! Hasta acá por suerte que no...
* Hasta acá no han llegado, pero por ejemplo en lo de Alío (vecino). El dice que no puede tener más cerdos porque se le cruzan todos con el jabalí. Hay también una persona que dice que no puede criar más cerdos porque...
Otro vecino comentaba había una laguna, ahí atrás orillando el monte....
Si, había una cañada que está seca ahora. No, porque digo, acá hay gente que se ha dedicado al robo de varias generaciones para atrás y a un peon mío, un muchachito que trabajaba conmigo, le habían robado una bicicleta un día y yo le dije: estará en la cañada, y ahora se secó la cañada y la encontré a los quince años!
Que increíble!
Podemos ir a lo de Gladys.... Que viven dos familias y están sin agua. Y Mario también, tenía que hacer unas gestiones en el Banco, así que lamentablemente no iba a estar, pero que viéramos el pozo... si querían verlo
pero está seco... seco, seco. No sé que vamos a hacer.
Después tenemos el de Abreu más allá, lo llamé hasta por teléfono pero no me pude comunicar y, hace años que está seco también. Y ahora varios más...
* (...) esta casa era todo pantanoso, allí no se acercaba nadie y sin embargo ahora aparecen vacas y todo por ahí, dan la vuelta ... porque por ahí arrancaba la cañada era todo pantanoso. Ahora pasa hasta gente por ahí.
* Yo lo que veo que cada vez aumentan más águilas, aves de rapiña, caranchos, que antes emigraban, nos llamaba la atención, ahora vemos halcones. Todas esas cosas han aumentado (...)
* Y Víboras sí, tenemos un serio problema con la yara, esa se ha aumentado en gran forma. Es impresionante, ahí incluso donde mi padre (...) céntrica y pobre viejo, mi padre tiene 79 años, empezar a recorrer para (...) alambrado y cuando quiere acordar va la yara debajo de él, tuvo suerte que no lo picara. Hay víboras de toda clase.
** (...) Yo te conté, yo estaba buscando piedras para hacer los cimientos para una pieza que hice allá, me agaché y se me enroscó una yara, un yarón así.

Grupo Guayubira

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