jueves, 19 de mayo de 2011

Lo último que se pierde


7 años viviendo en un pozo

Es fácil llegar a vivir en un asentamiento pero, como han aprendido los habitantes de 6 de Diciembre, el camino de salida es árido, enfrenta trabas burocráticas y está cargado de desilusión.

Paula Barquet

Los documentos importantes de la vida de Mirta se guardan entre la sábana y el colchón de su cama. Están húmedos, amarillos, arrugados. Al menos así los protege del agua y las gallinas. Hay papeles de asignaciones familiares, del Plan de Emergencia, boletines de notas de sus hijos, boletas de remedios. Y el mapa de una ilusión frustrada.

Lleva puestos unos lentes gruesos y deteriorados. El aumento ya no le sirve. Como puede, Mirta señala en el mapa dónde está su rancho hoy, y dónde iba a estar según lo que la empresa "Hidrosur" (en realidad, Hidrosud) prometió hace casi tres años, en el marco del Programa de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI).

Le iban a hacer una vivienda de dos pisos: arriba los dormitorios, abajo la cocina y el baño. Iba a ser de ladrillos. Iban a construirla a unos metros de donde está ahora. La promesa incluía saneamiento, alumbrados, calles nuevas, policlínica y salón comunal para todo el asentamiento 6 de Diciembre. Eso se anunció en 2007. Hubo varias reuniones, los vecinos participaron y firmaron su anuencia al proyecto de regularización. Nunca más supieron nada.

"Que por ahora nada, que el PIAI no va a entrar hasta noviembre del año que viene", es la información que maneja Leticia, una vecina carismática que se ha puesto el problema del barrio al hombro.

Ruth, que también vive allí, llamó por teléfono a la oficina municipal del PIAI, coejecutora de los proyectos de regularización a nivel departamental. Cuenta que la persona que le atendió le dijo "señora, si tiene realojo va a tener que esperar dos o tres años, porque las viviendas no se hacen de un día para el otro". Además, asegura indignada Ruth, la funcionaria le comentó que el dinero ya estaba en la intendencia pero que aún no iban a "hacer nada" con él.

En realidad, Qué Pasa confirmó con Fernando Cabezudo, coordinador del PIAI, que el proyecto de regularización en 6 de Diciembre sigue en pie. Su ejecución se ha demorado por la intrincada coordinación interinstitucional, un problema frecuente en este tipo de procesos. La fecha de la que habla Leticia y otros comentarios que se oyen entre los vecinos, son erróneos.

Desde ese mundo de desinformación, desconfianza y supervivencia en el que se manejan los habitantes de tantos asentamientos, la presencia de este suplemento en el barrio se recibe como la única esperanza para salir de la chapa, la mugre y la humedad: una situación a la que ingresaron de forma casi inconsciente y de la que sienten que nunca van a lograr salir.

QUÉ FÁCIL ENTRAR. Como la mayoría de los pobladores del asentamiento 6 de Diciembre -un terreno que hace 20 años era un parque vacío al norte de Nuevo París-, Mirta no tuvo otra opción: le dieron el desalojo de una casa que ocupaba sin derecho aunque con consentimiento del dueño; éste murió, y en una semana debió encontrar un lugar donde parar.

Alguien le consiguió un ranchito. "Era la mitad de esto, pero lo compré y lo fui agrandando", recuerda. Por el rancho pagó apenas 700 pesos y por lo que le agregó -techo incluido-, unos 300. Ya hace 14 años que vive ahí con cuatro de sus seis hijos y su compañero. Entre las mismas paredes de chapa y cartón duermen, además, el caballo con el que trabaja, varios perros y una decena de gallinas.

"Vamos para afuera, que las moscas están pesadas", dice Mirta sin vergüenza. No parece acomplejada por su pobreza. Deja que tomen imágenes del rancho, una especie de lodazal y establo en el que las gallinas caminan sobre las camas y lo único alimenticio que se ve es la ración del caballo.

Quizá, saliendo en la prensa, alguien se acuerde de ellos. Así piensan Mirta y los demás vecinos, sumidos en un estado de desesperación y resignación al mismo tiempo. Saben que al vivir "de agregados" no tienen margen para reclamar, pero igual, piden ayuda. Piden en nombre de sus hijos, que "no tienen la culpa de vivir en un asentamiento".

Casi todos los niños del 6 de Diciembre son asmáticos. Muchas de las madres sufren dolor de huesos. Les han dicho que se debe a la humedad. Para tapar los espacios vacíos entre las chapas podrían poner cartones, pero prefieren evitarlos: atraen roedores.

Todos los habitantes están expuestos a las toxinas cancerígenas que se desprenden de la quema diaria de basura. Esa rutina, explican ellos, los libera de las ratas y el olor a podrido. No saben que hace mal, o prefieren no saberlo. Cuando no quema uno, quema el otro. Incluso queman los niños.

El asentamiento está conformado esencialmente por clasificadores. Los que no trabajan con carro y caballo lo hacen a pie o en bicicleta. Muchos de los desechos de la recolección terminan dispersos en las pequeñas callecitas del barrio o acumulados en montañas para después quemarlos. Algunos afirman que la decepción por la promesa incumplida llevó a que se cuidara menos el barrio y se ensuciara más.

En 6 de Diciembre se camina sobre una superficie de pasto mezclado con bolsas aplastadas, bosta y basura descompuesta. Los vecinos se excusan por eso. Además, el piso está siempre húmedo. En gran parte del barrio basta que llueva 10 minutos para que se inunden los ranchos y se deterioren las maderas que los sustentan.

Del piso de la casa de Ruth "brota agua", dice ella sin poder explicarlo, ni subsanarlo más que con trapos. El Ministerio de Vivienda ha cavado profundas canaletas que desembocan lejos de los ranchos habitados, pero cada tanto quedan tapadas de basura y vuelve el problema. El centro comunal 14 una vez les dio balastro para levantar los pisos inundables, pero el agua ha arrastrado todo.

No hay saneamiento para ninguno de los casi 400 lotes, y sólo unos pocos privilegiados cuentan con baño y pozo negro. El resto se ha acostumbrado a hacer sus necesidades en bolsas y tirarlas lo más lejos posible. El saneamiento y una solución a las inundaciones ranquean como los sueños más anhelados.

"Uno vive como puede, pero si lo pudieran arreglar, mejor", dice tímidamente Mónica, una mujer joven a cargo de ocho hijos, como tantas en 6 de Diciembre. "A mí se me inunda todo, pero es lo único que pude conseguir para darle un techo a los gurises. El barrial es horrible, vivimos como chanchos, los niños van sucios a la escuela", cuenta con sencillez.

Mónica ya se dio cuenta. Hace sólo siete meses que está allí pero no necesita más tiempo para entender que sobrevivir en un asentamiento es bastante más difícil que llegar a él. Pronto estará pidiendo a gritos que la saquen de allí.

QUÉ DIFÍCIL SALIR. Ruth estaba ilusionada con el proyecto de Hidrosud. El suyo era uno de los 50 casos de realojo que la empresa preveía en función del ensanche de algunas callecitas y la adecuación de las zonas inundables.

Para ella, "realojo significa que tarde o temprano nos van a sacar de acá". "Yo estaba chocha porque quiero cambiar de una vez", admite. Ahora está enojada porque como el proyecto incluía la demolición de su casa, le prohibieron hacer cualquier obra de construcción hasta que se inicie la regularización.

"¿Por qué tenemos que seguir pasando mal porque a la gente se le antoje?", cuestiona. Otras vecinas también expresaron su indignación, asegurando que tienen ahorros para hacer un baño o revestir un cuarto, y que están trancadas con una promesa que no se cumple.

Ruth piensa que cualquier cosa sería mejor que su rancho, aunque preferiría no tener que mudarse del barrio donde vive hace unos 13 años.

Su casa y la de Mirta están al comienzo de la zona más baja de 6 de Diciembre. Mónica, instalada recientemente, ocupó la parte más profunda. Vive en un pozo en la mitad del barrio, que además de inundarse constantemente, ha sido adoptado por los vecinos para la quema de basura.

Dentro del asentamiento, ésa es la peor ubicación. Los que viven en los bordes -tanto por Carlos María de Pena como por General Hornos- tienen casas mejores; muchas son de bloque y hasta de ladrillo.

Pero todos son ocupantes. Algunos, cuando se les pregunta, aseguran que el terreno es suyo y que tienen "los papeles". Según Cabezudo, del PIAI, si no fuera una situación irregular generalizada, el programa no habría decidido intervenir.

En 6 de Diciembre hay servicio de agua potable, pero la mayoría tiene una canilla sola y afuera del rancho. También hay electricidad, aunque muchos de los habitantes están "colgados" (no pagan) y el barrio carece de alumbrado público.

"Esto de noche es una boca de lobo", cuentan las mujeres que suelen salir a clasificar durante la madrugada. El ambiente que de tarde parece inofensivo, lleno de niños correteando y madres haciendo tareas domésticas, cambia cuando oscurece. "Hay mucha violencia, mucha droga, muchas bocas", confiesa Mirta.

De noche, los jóvenes -que de tarde no aparecen- se juntan a fumar en las callecitas oscuras. No se meten con la gente del barrio, pero a los que pasan a su lado les ofrecen "cualquier cosa" a cambio de dinero. Son las mismas "porquerías" que Ruth y todos los demás clasificadores levantan de la calle. Uno de los "pasteros", como le dicen, es hijo de Mirta, quien lo cuenta sin rodeos.

Para evitar robos han adoptado la dinámica de guardias. Si una tiene que acompañar a los hijos a la escuela, la otra se para en la puerta y cuida el rancho. "Si dejás la casa sola 10 minutos, estás regalada", advierten. Y como la mayor parte del tiempo lo pasan en el asentamiento mientras sus compañeros -cuando los tienen- trabajan, estas mujeres ya saben en qué vecinos pueden confiar, y en cuáles no.

En 6 de Diciembre no hay comisión barrial ni nada que se le parezca. Antes hubo un grupo que oficiaba de tal, pero el resto veía que cada vez que había que poner plata con algún objetivo para el barrio, terminaba gastándose en vino y asado.

Por eso es tan grande la desinformación. Aunque hay líderes naturales, falta organización. Están convencidos de que "cualquier problema que uno tenga, debe llamar al comunal".

Algunos demuestran mayor conocimiento institucional. Como Ruth, que sabe cómo comunicarse con el PIAI municipal ("usted disca 1950 y pide con ellos") y que ha recurrido más de una vez al Ministerio de Vivienda para que le volvieran a cavar las canaletas tapadas.

La falta de comisión barrial explica, según el coordinador del PIAI, esta etapa de "desilusión" que atraviesan los vecinos de 6 de Diciembre, ya que normalmente los integrantes de las comisiones son "los interlocutores" del PIAI.

"En la medida que no hay (comisión), se hace muy difícil tener esos flujos de información y que ellos sepan que el proyecto es real", se excusa Cabezudo, que de todas maneras acaba de asumir la dirección del programa. Antes lo lideraba Susana Pereyra, esposa del ministro Eduardo Bonomi y ahora diputada por el MPP.


A Cabezudo, su experiencia en regularización de asentamientos en el interior le hace relativizar la sensación de promesa incumplida que hoy expresan los habitantes de 6 de Diciembre.

"Esa percepción de los vecinos, de que fue un equipo y después desapareció, es una ilusión bastante frecuente: entre la fase de llegada para elaborar el proyecto y la fase de licitación, queda en la gente un vacío. Lo tengo claro. Hay desencanto porque desaparecen los equipos y no saben qué pasó", comenta en tono comprensivo. Los procesos de regularización han llegado a durar 10 años desde la presentación del proyecto; el de 6 de Diciembre lleva siete.

Aunque no realiza una autocrítica por la mala comunicación con los vecinos, el jerarca dice que "en todo este tiempo se siguió procesando la información y elaborando los procesos para la licitación". En una nota de La República de fines de 2007, el coordinador de Hidrosud proyectaba el inicio de obras para 2008.

El agregado a la burocracia estatal, reconoce Cabezudo, empeora cuando involucra complejidades territoriales, y eso ocurre en 6 de Diciembre. Parte de las tierras pertenecen a la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial (Dinot, del Ministerio de Vivienda); otra parte eran del Banco Hipotecario del Uruguay y fueron recientemente cedidas a la intendencia de Montevideo para poder regularizarlas.

El proyecto de la empresa consultora Hidrosud tiene como escenario las primeras tierras y ya fue aprobado por los vecinos. En la intendencia aseguran estar preparando los pliegos para abrir la licitación, de modo que una empresa constructora comience con las obras. Eso no será antes de fin de año, pero tampoco se debería demorar hasta noviembre de 2011, como augura Leticia.

La otra parte está recién para proyectarse. No se le ha asignado a ninguna empresa consultora, pero desde los organismos involucrados piensan que sería bueno que también lo ideara Hidrosud, para darle continuidad al barrio. Además, eso podría acelerarles el trámite.

Para Ruth, Mirta, Mónica, Leticia y otras tantas mujeres del asentamiento 6 de Diciembre, la regularización sigue siendo un sueño que no ven cumplir. Así que mientras tanto, se ilusionan con "el proyecto del Pepe y la señora Mujica".

"A mí me llegó un comentario de que el Pepe iba a hacer ranchitos de madera. Él estuvo acá antes de las elecciones", dice Mirta en diálogo con Ruth, a lo que ésta agrega: "La única esperanza nuestra ahora es la señora Mujica. Ella entra a los asentamientos y dicen que va a empezar a recorrerlos en junio. Ellos son muy de ver por los pobres".

Que alguien vea por ellos. Eso es lo que piden, al menos, para conseguir que los buenos tiempos lleguen de una vez a 6 de Diciembre.
Un terreno delimitado

El asentamiento 6 de Diciembre queda en Nuevo París Norte, bordeando la ruta 5. Lo delimitan las calles Carlos María de Pena, General Hornos, Camino Lecocq y Jaureguiberry.
Entre las changas y el mides

"Con la asignación de los gurises y lo que ganaba en Trabajo por Uruguay, me compré un caballo para trabajar", cuenta Mirta. De asignaciones cobra 2.353 pesos y la tarjeta alimentaria le da 1.300 más que le duran 15 días. "Después, me revuelvo", confiesa sonriente.
451

hogares hay en el asentamiento 6 de Diciembre según el PIAI, en un terreno de 900 x 250 metros.
1.755

personas viven allí, todos ocupantes irregulares. La mayoría se instaló hace más de 10 años.
"Nunca nadie se preocupó"

"Yo a la gente del barrio no le doy nada, cada uno se consigue para uno", confiesa Mirta, habitante del 6 de Diciembre. Además, dice que nadie se preocupó nunca por ellos, ni organizaciones sociales ni instituciones estatales. En realidad, dos vecinos han encarado proyectos de ayuda al barrio. Rosa es una de ellas. Hace nueve años lleva adelante un comedor en el que asegura se alimentan 320 personas todos los días. Se encarga del programa Knock Out a las Drogas en el barrio; tiene un contenedor donde instala una bolsa y recibe a un profesor que da clase dos veces por semana. Además, logró instalar un teléfono comunitario en la puerta de su casa. El otro habitante que ha ayudado se llama Víctor Hugo. Tenía un merendero hasta hace poco, pero ahora no está dando más leche, según dijeron los vecinos. La iglesia Espíritu Santo, en el Prado, les ha dado materiales de construcción. El comunal también ha ayudado, aunque en el barrio no lo agradezcan.
Cuando el liceo "es muy difícil"

Pasadas las cuatro de la tarde, por Carlos María de Pena, se ve cerca de un centenar de niños volviendo de la escuela, algunos vienen con adultos, otros solos. Vuelven de la escuela 292, de tiempo completo, ubicada en Pena y Yugoslavia. Muchos de esos niños van entrando al asentamiento; otros siguen. No es la única escuela del barrio, pero por el horario extendido -de 8.30 a 16-, es la que eligen muchos padres. La 292 fue varias veces escenario de violencia, con una denuncia de violación a un niño y agresión a docentes.

Al liceo de la zona, el 51, también van los adolescentes de 6 de Diciembre. Carolina, hija de Mirta, tiene 14 años y está en primero. No le gusta ninguna materia pero tampoco le molesta alguna en especial. Carolina lo tiene claro: va a cursar hasta tercero y no más, porque el liceo para ella "es muy difícil". No sabe de qué le gustaría trabajar. No quiere "ser" nada. Igual, el de Carolina es un caso excepcional en el asentamiento, ya que muchos abandonaron los estudios aún antes.

16/08/2006




BENEFICIAN A 250 HOGARES DEL ASENTAMIENTO "6 DE DICIEMBRE"

En el marco de la política que el gobierno viene impulsando en materia de asentamientos, se firmó un convenio por el cual 250 hogares –compuestos por 1.065 personas, de las cuales el 46% son menores de 15 años- serán beneficiados con la regularización del asentamiento "6 de Diciembre".
"Es un desafío poder actuar no solamente con los organismos departamentales, los gobiernos locales y la sociedad civil, sino también en coordinaciones con otros ámbitos a nivel de gobierno central como con el Ministerio de Desarrollo Social", manifestó el Ministro Arana en ocasión de la firma de un convenio entre su cartera y el PIAI, agregando que "hay una gran responsabilidad del Estado en lo que tiene que ver con las malas condiciones de vida del 6% de la población buscando soluciones a la gente que confía en nosotros".
El convenio firmado este miércoles entre el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y el Programa de Integración de Asentamientos Irregulares fue sobre "Preinversión y Seguimiento", por el que se otorga al Ministerio los fondos necesarios para formular el proyecto de regularización del asentamiento "6 de diciembre".

24 de enero 2007


en amplias zonas de Montevideo donde ha echado raíces en muy poco tiempo la UTD, que integran mayoritariamente hombres y mujeres de asentamientos y barrios periféricos. En esos barrios el desempleo golpea a 30 de cada 100 personas en edad de trabajar y en gran parte de los asentamientos llega a un monstruoso 75 por ciento, de acuerdo con estimaciones recientes.

Al respecto, se afirma en un boletín de la Comisión de Trabajadores Desocupados del asentamiento 6 de Diciembre: "Los trabajadores se hacinan en los asentamientos y en la periferia, sin instalaciones de agua, colgados de los cables de UTE, sin saneamiento, chapoteando en el barro o apestados por la contaminación con plomo ante la inoperancia institucional. Campea la superexplotación como en el caso de Ediner


mayo 2011...

 

1 comentario:

  1. MUJICA TE PISASTE SOLO,VOZ Y LA DIRECCIÓN DEL FRENTE NUNCA QUISIERON APOYAR EL PLEBISCITO, Y AHORA QUEDO DEMOSTRADO CON TU DISCURSO,POR ESO PARA LA CONSULTA ,TE HICISTES BIEN EL BOLUDO, VOS Y LA MANGA DE ALCAHUETES ABURGUESADOS, Y NO APOYARON NADA PARA TIRAR EL PLEBISCITO HABAJO.
    PORQUE ESE ES EL ARREGLO QUE HICIERON ,NO SOLO CON LOS MILICOS ,QUE SI NO CON LOS SECTORES DE LA BURGUESÍA FINANCIERA,NECESITAN AL APARATO REPRESIVO PARA MANTENER A RAYA,CUALQUIER PROTESTA DE LOS SECTORES MAS EMPOBRECIDOS Y POPULARES.Y NO SOS EL ÚNICO QUE SE COLGÓ UN FIERRO EN LA CINTURA,MUCHOS LO HICIERON Y DIERON SU VIDA A MANOS DE LOS MISMOS MILICOS QUE VOZ Y TUS SEUDOS IZQUIERDISTAS DEFIENDEN

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