domingo, 18 de diciembre de 2011

Respuesta al viejo Julio

17 diciembre de 2011
JULIO MARENALES | Integrante del Ejecutivo Nacional del MPP
“El impuesto a la concentración
de la tierra es una limosna”

El Frente Amplio es una herramienta pasajera para cumplir con una etapa "progresista" que "mejora" lo "malo" del sistema capitalista, pero a partir de ello y sin la herramienta de la coalición, se construirá una nueva "vía" para ir a "más". El razonamiento pertenece al histórico dirigente del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros, Julio Marenales, que forma parte del Ejecutivo Nacional del Movimiento de Participación Popular (MPP), el sector que fundó el presidente José Mujica, mayoría en el conglomerado de grupos de izquierda.


 Por Martín Viggiano
 Polémico, romántico, pasional (¿marginal?), el ex guerrillero defiende sin tregua sus ideas y mantiene -a su estilo- las banderas del ‘60 que muchos compartieron pero que ahora pocos reivindican. En medio de una recepción diplomática en una coqueta residencia venezolana en Carrasco, Marenales dialogó con Ultimas Noticias. Whisky escocés en una mano, canapé en otra, el “obrero de toda la vida” (como se autodefine) aseguró que el impuesto a la concentración de la tierra es una “limosna”, pero advirtió a los empresarios del campo que “no se aflijan” porque su partido piensa “meterle una ley” para “limitar” la actividad.

-Hay mucha gente en la izquierda que habla de una “crisis” en la coalición. El vicepresidente Danilo Astori, por ejemplo, dijo en una entrevista con Ultimas Noticias que hay quienes en el Frente Amplio deberían tener claro los valores superiores como libertad, justicia y democracia. ¿Usted qué piensa?

-Está equivocado (Piensa). Este es un proyecto progresista, el Frente Amplio es una fuerza policlasista, que tiene a trabajadores y patrones, quienes son diferentes. Desde el punto de vista político tenemos que revisar eso, ¿por qué? Yo lo dije el otro día en un comité de base: Yo soy frenteamplista, ¿saben por qué? Porque el que come de la basura o no come, nosotros, los que intentamos cambiar la sociedad, no tenemos fuerza suficiente para corregir eso. Y a esa persona no le interesa la política, la democracia… no le interesa nada. Quiere comer. Entonces, como una fuerza progresista policlasista estamos avanzando y mejorando. Tenemos la posibilidad de seguirlo mejorando, porque el progresismo quiere mejorar el sistema y no cambiarlo. Yo lo digo públicamente y si alguien discrepa que me lo diga: el progresismo quiere mejorar lo más negativo del sistema capitalista. Estoy de acuerdo. ¿Hay que hacerlo? Bárbaro. Pero cuando lo logramos, ¿qué se debe hacer? Y ahí entra el trabajo político e ideológico que yo quiero desarrollar. O sea, soy interesado frenteamplista. Es más: el Frente Amplio entra dentro de nuestra estrategia, pero es la herramienta para esta etapa. Yo lo veo así. Ahora: yo quiero más…

-Y ese “más”, ¿qué implica, cambiar la herramienta Frente Amplio o qué?


-El “más” no me interesa cuál es. Yo estoy haciendo todo un cuestionario con interrogantes para presentar en talleres en febrero. La conclusión de una parte dice que estamos construyendo socialismo, pero no es socialismo, lo actual es una vía de transición hacia un objetivo. Entonces, en la construcción de esa vía, ¿cómo podemos construirla desde ahora en esa sociedad? Los que leemos historia sabemos que esa burguesía que domina al mundo ahora se gestó en los pequeñísimos grupos de la Edad media. Entonces nosotros, con una visión análoga de esta sociedad, ¿qué es lo que podemos ir construyendo diferente? Porque si queremos ser una vía para cambiar la sociedad, si todo lo que hacemos es con la escala de valores del presente, no generamos ningún cambio. Yo no tengo la solución, pero sí la inquietud, y por eso lo planteo. ¿Qué tenemos que hacer para ir construyéndola? Esa vía, ¿qué fundamento económico tiene?, ¿se puede hacer bajo la base de la concentración de la tierra o hay que ir creando otras cosas? Yo no tengo contestación, porque no la tiene nadie, y porque esa vía no se ha construido.

-No entiendo. Usted dice que para ese “más” del socialismo, ¿el Frente Amplio no es la herramienta?


-No, es para la etapa progresista, pero no para superarla.

-Entonces, ¿cómo es esa herramienta?

-Bueno, justamente, hay que meter cabeza. El problema de la vía hacia una nueva sociedad no está resuelto en ninguna parte del mundo. En Cuba están haciendo un experimento, ¡es un experimento! Y los venezolanos son otro experimento.

-Y en el MPP, ¿le siguen la cabeza?

-Ahí está el problema… abajo sí, pero arriba todavía no.

-Le pregunté sobre el encare de la política económica y sobre si considera que hay una disputa.

-Nosotros, en realidad, no tenemos un planteo alternativo. Así que tenemos que respetarla. Ahora, en donde sí he tenido críticas es en la inversión extranjera. Ahí sí. No sé lo que hay que hacer, pero así no debe seguir…

-El gobierno dice que es buena...

-Eso pasa porque en este país, con la seguridad de que van a cobrar, no tienen mucho dónde invertir, no me jodan, ¿a dónde se van a ir? ¿África? No, no tienen. Entonces vamos a aprovechar. Queremos que las cosas sean de otra manera.

-¿Qué se debe hacer con la tierra?


-Es un problema gravísimo. Hay una cosa que les dije a los compañeros: yo me voy a embarullar si avanzado este período no le dimos tierra a (Andrés) Berterreche (director de Colonización). Si no lo hacemos, ¿a quién tenemos que echarle la culpa?

-¿Comparte el proyecto del gobierno para gravar la concentración de la tierra?

-El impuesto a la concentración de la tierra es una limosna. Dicen que no va a contribuir a desconcentrar la tierra…

-Porque el que tiene para mantener un campo grande puede pagar el impuesto…

- Que no se aflija el campo, porque le metemos una ley limitándolo. Este es un problema y yo no veo preocupación por la discusión de estos temas.

Sin candidato del MPP a interna

-Hay mucha fantasía sobre su figura y la función que cumple en el MPP, ¿en qué temas trabaja?

-En la herramienta, en el MPP, que está débil y le falta ideología. La mayoría de los votantes del MPP no tienen ni idea de que somos socialistas, que somos el socialismo.

-¿Y por qué considera que están flojas esas ideas?

-Entre otras cosas porque hubo mucho tiempo en cuestiones electorales. Creo que vamos a tener que cortar con eso de pasar casi dos años de elecciones, con la interna y esto, que lo otro… que nos quita tiempo para hacer otras cosas. Aunque en las elecciones también tenés que jugártela, porque si no, quedás ahí, en banda.

-¿Considera que el MPP debe llevar un candidato a las elecciones internas del Frente Amplio?

-Que no sea nuestro. Yo no estoy de acuerdo en meter ningún compañero ahí.

-¿Por qué?

-Porque lo perdés, es como el presidente (José Mujica) y no tenemos tantos compañeros preparados como para andar perdiendo a uno siendo candidato en la interna. No, no, yo soy partidario de apoyar un candidato pero que no sea del MPP.




Respuesta al viejo Julio
Contradicciones existenciales del marenalismo


La “tesis Marenales” es avanzar en democracia con un frente progresista y policlasista para mejorar lo más negativo del capitalismo, proceso que permitiría acumular fuerzas en conciencia y organización hasta estar en condiciones de pasar a una etapa superior, la de la “vía” para cambiar la sociedad.


Esa tesis está siendo contrastada con la práctica desde que el progresista Vázquez asumió la presidencia de la república. A casi siete años de “mejora del capitalismo”, Marenales debería estar en condiciones de exhibir algún logro que permita avizorar, por lo menos, el pasaje a “otra etapa”. Por el contrario, mientras el progresismo se ha consolidado como primera fuerza electoral y electoralista, el MPP se transformó, de la mano de Marenales, Lucía, Bonomi y Agazzi, en un bruto pedazo de “gigante estúpido”,como lo ha definido el propio Marenales.


“Mujica trae los votos y con ellos formo los militantes revolucionarios ”, decía Marenales, pero el balance indica que en la misma medida que las ideas liberales llevaron de las riendas al progresismo, éste tironeó del cabresto al MPP (y al PCU) reduciéndolos a una política de lo “menos malo”, un camino de retroceso sin fin.


Mientras tanto Marenales goza de un espacio para presentar interrogantes cada año o cada semestre, en los congresos del MPP, en los comités de base y ahora en los talleres de febrero... interrogantes para los que no tiene soluciones. Parece más bien un proceso de des-acumulación de fuerzas... ¡todo lo contrario del propósito de Marenales!


Durante el período 2005/2011, en el camino de “limar las aristas más feas del neoliberalismo”, se instaló en Uruguay el capital extranjero. El paradigma fue el “modelo sojero”, un proyecto internacional que transforma al Uruguay en país productivo de materias primas para el desarrollo de los centros industriales. Al mismo tiempo, se instala el proyecto forestal-celulósico que tampoco es un proyecto propio para el desarrollo de un capital nacional; la propiedad privada entra a saco en las empresas públicas, se amplía y profundiza la brecha social y la enorme mayoría de los asalariados se transformó en “diez mil pesistas” que pueden comprar motos y comer un poco mejor, pero trabajan en negro y sus salarios se fijan por afuera de lo laudado en los consejos de salarios. Probablemente Marenales sienta que se avanza hacia algún otro lado, pero a uno, de cabeza dura nomás, se le ocurre que, como los dos gobiernos progresistas han facilitado y estimulado la instalación del capital extranjero, salvaje y depredador, se está empujando al pueblo asalariado hacia un desbarranque por el estilo de los de Grecia y España.


Marenales sostiene que apoya ese nefasto proyecto de “Uruguay productivo para el capital extranjero” porque no conoce nada alternativo para oponerse al discurso cotidiano de Astori, Lorenzo, Bergara y Yerú Pardiñas.


No hay tanto misterio, Marenales ¿qué tal si discutimos públicamente cómo luchar por el programa de Raúl Sendic?, aquel que apoyó el MLN con entusiasmo en el Acto del Franzini en 1987. Que en lugar de los “impuestitos a la concentración, que propuso el MPP (en cuya dirección está Marenales), Sendic proponía expropiar el latifundio sin indemnizaciones pasando la propiedad excesiva al control del Estado. Claro que, en lugar de ensañarse con Ney Thedy, la gente de Marenales que está en el Instituto de Colonización, tendría que pelear en serio contra los grandes propietarios de la tierra... En lugar de un presupuesto nacional cuya ley primera es pagar los servicios de la Deuda, Sendic proponía lisa y llanamente una auditoría para NO PAGAR, porque consideraba que esa deuda obedecía a necesidades de los prestamistas y bastante nos había robado ya. En lugar de financiar un presupuesto militar de un millón de dólares diarios para la compra de armas viejas para nuevos usos y para aumentar los sueldos de militares y policías, Sendic proponía recolonizar el campo abriendo oportunidades de trabajo a quienes pueblan los barrios periféricos de Montevideo y las ciudades del interior.


Tu propuesta de “avanzar en democracia para mejorar el capitalismo” no es muy novedosa, Marenales. Tomó estado público en 1955, cuando la aprobó el Congreso del PCU. Claro que, como Rodney Arismendi no ignoraba el despeñadero al que podía conducir el camino parlamentario y electoral, puso énfasis que “la clase trabajadora debía hegemonizar ideológicamente ese frente progresista y policlasista”, o sea, todo lo contrario de lo que ocurre hoy día, donde el 76% de los frenteamplistas, piden que regrese Tabaré Vázquez consintiéndole su actitud pro-imperialista de pedir ayuda a George Bush . ¿qué se puede esperar?.


Tal vez todavía es tiempo de discutir seria y públicamente la alternativa “volver a Raúl Sendic”, pues su propuesta va en sentido de “un país para los que trabajan” y confronta con las ideas socialdemócratas de los que gobiernan el Frente Amplio y el país (incluyendo a TU presidente y TU ministro de defensa). Tal vez esta sea el medicamento idóneo para que el MPP logre salir de su bobera.


Dicho sea al pasar: cuando la prensa de derecha te da tribuna, aunque no forman parte de tu discurso habitual, sería bueno que recordaras a los “cinco fusilados de Soca”, a Julio Castro y a todas las víctimas del terrorismo de Estado. También podrías haber dado tu opinión sobre la maniobra del comandante en jefe Pedro Aguerre (hijo)... ¿le crees o no? ¿piensas que es una “operación mentira” más o que es un gran primer paso como dijo Mujica?

Jorge Zabalza


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