domingo, 1 de enero de 2012

Mis deseos


El terremoto que se viene

Siria está al borde de un ataque de nervios social

Lluis Bassets, El País, España

Las placas tectónicas se desplazan lentamente, hasta el momento en que chocan y se produce el temblor de tierra que rompe la corteza terrestre. En 2011 se han producido varios temblores, que han derribado gobiernos y dictadores, cambiado regímenes y sembrado la alarma en muchos países. Pero las placas tectónicas siguen desplazándose, y lo hacen además en una sola dirección, de forma que la tensión se concentra ahora en un punto donde crece la amenaza de un terremoto aún mayor .

Este punto se halla en la región del golfo Pérsico, donde confluyen numerosas líneas de conflicto. Ahí está Siria, donde la población está movilizada contra la dictadura de Bachar el Asad y al borde de la guerra civil, con 5.000 ciudadanos que han perdido la vida en las revueltas. También Irak, donde regresan los atentados apenas unas horas después de que se fuera el último soldado de Estados Unidos y el primer ministro chiita, Nuri al Maliki, empieza la persecución sectaria de los sunitas que participaban en el gobierno apuntalado por la ocupación.

La guerra de Irak rompió los equilibrios de poder en la zona en favor de una de las tres potencias regionales, nada menos que Irán. El régimen de los ayatollahs persas cuenta ahora con un área de influencia que se extiende hasta el Mediterráneo, con Irak en manos de la mayoría chiita, Siria de la dictadura amiga alawi y Líbano donde el partido chiita Hezbollah es una fuerza fáctica y de gobierno ineludible. Los enemigos de Teherán ven la larga mano iraní en las revueltas de Bahrein y los conatos de protesta en las regiones orientales de Arabia Saudita, donde hay población chiita. De ahí la actuación soviética de los sauditas, junto a tropas de Emiratos Árabes Unidos y de Pakistán, en la invasión de Bahrein para salvar a la monarquía amiga y vasalla de los Al Jalifa ante el impulso de la revuelta. Pero la palanca iraní más amenazante y temida por los vecinos es el programa nuclear, que desafía a dos poderes nucleares larvados: el de Israel, con sus armas no declaradas, y el de Pakistán, estrecho aliado de Arabia Saudita y único poseedor de la bomba nuclear islámica.

A Teherán no le interesa que caiga Asad, por temor a una república sunita patrocinada por Arabia Saudita. Esta, a su vez, apoya las revueltas sirias, pero las teme en su casa y le preocupa que un Bagdad exclusivamente chiita vire hacia Teherán.

No se puede descartar para ambos países un destino de división que sea malo para todos. Irak, cuarteado entre kurdos, chiitas y sunitas, es una pesadilla para Turquía. También lo sería una división sectaria y étnica de Siria, donde de nuevo los kurdos suscitan los peores temores de Ankara. Al fondo de esta partida, Israel observa, cada vez más aislada y con preocupada contención, un desplazamiento de poder lleno de incógnitas que cuestionan su propio futuro. Todos temen al Big One que se cierne sobre Medio Oriente. (lluis Bassets, El País, España)

Con la capucha puesta se ve mas lejos
Aún sin liberación
Comencé el año amargado, mirando tras de la ventana como se quemaba en cañitas voladoras la guita que hubiera servido, para tantas cosas útiles! Oí mas tarde el ruido de sirenas lejanas, los perros que auyaban, tomé el último trago de vino y me fui a dormir.
Pronto para comenzar el año en un sueño de vivir la vida en un tiempo de incertidumbres. El mundo seguirá girando, y el misterio del tiempo avanzando sin que nada lo detenga. Aunque se detenga la vida de unos y otros y otras muchas vidas vuelvan a nacer. Nacerán en este viejo mundo de 7 mil seres humanos, de los cuales parte volverá a morir antes de los 5 años. Los matarán de hambre. Mientras que ese pelotudo quemaba riendo una cañita voladora que explotaba en la noche artificial y multicolor

El Muerto.
Cañitas voladoras
El mundo que creemos,

Cuando digo futuro

Te convido a creerme
cuando digo “futuro”.
Si no crees mi palabra
cree en el brillo de un gesto,
cree en mi cuerpo,
cree en mis manos
que se acaban.

Te convido a creerme
cuando digo “futuro”.
Si no crees en mis ojos,
cree en la angustia de un grito,
cree en la tierra,
cree en la lluvia,
cree en la savia.

Hay veinte mil buenas semillas
en el valle desde ayer.
Hay restos de desesperados,
hay el hombre y su mujer.

Los hierros se fundieron ya,
hay la paciencia y queda más.

Hay un país de roca en ruinas
bajo otro país de pan.
Hay una madre que camina
codo a codo con su clan.

Los hierros se fundieron ya,
hay la paciencia y queda más.

Hay cuatro niños ahora mismo
sonriendo en una playa,
y en la trastienda de una bala
un militar que no ha dormido.

Y aquella misma muchachita
vuelve a recortar su saya;
(sí, es importante desde un niño
hasta el largo de un vestido).

Los hierros se fundieron ya,
hay la paciencia y queda más.


Yo te convido a creerme
cuando digo “futuro”.

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