domingo, 26 de febrero de 2012

Todo noticias Florida y la deshonra militar

viernes 24 de febrero de 2012
Edil colorado permaneció sentado en homenaje a Julio Castro

El Frente Amplio de Flores está molesto con el edil colorado Carlos Casco, un teniente coronel retirado, que al momento del homenaje que hizo la Junta Departamental al maestro Julio Castro, permaneció sentado. Luego de las críticas recibidas, el descargo que hizo el teniente coronel retirado, y actual docente de matemáticas, fue decir que en realidad no se levantó porque en ese momento estaba orando.

En la comunidad de Flores todavía se comenta, personalmente o a través de las redes sociales lo que ocurrió a fin de año, cuando la Junta Departamental decidió hacer un homenaje del maestro Julio Castro, asesinado por la dictadura militar.

El legislativo departamental dedicó una jornada para recordar la figura del reconocido docente de izquierda, con emotivas intervenciones de los ediles Leonardo Valiente, Ana Calzada y Blas Jelpo, por parte del Frente Amplio, y de Darío Camirotti por el Partido Colorado.

No obstante, lo que llamó la atención fue lo que ocurrió con Carlos Casco, edil suplente de la lista 310 de Vamos Uruguay. Cuando todos los ediles se aprontaron a realizar un minuto de silencio, el curul en cuestión decidió retirarse a una silla de la barra, y cuando todos permanecieron en pie para homenajearlo, Casco optó por quedarse sentado.
Este argumento molestó aún más a la izquierda de Flores, teniendo en cuenta el pasado del edil. Curules del FA señalaron que Casco habría estado en 1974 en el Artillería Nº 1 de La Paloma, siendo el nexo entre los familiares y los presos, así como posteriormente en la cárcel de Punta de Rieles.

El lunes en la Junta Departamental, Casco estará impulsando la realización de una declaración de repudio al asesinato del peón rural Pascacio Báez.

Según datos de Internet, este edil prestó servicios en el Departamento de Publicaciones del Ejército, así como también incursiona en la literatura, con la publicación de libros.
Publicado por Eliseo Roberto Díaz

Ex presas de Punta Rieles visitaron el establecimiento donde el teniente coronel Carlos Casco "cumplía funciones"

La deshonra militar



PUBLICADO EN CARAS&CARETAS EL VIERNES 24 DE FEBRERO DE 2012
HOY COMIENZAN A DAR TESTIMONIO VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL

La deshonra militar

Los militares condenados por violaciones a los derechos humanos serán sometidos a tribunales de honor. El gobierno ordenará el enjuiciamiento moral si no quedan instancias judiciales de apelación. Se pide a la Suprema Corte de Justicia que confirme las “condenas firmes”. Serán dados de baja, sin derecho a uniformarse u ocupar cargos, y perderán prebendas y la mitad de sus ingresos. La mayoría de los procesados son acusados de violación por ex presas políticas.

ROGER RODRÍGUEZ
rogerrodriguez@adinet.com.uy

El Ministerio de Defensa Nacional solicitó a la Suprema Corte de Justicia una confirmación formal de las condenas definitivas que ya hayan recibido varios militares procesados por violaciones a los derechos humanos, para someterlos finalmente a tribunales de honor donde podrán ser degradados, dados de baja y perder las pasividades que hoy siguen cobrando en prisión.
La información, confirmada a Caras y Caretas por fuentes militares, trasciende en la misma semana que, por primera vez, un grupo de presas políticas comienza a dar testimonio ante un juzgado penal sobre las torturas y vejaciones a las que fueron sometidas por militares de todos los rangos mientras eran interrogadas en bases clandestinas o unidades militares.
En sus testimonios las víctimas de violencia sexual coinciden en acusar a varios militares retirados que actualmente están presos en la cárcel especial de la calle Domingo Arena o en las celdas acondicionadas en la Guardia de Granaderos, quienes han sido procesados por homicidio y privación de libertad (tipificaciones aplicadas por la justicia en las causas de desaparición forzada).
El sometimiento a tribunales de honor de los militares que vienen siendo procesados judicialmente desde 2006 fue eludido hasta ahora por los comandantes en jefe del Ejército, quienes alegaron la presunción de inocencia de sus camaradas hasta que se confirmaran sus condenas y pospusieron el juzgamiento moral al que los obligan las normas castrenses.
Los militares están sometidos a la Constitución, las leyes, el Código Penal Militar y la Ley Orgánica Militar. Su concepto de honor está establecido en el Reglamento de los Tribunales de las Fuerzas Armadas (RTFA) que por el Decreto 55/985 fue aprobado el 8 de febrero de 1985, curiosamente, por el entonces dictador general Gregorio Conrado Álvarez, hoy encarcelado.

“Perfectos caballeros”
“El honor es la cualidad moral que nos lleva al más severo cumplimiento de nuestros deberes respecto al prójimo y a nosotros mismos. Es la virtud militar por excelencia, es una religión, la religión del deber, que señala en forma imperativa el comportamiento que corresponde frente a cada circunstancia” (Art. 1º). Representa el “ideal del perfecto caballero”, agrega el artículo 2º.
Y el artículo 3º impone: “El criterio con que se juzgue, considerará la realidad, pero deberá tener en cuenta, especialmente, que las Fuerzas Armadas son una institución de excepción diferenciada de la sociedad civil, a la que está confiada la custodia de los bienes espirituales y materiales de la Nación y que, en consecuencia, cada Oficial está obligado a ser un ejemplo de conducta”.
Constituidos por los mandos militares, los tribunales de honor pueden aplicar cinco tipos de fallos: la “absolución”, la “amonestación por falta leve”, la “amonestación por falta grave”, la “descalificación gravísima” y la “descalificación por condena de Tribunales Ordinarios”.
La “falta grave” (“límite C”) hace perder el derecho al uso del uniforme y la “descalificación gravísima” (límite D”) se aplica a casos de “mala conducta pública o privada que arroje grave desprestigio sobre la institución militar” y determina el automático pase a “situación de reforma”, por la que no pueden ocupar cargos en el Ministerio de Defensa.
El “límite E”, lleva a “la pérdida del estado militar (baja)”, con la quita de beneficios (incluso sanidad militar) y la pérdida del salario o la reducción en un 50 por ciento de sus pasividades. Se aplica ante “delitos contra la Patria”, “delitos de carácter doloso” o por “delitos comunes, juzgados por los tribunales ordinarios, cuando la condena fuese de penitenciaría y aun de simple prisión”.

Cuestionado honor
De los 29 represores que hasta la fecha han sido implicados judicialmente en distintos tipos de delitos vinculados a la dictadura, sólo dos fueron sometidos y condenados por tribunales de honor: Ricardo Arab, quien perdió su condición de militar durante el propio régimen de facto, y Gilberto Vázquez, a quien se deshonró tras su fuga del Hospital Militar en 2006.
Los mandos militares, hasta la fecha, no han aplicado los códigos morales de la fuerza ni siquiera en el caso de José Nino Gavazzo, quien en 2002 fue procesado por estafa y falsificación de dólares. En 1978, sancionado por el Goyo Álvarez en el incidente de El Talero, Gavazzo pidió su inmediato pase a retiro para no perder su grado y prebendas ante un tribunal de honor.
Otro caso particular ha sido el de los oficiales Eduardo Radaelli, Tomás Casella y Wellington Sarli, quienes fueron requeridos por la justicia chilena, extraditados y condenados en Santiago por el homicidio del químico Eugenio Berríos, pero en su enjuiciamiento por tribunales de honor fueron absueltos por “falta absoluta de culpabilidad”, según una decisión de 1996.
Los tribunales de honor deberán aplicarse al dictador Gregorio Álvarez y a los procesados Ernesto Ramas, José Gavazzo, Jorge Silveira, Carlos Calcagno, Juan C. Gómez, Héctor Gómez Graña, Juan Larcebeau, Luis Maurente, Ernesto Soca, Tranquilino Machado, Miguel Dalmao, José Araújo Umpiérrez, José Chialanza, Enrique Rivero, Walter Gula, Arturo Aguerre y Hermes Tarigo.
También deberá enjuiciarse moralmente al ex marino Jorge Tróccoli, prófugo en Italia, y a Manuel Cordero, fugado a Brasil, extraditado a Argentina y con prisión domiciliaria hasta su enjuiciamiento, a quien el Banco República le llegó a otorgar un préstamo en 2010. Los policías José Sande, Nelson Bardesio, Ricardo Medina y Pedro Fleitas, aunque presos, no responden al honor militar.



Art de Roger sobre el honor militar y comentario


No sólo X el Maracaná del '50 sino también por pertenecer a un país que tiene la clase dirigente más hábil de A.L. uno siente orgullo de ser uruguayo.-
En éstos 200 años han demostrado ser maestros en emular al viejo Vizcacha de "apartar las mejores y después venir con quejas",en pasar desapercibidos,y siempre volver a caer parados.-
No otra cosa es lo que están haciendo al querer blanquear la institución militar haciéndole creer a la gilada que fueron los 4 gatos locos que están en cana de nidal pa' mostrar,que fueron sólo ellos que le dieron máquina a 100.000 ciudadanos/as durante 12 años, los verdaderos responsables,os civiles que movían los hilos entre bambalinas,ni siquiera figuran en el reparto.Son unos cracks,se merecen seguir siendo los dueños del país. Que van a seguir siéndolo porque lo autoriza el desinterés y la desidia de un pueblo que ni siquiera se plantea que el territorio debería ser patrimonio de todos los uruguayos y no de unos poquitos.-
Duele el poco apoyo que despertó la justa reinvindicación de los peludos,claro síntoma de que ésta nueva siesta oriental vá a continuar incambiada;que los bolicheros se consigan un fierro,mientras el Instituto de Estadísticas sigue bajando los índices de pobreza y desempleo.Bueno,vamos a tener Técnicos en Aeronaútica y Mecánicos de Aviación pa' exportar y mandar remesas gracias a la nueva industria que el Pepe y el Ñato le inventaron a la FAU S.A. para que puedan seguir redondeando sus salarios sumergidos.- El Pepe tiene razón: éste es un país divino pa' vivir:te cagás de risa.-
MAU-MAU




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1 comentario:

  1. Ay por favor! que un ex teniente coronel o una cosa de esas no se haya levantado en el homenaje a Julio Castro no deja duda que milicos y honor son palabras que se autoexcluyen.

    La foto de las mujeres encapuchadas y de plantón, una de ellas embarazada y otra en el suelo (y por supuesto las tres en ropa interior) esperando el suplicio o recién llegadas de la tortura está en las antípodas de códigos de honor y la mar en coche. Bah milico es milico y punto.

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