martes, 27 de marzo de 2012

Lo que ocultan los grandes titulares

Cuentas Nacionales del Uruguay 2011
 Economìa Politica y Trabajadores 
  23 de marzo de 2012
  Autor: William Yohai


Ayer, al fin, el Banco Central del Uruguay (1) se dignó dar a conocer las cifras oficiales del 2011. Por supuesto, para los que nos dedicamos, aunque sea a tiempo parcial a analizar estos temas los informes son una verdadera mina de…bueno, seguramente no de oro.

Yendo al grano: el crecimiento del PBI durante todo el año en relación a todo 2010 fue de 5,7%, bastante inferior al más de 6% previsto por los analistas y el gobierno.

Sorprende el enlentecimiento del 4º trimestre en el cual, según economistas que escriben El País (2) habría caído, en términos desestacionalizados casi 2% en relación al 3er. Trimestre del año pasado. Comparando este trimestre con el mismo (4º de 2011 con 4º de 2010) vemos una tasa de crecimiento menor a 4%, sensiblemente inferior al desempeño que venía mostrando la economía hasta setiembre de 2011.

La causa de esta caída tiene como causa esencial una disminución de la producción de energía eléctrica debida a la sequía del año pasado y a la paralización de la refinería de ANCAP por trabajos de ampliación y mantenimiento que se vieron prolongados por la huelga metalúrgica. A pesar de que estos factores le restan dramatismo al dato, no deja éste de mostrar, probablemente, el inicio de una tendencia a menor crecimiento económico en los meses-años próximos.

Dejando de lado este aspecto más bien puntual y estudiando el comportamiento de los distintos sectores vemos algunas cosas llamativas:

1) El sector primario, que sigue dominado por el agropecuario creció significativamente, a diferencia de la que era su tendencia al estancamiento hasta 2010. Lo hizo a una tasa anual de 4,52% bien superior al 1,4% que había promediado entre 1998 y 2010. El sector agropecuario, más específicamente creció 4,2% detrás del casi 25% que lo hizo la pesca y el 7,3% la minería.

2) La manufactura creció, globalmente, un magro 1,25%. Pero aquí se debe tener en cuenta que la antes mencionada caída de la producción de la refinería (-68%) además de la producción de energía eléctrica, tienen una elevada incidencia en el índice. Exceptuando éstas (o sea, asumiendo que ambas se hubieran mantenido constantes), la industria habría crecido a alrededor de un 8% anual.

Resulta remarcable, asimismo, dentro del conjunto de la industria manufacturera una significativa caída del rubro “fabricación de papel y de productos de papel” de un 6,3% interanual.

La “estrella” del sector es la “fabricación de material de transporte” al aumentar un 22%. Seguramente la exportación de automóviles a los socios del MERCOSUR tiene mucho que ver con ello.

3) Sigue aumentando en la economía el rubro “transporte, almacenamiento y comunicaciones” que crece un 12,6%, bien por encima del conjunto de aquella. Este sector explica él solito, nada más ni nada menos que un 30% del total del aumento del PBI.

4) De los rubros “grandes” dentro del PBI total y especialmente del sector servicios, los financieros crecen (y son los que lo hacen en mayor medida) casi un 18%. Su participación en la economía aumenta un 11% entre los años estudiados. Y explican, por sí mismos, casi un 16% del total del crecimiento económico del país entre aquellos. Mientras tanto, “enseñanza” y “salud” apenas crecen un 3% y, por lo tanto reducen su participación en el conjunto de la economía.

Toda una definición de política económica.


PERSPECTIVAS



El enlentecimiento de la economía a nivel global, encabezado por Europa y Japón (estos en recesión o crecimiento ínfimo), unido a un sensiblemente menor crecimiento en China y a un bajo ritmo de la economía de los EEUU condicionarán seguramente el desempeño económico del país en los próximos dos años.

Asimismo debemos sumarle a estos factores el desarrollo de políticas proteccionistas de nuestros principales socios comerciales: Argentina y Brasil.

Ambos reaccionan frente a un peor escenario internacional de manera lógica: tomando medidas para mejorar sus balanzas comerciales y de pagos.

Argentina presenta, además, un proyecto de país coherente, aún dentro de sus limitaciones. Corriendo todos los riesgos, según explicitamos en algún trabajo anterior, toma medidas agresivas para desarrollar su industria nacional. Prohíbe la importación de todo o casi todo lo que puede ser producido en el país. Mantiene un tipo de cambio, si no “adelantado” (dólar caro) por lo menos no tan atrasado como el nuestro. Como parámetro de comparación; si cuando terminó la crisis (2003) Argentina (con 3 por dólar) Brasil (3 reales por dólar) y Uruguay (30 pesos por dólar) tenían una cierta paridad monetaria, casi 10 años después vemos que, mientras en Argentina el dólar supera los 4 pesos, en Brasil vale 1,8 reales y en Uruguay apenas 19,5 pesos. Esto nos muestra con claridad, más allá de algunas diferencias por los niveles de inflación, dos líneas de política monetaria diferentes.

La más ortodoxa (de acuerdo a los lineamientos neoliberales impulsados por la academia económica y las instituciones financieras internacionales) es la de Uruguay. Brasil la mantiene (altas tasas de interés internas, política de “metas de inflación”) pero se “sale del modelo” al imponer controles a los flujos de capital mediante impuestos a la entrada de los mismos que últimamente han alcanzado una tasa muy significativa de 6%.

Uruguay se ha mantenido fiel a dicho modelo, controlando parcialmente el impacto negativo del ingreso masivo de capital (el atraso cambiario) mediante la compra de dólares por parte del BCU con pesos que después “esteriliza” emitiendo deuda en moneda nacional pero básicamente en unidades indexadas con un altísimo costo de intereses.

Acá radica gran parte del crecimiento de la deuda pública en estos años.

En suma, de estas políticas, y de los acontecimientos internacionales dependen las perspectivas para nuestra economía.

Mientras los commodities agropecuarios mantengan precios históricamente altos y las tasas de interés en los mercados de capital de EEUU y Europa se mantengan en los niveles históricamente bajos actuales (dichas tasas son negativas en términos reales, o sea, inferiores a la inflación) Uruguay podrá ver una desaceleración económica, incluso algún período recesivo, pero no vivirá ningún episodio crítico tipo 2002.

Ambas condiciones, precios de commodities y tasas de interés, difícilmente cambien en forma sustantiva los próximos dos años.

Los precios de los commodities como también hemos explicitado antes, no deberían caer en forma significativa dada la equivalencia que se ha establecido entre commodities agropecuarios y petróleo.

Estamos, lo decimos una vez más, en un período en el que se ha terminado el petróleo y otras formas de energía fósil baratas. Los grandes yacimientos en los cuales el material está a baja profundidad, es fácil de extraer y de alta calidad (livianos con poco azufre) se están agotando rápidamente.

Y las políticas genocidas de utilizar alimentos (caña de azúcar, maíz, sorgo, etc) para producir combustible para vehículos y maquinaria establecen unos vasos comunicantes entre los rubros agropecuarios y los energéticos fósiles.

Si bien esto es una amenaza para la economía uruguaya que importa todo el petróleo que consume, también garantiza buenos precios a su producción agropecuaria.

En cuanto a las tasas de interés la recesión y crisis de deuda pública y privada de Europa, así como el lento crecimiento económico de EEUU garantizan casi con seguridad un bajo nivel para, es nuestra opinión, no menos de dos años.

Por algo Tabaré, el hombre del imperio comienza a anunciar su vuelta al ruedo político. No lo haría, seguramente, si pensara otra cosa respecto a las perspectivas económicas de los próximos dos años.

Para los que nos oponemos a este modelo de producción y acumulación capitalistas el asunto tiene también obvias implicancias.





1) Ver informe completo

2) http://www.elpais.com.uy/120323/pecono-632224/economia/pib-cayo-en-ultimo-trimestre-y-en-2011-crecio-menos-de-lo-esperado/


Viernes 23.03.2012


Economía

PIB cayó en último trimestre y en 2011 creció menos de lo esperado

Evolución de la economía. Sequía, freno en La Teja, crisis europea y proteccionismo impactaron a la baja en la actividad | Economía descarta una nueva caída en el primer trimestre de 2012
A.DE LOS REYES/M.DOBAL
La economía tuvo una fuerte baja en el último trimestre de 2011 impactando en el crecimiento anual que alcanzó a 5,7%, menos de lo esperado. No obstante, el equipo económico vio el dato como "muy bueno" en el contexto global actual.
La economía uruguaya creció 5,7% en 2011, lo que representó una desaceleración frente al año anterior (8,9%), según informó ayer el Banco Central.
El Producto Interno Bruto (PIB) se situó incluso por debajo de lo esperado por los analistas, de acuerdo a la encuesta de expectativas del Central de febrero, en la que proyectaban, en mediana, un alza de 6,3%. El gobierno preveía un 6%.
Si bien los analistas se mostraron sorprendidos (ver nota aparte), el equipo económico consideró el dato como "muy bueno", según dijo a El País el jefe de la Asesoría Macroeconómica, Andrés Masoller.
El ritmo de la economía "se enlenteció un poco" pero "Uruguay continuó creciendo fuertemente, superando por séptimo año el promedio de América Latina" y "hay que tener en cuenta que este crecimiento se da en un contexto internacional muy complicado", agregó.
La desaceleración de la actividad se explica por un pobre desempeño de la economía en el último trimestre de 2011, en que creció 3,5% en términos interanuales, el menor registro para este período desde 2006, mientras que en términos desestacionalizados se contrajo 1,9%. La baja en la actividad del último trimestre de 2011 estuvo fuertemente influenciada por la sequía que impactó en la generación de energía hidráulica y la inactividad de la refinería de La Teja -que estuvo en mantenimiento y sufrió un conflicto sindical desde agosto hasta enero pasado- que resultaron en una baja de 7,9% en la industria y una caída de 41,4% en Electricidad, gas y agua.
Masoller dijo que si se suma el efecto del cierre de la refinería más la seca que afectó la generación hidráulica "estamos hablando de un efecto de más de 2% en el trimestre y casi 0,5% en el año" por lo que "dejando de lado estos dos aspectos, la actividad se comportó de acuerdo a lo que teníamos programado".
El funcionario reconoció que en la baja también se verificaron "impactos de la crisis de Europa y los problemas que estamos teniendo en la región".
"La economía tuvo un freno importante en los últimos meses de 2011; la mayor incertidumbre afectó las decisiones de gasto de los agentes económicos domésticos. A esto hay que agregar la menor demanda externa de algunos productos y la caída del gasto de los turistas en los primeros meses de 2012".
No obstante si se mira todo el año, casi la totalidad de las ramas de actividad aumentaron su producción en 2011, a excepción de Suministro de electricidad, gas y agua, que se contrajo 25,6% en relación al año anterior. A pesar de ello, la mayoría de los sectores registró un menor crecimiento en comparación con 2011. Los sectores que más aportaron al alza del PIB fueron Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones (12,6%) y Comercio, restaurantes y hoteles (9,9%) (ver gráfico). Así, en términos absolutos, el PIB alcanzó los US$ 46.738 millones en 2011, lo que implicó que el producto per cápita creciera a US$ 13.874 en 2011, frente a los US$ 11.746 de 2010.
Consultado sobre si es posible ver una nueva baja de la actividad en el primer trimestre, Masoller dijo: "No creo que esto vaya a suceder. Este año comenzó con buenas noticias a nivel internacional, hay un mejor ánimo de los agentes económicos y una sensación de que lo peor ya pasó".
En este sentido concluyó que "Uruguay va a continuar creciendo este año, aunque a un menor ritmo que el pasado. La economía uruguaya está en condiciones de mantener un crecimiento de 4% este año".
El País Digital
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Información disponible también en este link: resonandoenfenix.blogspot.com

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