jueves, 26 de abril de 2012

Un fantasma amenaza al Hotel Bauen II

Segunda Parte.
 Por: Guillermo Berasategui

 Una solicitada: Bauen Vs. B.A.U.E.N. 

En una solicitada enviada, el 7 de julio de 2005, a los legisladores del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que se titula “Por la recuperación del Hotel Bauen” la empresa Mercoteles S.A. los invita a leer la misma detenidamente, ya que expresa que en ella se reflejan sus fundamentos políticos, filosóficos y jurídicos claramente. Resulta estimulante ir recorriendo los párrafos de la solicitada en cuestión.

     Comienza diciendo “Queremos recuperar el hotel para la gente” Suena muy hermoso, simpático y solidario, si no fuera porque eso es algo que hace ya mucho tiempo que los trabajadores de Cooperativa B.A.U.E.N. vienen haciendo. Resulta imposible, por lo extenso, hacer una mención de las actividades que todos los días del año se realizan en el hotel. Pero sí se puede afirmar que es un espacio que tiene la comunidad para realizar muestras de arte, debates políticos, festivales de cine, exposiciones artesanales y toda otra actividad ligada a la cultura, entendida de una manera amplia, democrática y solidaria. 

     La empresa Mercoteles S.A. continúa su exposición expresando que: “El hotel se ha convertido en un botín de guerra de codiciosos empresarios, oportunistas gremiales y aventureros temerarios; y que ahora corre el riesgo de convertirse además en víctima del autoritarismo demagógico”. Quizás el lector, al leer esto se sobresalte, imagine que una flota de barcos piratas desembarcó en Buenos Aires y convirtió el Hotel Bauen en la cabecera de playa de vaya a saber uno qué loca aventura digna de Emilio Salgari. Todo muy altisonante y grandilocuente, pero si tratamos de analizar un poco, vemos que solo es eso: mucho ruido y pocas nueces. Y al profundizar más, se descubre que hablan de “botín de guerra”. Nombrar esas palabras en un país con una historia como la nuestra, donde desaparecían a una persona y todas sus cosas, desde las cucharitas para el café hasta los hijos eran considerados “botín de guerra” es no solo un despropósito sino una tragedia, máxime si tenemos en cuenta que el Hotel Bauen se construyó con créditos otorgados por un gobierno militar, en un momento que esos mismos militares necesitaban desesperadamente lavar la fachada de una dictadura sanguinaria, desaparecedora, siniestra y muy funcional a los intereses de muchos empresarios. También es útil recordar que ese crédito todavía no fue pagado y desde hace más de tres décadas está durmiendo el sueño de los justos en los expedientes judiciales.

     También afirma que “Empresarios codiciosos desean quedarse con el hotel”. ¿Ese párrafo es autobiográfico? ¿Quién lo escribió se estaba mirando en el espejo? TODOS los empresarios son codiciosos, porque se manejan con la lógica de la ganancia y el que no quiera atender a esa lógica sucumbe irremediablemente. Y si de empresarios codiciosos hablamos, habría recordar que en el expediente que se inició con la demanda judicial se pudo probar que la empresa Bauen SA cometió variadas irregularidades como ser la dualidad de registros contables, la duplicidad de gastos en rendiciones de certificados, con los que trato de cobrar de más (por no decir estafar, que suena grosero) al BANADE (Banco Nacional de Desarrollo).

     La empresa Mercoteles S.A. prosigue acusando a “Oportunistas gremiales y aventureros temerarios” Demuestran que no conocen la realidad en toda su amplitud ¿Estuvieron en alguna asamblea de los trabajadores de Cooperativa B.A.U.E.N.? ¿Dónde están los oportunistas? Sería bueno que los identificaran con nombre y apellido para que la sociedad los conozca. Quizás ustedes prefieran a los sindicalistas cómplices de la patronal que no dudaron en darles la espalda a los trabajadores del Bauen cuando se quedaron en la calle. Por último mencionan al “Autoritarismo demagógico” y la verdad es que de eso no nadie sabe nada, sí hay en los salones y pasillos del B.A.U.E.N. mucha gente con la ideología más variada, pero eso también ocurre en la sociedad y ya es una norma de esta democracia que supimos conseguir. El único rasgo de autoritarismo que recuerdan los antiguos empleados del Bauen es el que, cuando trabajaban a las órdenes de Marcelo Iurcovich, que entre tantas otras cosas, no les permitía visitar el hotel los días feriados, ni siquiera para tomar un café con la familia. 

     Un párrafo más adelante les solicitan a los señores legisladores que los ayuden a “Alejar ciertos fantasmas como el de la inseguridad jurídica, la demagogia sensacionalista y el oportunismo rapaz disfrazado de ley de expropiación” Que cosa extraña, cuando los empresarios hablan de inseguridad jurídica es solo cuando algo puede llegar a lesionar sus intereses sectoriales. Porque no se acordaron de la seguridad jurídica cuando despedían sistemáticamente a los empleados del hotel para volver a reincorporarlos en el mismo trabajo, pero bajo otra empresa que casualmente era del mismo dueño, haciéndoles perder beneficios sociales que a la clase trabajadora tanto le ha costado conseguir. En cuanto a lo de “Oportunismo rapaz disfrazado de ley de expropiación” consideren que la única manera que existe de expropiar al alguien, es que ese alguien sea propietario de algo y para eso: primero deberían abonar la deuda que tienen con el Estado nacional pagando el crédito que oportunamente le otorgo el BANADE, levantar las ocho hipotecas que todavía hoy, después de tantos años, pesan sobre el hotel y recién ahí discutir todo lo demás.         

     Apela a la sensibilidad ciudadana expresando “Al igual que a ustedes, no nos gusta ver fabricas abandonadas, convertidas en exclusivos lofts y exclusivos shoppings”. El Hotel Bauen nació como un hotel cinco estrellas, se supone que un hotel de esas características no es ni masivo, ni popular. Es un hotel para exclusivos, la historia no miente, hay que saber leerla. Visiten las páginas con los nombres de los pasajeros del Bauen desde que nació. Recién con la gestión de la Cooperativa B.A.U.E.N. se transformó en un punto de encuentro para todos los sectores sociales y todas las actividades. En cuanto a lo de ver fabricas abandonadas, deberían recordar que fueron ustedes los que abandonaron el Hotel Bauen a su suerte, luego de endeudarlo, vaciarlo y llevarlo a la quiebra.

     Analiza el período menemista como si para esa fecha el Bauen S.A. y sobre todo sus más que beneficiados propietarios, hubiesen estado radicados en Saturno, hablan de “Desindustrialización y destrucción sistemática de las fuentes de trabajo”. Esa etapa, quizás la más negra para los trabajadores argentinos donde las patronales aprovecharon la crisis para descargarla sobre la clase obrera. “Flexibilizar” en idioma patronal fue empeoramiento de las condiciones salariales y de trabajo. “Aumento de la productividad” fue de hecho rebaja del salario y mayor ganancia para las patronales.  Ironías de la vida: ¿Donde estaban el 28 de diciembre de 2001 cuando el Hotel Bauen cerró sus puertas y todos los trabajadores quedaron en la calle sin siquiera una explicación, en un momento que el país estaba en llamas y necesitaba más que nunca gente comprometida con el trabajo (del que hoy pretenden transformarse en adalides) y el esfuerzo? 

     Mercoteles S.A. aduce que “Hasta no hace mucho tiempo, la Ciudad de Buenos Aires tenía solo algunos hoteles de categoría internacional y la ocupación apenas llegaba al 50%. Hoy, el llamado boom del turismo despertó el apetito de las grandes cadenas internacionales que han venido a establecerse para disfrutar de una casi plena ocupación” ¡Acá está la frutilla del postre! ¿Solamente el apetito de las grandes cadenas? Señores a ustedes les interesa el hotel ahora que volvió a ser un negocio rentable. Cuando había que poner el hombro, aceptar riesgosos e impredecibles desafíos, realizar inversiones y trabajar para el país, prefirieron abandonar el hotel y dejar a los trabajadores a la deriva, haciendo el cálculo más mezquino de sus vidas. Parafraseando a Bernardo de Monteagudo se podría decir que “¡Están llorando como mujeres lo que no supieron defender como hombres!”

     No tiene ningún reparo en decir: “El Hotel Bauen puede competir a esos niveles solo necesita tener la oportunidad de demostrarlo, generando divisas y empleo sostenible en el tiempo, una cualidad mucho más ventajosa aunque sin duda, menos sensacionalista que algunas aventuras cooperativas” Que esto lo digan quienes por años mantuvieron a los empleados del hotel en la más absoluta inseguridad laboral, negándoles no solo la posibilidad de sindicalizarse, sino inclusive de utilizar el hotel o conocer otra área que no sea la del trabajo especifico, recortando derechos laborales y sociales. Si no fuera porque fue una tragedia resultaría cómico. Pero hay más, hablan de generar divisas y empleos y la fría estadística dice que generó muchos más puestos de trabajo la Cooperativa B.A.U.E.N. qué Hotel Bauen SA en toda su historia. En sus momentos de esplendor Hotel Bauen llego a tener doscientos empleados, hoy la cooperativa, que comenzó con veinte empleados, tiene más de ciento sesenta y todavía no llegó a su techo. Dónde ustedes ven una “aventura cooperativista”, los trabajadores le dijeron sí a la aventura de trabajar libremente, en camaradería y crear nuevos puestos de trabajo sin explotación, los trabajadores del Bauen no dudaron en invertir (llevan invertidos más de cinco millones de pesos) para valorizar y sacar el hotel adelante. De lo que no cabe ninguna duda es que ustedes son expertos en “generar divisas”, la historia les da toda la razón: Obtuvieron un millonario crédito que jamás devolvieron, nunca gastaron una moneda en concepto de A.B.L., la deuda millonaria con el Gobierno de la Ciudad se la tuvo que condonar Macri (quizás por solidaridad de clase o porque sabía que no la iba a cobrar nunca) Durante la época de esplendor del negocio del turismo, la recaudación fue millonaria, de la cual jamás reinvirtieron absolutamente nada. Fueron los pioneros del Tiempo Compartido en la Argentina, con el que hicieron mucho dinero y prestaron muy pocos servicios. La lista de “picardías” es demasiado extensa como para seguir.

     No tiene ningún inconveniente en asentar por escrito y en negritas: “Nosotros somos trabajadores empresarios argentinos” No se puede ser trabajador y empresario al mismo tiempo, pero ¡Por favor! No ensucien las palabras, un trabajador es otra cosa, ustedes son especialistas en especulación y evasión.

     Mercoteles S.A. se da el lujo de parafrasear a Proudhon y hasta les parece poco serio que se hable de “obreros sin patrón”. Qué cosa ¿Dónde estuvieron los últimos diez años? ¿Cuantos ejemplos de fábricas vaciadas, quebradas y destruidas por sus propios dueños hay, que hoy producen gracias a que están en manos de “obreros sin patrones”?

Se podría seguir “Leyendo detenidamente” como aconseja Mercoteles S.A. desde la solicitada, pero ya no vale la pena, las cosas están claras y la historia se encargó de demostrarnos quién es quién. Es más en el colmo de las ironías la solicitada la firman Susana Beatriz Esposito, apoderada de Mercoteles S.A. y Gerardo Mario Palomero apoderado de Bauen S.A., pero como ¿Gerardo Mario Palomero no aparece en la Web como apoderado de Mercoteles S.A.?
     Susana Beatriz Esposito es la misma persona que el viernes 17 de junio de 2011, el PRO presentó como su candidato para la Comuna 6 Caballito en un evento que tuvo lugar en el salón de la confitería el Greco. Ocupaba el cuarto lugar en la lista y fue presentada como abogada, escribana y licenciada en seguridad. En realidad, según el Boletín Oficial Nº 31.544 del 2 de diciembre de 2008, la señora Esposito es dueña de una empresa que entre otras cosas se dedica a la “Comercialización, distribución, importación y exportación de materias primas y productos elaborados referidos a la industria y accesorios destinados a fuerzas de seguridad”. El lector suspicaz se preguntará ¿Habrá tenido algo que ver con las pistolas “picanas” eléctricas con las que el “Fino” Palacios quería equipar a la Policía Metropolitana? 
     Un poco antes de que estas líneas vean la luz, en los medios sale la noticia de la expropiación de YPF por parte del Gobierno nacional. En los considerandos de la ley se menciona, entre otras cosas, la utilidad pública. Este articulo ha demostrado hasta el hartazgo la complicidad de Mercoteles S.A. con los originales propietarios del Hotel Bauen, ¿Más claro? Mercoteles es otra de las tantas empresas fantasmas de Marcelo Iurcovich; resulta más que obvio, a esta altura de los acontecimientos, que ellos NUNCA pagaron el crédito que oportunamente les dio el BANADE; en sede judicial se ha demostrado fehacientemente todos y cada uno de los ilícitos y evasiones que perpetro Marcelo Iurcovich. A la vista está el titánico esfuerzo desplegado por los trabajadores del Hotel Bauen para ponerlo en marcha y generar nuevas fuentes de trabajo sin corrupción; para generar un espacio plural para la comunidad y dar el ejemplo que con tenacidad y trabajo SE PUEDE. Solo se necesita saber, que otra cosa hace falta para que el Congreso de la Nación lo declare de utilidad pública y le dé, de una vez por todas, la titularidad a los verdaderos dueños: los trabajadores del Hotel Bauen. Señores miembros del Congreso, legislen mirando los verdaderos intereses nacionales, premiando el trabajo y castigando el negociado y la especulación. Solo así podrán ser los dignos representantes de una sociedad que los mira esperando una señal y una luz de esperanza.

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