jueves, 17 de mayo de 2012

La coima del dragado


Renuncia Julio Baráibar tras admitir que conocía intento de soborno en la CARP
http://youtu.be/kjhJFLVFLCw


 
La historia de coimas, desmentidos y renuncias 
 La denuncia de coimas dentro de la CARP tuvo como respuesta una serie de idas y vueltas en el gobierno y terminó con la renuncia del embajador itinerante Julio Baráibar 

Julio Baráibar, embajador itinerante del gobierno uruguayo y uno de los principales asesores del presidente José Mujica, renunció este miércoles. El motivo de la renuncia fueron las declaraciones en las que reconoció estar al tanto de un intento de coima al presidente de la delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río de la Plata.
La denuncia
El sábado 5 de mayo, en su versión impresa, El Observador denunció que varios funcionarios y dirigentes políticos del oficialismo y la oposición manejaban un dato preocupante: un representante empresarial habría ofrecido una coima de US$ 1 millón para que funcionarios de la CARP actuaran en favor de la empresa holandesa Riovia. Esa empresa draga, desde hace dos décadas, el canal Martín García.
Las repercusiones que generó el hecho fueron varias, y el tema está instalado en la agenda desde entonces.
7 de mayo
Mujica aseguró ese día que no tenía pruebas para investigar la denuncia de coimas. “El que esté diciendo eso que lo lleve inmediatamente a la justicia penal y si no se calla la boca, ¿ta?”, dijo el mandatario.
8 de mayo
Un día más tarde, El Observador informó que, pese a esa afirmación del gobierno, la empresa Riovia fue beneficiada.
Los argentinos impusieron su criterio, mantuvieron a la empresa holandesa y le aumentaron el canon. Otra empresa estaba dispuesta a hacer el mantenimiento del dragado por menos dinero, pero la propuesta fue rechazada.

9 de mayo
En una columna de opinión, Gabriel Pereyra aseguró que el gobierno avaló el pago de US$ 15 millones para renovar el contrato con Riovía.
Otra empresa holandesa, Van Oord, habría ofrecido a la CARP hacer la misma tarea por tan sólo US$ 9 millones, por lo que el gobierno se podría haber ahorrado US$ 6 millones.

10 de mayo
Almagro aseguró a Radio Sarandí que nunca hubo un concurso de precios para el mantenimiento del dragado. Sin embargo, un documento de la CARP  del 12 de enero lo contradice.
En el mismo, se convoca a “un concurso de precios” con el objeto del “dragado de mantenimiento a 32 pies al 0 de marcas, señalización y administración del canal, en las mismas condiciones a las del actual concesionario y hasta la entrega de la concesión al adjudicatario emergente del proceso licitatorio en curso”.
11 de mayo
Mujica anunció que analizaba presentar una "iniciativa penal" contra los legisladores que denunciaron las coimas. Si “tienen algo y no se presentan a la Justicia, por lo menos es una falta grave”, dijo el mandatario a La República.
14 de mayo
Héctor Timerman, ministro de Relaciones Exteriores argentino, le entregó una carta al embajador uruguayo. En la misiva, solicitaba iniciar una investigación tras las denuncias de corrupción hechas por El Observador.

15 de mayo
La respuesta de Almagro no se hizo esperar. El canciller le pidió a su par argentino que se divulguen las actas de las reuniones de la CARP desde que asumió la nueva delegación uruguaya, para que se demuestre en cuáles de ellas se habla de "arreglos". Así, el gobierno uruguayo decidió rectificar el rumbo y pasar a un tono mucho más firme en su relación con Argentina respecto a la polémica en torno al dragado. Mujica dice que la oposición insiste en "pudrir" la relación con Argentina http://youtu.be/o133jhBct9g

 

Coimas en dragado de Martín García

Una coima que pagamos todos
En el seno de la Comisión Administradora del Rio Uruguay ya se habló de un "arreglo" entre la firma que draga y los argentinos
 
 Un opositor acá, otro por allá, todos los días se los escucha pedir al gobierno uruguayo más severidad en sus relaciones con Argentina. En estos días se ha publicado información acerca de que los funcionarios uruguayos en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) tiene sospechas de que los delegados argentinos, o alguno de ellos, puede estar “arreglado” con la empresa Riovia, que draga el canal Martín García. Pero nadie parece haberse interesado mucho por ello.

¿Qué eso es un asunto argentino? A ver si se entiende mejor: un presunto enviado de Riovia se apersonó ante un funcionario uruguayo y le dijo: “Si demoran la licitación y juegan a favor de Riovia te llevás un millón de dólares”.

El funcionario lo sacó cortito e informó del hecho a todos los integrantes de la CARP que representan a los partidos políticos. El canciller Luis Almagro también lo supo.

El funcionario se enteró que el enviado de Riovia se reunió también con delegados argentinos. Resultado: los argentinos defendieron a capa y espada mantener a Riovia en el dragado y rechazaron llamar a un concurso de precios, como Uruguay quería, para cambiar a Riovia. Todos saben que hay otra empresa que lo haría por menos dinero.

Hasta ahí sigue siendo un asunto argentino, aunque a Riovia se le paga con dineros públicos de Uruguay y de Argentina; pero, al fin y al cabo, hace 20 años que es así, y quizás vale esperar un tiempo más hasta que se conceda el dragado definitivo del canal.

Pero los argentinos vinieron con una nueva propuesta; aumentar 40% lo que cobra Riovia, según revelaron fuentes empresariales. ¡No quieren llamado de precios para cambiarla pero además le aumentan el canon! Sí, ¿y qué? Y nada, Uruguay aceptó y está pagando eso. Ya no es un asunto solo argentino.

La delegación argentina, cuyo presidente fue procesado por corrupción en Buenos Aires, postergó la licitación final del dragado, postergación que beneficia a Argentina pero también a Riovia. Dicen que en 120 días se hará el llamado, pero este puede demorar hasta dos años en expedirse, mientras tanto Riovia seguirá haciendo el trabajo a un 40% más, según fuentes empresariales.

¿Es esto un asunto solamente argentino?


Todos somos argentinos

 @gabrielhpereyra

No vemos, no oímos, no hablamos, todo con tal de que Argentina diga sí

Tapan, disimulan, minimizan. Los gobernantes uruguayos afectados a las tareas de política exterior tienen en estas horas una consigna respecto de Argentina: no hagan olas.

Con ese objetivo, dan medias versiones de hechos fácilmente demostrables, reciben rezongos de los argentinos, piden disculpas, desmienten hechos que ya conocen decenas y decenas de funcionarios de un lado y otro del Plata, e incluso están dispuestos a asumir como propias decisiones de cuestionable eficacia y transparencia propuestas en realidad por gobernantes de Argentina.

La consigna es que cualquier cosa, información, afirmación, insinuación que aparezca sobre Argentina es tomada como un atentado a las buenas relaciones necesarias para que Argentina acceda, de una buena vez, a llamar a licitación para dragar el canal Martín García a más profundidad y hacer más competitivos a los puertos uruguayos.

A Riovia se le terminó el contrato por el que se le pagaban US$ 12 millones para que mantuviera el dragado, pero se descartó llamar a precios sabiendo que otra empresa cobraría US$ 9 millones.

La versión oficial dice que se suspendió para no demorar. La otra versión dice que el vicepresidente de la Comisión del Río de la Plata (CARP) por Argentina firmó el llamado a concurso de precios pero a la reunión siguiente apareció Hernán Orduna, el enviado de Cristina Fernández y presidente de la CARP, y mandó a parar. Orduna fue procesado en su país por comprar computadoras a $ 6.500 que costaban $ 2.500.

La versión del canciller Almagro dice que fue Uruguay que le pidió a Argentina que se suspendiera el llamado de precios, lo cual centra la responsabilidad de no haber contratado más barato en Uruguay. Pero eso no es así; esa versión oficial busca, insólitamente, evitar decir que fue Argentina la que se negó a pedir otros precios. Si no, Argentina se puede enojar, y mejor que no.

Luego Riovia quiso cobrar US$ 19 millones. Los argentinos pagaban sin drama. Uruguay entendía que no se podía pagar más de US 13 millones. Al final se negoció por poco más de US$ 15 millones, lejos de los US$ 9 millones que ofrecía la otra empresa.

La versión oficial dice que se hizo así para no entorpecer el trámite de la licitación por el dragado final. La otra versión dice los argentinos estaban muy jugados a la posición de Riovia y que Almagro ordenó seguir adelante para no hacer olas, no sea cosa que nos dejen sin canal.

En las últimas horas la Cancillería emitió dos comunicados. En uno el presidente de la CARP, Francisco Bustillo, desmiente haber recibido una oferta de coima de un ex diplomático porteño. Una pena el desmentido, porque lo contrario habría contribuido a fortalecer la imagen de un funcionario que enfrentó a pie firme los embates argentinos en la CARP y que apenas recibió la oferta no solo la rechazó sino que hizo lo que tiene que hacer un diplomático honesto: se lo informó a su gobierno para que actuara en consecuencia.

El desmentido y el hecho de que el gobierno no actuara en consecuencia se incluyen en esta política de no hacer olas.

En el otro comunicado la Cancillería respalda la actuación de los delegados uruguayos de la CARP, cuando en realidad nadie había puesto en tela de juicio ese apoyo.

Otra pena, porque ese apoyo político fue el que escaseó cuando los delegados uruguayos ante la CARP tuvieron que ver cómo Orduna y los suyos rechazaron pagarle menos a otra empresa y seguir en cambio aferrados a Riovia aún por más plata, vaya uno a saber por qué razón.
Un hombre de Mujica admitió un intento de coima argentino
 Por el dragado del canal Martín García. 
 El embajador itinerante uruguayo, Julio Baráibar, hombre cercano al presidente José Mujica, admitió que desde hace dos años está al tanto del supuesto intento de soborno al diplomático Francisco Bustillo para favorecer a una empresa en el dragado del canal Martín García.

Luego de que los rumores comenzaran a correr en la prensa del vecino país y repercutieran en la Argentina, el funcionario confirmó que el gobierno de José "Pepe" Mujica conocía el episodio, aunque señaló que el tema del presunto soborno ya "es historia".

Se trata de la primera admisión del hecho por parte de la administración uruguaya, que previamente lo había desmentido, incluso a través de comunicados de la Cancillería. De acuerdo con los medios uruguayos, el caso involucraría al ex vicecanciller argentino Roberto García Moritán, quien presuntamente gestionó un intento de soborno a Bustillo, representante uruguayo en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) y ex embajador en la Argentina por parte de la empresa Riovía que se encarga de los trabajos en el canal.

Baráibar dijo, no obstante, que no "comparte" el tono de la carta que envió a la Cancillería de su país el titular del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino, Héctor Timerman, para pedir que se realice una auditoría conjunta sobre la CARP. Con tono de resignación, el embajador se refirió a la relación bilateral con Argentina: "De país no nos podemos mudar, estamos donde estamos, tenemos los vecinos que tenemos y tenemos que adaptarnos para tener la mejor relación".

"Tenemos que sacar y conceder, esa es la situación", sostuvo Baráibar en declaraciones a Radio estatal Uruguay. El ex ministro de Trabajo, uno de los hombres de confianza de Mujica, explicó que del supuesto intento de coimas se enteró por el propio Bustillo hace dos años, cuando fue tentado para favorecer a la empresa Riovía, actual encargada del mantenimiento
del canal.

"Bustillo me contó con detalles que lo habían querido sobornar, que se había negado a aceptar la oferta y que había informado a sus superiores", señaló el embajador itinerante, que detalló que el episodio constó en los registros internos de la Cancillería. Sobre la carta que envió Timerman este lunes, el funcionario uruguayo se quejó porque el canciller se basó en "dicho de un diputado opositor" argentino (al que no identificó), aunque en la misiva el jefe de la diplomacia nacional dijo que su pedido respondía a "las graves denuncias publicadas por medios" del país vecino.

"No compartimos los términos de la carta de Timerman porque no responde a un planteo oficial, ni siquiera de un integrante del gobierno, y se hace eco de los dichos de un diputado opositor y no creo que sea la manera de resolver este tema", consideró. Sin embargo, indicó que tampoco es conveniente tomar medidas de confrontación duras contra Argentina como reclama la oposición de su país.

"No es metiendo gauchos que arreglamos las cosas", sostuvo el delegado de Mujica en las negociaciones con Argentina, y agregó: "Es muy fácil desde la oposición meter el gaucho". El Gobierno oriental admitió el pedido de coimas en momentos en
que sube la tensión ente los dos países por el caso y los diputados Manuel Garrido y Graciela Ocaña llevaron el tema a la
Justicia argentina, a fin de que se investigue el supuesto intento de coimas de Riovía.

Este martes, la administración que encabeza Mujica le reclamó "transparencia" a la Casa Rosada y reiteró que se agilice la negociación por la obra en el canal. Para Uruguay el dragado del canal es cable para incrementar la actividad del Puerto de Montevideo -hay barcos de gran porte que no pueden acceder- y desde hace tiempo se queja de trabas por parte de la Argentina para concretarla. Según afirman distintos medios, existió un presunto ofrecimiento de coimas por parte de la empresa que se encarga de mantener el canal Riovía con el fin de hacerse cargo de los trabajos del dragado pendientes.


El que esté diciendo eso que se calle la boca, ta? ,

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