sábado, 24 de noviembre de 2012

Rebelión en el Congo: militares en apuros

UN under attack Protests in Bunia (Province Orientale) following the capture of Goma by the M-23 in Nord Kivu province, 20 November 2012

Capturan la ciudad de Goma rebeldes del M23 

Tras la toma de Goma atacan los rebeldes el cuartel de Nord Kivú





 En las calles de Bunia los milicos son apedreados en Nord Kivú 20 de noviembre 2012

Dos soldados uruguayos de la ONUtras la toma de Goma, en el este de la República Democrática del Congo, toman  posición.
Tropas de las Naciones Unidas  en misiones de combate en el conflicto en el este del Congo

El avance milicias rebeldes de la M23  en el este de la República Democrática del Congo ha obligado a las Naciones Unidas a intervenir. El Consejo de Seguridad de la ONU instó el sábado a  parar cualquier tipo de apoyo exterior a los rebeldes, los helicópteros de ataque de la misión de la ONU MONUSCO dispararon sobre posiciones de la milicia  M23.

Por Slateafrique.com | Sábado, 24 de noviembre 2012 | Traducción automática
 Es difícil de explicar la incapacidad de la MONUSCO, 17.000 soldados, la mayor operación de la ONU en el mundo, contra el avance de los rebeldes de la M23.
Un grupo de amotinados de entre 800-2000 ejército congoleño, los rebeldes M23, progresaron rápidamente en el este de Congo. Goma, una ciudad de 1 millón de personas, y cayó el 20 de noviembre. La ciudad de Sake seguió el 21 de noviembre, Bukavu y podrían seguir. Frente a un ejército congoleño hundido en el caos y las fuerza de mantenimientos de la paz de la ONU totalmente impotente...

 Cómo detener una rebelión
En París y en Bruselas, hay incluso consternación. Laurent Fabius, ministro francés de Asuntos Exteriores considera "absurdo, por usar un eufemismo," que 17.000 soldados, 1.400 policías  y 720 observadores militares de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización del Congo (MONUSCO) no han hecho nada sobre el avance de los rebeldes.
 ¿Cómo es posible que la más grande operación de las Naciones Unidas en el mundo no pueda detener una rebelión?
 fuente original: http://www.connectionivoirienne.net/pourquoi-les-casques-bleus-ne-font-rien-en-rdc/



 Congo, o cuando la riqueza es una maldición
 Un conflicto olvidado a pesar de que allí hay uruguayos, es el que se desarrolla en la República Democrática del Congo, en el centro del África.

 Antonio Ladra | 24/11/2012

 Estuve allí durante dos semanas, pocos días antes de que la situación militar y política se complicara con la toma de la ciudad de Goma por parte de uno de los principales grupos rebeldes que actúa en ese país: el M23. Todas las ONG que operan en Goma fueron evacuadas y los principales dirigentes del M23 tomaron una ciudad prácticamente vacía, sin actividad, luego que miles de sus habitantes huyeran temerosos ante el ingreso de los rebeldes. Los soldados de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo y los policías se rindieron sin enfrentarlos y se pasaron a las filas rebeldes integradas por soldados congoleños amotinados y fieles a Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad. Según un informe de Naciones Unidas los países vecinos Rwanda y Uganda apoyan al M23.
Explicar el conflicto en el Congo no es fácil: hay muchas causas y causalidades. Este país es uno de los más ricos del mundo, pero la mayoría de la población vive en la miseria.
A este conflicto se lo conoce como la guerra del coltan, un mineral, mezcla de la columbita y la tantalita que se emplea en componentes vitales para aparatos e instrumentos de alta tecnología, usados en todo el mundo y por todos nosotros, como por ejemplo, los celulares.
El Congo se encuentra a casi 10 mil kilómetros de Uruguay. Tiene una población estimada en 71 millones de habitantes. Es el cuarto país más poblado de áfrica. Solo el 35% de la población vive en ciudades.
Su capital, Kinshasa tiene 8 millones de habitantes y la ciudad Goma, en la frontera con Rwanda, unos 200 mil. La expectativa de vida no llega a los 50 años.
El Congo tiene una abundante riqueza mineral. Posee más del 70% del coltan mundial. También tiene el 30% de las reservas mundiales de diamantes; vastos depósitos de cobalto, cobre, bauxita, gas, petróleo, y también uranio. Pese a esto, la inmensa mayoría de los congoleños vive en la miseria, lo que explica la naturaleza del conflicto.
Sin embargo, el saqueo que sufre el Congo no es de ahora, lleva siglos, desde finales del año 1400 con el tráfico de esclavos a Europa y luego hacia América latina, Brasil y Uruguay: la mayoría de los afrodescendientes uruguayos provienen del Congo, pasando por el uso de patio trasero que hizo Bélgica.
Del Congo se extrajo el uranio que activó las bombas arrojadas por Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki. Este país hace casi 60 años que se vive en estado de guerra, pero desde agosto de 1998 se desarrolla un silencioso genocidio por la pugna entre las etnias tutsi y hutu, acicateadas por oscuros intereses. Esta guerra formalmente termino en el año 2003, con un gobierno de transición, ratificado por las elecciones del año 2006, que mantuvo en el poder a Joseph Kabila, hijo del Laurent Desiree Kabila, asesinado en el año 2001.
Sin embargo, el conflicto continua. Es el más sangriento desde la segunda guerra mundial: entre muertos directos e indirectos suma unos cuatro millones, además de más de un millón de desplazados.
Es que ahora, como antes, hay poderosos interesados en las riquezas que tiene el subsuelo congoleño.
El conflicto actual se concentra en el Kivu norte y sur y es donde las Naciones Unidas tiene desplegada la mayor cantidad de efectivos, especialmente en el norte, cuya capital es Goma. En esta zona es donde también actúan los diferentes grupos rebeldes, o paramilitares, que son más de 20, de diferentes características y con objetivos dispares, pero disputándose los yacimientos mineros.
Y en medio del caos que siempre produce la guerra hay quienes calladamente se benefician; China es ejemplo. Las empresas de ese país aprovechan la incapacidad gubernamental y a cambio de alguna obra de infraestructura se llevan una montaña, que seguro esconde en su seno algún tesoro: coltan, oro o diamantes.
Este sanguinario conflicto se lo conoce como la guerra del coltan, ya que el proceso se inicia en el Congo con la extracción ilegal del mineral, que se hace con trabajo casi esclavo para que rinda mucho más desde el punto de vista económico. Luego es trasladado, también ilegalmente, al país vecino, Rwanda, que, a pesar de no ser productor de coltan, es uno de los principales exportadores del mundo.
En Rwanda se inicia un circuito de exportación, ahora legal, que traslada este mineral a los países de la ex Unión Soviética: Ucrania, Kazajstán, Bielorrusia, Rusia, donde es procesado.
Posteriormente viaja a otros países, como Malasia, China, India, Corea del sur, donde el mineral es transformado en microchips y luego va a Japón, Estados Unidos o los países nórdicos, sedes de las multinacionales de la electrónica, donde se los incorpora a los aparatos de alta tecnología. Y de allí, directo a nuestras manos.





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