domingo, 21 de abril de 2013

Aratirí: el mal rayo que nos va a partir (15)




ARATIRÍ: EL MAL RAYO QUE NOS VA A PARTIR (15)

Todavía da gauchos el tiempo*

Autor: William Yohai

20 de abril de 2013

El último lunes (1) el abogado Juan Andrés Ramírez, connotado dirigente del Partido Nacional, publicó un muy importante artículo referido al proyecto Valentines. En él plantea, en esencia, que aún estamos a tiempo, de acuerdo a la legislación vigente de parar la ejecución de Aratirí sin violentar norma legal alguna ni los derechos que asisten a la empresa propietaria del mismo: la anacional Zamin Ferrous.

Se basa  en que el código aún vigente no autoriza automáticamente al que realizó la prospección y exploración de un yacimiento minero a explotar más de 1000 hectáreas sin una dispensa especial del Poder Ejecutivo que éste sólo podría otorgar por motivos fundados de interés público. Ramírez plantea, además, alternativas a la forma en que el tema podría ser abordado en particular  generando un proceso licitatorio internacional. Sin ser ésta la forma que preferiríamos para encarar el asunto, cabe reconocer que es mucho menos mala que la que está en curso.

Y, como hemos demostrado fehacientemente en esta ya demasiado larga serie de trabajos, lejos está de servir al interés público la depredación de un recurso natural de gran significación si el proyecto sigue su curso tal cual está planteado.

Ayer nomás la cámara de diputados aprobó con votos del Frente Amplio y parte de la oposición el proyecto de ley sobre “minería de gran porte” que liquidará esta limitación del código de minería anterior y abrirá el camino para la instalación de Aratirí.

Como se detalla en nuestros trabajos así como en el que publicó el “Colectivo de Lucha Por la Tierra” titulado “Las cuatro patas del saqueo” (disponible enwww.resonandoenfenix.blogspot.com ) Aratirí es parte de un plan mayor del actual gobierno que implica brutales consecuencias para el futuro del país. Las volvemos a enumerar: 1) un proyecto energético integrado por una generadora de ciclo combinado y la instalación de una plante regasificadora de enormes dimensiones que no está justificada por las necesidades de consumo energético del país en el futuro corto o mediano. 2) la mina en sí misma y 3) un puerto de aguas profundas que no justifican las producciones actuales del Este del país y sólo tiene sentido como apéndice de Aratirí.

Entendemos que el tema energético está indisolublemente ligado a todo esto. Si, como indica la información disponible, Aratirí pagará la energía a precio de gran consumidor (la tasa promedio es de 2,2 pesos el Kw. Hora), estamos ante un abierto subsidio a la energía que consumiría la empresa. Porque, según afirman las estadísticas de UTE, el costo de la energía de origen fósil no baja de 200 dólares el MW hora, o sea aproximadamente el doble del precio que pagaría Aratirí.

Pero hay más: el apuro por proveer de energía a Aratirí ata al país a la energía fósil (gas natural) como principal proveedor por un largo tiempo.

Del estudio de los temas energéticos a nivel planetario surge claro el concepto de que estamos ante lo que los analistas llaman “petróleo pico barato”. O sea, el fin de la disponibilidad de energéticos fósiles baratos. Hemos transcripto(2) informes de gran relevancia, de fuentes tan sospechables de izquierda extrema como el Fondo Monetario Internacional, la Wehrmacht (fuerzas armadas de Alemania) o el Comando Operacional Conjunto de los EEUU acerca de la gravedad y la proximidad de la crisis energética que enfrentamos. Más allá de las variaciones de corto plazo que experimentan los precios del petróleo y el gas natural, la tendencia a partir del año 2001 es al aumento acelerado. Esto se debe, básicamente, a que el complejo balance entre exploración-descubrimiento-explotación de energéticos fósiles y la disponibilidad de estos en la corteza terrestre se desvía cada vez más en el sentido del agotamiento. En síntesis: un recurso finito está siendo depredado por la insaciable sociedad de consumo capitalista global a un ritmo millones de veces mayor al que fue creado. Groseramente, en 100 años hemos agotado el 50% de los energéticos fósiles que la naturaleza formó en cientos de millones de años.

Aratirí no es, por lo tanto, un problema aislado. Es parte de un gigantesco error de política económica con vastas proyecciones negativas a futuro.

Causa cierta gracia cuando uno observa a los políticos del partido de gobierno criticar a los de la oposición por su presunto  oportunismo político. Sí, si algunos blancos y colorados actúan “para la tribuna” al votar contra la ley de minería, atendiendo a clientelas en los departamentos afectados por Aratirí (y otros eventuales desarrollos de gran porte), no es menos cierto que ellos, a su vez, lo hacen por urgencias parecidas.

En efecto, como indican todos los datos disponibles, el modelo económico vigente basado en la primarización económica fomentada por la apertura indiscriminada a las importaciones, las exportaciones de bienes primarios sin impuestos, el libre movimiento de capitales generador de atraso cambiario y un largo etcétera,  empieza a dar señales de agotamiento. Está marcado en la historia del país: estos procesos terminan en una  fenomenal crisis económica bien condimentada con la correspondiente crisis financiera. Así sucedió en 1971, 1982 y 2002.

Lo que está haciendo el gobierno nacional, entonces, es huir hacia adelante. A medida que se observa como se profundizan las características del modelo (aumenta la inflación tanto en pesos cuanto en dólares, la proporción de exportaciones de bienes primarios en relación a la de manufacturados, el crecimiento del PBI se explica cada vez más por el del consumo privado, se estanca la producción agropecuaria e industrial, etc.) lo que se busca es que nuevas mega inversiones extranjeras mitiguen las consecuencias que están en al ADN del proceso económico.

Se juntan eventos que tienen gran magnitud: se termina la obra de Montes del Plata en Conchillas, se reduce significativamente o frena completamente la construcción en la costa de Montevideo y en Punta del Este. Y en 2014, dentro de algo más de un año habrá elecciones.

¿Qué mejor negocio desde el punto de vista electoral que tener funcionando 4 obras de gran magnitud que contribuirán a mantener los niveles de empleo en la construcción, 70.000 directos y muchos más indirectos?

Oportunismo a varias bandas. En el gobierno y también en la oposición. Porque no me van a hacer creer (y exceptúo de estas valoraciones al Dr. Ramírez) que blancos y colorados, de estar ellos en el poder, actuarían distinto.

Hoy (3) el Dr. Larrañaga se basa en el trabajo de JAR para oponerse a la ley de minería de gran porte. Nada podemos hacer salvo felicitarnos por ello.

Sólo nos queda confiar en que la lucha de algunos sectores populares y un descenso coyuntural del precio del mineral de hierro detengan un proceso que, a juzgar por la velocidad de la aprobación de la ley de minería, viene a marcha redoblada.

*El colgado refiere al Dr. Ramírez.

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