lunes, 23 de septiembre de 2013

II encuentro de represores en Maldonado

Una bala de grueso calibre de regalo 

Regalo. Los asistentes a la reunión de retirados se llevaron presentes alusivos al momento. Foto: R. Figueredo

23 de steiembre 2013 Maldonado | Marcelo Gallardo
"Debemos estar orgullosos de nuestros valores y no sentirnos menoscabados por las sentencias a nuestros camaradas privados injustamente de su libertad. Pues estos, en lugar de ser actos de justicia representan todo lo contrario. Fallos injustos que transgreden la normativa vigente desde la Constitución hasta los principios básicos del debido proceso", afirmó el coronel retirado Ricardo Bertolotti, integrante de una organización de militares retirados, durante el discurso que brindó a los militares presentes en una reunión de camaradería realizada en las afueras de Maldonado.
La de este fin de semana, donde se cuestionó a la Justicia, fue la concentración de militares retirados con mayor número de asistentes de los últimos tiempos.
No es la primera vez que organizaciones de retirados como el Centro Militar o el Círculo Militar "Gral. Artigas" cuestionan decisiones del Poder Judicial en casos vinculados a los derechos humanos.
El coronel Eduardo Ferro, participante del evento, dijo a El País que 835 personas concurrieron al acto de la víspera, y recordó que el año pasado hubo 600 participantes.
Los militares que asistieron a este acto pertenecen a ambas organizaciones sociales que integran además uniformados en actividad.
"¿Cómo se puede condenar a un militar por un presunto delito si no hay pruebas? ¿Cómo se puede fallar y mandar a prisión a un militar por declaraciones de testigos de hace cuarenta años que aseguran haber visto actuar ilegalmente a una persona solo reconocida por su color de ojos y cabello siendo, esta declaración, comprobadamente mentirosa? ¿Cómo se puede acusar a un militar que en el momento del presunto delito ostentaba el grado de alférez sin conocer la realidad de lo que acontecía y sin pruebas, que es lo peor?"; se preguntó a continuación.

Masivo.

El evento fue dividido en dos etapas, un acto protocolar en el Cuartel de Dragones y luego un asado en un predio del paraje Canteras de Marelli, ubicado al norte de la capital fernandina. El acto en el Cuartel de Dragones fue suspendido por orden del ministro de Defensa Nacional Eleuterio Fernández Huidobro.
"Cada vez más grave: ¿Cómo se puede desconocer el pronunciamiento por dos veces del pueblo legitimando la ley de Caducidad, ley que tiene voluntad intrínseca de amnistía para todos poniendo punto final a la separación y al odio procurando la convivencia en paz entre los uruguayos? ¿Cómo se puede juzgar a alguien por un hecho que no estaba tipificado como delito? Nadie es culpable de delito si no hay ley que así lo defina y lo describa. La ley se aplica para adelante, nunca para atrás. No tiene efecto retroactivo", afirmó.
Durante su discurso, Bertolotti llamó a los uniformados a resistir los ataques de tipo revanchista y de conspiración que enfrentan. "No podemos ser los malos de la película. Nuestra formación y los valores que sustentamos son suficientemente importantes para no caer en el desconcierto por las flagrantes injusticias a las que somos sometidos", dijo.
"Quizás nuestra primera reacción sea la de permanecer indiferentes y mantenernos impasibles. Es necesario sacar a relucir esas características que nos acompañan y no renunciar a nuestro orgullo de soldados", añadió Bertolotti.

Orfebrería.

Los participantes del asado recibieron como regalo una bolsita de nailon con varios efectos acordes con la actividad cumplida ayer domingo en un predio del paraje Canteras de Marelli, al norte de la ciudad de Maldonado.
Entre ellos, se incluyó el número para ocupar el lugar respectivo a la hora de comer. También en la bolsa había una calcomanía con el rostro de Artigas sobre la bandera artiguista con la frase "Nada podemos esperar si no es de nosotros mismos", la figura de un soldado haciendo el saludo militar, el escudo de Maldonado y una leyenda que decía "La Reserva Presente".
Además, se les obsequió con un llavero realizado con una bala calibre .30, munición empleada por las carabinas M1, M2 y M3. Se trata de un armamento que hoy está fuera de servicio pero de pleno empleo en los años sesenta y setenta por parte de las Fuerzas Armadas. Antes, durante y después del asado se escuchó el sonido de clarines, las estrofas del Himno Nacional", varias marchas militares y "A don José", la canción folclórica con que se identifica al arma de Caballería del Ejército Nacional.

Para evitar chocar con los radicales

El ministro de Defensa Nacional Eleuterio Fernández Huidobro impidió que los retirados militares realizaran un acto protocolar ayer domingo en el cuartel de Dragones de Maldonado.
"Este proceder del ministro nos quita la posibilidad de cumplir con un protocolo lleno de colorido y de unción patriótica para participar con todos ustedes", sostuvo el coronel retirado Ricardo Bertolotti, que consideró que Fernández Huidobro los "discrimina por haber estado enfrentados en el pasado".
La decisión fue adoptada en las últimas horas del viernes cuando los militares habían cumplido con todos los trámites administrativos para llevar adelante un homenaje al general José Artigas en el histórico cuartel ubicado en el centro de la ciudad de Maldonado.
La movida de jubilados militares fue precedida por un comunicado de la Mesa Política del Frente Amplio de Maldonado que cuestionó la presencia del coronel Eduardo Ferro a quien acusó de ser "denunciado por múltiples violaciones a los derechos humanos durante el período dictatorial".
Ferro restó importancia al comunicado de la izquierda y sostuvo que si no quieren que viva más en Maldonado que el presidente José Mujica le compre la casa.
Militares consultados por El País dieron varias versiones sobre por qué el ministro prohibió el acto. Para unos se quiso evitar que sectores radicales de izquierda llegaran al lugar y enfrentaran a los retirados.

Ante esta instancia, la Mesa Política del Frente Amplio de Maldonado, reunida este viernes, resolvió emitir un comunicado donde expresa “su mas absoluto rechazo a la presencia en el departamento de Maldonado, del Coronel (r) Eduardo Ferro”.
En dicho comunicado señalan además que Ferro ha sido “denunciado por múltiples violaciones de los DDHH durante el período dictatorial”.
Agregan a esto, que sus expresiones “violentan severamente el espíritu democrático del pueblo de Maldonado”, por lo cual señalan que la “sociedad uruguaya, la sociedad de Maldonado y el FA decimos, nunca mas terrorismo de estado”, concluye el comunicado.
Además, en estas horas desde Maldonado se realizaron consultas al Ministerio de Defensa para saber si se había autorizado la utilización del Cuartel de Dragones para este encuentro, lo cual negaron rotundamente y señalaron no estar enterados de dicha reunión, según puntualizaron varias fuentes a MaldonadoNoticias.



Sábado 06 de julio de 2002. 

¿Quién es Eduardo Ferro?

El coronel (r) Eduardo Ferro es un peso pesado de la represión. Desde su puesto de mando en la Compañía de Contrainformación participó en varios operativos de secuestro y tortura de militantes políticos y sociales.

El caso más notorio por su repercusión internacional, fue el secuestro en la ciudad de Porto Alegre (Brasil) donde vivían exiliados, Universindo Rodríguez Díaz, Lilián Celiberti Rosas y los dos hijos menores de ella. Pero Ferro estuvo vinculado a por lo menos dos casos más, según consta en denuncias ante organismos de DDHH y ante la propia Comisión para la Paz que luego terminaron con la desaparición de los detenidos.
Ferro es un militar altamente entrenado, formado en contrainteligencia y es además un experto karateca.
El operativo más notorio en el que está plenamente comprobada su participación es el secuestro y tortura de Rodríguez, Celiberti y los dos pequeños hijos de esta última.
Según se documenta en el “Uruguay nunca más”, se trató de un operativo conjunto uruguayo-brasileño, bajo la responsabilidad de la Compañía de Contrainformación del Ejército uruguayo, que lo denominó “Operación Zapato Roto”.
El hecho pudo conocerse en todos sus detalles luego de la deserción del soldado fotógrafo Hugo García Rivas, quien prestó muy amplias declaraciones ante el Sijau. El procedimiento quedó bajo el mando del entonces capitán Eduardo Ferro y se utilizaron tres vehículos: un camión de tres toneladas cedido por el capitán Armando Méndez, a la sazón interventor de la Comisión Administradora de Abastos (CADA), en el que se trasladó a cuatro miembros del PVP detenidos en Montevideo; una camioneta “Kombi” de color amarillo y un Fiat 128. Al parecer, desde la frontera uruguayo-brasileña del Chuy los principales integrantes del operativo habrían sido trasladados a Porto Alegre en vehículos de la policía brasileña. Los oficiales que ingresaron a Brasil fueron Ferro y el capitán Glauco Yannone, que lo hicieron con documento falsificado por el mismo fotógrafo García Rivas.
El 12 de noviembre de 1978, Lilián Celiberti fue detenida en la calle por personas vestidas de civil, que se identificaron como policías. Fue llevada a una unidad policial de esa ciudad donde se encontraban dos funcionarios uruguayos.
Sus dos hijos y Universindo Rodríguez fueron también detenidos en su domicilio, por personal vestido de civil, entre los que se encontraban Ferro y Yannone.
A todos ellos los trasladaron a la Secretaría de Seguridad donde fueron torturados e interrogados. A Lilián Celiberti la llevaron a su domicilio, donde se dispuso una “ratonera”.
Sin embargo, informados de la detención, llegaron al lugar Luis Claudio Acunha y Joâo Batista Scalco, dos periodistas brasileños que fueron amenazados y maltratados por los funcionarios policiales allí apostados. Estos periodistas fueron testigos clave del secuestro. Pudieron identificar a posteriori entre sus captores a varios integrantes de la DOPS, la policía política brasileña. Además, la divulgación de la noticia provocó una importante repercusión por la gravedad de los hechos producidos y forzó a las autoridades uruguayas a reconocer la detención, salvando a los secuestrados de una desaparición definitiva. Los cuatro secuestrados fueron llevados a la frontera con Uruguay, conducidos por el comando uruguayo-brasileño. En las cabañas del Parque de Santa Teresa (Rocha) fueron nuevamente interrogados bajo tortura. Los niños fueron separados de su madre y posteriormente, entregados a su abuela. Celiberti y Rodríguez estuvieron recluidos en la Compañía de Contrainformación, en su local de la calle Colorado y luego en el Batallón de Infantería Blindada Nº 13. Permanecieron en prisión hasta marzo de 1984.
Al trascender el secuestro de Porto Alegre, las FFAA libraron un comunicado afirmando que Celiberti y Rodríguez habían sido detenidos al pretender trasponer la frontera uruguayo-brasileña con un cargamento de armas. El propio García Rivas declaró después que él había tomado fotos de armas de la Compañía de Contrainformación que fueron presentadas como pertenecientes al presunto cargamento”. *


El ministro de Defensa Nacional Eleuterio Fernández Huidobro ordenó suspender un acto convocado para hoy en el Cuartel de Dragones de Maldonado por una entidad de retirados militares.
El secretario de Estado, quien se enteró por una vía indirecta de la convocatoria, confirmó que una vez en conocimiento del hecho decidió de inmediato no habilitar el uso de dicha dependencia a una organización “que no solicitó autorización para hacerlo”.

“Es como si se convocara a un acto en la misma sede del Ministerio de Defensa y yo ni me enterara”, afirmó a LA REPÚBLICA. El secretario de Estado dijo que en general las unidades militares “no son lugares cerrados” y que, con la debida autorización “es habitual en algunos casos que clubes civiles debidamente identificados soliciten el uso de determinadas instalaciones por ejemplo deportivas”. “Tal vez anteriormente esta modalidad se acostumbraba, pero ahora no… se terminó el recreo”, agregó. Un grupo de retirados había organizado para esta jornada un “almuerzo de camaradería” en la Sociedad Nativista San Fernando. Previo a este encuentro, se había convocado a un acto a la hora 11 en el Cuartel de Dragones de Maldonado. El viernes, la Mesa Política del Frente Amplio de Maldonado expresó “su más absoluto rechazo a la presencia en el departamento de Maldonado, del coronel (r) Eduardo Ferro”, al parecer uno de los convocantes del evento. En dicho comunicado señalan además que Ferro ha sido “denunciado por múltiples violaciones de los DDHH durante el período dictatorial”. Agregan a esto, que sus expresiones “violentan severamente el espíritu democrático del pueblo de Maldonado”, por lo cual señalan que la “sociedad uruguaya, la sociedad de Maldonado y el FA decimos, nunca más terrorismo de Estado”, concluye el comunicado.

 Entrevistado el martes por FM Gente de Maldonado, Ferro dijo que “algunas heridas están muy sanadas y en otras hay alguien a quien le interesa  abrirlas de nuevo por distintos motivos”. Por ese motivo, opinó que “llega un momento en que hay que dar la vuelta la página, ni vencidos ni vencedores y seguir adelante”.


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