martes, 30 de septiembre de 2014

El hombre mas feliz del mundo


Un golpe de suerte histórico para el Kremlin.

Probablemente, la persona más feliz del mundo en estos momentos, es Vladimir Putin.

¿Por qué?

Por qué la petrolera rusa Rosneft acaba de anunciar el descubrimiento del que podría ser uno de lo mayores yacimientos de petróleo de todo el mundo en el Ártico Ruso, un yacimiento de tal magnitud que podría traer cientos de miles de millones de dólares de beneficios.

El yacimiento ha sido descubierto en la región del Mar de Kara del Océano Ártico y convierte esta zona helada del Ártico, en una de las más importantes áreas de producción de crudo del mundo, posiblemente más grande que el Golfo de México.

El anuncio fue hecho por Igor Sechin, presidente ejecutivo de Rosneft, que pasó dos días navegando en un barco de investigación ruso hasta la plataforma de perforación.



Irónicamente, este descubrimiento convierte las sanciones de EEUU contra Rusia en un auténtico boomerang. Dicho en otras palabras, este descubrimiento hace que Barack Obama se haya pegado un tiro en el pie y posiblemente, incluso se vea obligado a replantearse toda su política respecto a Rusia.

¿Por qué razón?

La razón es que el yacimiento fue descubierto con la ayuda de la empresa energética más grande de EEUU, Exxon Mobil, algo que ya destacábamos en el artículo LA PETROLERA EXXON MOBIL IGNORA LAS SANCIONES Y EMPIEZA LAS PERFORACIONES EN EL ÁRTICO RUSO

Sin embargo, tal y como indica el medio norteamericano Bloomberg:

“el pozo ha sido perforado antes de la fecha límite del 10 de octubre, a partir de la cual el gobierno de Estados Unidos prohibirá a las empresas estadounidenses que trabajen en el Ártico Ruso, a causa de las sanciones impuestas por EEUU a Rusia. Eso implica que a partir de esa fecha, Rosneft y Exxon no podrán realizar más perforaciónes, dejando en suspenso la exploración y desarrollo de la zona petrolífera”
.


Eso significa que la gran petrolera estaodunidense podría dejar de obtener miles de millones en ingresos, por culpa de las propias sanciones impuestas por la casa blanca.
Pura ironía del destino.
Y por los datos ofrecidos, eso representaría un auténtico shock para la empresa estadounidense debido a que el campo del Ártico puede contener cerca de 1000 millones de barriles de petróleo, en una área inmensa, que puede llegar a ser más grande y productiva que el Golfo o de México.

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Para hacerse una idea de lo grande que es el botín disponible, se estima que “Universitetskaya, la estructura geológica que ha sido perforada, tiene el tamaño de la ciudad de Moscú y es lo suficientemente grande como para contener más de 9 mil millones de barriles, un tesoro por un valor de más de 900 mil millones de dólares”
Eso deja a Exxon ante dos opciones: ignorar las órdenes de Obama o tirar la toalla ante el que puede ser el mayor descubrimiento petrolífero en años.
Tal y como dice Igor Sechin, el presidente ejecutivo de Rosneft: “El descubrimiento superó nuestras expectativas. Es un hallazgo de excepcional importancia”
El desarrollo de las reservas de petróleo del Ártico, un cometido que va a costar cientos de miles de millones de dólares y que llevará décadas, es una de las grandes ambiciones de Vladimir Putin.



A medida que los campos petrolíferos existentes en Siberia se agotan, Rusia necesita desarrollar nuevas reservas, ya que compite con los EE.UU. para ser el mayor productor de petróleo y gas del mundo en el futuro.
El descubrimiento del yacimiento del Mar de Kara podría comenzar dentro de cinco o siete años, dijo Sechin, añadiendo que el campo recién descubierto se llamará “Victory”.
Pero lo que es peor para Exxon Mobil es que ahora, el trabajo duro ya está hecho y eso implica que Rosneft podría dejar de necesitar la colaboración de su socio occidental:

“Una vez que el pozo este conectado, habrá un montón de trabajo que hacer en la interpretación de los resultados y esa es una tarea que Rosneft puede hacer en solitario”
, afirma Julian Lee, experto en petróleo a Bloomberg.

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Todo esto conlleva que el gigante petrolero Exxon desee el levantamiento inmediato de todas las sanciones occidentales contra Moscú:

“Hay mucho en juego para Exxon, cuyos 408 mil millones de dólares de valoración de mercado lo convierten en el mayor productor mundial de energía. Para Exxon, Rusia representa el segundo territorio de exploración de todo el mundo. La compañía con sede en Irving, Texas, posee los derechos de perforación de 46000 km2 en Rusia, sólo eclipsado por los 61000 kilómetros cuadrados en Estados Unidos”

Este descubrimiento pues, puede provocar grandes cambios a nivel de política internacional, con hondas implicaciones de cara al futuro.
Por un lado, abre, ya de forma definitiva, la carrera mundial por la plena explotación de los recursos del ártico.
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Y eso puede derivar en un ahondamiento del conflicto entre Rusia y EEUU (más Canadá), ahora por la explotación directa de tan vastas riquezas. Quizás este gran hallazgo signifique  el detonante que acelere los preparativos para una posible gran guerra en el futuro entre las dos superpotencias.
Sin embargo, también podría tener el efecto opuesto: debemos preguntarnos si ante el hallazgo, Exxon, una empresa con enorme poder e influencia, no empezará a presionar a la casa blanca para que termine de una vez por todas con la política de enfrentamiento con Rusia, a la vista del enorme nivel de negocio disponible.
Es una autentica incógnita.
En cualquier caso, habrá un tercer país que probablemente esbozará una gran sonrisa en su rostro: China, pues en última instancia, Rusia deberá tener a alguien a quien vender ese petróleo y ese alguien, muy probablemente será el gigante asiático.
Sea como sea, el imperio americano se tambalea más que nunca y el descubrimiento del Mar de Kara puede ser el tiro de gracia…



 

Toscas palabras




Gabriel -Saracho- Carbajales, 

Montevideo / 29 de setiembre de 2014 / Primavera de la Dignidad..
Toscas palabras en vísperas de un octubre 
que no será como los de antes


Estas líneas toscas, caprichosas, algo embroncadas, disparadas a primera sangre en la media tarde de una jornada de primavera luminosa como las de antes, han surgido de una asociación libre de ideas locamente motivadas, estoy seguro, por lo que mis oídos habían escuchado a primeras horas de la mañana en una emisora capitalina (y que me quedó dando vueltas en la cabeza) y, luego, pasado el mediodía, por una vivencia fortísima que no estuvo prevista en mi poco planificada y ya sexagenaria agenda vital.

Durante un par de horas (y altero el orden cronológico) anduve para arriba y para abajo, al rayo del sol, solo conmigo mismo y mis intermitentes cavilaciones de viejo filosofón, recorriendo los senderos burocráticos de la periferia de un Cementerio del Norte en el que también hay diferencias sociales y una callada lucha de clases entre los que vamos a jeder a los tubulares marginales y los que tienen la suerte (es un decir, por cierto) de pasar a “mejor vida” ocupando esos suntuosos panteones marmóreos que salen más caros que una vivienda decorosa para vivir una familia de trabajadores honrados.

Tenía la “misión”, encomendada razonablemente por la familia (más propensa que yo a la lógica angustia que provoca esta ingrata circunstancia), de hacerme cargo de rescatar de la “reducción” los restos de mi vieja, Obdulia, fallecida el 24 de Agosto de 2912, con 93 años de los que los diez últimos habían sido un mero respirar entre confusiones, alucinaciones y pérdida total de reflejos y capacidad racional, extremos que, sabiamente, los antiguos esquimales evitaban a sus seres queridos, llevándoles en esas condiciones a morir en los confines más lejanos del territorio gélido del Ártico.

Como ocurre en el cine (que es recreación de la realidad), cuando iba hacia lo que llaman “urnario” cargando una cajita de plástico llena de los huesos todavía pesados que habían sostenido la humanidad de mi madre (aun no trocados “en otro estado de la materia”), viví necesariamente una sucesión de reflexiones y sensaciones muy especiales, “ilustradas” por imágenes muy lejanas y como en sepia, de Obdulia y su manera de ser, que aparecían como un documental, y ahí descubrí que había una que estaba como congelada, entera, en mi memoria sensitiva, desde mis doce años, en 1962, y que, creo, “volvió al presente” estimulada por lo que me había dejado impactado escuchando la radio unas horas antes en este enésimo y aburrido torneo “democrático” de la “República Oriental del Uruguay”:

Obdulia le decía a mi viejo: “Gabriel, son todos iguales; nunca harán nada por los pobres, ni siquiera los que vienen de una familia humilde... Convencete”. “Eso decís vos, que ya no creés en nadie”, respondía el viejo, ya desocupado crónico y eterno votante del Partido Socialista, a diferencia de ella, ama de casa y “eterna” votante de un batllismo ya muerto, al que dejó de votar en 1958 para tentar suerte con los blancos del campechano “Chicotazo” (ex colorado riverista y gorila) y compañía.

Su sentencia respecto a las chances que suponía para el pueblo trabajador meterse en los “intersticios” dejados por el sistema, era categórica, y, consecuentemente, en 1962 no le “prestó” el voto a nadie, agitando su conclusión entre toda la familia y todas las vecinas del barrio, pese a su menos diez en materia de “educación” política.

“Nos viven jodiendo los colorados y los blancos; tanto da que gane el que sea. Esto está podrido de arriba a abajo. Son todos iguales...”, Declaraba sin pelos en la lengua y sin importarle demasiado que se le tildara de “antidemocrática” por vía del desengaño o el descontento.

La “psicología política”, si es que se existe, se encargará de determinar cuánta influencia tuvo este proceso político de una mujer sencilla y semi-analfabeta, en la vida de sus hijos. Pero lo que sí es cierto es que su prédica no dejó en ninguno de ellos la idea de que no había nada que hacerle y que debíamos resignarnos al consuelo de intentar “cambiar todo” ilusamente cada cuatro o cinco años, yendo religiosa y eternamente a cumplir con nuestro “deber ciudadano” de seguir consagrando la opresión y la explotación como forma natural e inmodificable de vida.

Por eso es que, mientras deambulaba entre altísimos árboles del “camposanto”, medio afiebrado y conmovido por vivencias ancestrales casi que de los tiempos del taparrabos y las cavernas, no pude disociar aquellas imágenes de una ignorante mujer de barrio lanzando tempraneras diatribas contra esto que llamamos “democracia burguesa”, de estos tiempos en los que, esta mañana, una emisora de radio permitió a una ilustrada personalidad de la política oriental, emitir el juicio fundamentalista de que son “agentes del imperialismo” los anónimos militantes que han estado empapelando la ciudad en los últimos días con artesanales y sugerentes pegatinas que dicen, nomás, “No Voto”, junto a la querida y todavía desafiante imagen de un Ernesto “Ché” Guevara joven, combativo e inmortalmente revolucionario.

Valgan, pues, estos párrafos como merecidísimo reconocimiento hacia alguien que no pudo o no supo leer ni a Lenin ni a Bakunin, pero que predicó con el ejemplo de la sencillez y el convencimiento de los que van aprendiendo que la vida es lucha...

Y valgan, también, como expresión de severo rechazo a una metodología que mi vieja, si hubiese tenido “educación política”, habría diagnosticado como síndrome de la enfermedad senil del democratismo “de izquierda”, sectario, pedante y divisionista...

Gabriel -Saracho- Carbajales, Montevideo / 29 de setiembre de 2014 / Primavera de la Dignidad..




Conflictividad en ALUR y UPM bloqueados

Cuando la clase trabajadora esá sostenida en sus demandas y logros por la generosidad de sus fuerzas sindicales, tiene asegurada un gran porvenir. Un eterno abrazo a los compañeros sindicalistas, capaces confrontar con una valentía que no mostró casi ningún dirigente frenteamplista, con los representantes de los partidos de derecha. Si el F.A llega finalmente al triunfo, buena parte de ese resultado será a partir de las confrontación dada por las fuerzas sindicales quienes, sin temor y con argumentos, cuestionaron posicionamientos políticos casi bárbaros, a la vez que priorizaron la consolidación de la clase trabajadora. 
!VIVA EL SINDICALISMO URUGUAYO! 


lun sep 29 2014
Hoy la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) cortó el ingreso de la puerta principal de la planta de Alcoholes del Uruguay (ALUR) en Bella Unión y de tarde prevén cortar la entrada y salida de camiones de alcohol y el fuel oil.

Los cañeros adoptaron esta medida porque aseguran que la caña está muy enredada en varias zonas de las 2.000 hectáreas que restan por cosechar, en poco más de un mes que falta para terminar la zafra, y esto hace que no puedan llegar a cortar más de una tonelada de caña por la que cobran $ 245. Lo que la UTAA solicita es que ALUR abra el camino con máquinas para facilitar la tarea de los cañeros para que de esa manera puedan llegar a cortar más toneladas de caña para poder ganar más.

"Hay compañeros que en un día pueden llegar a sacar dos toneladas, en una caña más fácil, que no esté enredada, podés sacar tres o cuatro toneladas, la enredada dificulta de manera que a veces no se saque en el día ni una tonelada y media", explicó a El País Jorge Rodas, secretario general de la UTAA.

"Quedan unas 2.000 hectáreas para cortar en las cuales 90.000 toneladas de caña las tienen que cortar los trabajadores y lo que estamos viendo que en esa caña enredada a los compañeros se les hace muy difícil hacer un jornal en un día porque para abrir una lucha (surcos) le lleva todo un día. Cuando la caña está muy enredada en lugar de hacer cinco surcos hace dos", agregó Rodas.

El sindicato le pide a ALUR que "al menos en algunas zonas donde la caña está enredada se vea la posibilidad de que la máquina saque la caña y que el cortador corte en el surco entonces ahí el compañero avanzaría mucho mejor entonces le facilitaría y le agilizaría la manera de trabajar. No hubo respuesta. Entonces el que siempre pierde es el trabajador. Los trabajadores reciben un adelanto por semana y en este último tiempo hay un gran número de compañeros que se llevan por semana $ 1.000 o $ 1.500 lo que es totalmente insuficiente", indicó Rodas.

​ El secretario general de la UTAA dijo que son unos 2.000 cañeros y que seguirán en "esta posición hasta que podamos solucionar la situación".




JUAN PABLO CORREA   mar sep 30 
El conflicto ha llevado a que haya 400 camiones parados y cargados con madera en las bases de las distintas empresas, lo que les genera una pérdida diaria de miles de dólares, dijo a El País Fernando Blanco, presidente de la Asociación de Transporte y Carga Forestal.
Habitualmente ingresan por día a la planta de UPM unos 500 camiones.
Las empresas habían propuesto el viernes pasado un sistema de trabajo que implicaba que los choferes trabajasen en parejas y permanecieran fuera de su lugar de residencia ocho días por mes, que podían fraccionarse en dos grupos de cuatro. Los trabajadores se hospedarían en Paso de los Toros.
Blanco explicó que la propuesta tiene que ver en buena medida con el mal estado de la infraestructura que obliga a que en zonas del departamento de Tacuarembó los camiones no puedan superar los 15 kilómetros por hora de velocidad. Esto ocurre, por ejemplo, debido al mal estado de las rutas 20 y 59, en las cercanías del paraje Zamora, en el centro de Tacuarembó donde hay grandes bosques de eucaliptus, explicó Blanco. La situación vial en esa zona es "calamitosa", dijo el empresario. Según Blanco, una velocidad razonable promedio sería 60 kilómetros por hora.
La empresa y el sindicato negociaron ayer y acordaron un cuarto intermedio hasta hoy. De todas formas, el Sindicato Único del Transporte de Carga y Ramas Afines (Sutcra) planteó alternativas porque entiende que hay rutas en mejores condiciones que se podrían utilizar. Muchos de los choferes viven en Fray Bentos y consideran que la propuesta de las empresas equivale a mudarse de domicilio. Consideran innecesario tener que realizar un cambio así por tener que hacer un viaje de 700 kilómetros..
Blanco, sin embargo, entiende que la propuesta apunta a garantizar la seguridad de los trabajadores y en ningún caso supone que conduzcan más de 15 días al mes. El empresario destacó que la remuneración mensual de los trabajadores oscila entre $ 40.000 y $ 50.000 y que en el sector se paga productividad. Las empresas, señaló, se vieron sorprendidas por las medidas sindicales que se adoptaron cuando había una negociación en curso. Un comunicado de la asociación de los transportistas señala que "las características del transporte, la ubicación de los montes, las condiciones de la infraestructura vial, las procedencias de nuestros choferes, las condiciones climáticas y las necesidades de productividad, implican que la planificación sea extremadamente dificultosa para satisfacer las necesidades de todas las partes y mantener la sustentabilidad del sector".
UPM sigue con preocupación la situación. Matías Martínez, su gerente de comunicación, dijo a El País que "UPM está a la espera de una pronta solución en los ámbitos correspondientes de acuerdo con el marco normativo vigente ya que la empresa tiene compromisos asumidos de exportación de celulosa".
La empresa fabricante de celulosa radicó una denuncia penal la semana pasada en el departamento de Río Negro por este tema. El gerente de Logística de UPM, Mauro Real de Azúa, dijo que "vemos con profunda preocupación la medida de un grupo de choferes que impide desde el pasado martes el ingreso de materia prima a la planta; UPM se ve perjudicada y es rehén de una negociación entre terceros, en este caso algunos representantes de Sutcra y la patronal de transporte de carga", indicó. "La denuncia se radicó aportando pruebas notariales constatando que había choferes que querían ingresar a la planta con madera y un pequeño grupo no les permitió el acceso", señaló Real de Azúa. El conflicto "hace peligrar la normal producción de celulosa y configura una pésima imagen para nuestro país", consideró.
Por su parte, el director de Trabajo, Luis Romero, dijo a El País que tiene "la cuasi certeza" de que se llegará a un acuerdo entre las partes cuando el sindicato responda hoy los planteos de las empresas transportistas. "Tenemos un convenio vigente y consideramos importante que las partes continúen conversando hasta último momento sin tomar medidas", sostuvo Romero. "Hay algunos problemas derivados de las horas de manejo y de que hay carreteras que no están en condiciones para que se vaya sobre ellas como en un avión", admitió.


Escuche el informe de Radio Rincon de Rio Negro.

(Fray Bentos/ Monte Carlo)

mié oct 1 2014
Los trabajadores quieren que ALUR utilice maquinaria para despejar el acceso a una zona de cañaverales a la que resulta difícil llegar porque, si no lo logran, se reducen los volúmenes de caña que cortan y, por lo tanto, los ingresos que obtienen.
Dos negociadoras del ministerio volarán hoy a Bella Unión para que comiencen las tratativas. Luis Romero, director de Trabajo, dijo a El País que intervino la Justicia y nos preguntó si se iba a negociar y le dijimos que sí y los trabajadores se comprometieron a levantar la ocupación, agregó. En el corte de la caña de azúcar trabajan 2.000 personas.
Está previsto en el convenio laboral de los cañeros que gradualmente se incremente el uso de maquinaria para el corte. Los trabajadores recibirán capacitación para la realización de otras tareas y para plantar maíz dulce y sorgo, usados como materia prima para los biocombustibles de Alur.





Tacuarembó se moviliza en defensa de la fuente trabajo


Enviado por la Secretaría de Prensa y Propaganda del SOIMA-Urupanel.


 Cientos de personas han marchado por el centro de la ciudad reclamando la reapertura de la empresa maderera Urupanel.

Tacuarembó, lunes 29 de septiembre de 2014. – Cientos de personas se han movilizado por las calles del centro de la ciudad de Tacuarembó en defensa de las fuentes laborales y por la reapertura de la empresa maderera Urupanel, cuando se cumplen dos meses del cierre de la misma y diez años de su instalación en la región.

Convocados por el Sindicato Obrero de la Industria de la Madera y Anexos (SOIMA), el PIT-CNT, la Comisión Social de Integración y el Foro de la Madera, centenares de tacuaremboenses caminaron en reclamo de una pronta solución que permita volver a reabrir una importante fuente de trabajo que ocupa a más de 460 trabajadores en forma directa, y unos 300 en forma indirecta.

Diversas autoridades departamentales y nacionales, así como referentes de sindicatos, movimientos sociales y religiosos, ha marchado juntos a los obreros afectados por el cierre de la planta industrial.

Al culminar la manifestación, el Obispo de la Diócesis Tacuarembó-Rivera, Monseñor Julio Cèsar Bonino, abrió la oratoria haciendo un repaso por los 10 años de trayectoria de la empresa y los devenires de la misma en estos últimos años; Mons. Bonino destacó la actuación del sindicato, indicando que “el SOIMA ha tenido y tiene un esforzado protagonismo en la defensa de los intereses vitales de sus compañeros y obreros”, añadiendo que “ellos han sido capaces de congregarse y congregar, para en primer lugar custodiar la infraestructura de la fábrica, y luego, a los largo de todos estos largos días, buscar caminos de solución” señaló. El Obispo destacó la madurez de la sociedad tacuaremboense que ha hecho una alto en la contienda electoral y han aparcado sus intereses políticos partidarios y han hecho causa común junto a los trabajadores y sus familias que hoy día se ven afectados por el cese de las actividades productivas de la fábrica.


Por su parte, el ex Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ing. Andrés Berterreche, trasladó a los trabajadores un saludo del Presidente de la República, José Mujica, recalcando el compromiso personal del primer mandatario en que Urupanel vuelva a funcionar nuevamente. Berterreche alentó la lucha del sindicato y de la sociedad local en aras de encontrar una salida favorable para los obreros, indicando que “la lucha de los trabajadores de Urupanel es algo sentido por todo el pueblo, y hay que aprovechar estas instancias en donde las metas son comunes, donde la construcción son más importantes que las diferencias”.


Marcha por la reapertura de Urupanel, Mons. Julio César Bonino. .

Entrevista a trabajadores de URUPANEL .


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El libro amarillo

El Libro Amarillo es el informe elaborado por el Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada (EMCFA), el ente élite operativo del ejército, cuyas iniciales se ven claramente inscritas en cada una de las 270 páginas del documento y que confirmaría su carácter oficial. Este documento confidencial del ejército salvadoreño de la década de los 80 podría ser el eslabón perdido que confirma el involucramiento de las fuerzas armadas en actividades de escuadrones de la muerte, como torturas y desapariciones forzadas durante la guerra civil.



Enviado por Jorge Zabalza
Publican Libro Amarillo con nombres de perseguidos en El Salvador en la década del 80
Un documento de la década de 1980 de los archivos del servicio de inteligencia militar de El Salvador identifica a casi dos mil ciudadanos salvadoreños considerados “terroristas delincuentes” por la Fuerza Armada. Entre ellos se encuentra el actual Presidente y ex líder guerrillero, Salvador Sánchez Cerén.
Otras personas mencionadas en la lista son defensores de derechos humanos, líderes sindicales y figuras políticas. Muchos sufrieron detenciones ilegales, tortura, ejecución extrajudicial, desaparición forzada y otras violaciones de los derechos humanos.
El informe, llamado Libro amarillo, es el primer documento militar confidencial salvadoreño en hacerse público; además, es la única prueba proveniente de los propios archivos del Ejército salvadoreño sobre los métodos de vigilancia utilizados por las fuerzas de seguridad y dirigidos a ciudadanos salvadoreños durante la guerra civil que duró 12 años.
Ahora el Libro amarillo ha sido publicado en Internet, junto con un análisis del mismo y documentos estadounidenses relacionados, a los cuales se les ha levantado el secreto oficial que los regía; esto se ha logrado mediante la colaboración entre el National Security Archive (Archivo de Seguridad Nacional), el University of Washington Center for Human Rights (Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington, UWCHR) y el Human Rights Data Analysis Group (Grupo de Análisis de Datos de Derechos Humanos).
Según la introducción, el Libro amarillo, fechado en julio de 1987, fue recopilado por el Departamento de Inteligencia (C-II) del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada Salvadoreña (EMCFA).
Consiste en una lista sistemática con 1.915 registros, 1.857 sobre personas identificadas por nombre, con sus correspondientes fotografías y su supuesta conexión con organizaciones sospechosas, como sindicatos, partidos políticos y grupos rebeldes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).
Una nota escrita a mano en su portada indica que el informe tenía el fin de ayudar a las fuerzas de seguridad a identificar a la oposición. “Que lo usen” dice la nota, y añade: “Sacar fotocopias de las fotografías y ponerlo en boletinero para que conozcan a sus enemigos”.
Si bien el análisis del Libro amarillo continúa efectuándose, las investigaciones preliminares dejan claro que algunas de las personas mencionadas en sus listas fueron muertas o desaparecidas y nunca más vistas; otras fueron capturadas, torturadas y más tarde puestas en libertad.
Bajo la dirección de Patrick Ball, Director Ejecutivo del Grupo de Análisis de Datos de Derechos Humanos, investigadores cruzaron los nombres listados en el Libro amarillo con cuatro bases de datos históricos de reportes de violaciones de derechos humanos recogidos durante el periodo 1980-1992.
Este proceso halló 273 de los nombres del Libro amarillo, equivalente a 15%, emparejados con reportes de muertes o ejecuciones extraudiciales; 233 o 13% emparejados con reportes de desaparición forzada; 274 o 15% emparejados con reportes de tortura; y 538 o 29% con reportes de detenciones o arrestos. Un total de aproximadamente el 43% de los nombres incluidos dentro del Libro amarillo corresponden con estos bases de datos históricos.



El informe completo del Grupo de Análisis de Datos de Derechos Humanos está incluido con esta publicación como anexo.
Un ex militar estadounidense que sirvió en El Salvador durante la década de 1980, que pidió no ser nombrado, ha declarado que el Libro amarillo parece ser un auténtico producto de la inteligencia militar salvadoreña, uno de los muchos documentos de este tipo creados para rastrear y registrar supuestos peligros.
El documento original, la fotocopia de un original desconocido, fue donado a una organización de la sociedad civil salvadoreña por una persona que dijo haberlo encontrado en una casa durante una mudanza. El documento analizado aquí es una fotocopia de esta reproducción.
El documento ha circulado antes de forma privada en El Salvador, y fue descrito en reportajes de Al Jazeera y La Jornada en 2012.
Las investigaciones del UWCHR y del National Security Archive explican el Libro amarillo en relación con los servicios de inteligencia salvadoreños y sus relaciones históricas con los Estados Unidos. Un análisis detallado y una transcripción del documento en una hoja de cálculo serán de utilidad para investigadores en el futuro, así como para sobrevivientes y defensores que procuran obtener justicia por crímenes de guerra.
Entre los casos individuales analizados están los de la académica y defensora de justicia social María Teresa Saballos, desaparecida en 1979; del líder sindical Héctor Bernabé Recinos, cuya esposa e hija desaparecieron mientras él estaba detenido ilegalmente y era torturado; y el de Blanca América Recinos de Burgos, detenida y torturada en 1982 después de la detención en masa de otros miembros de la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños.
La autenticidad del documento está confirmada por su coherencia con estos casos; además, tiene características clave en común con otros documentos de inteligencia militar latinoamericanos como el infame Diario Militar de Guatemala.
La aparición del Libro amarillo representa un desafío a años de tácticas obstruccionistas por parte del ejército y las fuerzas de seguridad de El Salvador respecto a su papel en la sangrienta guerra civil que, según Naciones Unidas, dejó por lo menos 75.000 civiles muertos y aproximadamente 8.000 desaparecidos.
La negativa del gobierno salvadoreño a divulgar sus documentos oficiales fue particularmente frustrante para la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas, establecida por los acuerdos de paz en 1992.
Si bien la comisión tuvo acceso a testimonios de sobrevivientes, pruebas obtenidas de exhumaciones, informes publicados sobre derechos humanos, y miles de documentos estadounidenses a los cuales se les ha levantado el secreto oficial —que fueron facilitados por elNational Security Archive—, sus repetidas solicitudes de acceso a los archivos estatales han sido ignoradas por el gobierno salvadoreño.

La presente publicación del Libro amarillo coincide con el momento en que los salvadoreños están reevaluando la historia de violaciones de derechos humanos durante el conflicto. Organizaciones como el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA) y la Asociación Pro-Búsqueda, entre otras, han presentado decenas de denuncias penales por crímenes de lesa humanidad relativos a tortura, desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales y matanzas, y están haciendo un llamado al gobierno para que haga públicos los registros históricos de las fuerzas de seguridad para hacer una rendición de cuentas completa del pasado.
En este tenso ambiente en el que importantes organizaciones en pro de la justicia han sido clausuradas y atacadas, los defensores de derechos humanos esperan una decisión de la Corte Suprema, que está estudiando la ley de amnistía aprobada en 1993 que garantiza impunidad a los perpetradores de graves violaciones de derechos humanos. Si la ley se anula o la Corte falla que es inconstitucional, se eliminará un importante obstáculo a la justicia. Por ser un documento que registra la vigilancia y persecución de sus propios ciudadanos por parte del estado salvadoreño, el Libro amarillo puede servir como prueba en acciones jurídicas en el futuro.








Una historia sin final

Se fue tremenda compañera

  El lunes 22 de setiembre de 2014 falleció la compañera Susana Beatriz Pacifici en Montevideo, a los 61 años de edad. Susana "Huesito" Pacifici estuvo detenida desde 1974 a 1979 en el Penal de Punta de Rieles.


 Una historia sin final
por Susana Pacifici




Aquel día, cuando arrancó la camioneta militar, no sabía o no podía imaginar cuánto iba a cambiar mi vida a partir de ese momento. Lo último que pude ver antes de que me sorprendieran con “la capucha” fue a mi madre, paradita en el patio de la casa, llorando en silencio, confundida, sin comprender nada, ni siquiera por qué no le habían dejado darme un beso de despedida. Esta imagen me acompañaría durante mucho tiempo.

En el “camello” éramos varios, nunca supe cuántos, y de a ratos, aprovechando las frenadas, nos rozábamos con los pies para darnos valor y sentirnos menos solos.

El viaje debe durando una hora o menos quizá. Mi mente se empeñaba en el desorden, se atropellaban recuerdos, suposiciones,

incertidumbres, miedos. Angustia por mi compañero que iba en algún sitio del mismo vehículo. ¿Y a dónde iremos ahora, cuándo llegaremos, qué pasará? Cómo duelen las manos esposadas detrás. Y dentro de ocho días, la Navidad. Con o sin nosotros, la Navidad. En enero el casamiento y mi madre que amenazó al de bigotes si me tocaba. No estoy segura si quiero llegar pronto para terminar con las incógnitas o mejor no llegar nunca, seguir así, dando vueltas por todo Montevideo, seguir imaginando, recordando, soñando. Cuando lleguemos ya nada volverá a ser igual. Solo algunos sueños permanecerán esperando, ocultos, intactos, inviolables.

Era el 17 de diciembre de 1974. En París mataban al coronel Ramón Trabal y pocos días después cinco compañeros traídos de Argentina aparecerían muertos en los alrededores del Aeropuerto de Carrasco.


Fui una de las muchas detenidas por causa política, una más de las maltratadas y torturadas para finalmente terminar procesada y encarcelada por espacio de cuatro años y medio. Me casé en mayo de 1975 en el 5º de Artillería en una ceremonia civil que fue tan emotiva como jocosa. El día que nosotros habíamos elegido para tal acontecimiento se había postergado cuatro meses.

Llegaron los familiares más directos junto con la jueza en un auto que traía la valija ocupada de sándwiches, coca-cola, torta y agua pizza casera. El novio iba de alpargatas y a mí me habían peinado unas trencitas. Algunos de los testigos estaban presos con nosotros.

Firmamos el acta matrimonial, hubo besos, saludos, felicitaciones y mi hermana insistía en convidar con refrescos y sándwiches, cosa que no le permitieron. A nosotros, los novios, nos dieron treinta minutos de “luna de miel” encerrados en una oficina, mientras el oficial de guardia se paseaba de un lado a otro.

Cuando llegó el momento de despedirnos teníamos claro que se abría un paréntesis bastante insalvable para cualquier pareja en similar situación. El futuro se presentaba tan confuso como inexorable. Lo único cierto eran las promesas hechas de sobrevivir con dignidad y no olvidarnos la alegría.

De vuelta en las barracas del cuartel, cada uno de nosotros tuvo su propio festejo y regalitos varios que aún hoy conservamos y que muchas veces fueron curiosidades para nuestras hijas.


Trasladada meses después a la Brigada de Infantería Nº 1 compartí mi vida con una veintena de compañeras. Disfrutábamos media hora diaria de sol y aire, la lectura en grupo y los golpecitos secretos que nos comunicaban con la barraca contigua donde, junto a muchos compañeros, estaba mi flamante marido. En los vidrios pintados habíamos dibujado pequeñísimas lunas por donde vichábamos lo que sucedía en el patio de armas y allí a veces también descubríamos la figura de algún ser querido. Teníamos un baño con ducha que hacía las veces de cocina porque nos servíamos de los enchufes para calentar agua con un “sun” para el mate o el té. Fue precisamente aquí que sufrí el accidente que obligaría a transitar mi vida carcelaria por otros carriles.

Era pleno invierno. Esa mañana me había levantado indispuesta y decidí ducharme, cosa que hice sin percatarme de que alguien había puesto a calentar una gran jarra de agua. Las vibraciones del agua al hervir fueron poco a poco arrimando la jarra al borde del armario hasta que cayó sobre mi espalda. Al sentir mis gritos las compañeras corrieron a auxiliarme: me bañaron con agua helada, me llevaron a mi cama, me pusieron boca abajo. Luego supe que las quemaduras eran de segundo y tercer grado.

A pesar de esto no fui trasladada a ningún hospital, ni siquiera a una enfermería. Todos los cuidados me los prodigaron las compañeras que fueron logrando una lenta, muy lenta mejoría. Pero no fue fácil ni para mí ni para ellas. Permanecía todo el día desnuda, boca abajo, quieta, ocultando el dolor en un esfuerzo por mantener el equilibrio colectivo. Solo contábamos con el agua helada y unas gasas especiales que trajo mi familia. Las curaciones se fueron tornando cada vez más traumáticas y no pudieron impedir que algunas heridas se infectaran. El tejido muerto me lo quitaban con pinzas de cejas. La responsabilidad, el esmero y el cariño que ponían las compañeras, fueron clave para sacarme adelante.

Meses después me destinan al Penal de Punta de Rieles. Esto trajo a mi vida momentos de profunda satisfacción. Me refiero a la experiencia de compartir continuas vivencias de solidaridad y lucha. A esta altura mi estado de salud seguía declinando: me sentía un poco débil y tenía molestias, secuelas de las quemaduras. Pero al comienzo la exigencia de tener que encarar una “nueva vida” basada en parámetros diferentes, desconocidos hasta ese momento, hizo que mi estado físico saliera momentáneamente del centro. Estaba en un penal, era una presa, un uniforme gris más, para ellos un número. Un número sin historia y en lo posible sin futuro. Había que tenerlo claro desde el principio: era una guerra sin tregua, ellos por destruirnos, nosotras por sobrevivir y preservar aquello que nos había llevado hasta allí.

Los días empezaron a transcurrir un poco más organizados y productivos. Teníamos que cumplir con distintos trabajos: huerta, cocina, limpieza, etcétera. Por otro lado y en un plano diferente, estaban las actividades que nosotras mismas nos fijábamos: charlas, lecturas, estudio, manualidades, deporte. Además las visitas, las cartas a la familia y a los compañeros, los festejos de los cumpleaños, todo un esfuerzo especial para guardar en cajita de cristal ese mundo afectivo del cual querían despojarnos. Con todo esto me sentía espiritualmente reconfortada, pero físicamente iba cada vez peor: me mareaba mucho, me dolía la espalda me molestaban las cicatrices de las quemaduras y cada día me sentía más débil.

Luego de varias semanas de insistencia había conseguido que el médico del Penal, doctor Marabotto, me mandara a hacer análisis. “El Cuervo”, como le decíamos nosotras, igualmente tomaba las cosas sin adjudicarle demasiada importancia. Un día decía que sí, que era necesario hacerme atender con un especialista, y otro día que no, que aparentemente todo iba bien.- Incluso en una oportunidad me había firmado el pase a un cirujano y me avisaron que en dos días iba para el Hospital, pero se les “traspapeló” la orden de salida y yo me quedé viendo cómo el vehículo que trasladaba a otras compañeras al Hospital, se marchaba sin mí. Por lo menos tendría una semana más de espera.

A los quince días me llevan por fin, pero solo fue un paseíto, nunca supe si porque no estaba el especialista o no pudo o no quiso atenderme. Volví a l Penal cansada y llena de broncas por el manoseo del que estaba siendo objeto. Era evidente que había una especia de forcejeo con mi salud, un intento de quebrar, de amedrentar o de utilizarme como castigo ejemplarizante -cosa que hicieron con muchas compañeras enfermas. Era como decir: no sos nadie, no contás, mandamos nosotros y si queremos te morís uno de estos días.

Entre idas y venidas, al cabo de algunos días más, me decidí a hacer una solicitud por escrito dirigida al entonces Director del Penal, coronel Barrabino, tristemente famoso por la saña con que llevaba adelante “su disciplina carcelaria”. En la carta pedía la atención médica adecuada que hasta el momento me había sido negada.

No recibí ningún tipo de contestación, como si la solicitud nunca hubiera sido hecha. Sin embargo, al tiempo, una mañana me llamaron para que me aprontara. Tendría una consulta con un cirujano. A esta altura corrían los primeros meses del 76. La entrevista se desarrolló en un clima bastante más parecido a lo usual entre un médico y un paciente. El, doctor en cuestión se mostró amable e incluso tuvo un entredicho con la custodia (policía militar femenina) que dijo tener orden de permanecer en el consultorio mientras durara el examen. El diagnóstico fue casi inmediato: era necesario operar cuanto antes. Se podía apreciar lesiones de pielque por su aspecto daban la pauta de haberse transformado en algo serio.

Una mezcla de sensaciones extrañas me invadió de pronto. Sentí miedo. Me encontraba sola en el umbral de algo que intuía iba a exigirme mucha fortaleza. Tenía a mi favor la buena disposición del especialista que me iba a operar que, desde el primer momento, parecía ser más médico que militar. Quise interpretar esto como una señal afortunada en medio de tanta intención destructiva.

Se coordinó para la operación para la mañana del 26 de mayo. Días antes fui internada para la realización de los análisis previos. Estaba alojada en una celda que oficiaba de sala de hospital donde además había varias compañeras, algunas en estado delicado y otras viviendo sus últimos días. Allí adentro era yo la que estaba menos enferma. A la entrada de la sala-celda había siempre un custodia armado y la puerta se cerraba por fueras con alguna especie de tranca. No podía dar más detalles porque al salir de allí automáticamente nos vendaban y esposaban. Así concurría a los diferentes consultorios donde se practicaban los exámenes. Así subía y bajaba escaleras, recorría pasillos, entraba y salía de los laboratorios, tropezando todo el tiempo. Muchas veces me pregunté qué pensaría, qué sentiría la gente común que se cruzaba con nosotras, qué impresión les dejaría aquella visión e los pasillos de un centro de salud.

Desde que me encontraba en el hospital, mi familia no había conseguido verme y tampoco tenía mucha información de lo que estaba pasando. A través de la intervención de mi abogado defensor lograron saber al menos que iban a operarme. Todo parecía indicar, les dijeron, que sufría de un tumor de piel, posiblemente maligno. El único contacto era el que se realizaba a través del intercambio de ropa sucia por limpia. Esto me mortificaba mucho. No tenía posibilidad de infundirle ánimo a mi madre, ya entrada en años, cuyo único consuelo era perfumarme la ropa que me enviaba en un porfiado intento de estar a mi lado.

Sin embargo, no todo estaba bajo control en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas. Hubo alguien de allí dentro que al enterarse de que me operaban, y tratándose de una intervención delicada, se comunicó con mi familia y los puso al tanto hasta del día y la hora. Con mucha preocupación y no menos urgencia se apersonaron mi hermana y mi madre para intentar verme aunque fuese unos minutos antes de irme al quirófano. No pudo ser, no lo permitieron. Aunque, en un acto de extrema amabilidad, asintieron a que una de las dos se sentara a esperar en el banco de un corredor.

Fue allí, precisamente aquella mañana del 26 de mayo, cuando mi hermana vio aparecer rumbo al block quirúrgico algo parecido a un pequeño cortejo. Lo encabezaba un custodia armado que, muy ceremonioso, abría paso a la camilla. Atrás, algo más distendidas, iban la policía femenina con su correspondiente tolete, la enfermera con algunos papeles en la mano, y el camillero, muy joven, que miraba a todos lados como avergonzado de estar allí. Mi hermana algo adivinó y acercándose lo más posible comprobó que quién iba en la camilla era yo. Era su hermana que estaba siendo conducida a una operación. Así, de ese modo, esposada y con una venda negra en los ojos. Algunos años después yo le conté que también llevaba atados los pies.

Sentí que gritaban mi nombre en un grito que además era bronca e impotencia. Fue como un disparo de ánimo. Imaginé a mi madre, al resto de mi familia, a mi compañero, a mis amigos. Alguien estaba allí para traer a mi memoria ese mundo prohibido para mí desde hacía tantos meses. Me decían que no estaba sola, que debía ser fuerte, que me esperaban, que resistiera, ganara la partida y viviera.

En realidad, yo no pensaba, no pensé nunca en la posibilidad de morir. Con veintidós años me resistía a pensar con pesimismo mi futuro. Sabía que la prisión era un hecho transitorio y que en pocos años más podría estar libre a la búsqueda de los sueños postergados. Traté siempre de restarle tremendismo a mi situación y aunque el miedo por momentos me buscaba, aposté siempre a la vida.

Momentos antes de entrar al quirófano me sacaron las esposas y la venda, los recuerdos y las reflexiones me abandonaron, sentí un gran desasosiego. Más que un lugar donde debían sanarme, aquello parecía destinado a algo diferente. Era la primera vez que me operaban y ni siquiera sabía el nombre completo de quien lo iba a hacer. La voz del cirujano que se acercó a mí, hablándome calmo, me infundió un poco de confianza. Tal vez intuyendo mis miedos me recalcó que allí estaba bajo su responsabilidad y que su misión era hacer todo lo necesario para curarme. La operación duraría un par de horas y después retornaría a la sal junto a mis compañeras. Ya comenzaba el anestesista a trabajar conmigo y todo empezó a darme vueltas. Antes de quedar dormida alcancé a ver, por encima de mí, a la altura del techo, unas vitrinas cerradas por las que asomaban varias personas.

Cuando desperté, horas después, me sentía horrible. Todavía atontada no me daba cuenta de dónde estaba. Las compañeras de sala hablaban conmigo desde sus camas dándome todo tipo de recomendaciones. Debía permanecer dos o tres días boca abajo y sin moverme. Me habían hecho injertos con tejido extraídos de mi pierna derecha. Esto dolía infinitamente más que la propia operación.

Fueron días de verdadero calvario. Apenas me alimentaba por la incomodidad de mi posición y porque comenzaba el estómago a resentirse a causa de unos calmantes muy fuertes, muy usados con los presos políticos en el Hospital Militar. Después supe que eran un derivado de la morfina, así que decidí evitarlos.

El médico venía todos los días a verme pero no se mostraba muy conforme. Los injertos no prendían, la herida no cicatrizaba. Mi estado general era sencillamente desastroso. Decidieron hacer una transfusión de sangre para intentar combatir la anemia. El médico dejó la orden y se fue. La enfermera regresó al poco rato con un frasco de sangre que conectó a mi brazo izquierdo. A esta altura ya me movía libremente y caminaba hasta el baño. Habían pasado ocho días.

La transfusión, lejos de ser un apoyo a mi recuperación, terminó menoscabando aún más mi salud. A poco de comenzar a recibir la sangre desarrollé una reacción alérgica. Rápidamente mi cara, mi cuello, mi cuerpo todo, se cubrió de un sarpullido que producía una picazón irresistible. No sé de dónde saqué fuerzas pero, incorporándome, me retiré la aguja y grité llamando a la enfermera. Las compañeras de sala, las que podían levantarse, golpeaban la puerta para que el guardia avisara que algo sucedía. Me sentía asfixiada, mi cuerpo parecía prenderse fuego. Llegaron una enfermera y alguien más que debía ser el médico de guardia gritándome por haberme quitado la aguja. Me examinaron y me inyectaron un antialérgico. Por fortuna reaccioné de inmediato y en pocos minutos me sentí más aliviada.

Todo volvía a la normalidad salvo la taquicardia que persistió varios días más. Al otro día, con la supervisión del médico, que venía a cada rato, se hizo una nueva transfusión, esta vez con éxito. Nunca me dieron una explicación concreta de lo que había sucedido. Una severa reacción alérgica, fue todo lo que me dijeron. Yo no soy alérgica, nunca lo fui.

De a poquito iba sintiéndome más fuerte pero cuando se concretaban las dos semanas me informaron que era necesaria una segunda operación. Algunos injertos se habían desprendido y además la anatomía patológica confirmaba el tumor maligno.

Sentí que el suelo se abría debajo de mí y que caía en una especie der abismo. Aquello parecía no tener final. Volví a pensar en mi madre que no veía desde hacía semanas así que escribirle una carta a ella y otra a mi compañero fue la tarea que me devolvió a tierra firme. No podía plantearme ninguna tregua: estaba peleando a dos frentes: la enfermedad y la cárcel.


Tiempo después me daban el alta. Estaba ansiosa por regresar al Penal aunque parezca un contrasentido. Tenía ganas de estar con las compañeras, ver a mi familia.

La segunda operación había sido algo más profunda y esta vez me extrajeron dela pierna izquierda para los nuevos injertos. La recuperación había sido rápida y los dolores lentamente se iban atenuando. Cada pocos meses me hacían un control.

Comencé una etapa nueva donde tenía que lograr el equilibrio justo entre no excederme físicamente y no sentirme una incapacitada. La operación había sido grande y en mi espalda, exactamente debajo del cuello, había quedado un hueco en el que entraba un puño. Parte importante del músculo trapecio había sido mutilado y eso me condicionaba el movimiento normal de ambos brazos.

Al principio me eximieron de trabajos pesados, pero antes de que estuviera pronta para realizarlas fui incorporada a las tareas de huerta y otras de cocina y limpieza. Esto me acarreaba un gran cansancio y fuertes dolores, pero me esforzaba. No quería ser objeto de ningún tipo de consideraciones especiales. Estas tenían en ocasiones un precio muy alto.

Formaba parte de un todo y quería correré la misma suerte que el grupo de compañeras. Me sentía bien en esta convivencia, en este caminar de muchas. Quería estar presente en ese empeño colectivo. Aun enfrentado una situación límite madurábamos, avanzábamos, moldeábamos un mundo rico en valores morales y humanos que en lo personal me hicieron crecer.

El 19 de julio de 1979 recuperé la libertad, el mismo día que en Nicaragua caía Somoza. Participar de tal acontecimiento le dio a mi liberación un tópico más hermoso. No obstante, la felicidad de verme de nuevo en la calle estuvo empañada por la tristeza que me causaba separarme de gente que quería entrañablemente, compañeras ejemplares con las que, sin duda, había compartido la etapa más importante de mi vida. Una etapa que grabó enseñanzas que aún hoy continúan siendo un referente de vida. De nuevo en la calle, el gris había quedado atrás pero, de a ratos, alguna de aquellas experiencias ocupaba mi mente como relámpagos indicando el camino.

Y era el reconocer a la gente, el redescubrir, el readaptarse a la vida, el mirar el futuro, un futuro tan especial para mí. Mi compañero seguía preso y yo no podía olvidar que había sido víctima de una enfermedad ladina. Hasta ahora le iba “garroneando” años de vida. Buenos años, fecundos a pesar de todo. Pero ¿hasta cuándo? ¿Y si se le ocurría dar otro zarpazo? Estaba obligada a convivir con esta duda, con esa posibilidad.

Trataba de encauzar mi vida de la manera más normal posible. Retomé las relaciones de familia, comencé a plantearme algún trabajo, pero el esfuerzo mayor lo volcaba en la relación con mi compañero, que concentraba cada quince días en treinta minutos de visita y dos carillas censuradas. Sin embargo, en esto no había misterios, el tiempo parecía no haber pasado lo esencial de nuestros sentimientos permanecía intacto. Cada encuentro resultaba una gran felicidad a fuerza de años contenidos.

Aún faltaba bastante para que la dictadura cayera derrotada. Persistía en sus intentos devastadores y cada vez que se presentaba la oportunidad, golpeaban. Como toda ex presa, debía presentarme semanalmente en una unidad militar. La semana que coincidía con la visita al Penal de Libertad era particularmente difícil. Me hacían esperar largas horas para entregarme la autorización de ingreso al Penal, no sin antes someterme a algún tipo de interrogatorio sobre mi vida o sobre la visita con mi compañero. No pocas veces la conversación derivaba en sutilezas que eran una forma de amenaza.

Así una y otra vez fueron consiguiendo que yo entrara en un “stress” no recomendable para nadie y mucho menos para mí. Todo hacía pensar en la posibilidad de una nueva detención. De manera que tomé una mochila, guardé en ella algunos afectos, las lágrimas de mi madre y la confianza de mi compañero y marché al exilio. Un destierro casi voluntario que duraría cinco largos años y que otra vez me separó de mi mundo, de mi pueblo.

Ya desde niña distintas circunstancias de la vida habían jugado siempre en contra, alejándome, privándome de mis afectos más inmediatos. Ahora, tomaba esta nueva etapa con la esperanza y anhelo de que en algún recodo del camino me estuviera esperando la vida en familia.

Desde que me instalé en Suecia, cada tanto, me seguía haciendo chequeos. Así tomé contacto con un equipo de médicos de ese país que se interesaron por mi problema y se ocuparon de estudios más complejos. Estos, teniendo en cuenta el diagnóstico del Hospital Militar, me demostraron que yo estaba en muy buenas condiciones.

Los suecos opinaban que había muchas posibilidades de un diagnóstico equivocado. Y si esto no era así ¿por qué no se me habían hecho tratamientos posteriores que aseguraran un poco más mi curación (quimioterapia o radioterapia)? Me debatía entre dudas, miedos y broncas. Tuve que optar por un pensamiento consistente que me permitiera vivir en equilibrio. Lo importante era que estaba bien. El servicio de salud de Suecia afirmaba que estaba sana y lo demás no estaba mi alcance averiguarlo. Firme en ese pensamiento, los cinco años los viví con una intensa actividad que me ligó a la lucha contra la dictadura en mi país.



No sabía que quince años después aquellas dudas, aquellos miedos y aquellas broncas iban a reaparecer una vez más. Sucedió hace pocas semanas.

La funcionaria que me estaba atendiendo se ausentó de la oficina en busca de alguna respuesta a mi pedido. Mientras esperaba, no pude evitar sonreírme recordando la cara de asombro de ella y el diálogo casi ridículo.

-Vengo a retirar una historia clínica del año 1976.

-¿Hizo la solicitud?

-Sí, aquí está.

-¿Cuál es el número de la historia?

-No lo sé.

-¿Qué número de socia tiene?

-No soy socia.

-¿Carnet de asistencia en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas?

-No tengo.

-¿Número de registro?

-Tampoco tengo.

-Deme su nombre. ¿Fue un accidente?

-No. Siendo presa política me operaron aquí dos veces ese año.

Hubo un silencio sepulcral y enseguida, reaccionando, dijo:

-Le ruego que me espere. Necesito consultar a mi superior.

Fue allí que vinieron a mi mente esos últimos quince años. Un cúmulo de acontecimientos vitales que forcejeaban unos con otros por aparecer en primer plano. La amnistía, mis últimos días de exilio, los primeros pasos en libertad de mi compañero. El reencuentro, el amor. El estrenar la vida de a dos, obstinadamente juntos. Los hijos, que no fueron cinco como nos prometíamos en aquellas cartas ahora ya amarillas, sino dos. Dos niñas soles que todo lo revolucionan y que no esconden su orgullo por nuestra historia. Valió la pena tanto tiempo de ausencias y soledades. Tanto sufrir creyendo y creer luchando, luchar soñando. Siento que no tengo derecho a pedirle a la vida más recompensas, aún conservo viva la esperanza.

La funcionaria, casi una hora después, regresó sacándome de mis pensamientos:

-Señora, en Archivos no encuentro nada. Déjeme su teléfono que vamos a seguir buscando. Cualquier cosa la llamo.

Le dejé el número, saludé y me retiré. En realidad yo no esperaba demasiado de aquella gestión. Es cierto que sentía la necesidad de poner punto final a un trámite pendiente, pero más que nada fue la insistencia de mi médico actual, Tabaré Vázquez, lo que me decidió a volver allí después de 25 años.

Al salir me sentí reconfortada por el aire fresco de la calle. Había sido una larga espera y de una cosa estaba segura: no quería sumergirme otra vez en las profundidades de la incertidumbre. Mi salud había vuelto a sufrir un quebranto y en eso radicaba la importancia de esos papeles.

Un par de semas después, la voz de la secretaria del Director del Hospital transmitía cierta ansiedad por terminar aquella conversación.

-Señora, lo lamento mucho. El informe de Archivos dice que aquí usted no tiene historia clínica.

-¿Puedo quedarme yo con ese informe?

-No, señora, es un informe interno.

¿No puedo tener una respuesta por escrito?

-Por favor, haga la solicitud. Buenos días.

Permanecí reconcentrada un largo rato más, empecinada en descubrir la frontera entre lo real y lo absurdo. ¿Habría imaginado, habría soñado aquella pesadilla de hace tanto tiempo atrás, qué era esto que aún dolía en mi espalda? Todavía sin colgar el tubo marqué otro número. Una voz más simpática que la anterior me confirmó la entrevista. Al fin lo he localizado. Dentro de tres días iré a ver al cirujano plástico. El mismo que dibujó las señales que llevo en la espalda desde hace 25 años.


(Susana Pacifici, prisionera de la dictadura cívico-militar entre 1974 y 1979, escribió este relato respondiendo a la convocatoria del Taller de Género y Memoria ex Presas Políticas. El texto forma parte del libro Memoria para armar Uno[Montevideo, 2001, págs. 96 - 107] y fue presentado bajo el seudónimo “Flor de cardo”.)


Susana Pacifici 

 De "Memoria para armar Uno (Montevideo, 2001, págs. 96 - 107)





lunes, 29 de septiembre de 2014

Tardía reacción

La culpa no la tiene el chancho sino los que le rascan el lomo
El Partido Comunista uruguayo denuncia el intervencionismo de la embajadora yanqui. Correcto, y real, así es. Pero viene resultando una queja un poco tardía ya que el PCU ha dejado pasar todo el proceso de injerencia de la embajadora, en casi todos los temas que se ha venido dando entre aplausos intensos, sonrisas, abrazos, brindis y fiestas, por parte del Presidente, los ministros y demás secretarios y subsecretarios.
La Embajadora está en su labor: materializar la intromisión yanqui. El problema son los que le rascan el lomo y como no son alguna minoría de trasnochados proimperialistas sino que es el propio gobierno y el FA, aparece como descolocada esa crítica muy, pero muy, tardía. Aún así, bienvenida sería si no fuera porque se obvia lo principal: los que le rascan el lomo. Sin una crítica, una condena y una separación de aguas con quienes vienen propagandeando al imperio y a la embajadora en particular, suena falsa la condena a UNA de las tantísimas injerencias de la embajadora.
Por lo demás el "líder regional" de Obama, Mujica, (y esto es un asunto claramente regional) ha sido claro en indicar caminos. De allí que no se entienden las razones del PCU para no haber criticado a Mujica con anterioridad cuando ha hecho sus permanentes insinuaciones de irse volcando hacia la Alianza del Pacífico. Obama, la embajadora y cualquiera que razone entiende las alocuciones de Mujica como favorables al acercamiento uruguayo al actual instrumento imperial para esquilmar América Latina ayudado por los lacayos, robarse los recursos naturales e ir profundizando el control total por parte del imperio de todo el Continente, como ellos mismos lo han proclamado, SU continente y de paso barrer con cualquier atisbo de gobiernos o procesos que al menos busquen defender sus recursos.
Tardía e insuficiente es esta postura del PCU que ha dejado "pasar muchas", sin ir más lejos la instalación de la organización terrorista DEA involucrada en represiones, asesinatos (México por ejemplo), intentos de golpes, etc, así como no han reclamado el que se haga público el contenido de los acuerdios militares estratégicos firmados por Uruguay con el Comando Sur yanqui, firmados por los gobiernos del FA. Si se sostiene que se condena la injerencia yanqui no debe de ser solamente en el período electoral sino siempre. Por lo tanto es una carencia que de hecho reafirma que solo se está en presencia de movidas electoralistas y nada serio en realidad destinado a frenar el intervencionismo yanqui de todos los días.

Colectivo del Blog Noticias Uruguayas

Comunicado del Partido Comunista de Uruguay ante una nueva ingerencia de la embajadora de EEUU en Uruguay 

Ante la información de que la embajadora de EEUU en Uruguay, Julissa Reynoso, se reunió con varios candidatos presidenciales para plantear la integración de nuestro país al Acuerdo de Asociación Transpacífico, más conocido por sus siglas en inglés, TPP, el Partido Comunista del Uruguay expresa su rechazo a esta nueva manifestación de prepotencia e injerencismo imperialista en los asuntos internos de nuestro país.
El TPP es una nueva iniciativa de EEUU para asegurar el dominio de los mercados de la región y del mundo y fundamentalmente dinamitar los procesos de integración política y económica del continente y las economías emergentes expresadas fundamentalmente en los países que integran el BRICS. Pero hoy 10 central es rechazar la obvia intención de la Embajadora norteamericana de influir en la agenda de la campana electoral uruguaya.

Uruguay es un país soberano e independiente, y con los dos gobiernos del Frente Amplio ha contribuido a construir instrumentos de integración política donde América Latina habla con voz propia, por primera vez, sin injerencia yanqui, como UNASUR y la CELAC. Un asunto tan delicado y clave como la inserción internacional de nuestro país 10 debemos resolver las y los uruguayos y la embajadora yanqui no tiene nada que hacer ni decir en ese proceso.

Respaldamos las atinadas respuestas del presidente de la Republica, José Mujica y del candidato presidencial del Frente Amplio, Tabaré Vázquez, que ratificaron el comportamiento soberano del Uruguay y el compromiso del Frente Amplio y de nuestro gobierno con el MERCOSUR y los procesos de integración regional.

Comité Ejecutivo Nacional del PCU

Tenemo que estar
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Impulso de Mujica
En un eventual gobierno de Tabaré Vázquez, la posibilidad de avanzar o no en el TPP estará muy vinculada a lo que el Frente Amplio le permita. En 2008, una de las trabas para el TLC fue la oposición interna en la coalición. Aunque el entonces ministro de Economía Danilo Astori era favorable, el ala más a la izquierda lo frenó. Pero ahora, al menos en lo previo, Vázquez podría contar con un aliado importante: el actual presidente José Mujica.
“Los latinoamericanos que estamos en la costa atlántica tenemos que tener una preocupación constante y permanente de estrechar la relación con la costa del Pacífico, porque no sé cuándo y no sé cómo, ineludiblemente algún día, tendremos que ser ‘nosotros’”, dijo Mujica al presentar a Bachelet el lunes.
Luego, cuando los periodistas preguntaron específicamente por el TPP, el actual presidente uruguayo fue más allá. “Como pequeño país, tenemos que tratar de colarnos donde podamos y con el que se descuide”, dijo. Luego matizó: “No podemos soñar que algún tratado nos va a arreglar el comercio exterior”.
Pero aseguró también que hay que “tener el grado de coraje e independencia de buscar uno a uno todos los caminos posibles”.
Mujica no ocultó el malestar uruguayo con el Mercosur. “Oportunamente destacamos a Uruguay como observador en la Alianza del Pacífico. Oportunamente conversamos con Brasil. No es ningún misterio que ha habido diferencias dentro del Mercosur. El Mercosur está negociando con Europa. Está la propuesta madura del Mercosur. Pero nosotros creemos que ahí no termina. Tenemos la necesidad de establecer por lo menos puntos de apoyo con o que se pueda arreglar con los países del Pacífico”, insistió el presidente.
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La historia de Yenny en la OCOA









Este sistema de elecciones conserva los privilegios


por Ricardo Ferré .


La sola enumeración de algunos de los perfiles tránsfugas que estos sistemas electorales suelen elevar a posiciones de poder en países aislados y aun en el mundo ya de por sí sola nos obliga a considerar con escepticismo dichos sistemas. Es muy posible que otros sistemas más anacrónicos, tales como el totalitarismo monárquico, conduzcan a una concentración aun mayor de la riqueza y el poder de los seres humanos.
Es necesario que la humanidad incursione en sistemas diferentes con sus métodos de distribución del poder y de la decisión propios, como el socialista, que difícilmente pueden resultar peores que el existente y que un colapso ecológico inminente que amenaza la propia supervivencia de la especie humana hace urgente.

En las sociedades primitivas: el clan, la tribu, la horda, el jefe o el líder de las mismas sufría directamente las consecuencias de una eventual decisión errónea, algunas veces en la forma de la reacción de sus bases.
Las estructuras de poder de la humanidad actuales han conducido a una concentración de poder tal que los jefes toman decisiones completamente al margen de sus consecuencias y alejados del contexto de las mismas. Varios jefes de estado pueden operar mediante el mero hecho de apretar un botón sobre millones de seres humanos.
Vamos a analizar superficialmente el sistema electoral democrático burgués vigente mediante sus resultados más obvios y conocidos Primero, vamos a analizar ejemplos de las personas que han sido llevadas a la primera magistratura en años recientes en los países más obvios y conocidos por nosotros: Uruguay y EEUU.
En nuestro país:

- Jorge Pacheco Areco Aparentemente fue mejor como deportista que en el resto de su actuación. Se destacó fundamentalmente por su mediocridad en todas las actividades en que intervino, tanto como parlamentario, como periodista y como gobernante.
Esta mediocridad ha sido posiblemente la que lo condujo a tomar medidas de una drasticidad conservadora y reaccionaria nunca vistas en el país que condujeron al mismo a que se concretara una dictadura que ya se perfilaba bajo su gobierno que se realizó permanentemente mediante decretos presidenciales, ignorando a los otros dos poderes del estado. Esto condujo a extremos como la muerte a manos policiales o militares de varios estudiantes y militantes de la izquierda y la prisión en cuarteles de cientos de ciudadanos por sus convicciones de izquierda o su participación en sindicatos, o aun por sospechas. Estos abusos totalitarios llevaron asimismo a la formación de la coalición Frente Amplio que polarizó la oposición a métodos de la derecha por un lado, y por el otro al fortalecimiento de grupos de acción directa armados y su periferia que plasmaron la indignación que provocaron en mucha gente y que encontraron expresión en la reacción contra ellos que representaban grupos ya establecidos.4


- Juan María Bordaberry Es indudable que haya sido una mediocridad intransigente la que lo llevó a profundizar aun más el descalabro social producido por el autoritarismo estúpido de Pacheco Areco. Los resultados son conocidos: miles de torturados por los militares, algunos de los principales y más brillantes de los políticos opositores asesinados, lo que indica los métodos de competencia política pergeñados por Bordaberry, y miles de crímenes de lesa humanidad horrendos como violaciones, niños secuestrados para ser vendidos, etc. El solo hecho de que haya podido ser procesado y penado por sus crímenes por una justicia en general complaciente con los detentadores del poder político de por sí mismo indica la magnitud de la criminalidad de este dictador.



- Tabaré Vázquez Durante la dictadura militar apoya al tirano de turno Gregorio Álvarez en carta divulgada públicamente. 3 Su brillantez intelectual no hace más que subrayar la dudosa moralidad que lo lleva a transgredir los principios enunciados por su propia colectividad, por ejemplo, la despenalización del aborto, contra la que ejerce un veto autoritario, y la oposición al Fondo Monetario Internacional, del que es nombrado asesor.7 Su revelación de haber acudido a uno de los criminales de guerra más notorios, el presidente George W. Bush de Estados Unidos, muestra la abyección a la que puede llegar alguien quien obviamente utilizó el trampolín socialista para encaramarse inescrupulosamente en ancas de una ambición de poder desmesurada. En estos últimos días declara a una organización judía que el ataque "horrible. sádico. cruel. asesino" en palabras del profesor Noam Chomsky, que todos vimos en imágenes espantosas, no fue genocidio y que los resistentes palestinos de Hamás, que fue elegido en elecciones fiscalizadas internacionalmente por el pueblo palestino de Gaza, es una organización "terrorista".6

En EEUU, o sea gobernantes del mundo entero:

- Richard Nixon

Fue llamado “Tricky Dick”, o sea Ricardito el tramposo por la gente norteamericana sobre todo debido a las fraudes que utilizó y que quedaron al descubierto cuando el escándalo mayúsculo llamado Watergate. También impulsó guerras sucias con su ministro Henry Kissinger que llevaron a una extensión innecesaria de la guerra de Vietnam, con la consiguiente pérdida de miles de vidas humanas.
- Ronald Reagan
Actor de cine mediocre, mediocre en todo. Es responsable de la agresión a Nicaragua a través de los llamados Contras, a quienes llama “luchadores de la libertad”. Esta agresión conduce a que EEUU es el único país condenado por este tipo de actos de piratería internacional en las Naciones Unidas.




- George W. Bush
La inmensa fortuna de su familia lo impulsa en todos los frentes y aun para evitar cumplir el servicio militar. Conocido mundialmente como criminal de guerra por sus agresiones bélicas criminales a las naciones de Afganistán e Irak basadas en mentiras brutales.


Otros



- Adolfo Hitler 
Elegido canciller luego de un proceso electoral normal en Alemania en el año 1933, este cargo le permitió acceder al año siguiente a la presidencia del país. Su ideología totalitaria lo condujo a invasiones y guerras, culminadas con la segunda guerra mundial. Fue el causante de la desaparición de seis millones de judíos, otros tantos polacos, de varios millones de gitanos y de unos 25 millones de rusos y soviéticos.2 Estos ejemplos plantean una interrogante obvia:
¿Cómo puede ser que régimen alguno entronice a estos individuos cuya mediocridad y miopía en algunos casos, y en otros una ética totalmente subordinada a su ambición los llevan a esgrimir un poder para el que evidentemente no están moralmente dotados? La contestación a esta pregunta nos lleva ineludiblemente a descartar el sistema que produjo estos resultados nefastos que, multiplicados en una multitud de países del mundo iluminan el cuadro de amenazas a su destrucción por armas poderosas y contaminación ambiental que en la actualidad la humanidad está viviendo.


¿Cuánto dinero es necesario para ganar la elección de presidente en EEUU?5

La democracia burguesa como posibilidad organizativa de la sociedad ha sido maltratada a niveles inconcebibles en el actual proceso electoral de Estados Unidos debido ineludiblemente al afán de lucro de las corporaciones con mayor poderío económico. El carácter democrático del proceso electoral ha sido destruido por la influencia que han desarrollado grupos de poder mediante las millonadas de dólares que canalizan en este proceso, con la finalidad de proteger sus intereses particulares por sobre los de la sociedad. Se confirma aquello de que la decisión de cómo y quién gobierna lo deciden las corporaciones. Los miles de millones de dólares que mueve el complejo militar-industrial explican que el presidente futuro o electo deba doblegarse ante sus intereses, tal como ha hecho Obama, quien se ha visto obligado a desmontar de algunos de sus caballos de campaña electoral. Se estima que el costo de las campañas, tan sólo de los candidatos a la presidencia, será aproximadamente de 2 mil millones de dólares. Entre los candidatos de los dos principales partidos políticos que aspiran a un puesto de elección popular, el gasto millonario no será muy diferente. Lo mismo sucede con los recursos que diversas organizaciones han empleado para promover o derrotar propuestas que pudieran afectar sus intereses. Se ha distorsionado y abusado de la idea plebiscitaria que está detrás de ellas.
No es sólo en los EEUU que el aporte financiero de las grandes corporaciones industriales y económicas es decisivo.
No es nuevo que esa influencia se cristaliza principalmente en los medios de comunicación masiva, principalmente la televisión, que también ha hecho su labor para desnaturalizar el sentido de la democracia.
Son los que en primer término se benefician con los millones de dólares que se emplean, principalmente en televisión. Los recursos para comprar información, que debiera ser vehículo para garantizar el voto razonado, han saturado los medios con mentiras y verdades a medias, con la finalidad de comprar el voto de la ignorancia. Los puestos de elección popular son literalmente comprados por quienes tienen los recursos para ello. No sería extraño que esas protestas derivaran en un mayor abstencionismo, alejando cada vez a más votantes de las urnas.
En todos los países con la estructura electoral es necesario contar con cuantiosas cantidades de dinero para solventar las costosas campañas electorales. Ningún partido se puede permitir el lujo de ignorar a los grandes intereses de los poderosos, por ejemplo de las empresas sionistas, con las que vemos que los candidatos deben entrar en compromisos que limitan la profundidad de sus propuestas y cercenan su libertad de actuar en beneficio de la gente, de los intereses populares.
Un ejemplo de estos compromisos fue el mostrado por el candidato frenteamplista Tabaré Vázquez a las elecciones nacionales de este año 2014 cuando, ante la colectividad judía B´nai B´rith declaró que el vergonzoso  y repugnante ataque a los palestinos, perpetrado por las fuerzas sionistas del estado de Israel no se podía calificar de genocidio, condenando en cambio al movimiento palestino Hamás por "terrorista", cuando este movimiento ganó en elecciones fiscalizadas internacionalmente en el año 2006. 1
En nuestro país hemos visto en los dos últimos gobiernos la forma escandalosa en que éstos se han apeado de todos los principios que la colectividad de izquierda ha mantenido durante casi medio siglo y que se plasmaron en los siguientes cuatro puntos de las históricas Bases Programáticas del Frente Amplio, antes de asumir el gobierno8:

-Reforma Agraria
-Nacionalización de la Banca Privada.
-Nacionalización de los principales rubros del comercio exterior.
-Enérgica acción industrial del Estado, incluyendo la nacionalización de la industria frigorífica.
Ahora veamos cuales son los logros en estos factores de siete años de gobierno que debería haber sido del Frente Amplio.


Reforma Agraria
La cuestión de la propiedad de la tierra es fundamental en nuestro país, donde el propietario de la tierra es también el que controla el poder sobre todos sus estamentos.
El Instituto de Colonización tiene como meta distribuir la propiedad de la tierra.
Dispone de medios legislativos y administrativos para otorgar la propiedad de la tierra a colonos individuales u organizados en cooperativas agrarias.
Tiene la módica meta de distribuir 55.000 hectáreas en cinco años. El resultado práctico es muy inferior a esta meta. Un gobierno y una fuerza política que de verdad apuntaran hacia la reforma agraria podría estar, por lo menos, a la par con dicho objetivo.
Es posible que el Instituto de Colonización sea el mayor propietario de tierras del país con sus 380.000 hectáreas, pero no está creado para poseer tierras, sino para repartirlas.
En cambio, se vio a los cañeros del Norte movilizados como hace muchos años exigiendo con la consigna de siempre “tierra para el que la trabaja”, con el poder ejecutivo en su contra.
Como un ejemplo práctico de la política gubernamental de distribución de la tierra tenemos su actuación en el caso de Ney Thedy, viejo cañero de los de la época del Bebe Sendic, quien fue ejecutado por una deuda de 2500 dólares, mientras que se refinancia la deuda de grandes propietarios y se concentra la propiedad de un millón de hectáreas en las manos de 12 empresas extranjeras.
Entre las cláusulas secretas del contrato del Estado con la empresa Montes del Plata, de propiedad de la sueca Stora, la finlandesa Enso y la chilena de capitales estadounidenses Arauco, figura: “El Gobierno asumió además el compromiso de que el Instituto de Colonización no ejercerá la opción de compra de las tierras que serán transferidas por las empresas Eufores y El Esparragal – vinculadas a Ence – a Montes del Plata, en la medida que se manejen ‘valores de mercado’”.
Los resultados de esa política están a la vista: 1) Concentración de la tierra 2) Extranjerización de la tierra 3) Expulsión de la población rural 4) Degradación ambiental.
Y no me quiero extender más sobre este tema para acercarme a mis conclusiones, sino que me remito a los resultados del Censo Agropecuario publicado recientemente, que establece que más de 12.000 (pequeños y medianos) productores agrícolas han cesado y que un 9% de los propietarios posee un 60% de la superficie de la tierra.9 Sólo quiero mencionar el caso de la compañía minera Aratirí, apoyada por el gobierno, localizada en el paraíso fiscal de Jersey, sede de empresas turbias, que pretende construir una mina de explotación a cielo abierto con un ducto que afectaría en forma catastrófica en total la ecología de cinco o seis departamentos, incluido Rocha.

Nacionalización de la Banca Privada
En este sentido nada ha sido hecho. En cambio lo que sí se hizo fue aprobar una ley por la que los Peirano,10 culpables de estafa por miles de millones de dólares que tuvimos que pagar todos y por los que muchos cayeron en la miseria y en la indigencia y que seguramente ha conducido hasta a la muerte a algunos por este motivo, fueran liberados y hasta consiguieran la ventajita de que se eliminaran sus antecedentes delictivos. Como sabemos, el artífice de esta maniobra parlamentaria fue el ex ministro del Frente Amplio Gonzalo Fernández y fue aprobada por el poder legislativo durante este gobierno.

Nacionalización de los principales rubros del comercio exterior
Lo que se ha realizado es más bien todo lo contrario: concesiones fabulosas, incluyendo zonas francas a las empresas extranjeras, en particular a Botnia/UPM, a Montes del Plata y a la minera Aratirí.
Montes de Plata tiene 250.000 hectáreas en su propiedad, con libertad de plantar eucaliptus aun en la zona del departamento de Colonia, por un permiso especial incluido en una de las cláusulas secretas de su contrato con el estado.
Los frigoríficos están en manos brasileñas y las plantaciones de soja transgénica, que ahora abarcan más de un millón de hectáreas, están en manos de empresas argentinas.

Enérgica acción industrial del Estado, incluyendo la nacionalización de la industria frigorífica.
Bueno, esto es una especie de broma pesada; los frigoríficos están todos en manos brasileñas.

Entonces, ¿qué hacemos los que queremos un cambio verdaderamente radical de los medios de producción, que los queremos en manos de los que trabajan?
Una de las alternativas posibles, que ha sido encarada por algunos compañeros honestos, es la de militar adentro del Frente Amplio por este tipo de postulados revolucionarios y por lo tanto girar su timón hacia la izquierda. Se arriesga de ese modo de cohonestar una fuerza política y su expresión gubernamental, ni más ni menos que lo que hacían los sectores de izquierda de los partidos tradicionales, para barrer votos de todas las tendencias posibles. No olvidemos que, por ejemplo, Pacheco resultó presidente por los votos del sector de Michelini.
A nuestro entender, se podrá luchar otros treinta o cuarenta años para que al final el embudo electoralista burgués encarame a otro Vázquez o a otro Mujica porque cuentan con un aparato mediático, que implica también considerables medios económicos, para que vuelvan a desvirtuar todo y algún otro grupo de honestos militantes de izquierda lo vuelva a intentar otra vez.
La reforma agraria, por ejemplo, es un instrumento revolucionario fundamental, que afecta el núcleo del poder en nuestro país, y que, por lo tanto, jamás podrá ser obtenida por medios electorales de la democracia burguesa.
Sabemos, porque muchos teóricos ya lo han demostrado y porque se ha visto en la historia, que no es posible el cambio de las estructuras de poder por la vía burguesa. Este cambio va a ser posible solamente luego de anular el aparato armado, las fuerzas armadas del estado burgués.
Un gobierno en la democracia, ya sea de izquierda o de derecha, lo único que hace es administrar el verdadero poder, que está en manos de la oligarquía. Y este gobierno lo que hace es sólo maquillar la faz brutal de este poder descarnado. Hemos visto muchas veces en la historia que el poder tolera las protestas de proletarios y asalariados, sólo hasta cierto punto. Los mártires de Chicago, en cuya conmemoración se celebra en todo el mundo el primero de mayo, fueron ejecutados porque la hipocresía de la democracia burguesa cedió para mostrar su verdadera faz. La represión brutal que ejerció la pre dictadura de Pacheco y luego la propia dictadura iniciada con Bordaberry, con miles de presos, 189 desaparecidos, violaciones, secuestro de niños, etc. es otro ejemplo clásico de las instancias en que la brutalidad del poder amenazado muestra su verdadero rostro.
Entonces:¿ meterse en la maquinaria electoralista para qué?

¿Qué fines podemos alcanzar por ese medio?

Plantearse que vamos a avanzar en el sentido de la reforma agraria en nuestro país solamente dentro de la estructura de la democracia burguesa no tiene sentido.
Pero sí hay logros posibles que permiten avanzar en el camino de la revolución, en el único sentido posible, ganando la conciencia del pueblo. Y entiendo que éstos pueden ser modestos, pero son fundamentales.
Me refiero a la posibilidad de agitar, en el sentido pedagógico del término, o sea de explicar a la gente por todos los medios, grandes o pequeños, a nuestro alcance, qué es el verdadero poder popular e irlo construyendo desde su base.
Pero teniendo en cuenta siempre que lo esencial es el cambio revolucionario; agitar por la reforma agraria, por la nacionalización del comercio exterior, en general por los postulados enunciados por el Bebe Sendic en el estadio Franzini:



- expropiar sin indemnizar los latifundios estatizar las propiedades mayores de 2500 hás, pasar a administrarlas con formas populares de gestión y repoblar la campaña con los expulsados de la tierra que pueblan el cinturón metropolitano;
- impulsar un frente latinoamericano de países deudores para el no pago de la deuda externa, considerando que fue un negocio para resolver los problemas del capital ocioso y que ya ha sido suficientemente pagada con el hambre y la miseria de los pueblos;
- estatizar la banca y los mecanismos de especulación capitalista, para recuperar el dominio de la economía nacional;
- congelar los grandes depósitos bancarios para financiar un aumento sustantivo de los salarios (que el ingreso de cada familia alcance la canasta familiar), incentivando de esa manera la demanda interna y creando puestos de trabajo para abastecerla.
Los que queremos impulsar la verdadera revolución debemos agitar estos principios, independientemente de si estamos adentro o afuera de cualquier estructura electoralista burguesa, incluido el Frente Amplio.
Nuestra participación en cualquiera de las instancias del proceso electoralista burgués tendría, a nuestro juicio dos falencias importantes, a saber:
-trasmitir el mensaje a nuestros hijos, familiares, amigos y demás contactos personales de que está bien, y hasta de que es suficiente esa participación popular en los procesos de decisión cada cinco años(o la cantidad de años de que se trate)
-le restaría fuerzas a la militancia por los avances verdaderamente revolucionarios, por ejemplo por la reforma agraria.
Planteamos que no hay que esperar lograr de una democracia burguesa más que la posibilidad de salir a volantear, a escribir y a agitar por todos los medios, incluso los medios cibernéticos tales como los blogs y las redes sociales sobre consignas basadas en principios revolucionarios, sin hacer concesión alguna al electoralismo que termina siempre siendo una especie de trampa para cazar incautos. Por ejemplo:
- luchar por la justicia contra la impunidad de los torturadores, violadores secuestradores de niños, etc.
- luchar por la sustentabilidad, por sistemas ecológicos que respeten el medio ambiente, contra la megaminería, contra los transgénicos.
- concientizar sobre la reforma agraria, contra los engaños que sostienen que va a ser realizada por el Inst. de Colonización.
La paradoja de los movimientos socialdemócratas que luchan por lograr progresos revolucionarios por medio de las elecciones burguesas es que para ganar éstas tienen que sacrificar tanto estos valores que cuando al fin acceden al gobierno ya perdieron todo lo que valía la pena de luchar por ello.


Ricardo Ferré
28 de septiembre de 2014


1 http://es.wikinews.org/wiki/Hamas_gana_las_elecciones_palestinas
2 http://www.resumendehistoria.com/2009/09/biografia-de-adolfo-hitler-resumen.html
3 http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?54442
4 http://www.republica.com.uy/mayo-de-1968-en-uruguay-pacheco-desafiaba-al-pueblo-aplicando-medidas-de-seguridad
5 http://www.bppcolor.info/?p=3331
6 http://www.montevideo.com.uy/auc.aspx?247169,245
7 http://www.lr21.com.uy/politica/416226-vazquez-acepto-integrar-grupo-asesor-del-fmi
8 http://www.frenteamplio.org.uy/frenteamplio/historia
9  http://www.lr21.com.uy/comunidad/1077579-censo-agropecuario-60-de-la-tierra-pertenece-al-9-del-total-de-propietarios
10 http://www.espectador.com/sociedad/189070/los-peirano-libres-de-cualquier-tipo-de-imputacion-penal