martes, 1 de septiembre de 2015

Somos mas y ellos lo saben!!!.

Los trabajadores de la salud Movilización de Torre Ejecutiva al Ministerio de Salud Pública. Cantos que los saquen a patadas.




>>> En las puertas del MSP



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>>> Protesta en la puerta del ministro

>>> Instrucciones en el marco de medidas gremiales

http://fefusapu.com/documentos/instructivo_medidas_gremiales.pdf


>>> Tomadura de pelo


Opinión 
SOBRE LA ESENCIALIDAD DE LA EDUCACIÓN
      Rogelio Snyder
    “sean los orientales tan ilustrados como valientes”
No es fácil escribir y pronunciarse en caliente, como tampoco es costumbre nuestra, pero la necesidad obliga nuestro pronunciamiento porque hay muchas cosas que no cierran como el decreto de “esencialidad de la educación”, que no tiene antecedentes en la vida democrática del país y sólo se remonta a la época del gobierno de Pacheco Areco y luego a la dictadura.
No es la primera vez que el progresismo del FA recurre a “golpes blandos” en versiones modernas (El muerto que habla), forma de prohibir el derecho de huelga, declarando, en este caso, la esencialidad de los servicios de la educación
Pública /el muerto que habla/
El Decreto consta de VII considerandos y el VIII dice “ATENTO  a los fundamentos expuestos y a los dispuesto por los artículos  1 de la ley 18437 de 12 de diciembre de 2008, art.4 de la ley 13720 de 16 de diciembre de 1968, y 9º inc. 2) del decreto-ley 14791 de 8 de junio de 1978, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social Resuelve:
1)      Declárase esenciales los servicios correspondientes a los Centros de Educación Inicial, Primaria, Secundaria educación Técnico Profesional y Centros de Formación Docente.
2)      Establécese el plazo de la presente declaración de esencialidad por el término de 30 días.
3)      Comuníquese, publíquese, etc-
A todo esto no podemos olvidar, también como antecedente, que nuestro ex Presidente Mujica, durante su gobierno se manifestó contra los gremios diciendo: “ hay que juntarse y hacer mierda a los gremios. Ojalá logremos sacarlos del camino”.
Vaya sumando antecedentes y podrá entender mejor a lo que hoy se llega en el progresismo del FA.
Pero  volvamos al decreto. En el considerando VI se destaca lo siguiente: “que el mencionado organismo (se refiere al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social) considera servicio esencial  “el suministro de alimentos a los alumnos en edad escolar y la limpieza de los establecimientos escolares”… A esto la ministra de Educación, Julia María Muñoz, lo remata diciendo que el gobierno “con dolor declaró la esencialidad de la educación…y son derechos de los niñas y niños tener clases en el momento apropiado”…
Hasta aquí, en apretada síntesis lo que dice el gobierno.
Ahora bien ¿qué reflexión nos merece este decreto?:
En primer lugar dudamos de su constitucionalidad y por lo tanto de su obligatoriedad, porque atenta contra el derecho constitucional de  huelga
En segundo lugar sólo encuentra  su fundamento en el gobierno de Pacheco y en la dictadura, de dudosas procedencias
En tercer lugar, se habla de los derechos de los niños a tener clases en lugar apropiado y alimentación, cuando todavía hay escuelas y liceos inadecuados para ejercer la docencia y se olvida que la obligatoriedad de alimentar a sus hijos es de los padres y no de la escuela y por lo tanto se olvida la obligación como gobierno que  los padres  de estos niños  tengan asegurado un trabajo y una vivienda digna y de los derechos de los docentes a reclamar por sus derechos.
Los padres deben entender que una escuela no es una guardería de niños, sino un espacio que complementa lo que los padres no siempre pueden hacer: enseñar y educar para la vida y no para el mercado, que el niño aprenda a interrelacionarse en el mundo en que vive (socialización). Y para ello se necesita una educación de calidad y no cantidad.
En cuarto  lugar recordar que no se puede educar con sueldos de hambre, que ni siquiera cubre media canasta familiar. y que los docentes reclaman por sus derechos inobjetables usando de un derecho constitucional: la huelga.
En quinto lugar, que los que ocupan cargos de gobierno, muchos de ellos otrora sindicalistas defensores de los derechos de huelga, hoy traicionan su conciencia.
En sexto, de nada sirve profesarse defensores de los derechos humanos, si luego los atacamos de frente sin prurito alguno.
Y en séptimo lugar los errores cometidos no se deben a las razones que se aducen en bien de la educación pública.






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