El 14 de agosto es una fecha emblemática para los gremios estudiantiles, en particular para la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU). Ese día, en 1968, murió Líber Arce, estudiante de Odontología que había sido baleado por la Policía el 12 de agosto, en una movilización estudiantil. Fue el primer estudiante asesinado por la Policía. Días más tarde, en otra movilización, el 20 de setiembre, fueron asesinados Susana Pintos y Hugo de los Santos, también militantes estudiantiles: Pintos estudiaba en la Escuela de la Construcción y De los Santos en la Facultad de Ciencias Económicas. Los tres eran integrantes de la Unión de la Juventud Comunista (UJC) y anoche, en su nombre, miles de personas recordaron a todos los estudiantes que fueron asesinados o desaparecidos durante la última dictadura.
Bajo la consigna “El mejor homenaje es seguir luchando”, la marcha salió a las 19.00 desde la explanada de la Universidad de la República (Udelar) y llegó una hora y media más tarde a la plaza Mártires de Chicago, frente al Palacio Legislativo. Varias cuadras de personas, en su mayoría jóvenes, convocados por la FEUU, gremios estudiantiles de varios liceos, de la Agremiación Federal de Funcionarios de la Universidad de la República y de las carreras de Formación en Educación, caminaron por la avenida 18 de Julio, doblaron en Paraguay –para detenerse frente al Ministerio de Economía y Finanzas– y luego tomaron Avenida del Libertador hasta llegar al edificio del Parlamento.
“Para los estudiantes esta fecha tiene dos sentidos: [uno es] salir a la calle a recordar a lo que nosotros decimos que es lo más digno de nuestro pueblo”, aseguró Claudio Arbesún, dirigente de la FEUU, en recuerdo de aquellos que “no dudaron en salir a jugarse por sus derechos, y eso les costó que les arrebataran la vida”. Pero además, los gremios eligen recordarlos “levantando sus banderas y colocando nuestra plataforma, que hoy implica nuestros sueños”. Este año, en el marco de la discusión sobre el proyecto de ley de Rendición de Cuentas, la plataforma consiste en “la lucha por un presupuesto justo para que la educación sea un bien público social y un derecho, y no un privilegio”.
La discusión del proyecto de ley en la Cámara de Diputados implicó reasignaciones a varios organismos del área educativa y del área de cuidados, y una modificación al subsidio a la cerveza que permitirá destinar unos cuatro millones de dólares anuales al proyecto de refuncionalización del Hospital de Clínicas, algo para lo que la Udelar reclamaba unos 11 millones de dólares anuales. “Hay un conjunto de reasignaciones, pero aún es insuficiente”, opinó Arbesún sobre el presupuesto universitario, y recordó que la Rendición de Cuentas destina menos de 10% de los recursos que solicitó la Udelar. Arbesún reclamó que “lo que complica el panorama es no querer dar la discusión de fondo, que es de dónde se sacan los recursos”, y reiteró que hay numerosas exoneraciones impositivas “en favor de empresas, escasa tributación a la riqueza o al patrimonio; y los recursos se extraen del salario o del consumo de los trabajadores”. Con respecto a los fondos que se destinarán al Hospital de Clínicas, el dirigente de la FEUU consideró que “en el contexto de lo que casi es incremento cero para la Udelar, es una conquista”, pero opinó que “es increíble que se tenga que sacar un subsidio –más allá de que estamos de acuerdo en que se haya sacado– para poder destinar recursos para algo tan importante como la refuncionalización del Hospital de Clínicas”.