lunes, 16 de abril de 2018

No ahorran las críticas sindicales

Movilizados junto al resto de la Convención, unidos de cara a los consejos de salarios



>>> Cuando un sindicato no son sus dirigentes, son las compañeras y compañeros que se organizan

El documento elaborado por el sindicato de trabajadores de la Educación Privada (Sintep) no ahorran críticas al gobierno progresista.

El trabajo de la Sintep señala que “la principal crítica que fundadamente se le puede realizar al ciclo progresista es que, luego de tres gobiernos consecutivos con mayorías parlamentarias, haya dejado intacto el poder de la clase dominante”. Este gremio ve una contraofensiva de esa clase. “En este contexto, la clase dominante, que algo de lo que no carece es de consciencia de clase, tiene muy claro que la continuidad del modelo redistributivo del progresismo no tiene fuentes de financiamiento para mantenerse si no recurre a modificaciones en la forma en que las clases se apropian del excedente. Es consciente de que bajo esta política de gobierno no hay riesgos en el horizonte inmediato de que algo así suceda, pero sabe muy bien que para mantener esa relación de fuerza y sus reaseguros estratégicos, debe incrementar su ofensiva”

“Los gobiernos del FA han sido muy buenos mediadores entre las demandas del capital para garantizar sus ganancias con estabilidad social en momentos de expansión como para implementar sus ajustes con la mayor amortiguación social posible. Pero en el marco del cambio de las condiciones materiales de la economía, es un secreto a voces que la tendencia necesaria es a profundizar el ajuste regresivo”

Este gremio no ve mejoras sustanciales en la distribución del ingreso. “El hecho, socialmente irrefutable, de que luego de tres gobiernos progresistas con mayorías parlamentarias, el 14% de los ingresos siga quedando en manos del 1% más rico y que eso sea el equivalente de lo que le llega al 40% más pobre de nuestro país, es la demostración palmaria de que no estamos criticando por criticar, sino que estamos criticando por la continuidad del patrón de acumulación y la persistencia de la desigualdad estructural”

¡Arriba el SINTEP! ¡Arriba el PIT-CNT!







>>> Difusión de comunicado de AUTE

Compañeras y compañeros, agradecemos dar difusión al presente comunicado de AUTE.

En el comunicado se aclaran conceptos fundamentales de la propuesta de AUTE sobre la rebaja de la tarifa eléctrica, que apunta a un beneficio para las familias trabajadoras y no para las corporaciones patronales.
Asimismo se argumenta la crítica que hace el sindicato a la privatización de la generación eléctrica y  al oportunismo de los empresarios del agronegocio que, amparados en los problemas del pequeño productor, lanzan una ofensiva neoliberal que solo beneficia a la minoría terrateniente.

Montevideo, enero de 2018
COMUNICADO DE AUTE
Ante nuevos intentos de distorsionar la realidad y llenar el debate sobre las tarifas de discursos oportunistas y corporativos, creemos imprescindible hacer algunas puntualizaciones.
Como hemos dicho en varias oportunidades la tarifa eléctrica es absolutamente injusta, los hogares con su esfuerzo para pagar el costo del servicio, siguen sosteniendo enormes beneficios al Capital Privado.
El peso de la tarifa es profundamente injusto, debido a los recortes presupuestales que se impulsan desde el Ministerio de Economía y a la existencia de enormes privilegios a ciertos grupos de poder que no han dejado de enriquecerse y acumular, pero que tampoco han dejado de someter a los trabajadores y al pueblo a su tan anhelada “competitividad” que no es más que su intención de seguir aferrados a exoneraciones y privilegios. Los planteos de nuestro sindicato buscan contraponer ideas ccon aquellos que creen que hay que profundizar esos privilegios y exoneraciones de todo tipo, de las que gozan ciertos grupos de poder en nuestro país.
Como es público, el pasado 23 de enero se dio en Durazno la movilización de los supuestamente “autoconvocados”. Con extensa cobertura mediática de los canales privados, con apoyo casi unánime de las cámaras empresariales y con muchísima menos gente de la anunciada: el pueblo organizado no debe “comerse la pastilla…” y como han mencionado nuestra propuesta de rebaja de tarifas, creemos necesario dejar en claro que lo expresado en su plataforma respecto a la rebaja de la tarifa eléctrica no es lo que nuestro sindicato ha venido planteando.
Este grupo de presión, que de nuevo tiene poco, se ha beneficiado de manera extraordinaria en los últimos 15 años debido al aumento de los precios internacionales de los bienes que Uruguay exporta.
Esto impactó en el precio del arrendamiento y venta de la tierra, y lograron apropiarse de niveles elevados de renta. En el año 2001 se apropiaron de unos 250 millones de dólares por concepto de renta de la tierra, y en el 2014 de 1.600 millones de dólares.
Las cámaras empresariales, los grandes terratenientes entre otros grupos de poder, salieron una vez más reclamando que se les rebajen las tarifas; las mismas cámaras que mantienen los salarios de cientos de miles de Uruguayos aún sumergidos, salarios mínimos por debajo del índice de pobreza, que se benefician con cuanta exoneración impositiva hay, son las mismas que pagan la energía eléctrica a mitad del precio que la pagan los hogares.
Mientras que los ¨ruralistas¨ proponen una rebaja generalizada (o sólo al sector “productivo”) del 15%, AUTE propone la exoneración del IVA al Costo Fijo por Potencia hasta 3,7kW y por los primeros 200kwh de consumo para los hogares. (la familia, los trabajadores de la ciudad y del campo que hacen el esfuerzo mes a mes para afrontar el costo de la energía eléctrica)
Primero, entendemos que la energía es un DERECHO HUMANO FUNDAMENTAL y que no debe ser considerada como una mercancía. En ese marco, se hace imprescindible al menos garantizar un acceso mínimo de calidad para todas y todos. Segundo, la estructura tarifaria actual es injusta. Por eso, nuestra propuesta implica reducir lo que pagan las familias trabajadoras para poder vivir y que parte de la misma se financie con sectores que han acumulado mucha riqueza en los ultimos años.
Pero más allá de la tergiversación de los planteos de nuestro sindicato, se realizaron una serie de propuestas que van en detrimento de la plataforma de AUTE y, en buena medida, del conjunto del movimiento sindical. En un profundo desconocimiento de la realidad de nuestro país, se afirmó que están aumentando de forma exorbitante los funcionarios públicos y se propuso congelar el ingreso salvo para algunos servicios públicos (educación, salud y como no podía ser de otra manera, para el aparato represivo). Se desconoce que en las empresas públicas se incrementaron las reducciones de personal, pasando a partir de 2015 a entrar 2 de cada 3 vacantes y no llenándose buena parte de las vacantes previstas. Claro, como el servicio no puede dejar de brindarse, se cumplen con trabajos tercerizados, que implican ganancias para empresarios y precarización laboral para los trabajadores.
El afán recaudador del Ministerio de Economía sigue cargando sobre las tarifas de los hogares. Se está literalmente “exprimiendo” a UTE para aumentar la recaudación, esto se refleja en las tarifas elevadas y en los recortes presupuestales que terminan en la profundización de las privatizaciones.
Además, a pesar de que AUTE viene denunciando la privatización de la generación en energía eléctrica y ha hecho de esto una de sus principales banderas de lucha, los ruralistas en Durazno saludaron y coinciden con el gobierno en la política energética. Es que las razones por las que a ellos les parece fantástico son las mismas por las que nuestro sindicato está en contra del proceso de privatización. Los parques eólicos privados garantizan, por un lado, ingresos de renta a los terratenientes, porque se “alquila” el terreno donde se instala al parque, pero además, implica captación de rentas de la UTE a los dueños de los parques eólicos, que son grupos económicos muy poderosos que tienen en muchos casos vínculos con los agro negocios.
En definitiva los hogares pagan mucho para garantizar que los Medianos y Grandes Consumidores de energía eléctrica paguen poco, y para que los Generadores Privados de Energía se sigan enriqueciendo con el negocio del cambio de la matriz energética.
Estamos convencidos que existen condiciones para bajar la tarifa de los hogares, pero los intereses corporativos y los compromisos con los grandes capitales han primado por sobre los intereses populares. Reclamamos y exigimos ámbitos para la más amplia discusión con participación de los trabajadores y usuarios.
Los trabajadores de UTE seguiremos luchando por defender la UTE estatal y pública, hemos generado propuestas concretas desde donde pensar que la energía eléctrica recupere el rol de servicio público en contra del constante avance de la visión del negocio y el lucro.
AUTE seguirá trabajando para la organización de los legítimos dueños de UTE en un “MOVIMIENTO DE USUARIOS por el derecho humano a la energía y la rebaja de tarifa eléctrica” para que las decisiones sobre las tarifas y los servicios públicos no se sigan tomando sin contemplar la voz de los trabajadores y el pueblo.
AUTE
PIT-CNT

>>>Las exoneraciones aumentan el déficit y la emisión de deuda

Para Cofe es claro que hay un ajuste fiscal en marcha. Esto se evidencia en el aumento de las franjas del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas y el cambio en el cálculo de las deducciones, la no aplicación de rebajas en tarifas públicas pese a la caída de los costos de producción (hace alusión a lo ocurrido en UTE), el incremento del boleto y el recorte de alrededor del 50% en los aumentos en los créditos asignados en el Presupuesto para 2017, fundamentalmente para el gasto social.

“Las pautas salariales fueron casi ofensivas, en la sexta ronda de Consejos de Salarios, trece grupos sufrieron pérdida salarial y nuevamente el accionar del Movimiento Sindical en sendas movilizaciones, algunas de ellas cuestionadas por haber sido resueltas con votaciones divididas de la Mesa Nacional Representativa, llevaron a que seguramente sean menos los sectores de trabajadores que pierdan poder adquisitivo en su salario, pero mientras tanto al gran capital se lo sigue beneficiando con importantes exoneraciones tributarias”, agrega el documento.

Estas exoneraciones resienten la recaudación, incrementan el déficit fiscal y obligan a tomar endeudamiento con la emisión de títulos públicos. “Tanto el otorgamiento de subsidios al capital como la refinanciación de la deuda trasladan a las nuevas generaciones los costos crecientes de este modelo económico. Lo cual, sin embargo, no evita que siga subiendo el monto de intereses que deben pagarse, reduciendo así los recursos presupuestales de que dispone el Estado para llevar adelante políticas de desarrollo económico y social”, interpreta COFE.

“Hemos tenido que tironear mucho para, luego de un desgaste brutal, lograr avances mínimos, apenas suficientes como para descomprimir momentáneamente mayor conflictividad porque no son avances [...] sostenidos, ni base de una política económica sensible a nuestros reclamos”, indica.

>>> Conflictos x 7 en marzo



Fernanda Aguirre:

>>> "Democratizar el funcionamiento, volver a empoderar a la Mesa Representativa del rol de conducción que tiene". Con Fernanda Aguirre*, secretaria general del SUGHU

12 Apr 2018 | Por:Hemisferio Izquierdo

HI: ¿Cómo describiría la situación en Uruguay de la clase trabajadora en general y del movimiento sindical en particular en la actualidad?

Fernanda Aguirre (FA): La clase trabajadora en su conjunto viene, en estos últimos años, teniendo algunas conquistas relevantes. Principalmente, a nivel normativo y a nivel de negociación colectiva en los Consejos de Salario. No obstante, el problema está en el ejercicio efectivo de esos derechos, porque sigue estando sujeto a la correlación de fuerzas en cada sector e incluso a los niveles de organización en cada lugar de trabajo el poder hacer cumplir material y cabalmente esos avances. Para poner un ejemplo muy básico: la “ley de la silla”, una ley que tiene más de un siglo y que sigue sin estar vigente para muchas trabajadoras de nuestro sector. Hemos tenido que pelear (y seguimos haciéndolo) por hacer cumplir la “ley de la silla” en un montón de establecimientos e intentar evitar las enfermedades profesionales que tienen lugar si estás de plantón 8 horas o más por día.

Algo similar, pero a mayor escala nos pasa con la negociación colectiva, porque las patronales son reacias a cumplir con los derechos ya conquistados y no tienen ninguna intención de aceptar así nomás que la clase trabajadora obtenga más derechos. Esto da cuenta de la avaricia de la clase dominante, porque si bien han habido mejoras salariales es notorio que las patronales han logrado niveles de prosperidad brutales. De hecho, desde una perspectiva de clase, todo parece indicar que fueron los capitalistas los principales beneficiarios de la bonanza de los últimos 14 años. Pero el afán de lucro que tienen es tan grande que no sólo los predispone contra la posibilidad de que la mayoría de la población avance en derechos básicos, sino que hoy tenemos como movimiento sindical un enorme desafío en combatir las propuestas flexibilizadoras del conjunto de las patronales bajo amenaza de evitar el desempleo.

Y esto nos tensiona enormemente porque si bien los salarios no son tan paupérrimos como en el 2002, seguimos teniendo un contingente muy importante de trabajadoras y trabajadores con salarios sumergidos y que se ven imposibilitados de cubrir las necesidades básicas más elementales. A nadie hay que explicarle que con salarios de 15 mil pesos no da para tener una alimentación saludable, zafar del hacinamiento, cubrir las necesidades básicas. Por tanto, como movimiento sindical no podemos hacernos los distraídos. Este nivel de precariedad de nuestro pueblo es injustificable y el movimiento sindical tiene que salir a pelear y denunciarlo con firmeza. En el Uruguay de hoy, esta violación a derechos humanos elementales tiene como principal explicación la avaricia de patronales que siguen pagando salarios miserables para seguir acumulando riqueza.

Es cierto que ha existido una política para priorizar los salarios más sumergidos, tanto por parte del Pit-Cnt como también a propuesta de los lineamientos del Poder Ejecutivo. Pero lo que puede sonar maravilloso para los “macronúmeros”, para el bolsillo del conjunto de los laburantes no resuelve el problema de fondo. No hay que ser matemático para darse cuenta que con un salario de 15 mil pesos y un aumento adicional de 0,5% no se te mueve la aguja. Por tanto, dar la pelea para que los lujos de pocos se conviertan en los derechos de muchos es fundamental hoy.


HI: Pensando en el horizonte de organizar a la clase en su conjunto, ¿cuál son los principales desafíos que tiene por delante el PIC-CNT para crecer cuanti y cualitativamente? ¿cuáles son las principales dificultades para esto?

FA: Una de las dificultades que se tiene para el crecimiento es que desde hace tiempo se viene funcionando con prácticas centralistas, que desconocen el principio organizativo que generó la posibilidad de la unidad a nivel sindical y que es la estructura de Convención. Por tanto, uno de los desafíos del ahora radica en recuperar el funcionamiento real de una convención, donde la lucha se da de forma mucho más horizontal y no tan dependiente de conducciones particulares. Hay una necesidad de democratizar el funcionamiento, volver a empoderar a la Mesa Representativa del rol de conducción que tiene -como está establecido en los Estatutos-. Esto es importante porque la Mesa Representativa está siendo reemplazada en su rol de conducción en parte por el funcionamiento del propio Secretariado Ejecutivo. Eso no le hace bien al desarrollo de la herramienta y limita profundamente el crecimiento cualitativo de la organización sindical. Hay que desarrollar la lucha por parte del conjunto y no por las personalidades que puedan destacarse. No nos puede seguir pasando que nos enteramos de resoluciones del Pit-Cnt porque miramos el informativo en vez de que sea porque lo discutimos en el sindicato en base a una necesidad concreta y resolución específica. Las cosas tienen que salir desde las bases y desde allí hacer valer y sentir las resoluciones colectivas. Las luchas tienen que salir del conjunto de los trabajadores y no de una cúpula que, si bien tiene un rol específico e importante a cumplir, no puede sustituir las instancias de mayor democracia obrera.


HI: Desde 2015 la economía uruguaya ingresó en una fase de enlentecimiento, lo cual tuvo impactos en el mercado laboral con la pérdida de 30.000 puestos de trabajo y el cierre de numerosas empresas, a lo que se suma una ofensiva patronal tendiente a flexibilizar el mercado laboral y la amenaza de desplazamiento de fuerza de trabajo por avances tecnológicos. En este escenario ¿qué desafíos tiene la clase trabajadora en su conjunto? ¿Qué agenda programática y qué estrategia general se debería impulsar?

FA: Respecto a la cuestión de la tecnología, yo sigo estando convencida de que si no hubiera los niveles de avaricia que hay, los avances tecnológicos lejos de significar aumentos del desempleo podrían traducirse en beneficios para el conjunto de la sociedad. De todas formas, esa caracterización general que puede estar bien esconde realidades heterogéneas. En particular, el sector al que pertenezco sigue siendo intensivo en trabajo y lejos de estar viviendo una situación de estancamiento o crisis, viene en los últimos años con importantes niveles de crecimiento, incluso a nivel de empleo, y no parece estar habiendo una gran amenaza a corto plazo por cuestiones tecnológicas.

En lo que hace a la dinámica del conjunto del país, creo que hay una serie de desafíos para combatir dicha tendencia global. En primer lugar, hay que meter mano a la renta de la tierra. Hay un montón de ingresos ahí que si fueran captados por el Estado permitiría generar una serie de trabajos que son necesarios socialmente como ser el desarrollo de los cuidados, caifs, salud, etc. En segundo lugar, hay todo un andamiaje de exoneraciones al gran capital que si no existieran podría cubrir con creces los puestos de trabajo perdidos. El problema de fondo es el mismo, se sigue trabajando con un criterio mercantil -y beneficiar a lo que da más ganancia- en vez de pensar en cubrir esos puestos de trabajo que faltan con la lógica de consagrar los derechos humanos más elementales. Para ello hay que erradicar el lucro de la educación, de la salud, incluso de la alimentación -que es el rubro en el que trabajo- y que no tiene ningún tipo de regulación. O sea, hay que cubrir necesidades fundamentales y garantizar derechos y para eso, hay que luchar contra la avaricia.

Por último, más allá de la pregunta, hay algunos elementos que si bien vienen de lejos siguen siendo sumamente importantes independientemente de las coyunturas concretas. En particular, la lucha por Memoria, Verdad y Justicia tiene plena vigencia. Y no se trata solo de la reparación a compañeras y compañeros, no se trata solo de la denuncia de la cárcel, el exilio y la tortura sino también porque la dictadura cívico-militar instauró un modelo económico que tuvo como principal víctima a la clase trabajadora en su conjunto. Y pelear integralmente contra la Impunidad implica recuperar todo lo que confiscaron con los múltiples delitos económicos que cometieron los golpistas sino también desandar toda la institucionalidad y las lógicas políticas que siguen vigentes.


* Secretaria general del Sughu (Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay)









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