domingo, 22 de marzo de 2020

La teoría del cisne negro




La teoría del cisne negro o teoría de los sucesos del cisne negro es una metáfora que describe un suceso sorpresivo (para el observador), de gran impacto socioeconómico y que, una vez pasado el hecho, se racionaliza por retrospección (haciendo que parezca predecible o explicable, y dando impresión de que se esperaba que ocurriera). Fue desarrollada por el filósofo e investigador libanés Nassim Taleb. Ejemplos de "cisne negros" son el inicio de la Primera Guerra Mundial, la gripe española, los atentados del 11 de septiembre de 2001 o la pandemia de coronavirus de 2020.
(de Wikipedia)



La pandemia del coronavirus es ya la mayor crisis que ha vivido el mundo desde la Segunda Guerra Mundial. La economía se ha paralizado y el modelo de globalización que primaba hasta ahora ha quedado en entredicho. En el plano político, el coronavirus ha puesto a prueba a las organizaciones internacionales y ha abierto la puerta a una nueva configuración del orden mundial en la que la tecnología y el Estado van a jugar un papel importante. La gran incógnita es qué forma tomará ese nuevo sistema, ¿habrá más integración internacional o surgirá un mundo más proteccionista?

El coche que conduces no tiene nacionalidad. Es imposible decir exactamente de dónde viene, porque ha sido fabricado en una cadena de producción global. La deslocalización, uno de los pilares de la globalización, se basa en trasladar ciertas fábricas a otro lugar donde es más barato producir, de modo que se genera una cadena de montaje internacional que lleva el producto a la tienda en el menor tiempo y coste posible. Así funciona en Europa la industria del automóvil, por ejemplo. Por eso, que se cierren las fábricas de piezas en la región italiana de Lombardía a causa del coronavirus, como ya ha ocurrido, acaba repercutiendo en todo el sector automovilístico europeo.

La pandemia del coronavirus ha golpeado a la línea de flotación del sistema económico y también del político. A nivel económico, el problema consiste en que se ha dejado de producir y de consumir más allá de lo imprescindible: las medidas de prevención y confinamiento provocan que el mercado se pare. Quien mejor parece haber comprendido esto es China: tal vez por miedo a que sus principales socios comerciales pasen meses sin consumir, el gigante asiático está ayudando a otros países a detener la pandemia para que ...



>>> Los impactos de la crisis del coronavirus


La pandemia del nuevo coronavirus había infectado hasta este viernes a más de 200.000 personas y matado a más de 11.000. Y también había atestado un durísimo golpe a la economía mundial.
Aquí te presentamos diez mapas y gráficos que ilustran el profundo impacto del virus en los mercados y negocios de prácticamente todo el mundo.

20 marzo 2020

La fuerte caída de las acciones globales

Los grandes cambios en los mercados bursátiles pueden afectar muchas inversiones en pensiones o cuentas de ahorro individuales.

La bolsa de Londres, Wall Street y el Nikkei en Japón han visto grandes caídas desde que comenzó el brote, el 31 de diciembre.




Los indicadores Dow Jones y FTSE han experimentado sus mayores descensos en un día desde 1987.

Los inversores temen que la propagación del coronavirus destruya el crecimiento económico y que la acción del gobierno no sea suficiente para detener el declive.

En respuesta, los bancos centrales de muchos países han reducido las tasas de interés, entre ellos la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco de Inglaterra.

En teoría, eso debería abaratar el dinero y así hacer facilitar el crédito y alentar el consumo para impulsar la economía.

Pero lo cierto es que la pandemia ha golpeado duramente tanto a la oferta de bienes y servicios como a la demanda y estas medidas no parecen haber tenido el impacto deseado.



Las aerolíneas entre los más afectados

 La industria de viajes se ha visto gravemente dañada. Las aerolíneas se han visto obligadas a recortar sus vuelos ante las cancelaciones y los cierres de fronteras. Y es que gobiernos de todo el mundo han introducido restricciones de viaje para tratar de contener el virus.
La Unión Europea (UE) prohibió el ingreso de los viajeros que se encuentren fuera del bloque durante 30 días en un movimiento sin precedentes para sellar sus fronteras en medio de la crisis del coronavirus.
En EE.UU., el gobierno de Donald Trump impuso serias restricciones al tráfico aéreo hacia y desde Europa, además de que acordó con Canadá y México cierres parciales de las fronteras.

Los datos de la firma de análisis ForwardKeys muestran que, hasta el 8 de marzo, las reservas para vuelos internacionales desde Estados Unidos disminuyeron en un 37% en comparación con el mismo período en 2019.
El miedo al virus y los consejos del gobierno de quedarse en casa también están teniendo un impacto devastador en los hoteles y restaurantes.



Disminución en la producción de China

En China, donde apareció por primera vez el nuevo coronavirus, la producción industrial, las ventas y la inversión cayeron en los primeros dos meses del año, en comparación con el mismo período en 2019.

El gigante asiático representa un tercio de las manufacturas a nivel mundial y es el mayor exportador de bienes del mundo.

La desaceleración industrial de China incluso ha sido visible desde el espacio. 

La NASA dijo que los satélites de monitoreo de contaminación habían detectado una caída significativa en el dióxido de nitrógeno en el país. La evidencia sugiere que eso es "al menos en parte" debido a la desaceleración económica causada por el brote.

Las restricciones han afectado las cadenas de suministro de grandes compañías como el fabricante de equipos industriales JCB y el de automóviles, Nissan.
Las tiendas y los concesionarios de automóviles informaron una caída en la demanda.
Las ventas de automóviles chinos, por ejemplo, cayeron un 92% durante la primera mitad de febrero.
Otros fabricantes de automóviles, como Tesla o Geely, ahora venden autos en línea pues sus clientes se han alejado de las salas de exhibición.
Inversiones "más seguras" también golpeadas

En tiempos de crisis, los inversores a menudo eligen inversiones menos riesgosas.
El oro se considera tradicionalmente un "refugio seguro" para la inversión en tiempos de incertidumbre.

Hasta marzo, el precio del oro aumentó. Pero ahora, con los inversores cada vez más temerosos por una recesión mundial, incluso el precio del oro ha caído.


Asimismo, el petróleo ha caído a su precio más bajo desde junio de 2001.

Los inversores temen que la propagación mundial del virus afecte aún más la economía mundial y la demanda de petróleo.

El precio del crudo ya se había visto afectado por una disputa entre Arabia Saudita y Rusia. El coronavirus ha reducido aún más el precio.
El crecimiento podría estancarse

Si la economía está creciendo, eso generalmente significa más riqueza y nuevos empleos.

El crecimiento económico se mide a través del producto interno bruto (PIB), el valor de los bienes y servicios producidos en una economía.
Este año, la economía mundial podría crecer a su ritmo más lento desde 2009 debido al brote de coronavirus, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).


El grupo de expertos ha pronosticado un crecimiento de solo 2,4% en 2020, por debajo del 2,9% en noviembre.
También señalaron que un brote "más duradero e intenso" podría reducir a la mitad el crecimiento: 1,5% en 2020. Esto, debido a que las fábricas suspenden su actividad y los trabajadores se quedan en casa para tratar de contener el virus.




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