Carlos Wuhl
Lo habíamos avanzado, en el país de los Derechos Humanos y de la Gran Revolución de 1789, un gobierno opta por la prepotencia, la violencia policial y de racismo.
El gobierno del Presidente de Francia, Emannuel Macron, en medio de la pandemia que azota el mundo entero, opta por las medidas de represión policial, contra inmigrantes y contra los propios ciudadanos del país.
Hechos escandalosos de violencia policial se han desatado bajo la dirección del Ministro del Interior, Gérald Darmanin y secundado por el prefecto de Paris, Didier Lallement, quien no encuentra mejor ejemplo a seguir, que el de honorar a la figura del Gral. Marqués Gastón de Galliffet, quien fue uno de los mas sanguinarios represores de la Comuna de Paris en 1871.
Desde los desfiles de los « chalecos amarillos », pasando por las notas del racismo de una prensa francesa desaforada y revanchista, el gobierno de Macron, quiere imponer una nueva Ley Punitiva sobre la violencia, pero fudamentalmente para ocultar la filmación de las acciones policiales de « mano fuerte », como fue el escandaloso accionar de desalojo de carpas de inmigrantes en la Plaza de la República en el centro de Paris, y una insoportable paliza policial contra un ciudadano negro, editor de música, en su propia residencia y luego sacado violentamente a la calle para continuar pegándole. Tal acto de barbarie, recibió la repulsa de los propios integrantes del partido político del presidente.
Un guanaco francés listo
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