viernes, 12 de septiembre de 2025

Evidencias de la evasión fiscal

 



Uruguay tiene facilidades o vulnerabilidades que pueden favorecer la ocultación de activos o la evasión


Uruguay: 4.906 offshore, 2.016 uruguayos directivos o accionistas en paraísos fiscales, 300 firmas intermediarias y 893 direcciones vinculadas.

La investigación del ICIJ (Panama Papers) mostró que intermediarios y estudios profesionales con presencia en Uruguay constituyeron y administraron sociedades offshore para clientes. Esto documenta cómo actores locales participaron en estructuras que pueden facilitar la elusión o el ocultamiento de activos. 

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5 abr. 2016 ... A través de este sistema, el dinero de los clientes se deposita en bancos ubicados en paraísos fiscales como las Islas Vírgenes Británicas, ...
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16 may. 2016 ... El escándalo desatado por el denominado “Panama papers” alcanzó a la política uruguaya en la persona del senador colorado Pedro Bordaberry, el ...
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3 oct. 2021 ... ... de Panama Papers. En Filipinas, el dinero que se circula en las sombras sigue siendo un problema, a pesar de la atención prestada al botín ...
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7 oct. 2021 ... ... panameña llamada Landcroft Overseas S.A. y ahora mediante una uruguaya. Los otros accionistas de la offshore fueron Carlos Lecueder y ...
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12 jul. 2018 ... Nuevos documentos de Panama Papers confirman que Damiani controló una llave de Helvetic Services Group, la financiera suiza que colaboró en ...
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28 jul. 2018 ... El bufete panameño estaba perdiendo clientes después de la divulgación de los Panama Papers y el jerarca del gobierno uruguayo no sería la ...
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18 abr. 2016 ... ... Panama Papers”. Damiani y mexicanos. Una de las firmas uruguayas más comprometidas en la documentación filtrada del bufete panameño Mossack ...
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2 may. 2016 ... ... panameña MF. Los “Panama Papers” revelaron que junto con su padre, Jorge Horacio Messi, es dueño de una sociedad panameña offshore llamada ...
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8 feb. 2018 ... ... Panama Papers. “Los datos estaban en internet, pero seguro que algún traidor les avisó”, aseguró un dirigente del Frente Amplio, quien en ...
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19 jul. 2022 ... ... (Panamá), IDL Reporteros (Perú), Sudestada (Uruguay) y Armando ... PANAMA PAPERS, Y OTRAS BIYUYAS, CORRESPONDIENTES A SU SEÑORA ESPOSA ...

Informe del Global Forum / OECD (Peer Review, Uruguay 2020 — segunda ronda): demoras por el levantamiento judicial del secreto bancario.

El peer-review recomienda a Uruguay revisar su marco legal/procedimental para el levantamiento judicial del secreto bancario: las notificaciones y pasos procesales causan demoras que impiden respuestas oportunas a pedidos de información bancaria (lo que reduce la efectividad del intercambio de información fiscal). Esa debilidad facilita, en la práctica, la impunidad o el aprovechamiento de plazos por parte de quienes ocultan activos. 


"Se recomienda a Uruguay examinar el marco legal y procesal aplicable al levantamiento judicial del secreto bancario e introducir las modificaciones necesarias para garantizar que los procesos judiciales y los requisitos de notificación no impidan la respuesta oportuna a las solicitudes de información bancaria." — Informe de Revisión por Pares, Parte C.5.1 (Puntualidad), pág. 18 / PDF pág. 61.


"Al solicitar información bancaria, la DGI solicitará primero al titular de la cuenta que autorice el levantamiento del secreto bancario... Si el titular de la cuenta autoriza el levantamiento del secreto bancario, no se requiere ningún proceso judicial... Si no se obtiene la autorización... la DGI debe iniciar un proceso para obtener la autorización judicial que apruebe el levantamiento del secreto bancario, y el titular de la cuenta tiene derecho a ser parte en el procedimiento." — Informe de Revisión por Pares, Parte B.1.5 (Disposiciones sobre secreto), págs. 55-58 / PDF págs. 55-58. El plazo óptimo para lograr el levantamiento judicial del secreto bancario es de aproximadamente 88 días, pero las etapas de notificación en este proceso pueden hacer que estos plazos sean considerablemente más largos en la práctica. — Informe de Revisión por Pares, Parte B.2 (plazos), pág. 61 / PDF pág. 61. 

Mutual Evaluation / FATF (GAFILAT) — deficiencias en AML/CFT.

El informe de evaluación mutua de Uruguay por FATF / GAFILAT (2019) documentó déficits técnicos y recomendaciones en prevención y control del lavado de activos y cooperación internacional, que son relevantes porque la evasión fiscal internacional suele vincularse con prácticas de lavado y uso de estructuras opacas.


Este informe ofrece un resumen de las medidas de prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo (ALA/CFT) implementadas en la República Oriental del Uruguay... La evaluación fue realizada por un equipo de evaluación integrado por... — Informe de Evaluación Mutua, Resumen Ejecutivo, pág. 4 / PDF pág. 4.


El caso de las inversiones de no residentes fue especialmente relevante... la implementación de medidas destinadas a identificar al beneficiario final (BF) de las personas jurídicas y otras estructuras jurídicas que operan en el país. — Informe de Evaluación Mutua, Hallazgos sobre BF e inversiones de no residentes, págs. 17-18 / PDF págs. 17-18.


Resumen de Cumplimiento Técnico - Principales Deficiencias — sección que lista las recomendaciones técnicas y deficiencias identificadas (párrafos y tablas correspondientes). Ver sección 'Resumen de Cumplimiento Técnico - Principales Deficiencias', PDF págs. 243-245 (índice y listado de deficiencias).

Informes regionales de la OCDE sobre transparencia fiscal en América Latina (2022–2024).

Los informes de la OCDE sobre transparencia fiscal en la región analizan el avance y las carencias en intercambio de información, uso de estándares internacionales y herramientas para reducir la evasión. Incluyen recomendaciones técnicas y situacionales que aplican a Uruguay y permiten comparar su desempeño con la región.

 

Cobertura y listados periodísticos locales (ej.: UYPress / Busqueda) que listan intermediarios y despachos uruguayos mencionados en filtraciones.

Hay piezas periodísticas que identifican despachos y sociedades uruguayas con alto uso de servicios offshore (listados publicados tras las filtraciones), lo que aporta evidencia concreta sobre actores locales vinculados a estructuras opacas.


Según Búsqueda se pudo comprobar que "numerosos estudios y firmas uruguayas trabajan con la firma panameña como intermediarios, vendiendo las sociedades anónimas que esta crea a sus clientes. A su vez, algunos políticos, empresarios, futbolistas y personas del mundo financiero tienen a su nombre -o son accionistas de- sociedades anónimas creadas fuera del Uruguay".

Uruguay está entre los 10 países con más compañías offshore creadas a través de los servicios de Mossack Fonseca, dice Búsqueda y agrega que "los clientes uruguayos de la firma adquirieron más de 5.000 compañías en el período de casi 40 años que cubren los datos filtrados (desde 1977 hasta fines de 2015)".

Búsqueda da una lista de empresarios y empresas y advierte que "la lista no es exhaustiva y no implica que no haya otras personas en los millones de documentos internos de Mossack Fonseca.

Cada empresario nombrado fue contactado por el semanario y todos hacen aclaraciones y explican su participación en las empresas señaladas. Aquí damos la lista de personas y empresas. Las declaraciones, aclaraciones y comentarios se pueden leer en ESTE ARTÍCULO DE BÚSQUEDA

Entre los uruguayos que figuran como beneficiarios de compañías offshore están

. Patricia Damiani, pareja del canciller Rodolfo Nin Novoa, con una sociedad registrada en Panamá

. el ex catedrático de Derecho Financiero de la Universidad de la República, José Luis Shaw, y Alfredo Kaplan, fundador y director del estudio contable Kaplan.

. Juan Carlos Deicas, fundador de la Bodega Juanicó, y su hijo Fernando Deicas, tienen una compañía registrada en las Islas Vírgenes Británicas (BVI, por su sigla en inglés).

. El abogado Fernando Jiménez de Aréchaga, socio del estudio Jiménez de Aréchaga, Viana & Brause, es beneficiario de dos sociedades en las BVI.

. Pedro Konrad, ex corredor de Bolsa y fundador de Konrad & Asociados, también es beneficiario de una sociedad alojada en BVI.

. el agente bursátil Víctor Paullier Pereira

. el ingeniero y empresario Nicolás Jodal

. el empresario Marcel Gerwer, esposo de la senadora Verónica Alonso

. Los empresarios Luis Eduardo Cardoso, Isabel Cardoso, Pablo Cardoso y Adolfo Cardoso tuvieron una sociedad registrada en Panamá.

. el contador Julio Szafrán, que se encargó de administrar el holding de empresas panameñas del empresario Francisco Casal, tiene acciones en una sociedad en Seychelles.

. El empresario Pablo Montaldo, ex presidente de la Bolsa de Valores de Montevideo y la empresaria Cecilia Pombo, tienen acciones en sociedades alojadas en las BVI.

. Jodal y su socio Breogan Gonda, fundadores de GeneXus, también son accionistas de compañías registradas en las BVI.

. el empresario Máximo Fernández, propietario de la industria pesquera Fripur -que entró en concurso en 2014.

. Martín Secco, presidente ejecutivo de los frigoríficos en Uruguay del grupo Marfrig.

. Javier Luis Lestido.

. El contador Conrado Hughes, director de OPP durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle

. Germán Vecino, socio de Posadas, Posadas & Vecino

. Nicolás Juan, socio de Guyer & Regules, tienen acciones en sociedades registradas en las Bahamas.

. Konrad también figura como accionista en varias offshore en las Bahamas y las BVI.

. Eduardo Kohn, vicepresidente ejecutivo de B'nai B'rith Uruguay, figura como dueño de una compañía en BVI.

. El rematador rural Romualdo Rodríguez

. Ricardo Zerbino, ministro de Economía del primer gobierno del ex presidente Julio María Sanguinetti,

. El ex director del Banco Hipotecario en la primera administración del Frente Amplio, Elbio Scarone

. El corredor Paullier tienen acciones en sociedades en BVI.

. El empresario inmobiliario Daniel Weiss, de Weiss Sztryk Weiss

. El presidente de Zonamérica, Orlando Dovat.

. El empresario textil Moisés Maman

. los empresarios Francisco Ravecca, Esteban Pino y también el contador Kaplan.

. Los corredores de Bolsa Federico Araújo, Ignacio Vilaseca, Pablo Fuchsberger, Jorge di Matteo, Eduardo Maiorano  y Federico Rebagliatti

. El consultor económico Michele Santo, tienen acciones en sociedades registradas en las BVI.

. El director del Plan Ceibal, Miguel Brechner, está vinculado a una sociedad registrada en las BVI. El jerarca tiene el poder general de esa offshore y sus hijos y esposa son los accionistas.

. Familiares del ex ministro de Economía colorado Isaac Alfie tienen acciones en una sociedad en BVI.

. El ex senador del Partido Nacional, Francisco Gallinal, aparece como beneficiario de una sociedad panameña.

. El líder del Partido de la Concertación, Edgardo Novick, aparece como director de al menos una sociedad anónima, Arko Managment, con sede en Seychelles.

. El senador del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, aparece vinculado a la empresa Portmar Invest Group SA, que años atrás fue centro de notas periodísticas que denunciaron irregularidades en la compra de un campo a través de esa sociedad.

. El ex dirigente Eugenio Figueredo tenía varias compañías constituidas por MF, a través de los servicios del estudio J.P. Damiani & Asociados, al igual que los empresarios Hugo y Mariano Jinkis

. También las sociedades anónimas del contratista de fútbol Francisco Casal que fueron investigadas por la DGI por presunta evasión de impuestos, fueron adquiridas a la firma MF. Según un correo de febrero de 2008, el estudio Rozemblum y Asociados solicitó con "urgencia" a la filial de MF en Uruguay que emitiera poderes generales a nombre de Casal de cinco sociedades anónimas.

. Los tres ex futbolistas Paolo Montero, Ricardo Canals y Gustavo Méndez compraron una sociedad anónima con sede en Seychelles a fines de 2012.

. El futbolista Diego Forlán también está en los registros de MF. Forlán ya había aparecido en una pasada investigación de ICIJ, "Swissleaks", conectado a la sociedad Rosario Trading Company SA.

 

Según los documentos de la firma panameña, los intermediarios uruguayos que más han utilizado sus servicios (con 50 o más sociedades anónimas constituidas por el bufete) son:

  • Hoslynd SA (407 sociedades activas y 195 inactivas)

  • J.P. Damiani & Asociados  (211 y 157 respectivamente)

  • estudio Víctor Paullier & Cía (183 y 133)

  • Gonary SA (48 y 35)

  • estudio Cr. Abasolo (33 y 21)

  • María Noel Otero Perroni, socia del estudio Otero & Asociados (29 y 24

  • el estudio Cr. Caterina Gómez Lagas (59 y 13)

  • Zolkwer y Asoc. (35 y 18)

  • World Business Commercial Corp (34 y 37)

  • Fides Capital (61 y 30)

  • GC Corp. Ltda, (58 y 12)

  • BGL Asesores Legales y Fiscales (8 y 43)

  • estudio Dix-Kohlsdrof (50 y 2)

  • Global Developers Corp. (83 activas)

  • Ruben  Weiszman & Asociados (59 inactivas)

  • Guyer & Regules (1 y 63)

  • Bright Side SA (71 y 142)

  • estudio Dr. Raúl Doldán Amarelli (25 y 68)

  • DCA Contadores & Asociados (54 y 19

  • estudio Lussich Torrendell (23 y 29)

  • estudio Daniel Pérez Blanco (43 y 50)

  • Rodríguez Teodoro y Asociados (72 y 102).

  • estudios Konrad & Asociados (28 sociedades activas y 16 inactivas); PricewaterhouseCoopers International Business Services Ltda. (14 y 31)

  • Atlantic Tower S.A. (24 y 20)

  • Ferrere Abogados (24 y 25).

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias

 

 

 

 

 

 

jueves, 11 de septiembre de 2025

Marines de EEUU en el Cerro


 
 Marines de Estados Unidos se entrenan con Infantes de Marina uruguayos



Javier Bonilla, 4 septiembre 2025

Como parte de un esfuerzo bilateral para mejorar el adiestramiento y la preparación regional Infantes de Marina de Estados Unidos operaron en agosto junto a fuerzas navales uruguayas, participando en entrenamientos prácticos y otros intercambios sobre tácticas en embarcaciones pequeñas y puntería de precisión.

El intercambio, realizado entre efectivos del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos e Infantes de Marina uruguayos, incluyó intercambios de manuales de entrenamiento y preparación, así como posteriormente la puesta a prueba de dichos intercambios mediante la realización de operaciones .Se incluyeron operaciones en embarcaciones inflables, semi rígidas, procedimientos de señalización y debates en materia de entrenamiento.

El encuentro fortaleció las habilidades marítimas bilaterales y reforzó las normas de adiestramiento compartidas entre ambas naciones, mejorando los estándares de entrenamiento y preparación entre Estados Unidos y Uruguay, además de facilitar el intercambio de estándares de formación acordados entre ambos países.

El intercambio se llevó a cabo en la base del Comando de Infantería Marina (Cerro) en Montevideo, donde infantes de marina estadounidenses y sus pares uruguayos recibieron e intercambiaron presentaciones sobre la realización de las citadas incursiones en embarcaciones y sobre los estándares de puntería de ambos cuerpos.

Oficiales militares uruguayos afirmaron que el intercambio está ayudando a modernizar los estándares, mejorar la interoperabilidad con las fuerzas estadounidenses y fortalecer los vínculos con el Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos.

"Esta rama tiene fuertes vínculos preestablecidos con el Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos", declaró el Capitán de Navío Sergio Sar, Comandante de la Infantería de Marina del Uruguay. "Toda nuestra doctrina, especialmente nuestras operaciones anfibias, se basa en la doctrina del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos".

La traducción, adaptación y revisión de los estándares de entrenamiento y preparación, así como el intercambio de técnicas y principios de puntería, contribuyen a mantener una alianza cohesiva y estratégica con nuestros socios, así como a fortalecer los vínculos existentes y crear nuevos nexos.

“Creemos que una mejora positiva que podríamos lograr es seguir trabajando juntos”, destacó el CN Sar. “Nos gustaría comenzar a entrenar junto con los Marines de EE. UU. y aprovechar el material que hemos comenzado a evaluar aquí”.

 

 

 

10 Septiembre, 2025


 

Ante la confirmación pública del ingreso al territorio nacional de un contingente militar de los EE. UU. y su actuación en operativos de adiestramiento en los que participaron militares uruguayos, hecho acaecido a mediados de agosto en el Cerro de Montevideo, sin haber respetado los mecanismos constitucionales de autorizaciones el PIT-CNT entiende oportuno realizar las siguientes consideraciones; a saber:

El ingreso de Fuerzas Armadas extranjeras en el territorio nacional no puede ocurrir al margen de los mecanismos de control institucional establecidos, como es el caso del numeral 11 del artículo 82 de la Constitución. La inobservancia de los criterios de habilitación para el ingreso de militares extranjeros al país es absolutamente perjudicial, tanto sea por la opacidad que se genera con relación a los fines, plazos y características de estas acciones, como, y fundamentalmente, por el asentamiento de precedentes de discrecionalidad en áreas que hacen a la soberanía nacional.

La inestabilidad mundial, producto de las guerras y las amenazas a la paz que actualmente permean el orden internacional, tienen a las Fuerzas Armadas de los EE. UU. en los primeros lugares de responsabilidad. Tal es el caso, entre otros tristes ejemplos, del genocidio que viene ejecutando el gobierno de Israel contra el pueblo palestino, que sería impensable sin el apoyo económico y militar de los EEUU y de la amenaza del cerco militar que viene perpetrando las fuerzas armadas dirigidas por Donald Trump en aguas internacionales cerca de las costas de Venezuela.

Por lo antedicho, el movimiento sindical rechaza la realización de los operativos militares conjuntos entre EEUU y Uruguay y reclama el cumplimiento de los permisos necesarios para el ingreso al país de militares extranjeros.

 

SECRETARIADO EJECUTIVO
PIT-CNT
PRIMERO EL PUEBLO

 Con los yankis no!

 

 

 

 

 

 

sábado, 28 de junio de 2025

El frío debajo de las chapas


 El frío debajo de chapas y colchones: el invierno en los cantegriles, por fuera de la alerta roja del gobierno


Mientras que el gobierno decretó una emergencia por las bajas temperaturas para la gente que vive en la calle, cientos de miles de uruguayos enfrentan un crudo invierno en sus viviendas precarias. Las historias de supervivencia a las heladas y las lluvias en los asentamientos

 
El Instituto Nacional de Estadística (INE) concluyó que la pobreza terminó 2024 en 17,3%. La nueva medición mostró también que uno de cada tres niños menores de seis años es pobre en Uruguay.
 



Karen Parentelli y Martín Tocar, 20 junio 2025 Que Pasa

El televisor encendido en lo de Silvia anuncia que se vino el frío, y que llegó para quedarse. Los ocho grados centígrados que marca el termómetro en la pantalla parecen demasiado para la sensación acá en Barrio Moderno, próximo a Punta de Rieles en el límite entre Montevideo y Canelones, donde todavía no terminó de disiparse la helada: el sol asoma pero no lo suficiente aún como para quitar la fina capa de hielo sobre el pasto y las chapas.

En un canal entrevistan a una fisioterapeuta que da consejos para combatir el impacto de las bajas temperaturas en las articulaciones. En otro, un programa matutino repasa las medidas del gobierno para la población que vive en la calle.


Silvia, de 50 años, no vive a la intemperie, pero el frío se le cuela por los agujeros de su rancho.

—Esto acá es horrible. Te entra el aire y el agua por todos lados. Se llueve todo. La chapa viejita ya no da para más.

En las paredes hay un pequeño cuadro del Arco del Triunfo en París y otro de igual tamaño con un dibujo de la Catedral de Notre Dame. Está la heladera en una esquina, una pequeña mesa contra la pared, y dos camas, una doble y otra individual, donde uno de los hijos adolescentes de Silvia todavía duerme bajo varias frazadas. Es el más grande de los dos que viven allí; el que no le gusta estudiar. Otra niña se aferra a la estufa eléctrica de baja tensión para calentarse como se puede. Todo allí en diez metros cuadrados.

—El lunes no sabés lo que era. Esto se movía todo.

La otra calle

Claro que no es nada nuevo. La situación de los asentamientos ha permanecido más o menos incambiada más allá de intervenciones de uno y otro gobierno.


Pero con los focos de los últimos días en la población que vive en la calle, vecinos de los barrios más carenciados, así como otras personas que trabajan con esa población, advierten que el invierno también tiene que ser una preocupación en los cantegriles.

“Es entendible que se hable de la gente en la calle. Pero lo que vemos en estos barrios a veces no es mucho mejor, y en algunos casos puede ser peor”, dice Matías Acosta, de la Fundación Piso Digno, que interviene en viviendas precarias de asentamientos.

Aunque las situaciones no son todas iguales, los datos oficiales marcan que hay 667 asentamientos en todo Uruguay, la amplia mayoría en la zona metropolitana. Montevideo tiene 345 asentamientos y Canelones otros 128. Le siguen Artigas (36), Paysandú (27) y Salto (25), abarcando un total de unas 200.000 personas, según estimaciones.

Son miles de familias acostumbradas a que el frío traspase las paredes y que en las noches de lluvia el agua se cuele por los techos o por los suelos inundados.

Los que no tienen un piso construido a veces buscan algunos escombros para poner abajo del colchón, como una barrera contra la humedad insoportablemente gélida que sube desde la tierra, incluso en los días en que no cae ni una gota.


En Nuevo Ellauri, en Casavalle en el norte de Montevideo, la casa de Luciano, Micaela y su hija de dos años “se llueve” aunque el cielo esté despejado y el sol a pleno. La chapa empieza a “transpirar”, dice Luciano, el techo gotea. Esa condensación de frío se acumula, y cae sobre la cama donde duerme con Micaela y la niña. “Ponemos unas bolsas de nylon a la altura de la cabeza, arriba de la cama, para que no nos caigan cuando dormimos”, explica Luciano, quien no terminó la escuela, plantó caña en Bella Unión y por estos días entrega currículums en busca de trabajo.

Viven en una construcción de madera y chapa, sin cielo raso, con algunas paredes recubiertas por un plástico que simula ser ladrillos o piedras; de piso tienen maderas de palets. Hace apenas unos días que se mudaron. Antes vivían a unas pocas cuadras en una vivienda que estaba en peores condiciones.

Cuando El País llega el miércoles 25 de junio por la tarde, la hija pequeña está en el comedor de su casa con campera de nylon, la capucha puesta. Luciano, su padre, viste un pasamontañas para tapar el frío. Estar adentro es casi como estar afuera: el aire se cuela por el techo, por las uniones de las chapas y por la puerta. No hay ventanas. Y el frío también sube desde el suelo.

Tienen, eso sí, un equipo de aire acondicionado que lo reciclaron, lo arreglaron y funciona para sacar algo de humedad al menos, pero no ayuda mucho También una estufa de dos tubos de luz, que parece no dar ni calor ni luz.


Luciano tiene 23 años. Micaela, 22. Son padres jóvenes, sin trabajo fijo. Y cuando llueve, el panorama es más complicado que cuando solo hace frío. “Cae agua por los agujeros de la chapa. La tapamos como podemos, con un zapato cortado, con pañitos. Todo para que no entre tanta agua”, cuenta Luciano. “Nos rescatamos como podemos”.

El invierno los obliga a pasar casi todo el tiempo en una misma habitación, la menos fría.

“La nena estuvo enferma hace poco. Le agarró una tos fuerte y se ahogaba. Tuvimos que salir corriendo a las tres de la mañana al Pereira Rossell”, recuerda Luciano. Usó la moto del hermano para llevarla. “Era un catarro fuerte. Le dieron calmantes, la revisaron”. Y volvió para la casa a soportar las bajas temperaturas.

Micaela acompaña el relato casi en silencio, abrazando a su hija. “Siempre la tenemos bien abrigada. Pero acá adentro hace mucho frío”.

"La Villa"

En las noches de invierno, cuando el viento sacude los techos de chapa y el frío se cuela por las rendijas, María corre las camas de sus hijas para alejarlas de las paredes. Sabe que por ahí se filtra agua cuando llueve, pero no tiene muchas opciones: hace dos años que vive en “La Villa”, un asentamiento al fondo de Nuevo Ellauri, pegado a la cañada. Ahí levanta como puede un hogar para sus cuatro hijas y una sobrina de 18 años, con quienes enfrenta el invierno, las enfermedades y la violencia del barrio.


El techo, improvisado con chapas y plásticos. No tiene estufa ni calefacción. Solo abrigo. Se organiza con lo que hay.

María tiene 32 años y una historia cargada de dificultades. “Estuve presa tres meses. Fue un golpe duro, perdí a mis hijas. El padre no me las dejaba ver. Salí y dije: ‘yo puedo sin vender droga, sin hacer cosas malas’. Conseguí trabajo en limpieza, de tarde hasta la noche, mientras mi hermano y mi hermana me ayudaban a cuidar a las nenas. Ahí arranqué de nuevo”.

Tiene hijas de 16, 14, 7 años y una bebé de 11 meses. También vive con su sobrina. Todas mujeres. Y todas crecieron sabiendo que hay que apurarse cuando el cielo se pone negro, porque las lluvias inundan todo. “Una vez el agua nos llegó hasta las rodillas. Perdí la cama, el colchón, todo. Tuve que volver a empezar, de a poco. Cuando llueve fuerte, el pedregullo se va con la corriente y la casa queda flotando


Las autoridades lo saben, pero las respuestas no llegan. “Acá hay muchos niños, muchas madres solas. Y si alguien se enferma, nos tenemos que arreglar. Mis hijas mayores me ayudan con las más chicas”, dice María. “Los médicos te dicen que las tengas en las casas, no sabes qué es peor”, cuenta María.

Ella intenta sostenerse con la tarjeta del Mides. “Con eso y la asignación. Yo vendo comida, hamburguesas y tortillas de papa. Pongo un cartel afuera y vendo a los vecinos. No es mucho, pero me da para seguir. También me dan ropa, la lavo y la vendo por vivos que hago por Facebook”.

Cerca suyo en La Villa, su vecino Nicolás, de 24 años, se presenta con tranquilidad entre los perros que ladran. Todos lo conocen como el Calde. Vive solo, al fondo de uno de los pasajes del asentamiento. Su rancho, como lo llama, lo heredó de su padre. Él lo fue levantando de a poco, a fuerza de voluntad y paciencia.


Ahora tiene luz y a, aunque cuando llueve mucho el agua entra igual. No como un río, dice, pero se mete. Y el frío, ese sí entra sin permiso.

“El invierno lo paso bien abrigado, con los perros”, cuenta. Tiene cinco. Dos duermen con él adentro, los otros en la cucha. No tiene estufa eléctrica ni brasero. “No prendo fuego, me meto en la cama y escucho la radio”, dice. No mira televisión porque no tiene. La radio lo acompaña. “La música, los programas. Es lo que hay”.

María dice que así, como están ellos, “no se puede vivir”, pero que se hace lo que está al alcance de la mano.

El Calde, en su rancho de techo liviano y sin calefacción, con su campera de nylon y un champión diferente en cada pie, dice que no le falta abrigo, ni por fuera ni por dentro. “Así como estoy ahora, vos te morís de frío. Pero yo no”, dice riéndose.

Un piso

La pecera de vidrio en el frente del rancho de Johnny y Stefanie está toda cubierta de hielo. Son las 8:30 de la mañana y un grupo de personas ayudan a levantar unas tablas de madera.


—¡Se congelan los peces! —bromean.

En Barrio Moderno, un asentamiento constituido hace pocos años, también hay momentos de humor. Dentro de todo, es día de celebración para la pareja, que está recibiendo su piso de madera gracias a la Fundación Piso Digno, que lleva unos 950 pisos instalados desde el año 2020.

Stefanie, de 29 años, tiene dos hijas (de 10 y 6 años) y está embarazada de mellizos. Viene de varios meses en la calle, sin un techo, con experiencias en refugios por su cuenta y en refugios para madres solteras. “Son todos horribles. Cuando estás calentita te sacan para afuera. Te maltratan y si te descuidás un segundo te roban todo”, relata sobre esas experiencias anteriores. Sufrió violencia de género por parte de su expareja, que estuvo con tobillera. Ella muchas veces prefirió dormir en la calle. Hasta que a comienzos del año pasado apareció una oportunidad. “Me dijeron que estaban agarrando terrenos en varios lugares. Me vine para acá y me vendieron este terreno a 8.000 pesos. Aunque todo el mundo agarraba gratis. Estuve unos meses así hasta que llegó él”.

—¡El ángel de la guarda! —intercede su pareja.

 

Lo que empezó como “un rancho de 2x2”, en la zona más baja del asentamiento, cerca de la cañada, fue ganando algunos metros. La inclinación del terreno los obligó a hacer unas zanjas alrededor para paliar las inundaciones los días de lluvia -“salimos con baldes a sacar el agua”- pero incluso cuando no llueve la humedad penetra con fuerza. “A la tarde ya empieza a subir la humedad desde la cañada, como si fuera un humo, y te entra hasta en el cuerpo”, dice ella. Junto al agua, los residuos y las ratas.

Como todos en el asentamiento, están colgados de la luz. “La forma de calefaccionarse es a pura frazada. Tenemos la estufa eléctrica pero si nos ponemos todos a prender... explota todo. Así que la tenemos para mirar nomás”.

Johnny trabaja haciendo changas, como limpieza y jardinería. Con esfuerzo le dio para comprarse una moto y una máquina para cortar el pasto. Pero no todas las semanas son iguales. “A veces es difícil llegar a fin de mes, a veces es difícil llegar al fin de semana”.

Su pareja dice que hace diez años está pidiendo, sin éxito, recibir las transferencias del Mides. “Me la han negado. Ahora por el embarazo gemelar, me dijeron que vaya a hacer el trámite. Sobre todo porque he estado adelgazando en vez de engordar”, dice a El País.

Esta semana, dicen, es la última que pasan con el colchón contra el barro. A medio terminar en el momento en que El País visita la vivienda, Stefanie dice que no puede explicar “la enorme diferencia” de sentir el piso de madera.


Su vecina Isabel, en el rancho de al lado, también beneficiaria de la fundación, calienta dos baldes para lavar la ropa. “¡Con agua fría no pienso lavar!”, dice al abrir la puerta del rancho. No es la única que se mantiene junto al fuego para paliar la helada. Tres perros y una gallina también se acercan a las llamas en busca de algo de calor.

—Los chiquilines acá te andan de remera todo el día y yo no puedo más. No sé si me estaré poniendo vieja —dice Isabel, de treinta años.

El lunes pasado, con el temporal, no pudo salir de la cama. Vive en una construcción más chica, en la que duermen cuatro mayores y dos menores. Hasta ahora recibe la asignación familiar por su hijo —de 14 años, que se pasea de buzo y chancletas—, pero la dejará de recibir el mes que viene. “Dice que no quiere estudiar más. Así que vendrá a trabajar conmigo”.

Todos cuentan que intentan cocinar temprano y dormirse apenas entra la noche. Aunque a veces el frío obliga a mantenerse despierto y moverse, o aglutinarse en torno a un fuego.

En eso muchos también ven un peligro. Alexandra, en el asentamiento Aquiles Lanza en Malvín Norte, dice que allí se suele cocinar con leña o en braseros improvisados, con el riesgo de incendios o intoxicaciones. “Le ponemos alguna bolsa de plástico para que agarre al principio”, cuenta.


Virginia, vecina de 39 años y residente de un rancho que “taponea como se puede”, se calefacciona con un ladrillo que tiene una pequeña resistencia eléctrica. “Sabemos que es peligroso, por eso lo desenchufamos cuando salimos”.

“Yo duermo con gorro. Me lo pongo porque el frío me da dolor de cabeza. Cuando sale el sol, mejora un poco, pero en invierno no calienta nada. Acá empieza a bajar el sol y olvidate: hay que inventar calor”.

El gobierno

Censo y soluciones “mientras tanto”

Los asentamientos suelen estar en la mira de los programas de cada gobierno, aunque se trata de un fenómeno que se ha mantenido estable en las últimas dos décadas La actual administración ingresó con la noción de continuar y profundizar algunas de las líneas de acción de los anteriores gobiernos.

La ministra de Vivienda Tamara Paseyro dijo a comienzos de junio que procurarán “fortalecer” la Dirección Nacional de Integración Social y Urbana (Dinisu), creada en la LUC del anterior gobierno y articular mejor el trabajo de los diversos planes, como el Plan Juntos, el Plan de Mejoramiento de Barrios y el Plan Avanzar.

También señaló que está pendiente el análisis fino de las distintas realidades en los asentamientos. “Hay una parte muy importante de la que nadie habla: qué características y tamaño tienen esos asentamientos. No es lo mismo 667 asentamientos con equis población, a que yo diga que hay 10 viviendas en uno, u otro con 300 familias”, señaló en la Cámara de Diputados.

Para avanzar en ello hay equipos del ministerio trabajando con el Instituto Nacional de Estadística, a partir de los datos del último censo.

Actualmente, el Estado está interviniendo de alguna forma en 143 de los 667 asentamientos, según informó el subsecretario de Vivienda, Christian Di Candia, en el programa Cinco Sentidos de Canal 5.

Según indicó, las autoridades están analizando en “cuántos más” se podrá avanzar en el período, pero añadió que uno de los lineamientos trazados por el presidente Yamandú Orsi es trabajar no solo en la regularización sino también en el “mientras tanto”.

“El mejoramiento barrial puede llevar mucho tiempo. Tenemos casos de dos a once años. Para un niño, una niña, o un recién nacido, eso es mucho tiempo. Se están buscando soluciones que apunten a ver qué hacer en el mientras tanto”, dijo Di Candia, en lo que llamó “soluciones intermedias”.

Por otra parte, señaló que el Estado ha fallado en diseñar políticas para evitar el surgimiento de nuevos asentamientos mientras se trabaja en los ya existentes.

 

 

 

 

 

 

 


viernes, 27 de junio de 2025

Hace 52 años

la oligarquía asaltaba al Uruguay
 
 27 junio 2025, Caras&Caretas
 Carlos Pelaez
 
 Un día como el de hoy pero hace 52 años se instalaba la dictadura cívico militar.
 
 El deterioro institucional había comenzado años antes y tuvo en febrero del 73 un fuerte impulso. Partidarios de la dictadura, militares, dirigentes políticos, expresidentes, periodistas y hasta algunos dirigentes tupamaros han insistido una y otra vez en que el golpe de Estado sobrevino a consecuencia del enfrentamiento de fuerzas antagónicas representadas por la guerrilla y los militares. Es decir, la teoría de los dos demonios. La realidad fue muy diferente. El 27 de junio de 1973 se consolidó el proceso por el cual la oligarquía asaltó al país.

La mayoría de los historiadores uruguayos coinciden en que en el año 1968, y con Jorge Pacheco Areco en la presidencia, comenzó un proceso que inevitablemente desembocaría en dictadura. Cinco años después, otro colorado con apoyo de las Fuerzas Armadas y de los sectores más ricos del país disolvió el Parlamento y liquidó todos los derechos ciudadanos.

Fue Julio María Sanguinetti quien, con la recuperación de la democracia, en cada oportunidad responsabilizó a los tupamaros por el golpe de Estado, instalando la teoría de “los dos demonios”. Teoría sostenida también por algunos dirigentes del MLN para colocarse en el centro de un escenario en el que no estaban. Porque el 27 de junio de 1973 ya hacía exactamente un año que las Fuerzas Conjuntas (FFAA más la Policía) habían proclamado la derrota del MLN.

También se instaló la idea de que la CNT y la izquierda, particularmente el Partido Comunista, apoyaron el golpe. Pero con este planteo se intentó ocultar el apoyo que dieron al atentado contra la Constitución un sector de los blancos herreristas y el pachequismo, que se expresó en la enorme cantidad de cargos ocupados por integrantes de ambos sectores políticos durante los 13 años de dictadura. Además se ocultó el apoyo expreso que dieron la Asociación Rural, la Asociación de Bancos y la Cámara de Industria y Comercio.

En el período previo a la dictadura se vivían tiempos de luchas sindicales y estudiantiles. Eran épocas donde la inflación superaba el 100 %, y en 1972 el salario real había caído 17 %. Tiempos de congelación de precios y salarios, tiempos de escasez y hasta de contrabando interno de carne. Tiempos de represión, con estudiantes muertos, con centenares de detenidos en aplicación de las Medidas Prontas de Seguridad. Y cuando, por primera vez en la historia, un frente político de izquierda comenzaba a tallar fuerte en el escenario electoral.

Tiempos en que un carismático caudillo nacionalista, muy afín a ideas progresistas, disputaba el poder de igual a igual. Por eso Wilson Ferreira Aldunate se convirtió en uno de los principales enemigos de los golpistas.

Los militares cegados por los efectos de la guerra fría, entrenados por franceses y estadounidenses, terminaron siendo el brazo ejecutor para defender los intereses de los poderosos. Claro que también se debe recordar que la democracia no era muy prestigiosa entonces. El golpe tuvo mucho apoyo ciudadano porque la gente estaba enceguecida por el miedo a los tupamaros y a que los comunistas se llevaran a sus niños para Rusia.

Hubo una construcción política y cultural para que el golpe fuera inevitable. Y con la dictadura llegó la tragedia. Miles de presos y torturados, decenas de muertos, dos centenares de desaparecidos, miles de expulsados de sus trabajos, decenas de miles convertidos por decreto en ciudadanos clase C, más de 400.000 uruguayos huyendo del país por razones políticas y económicas.

Un plan político para robar

La dictadura fue parte de un plan político que perseguía redistribuir la riqueza en beneficio de los sectores más ricos del país. Y fue impuesta a sangre y fuego porque el saqueo y pérdidas de derechos ocasionados a los trabajadores así lo exigía. Vale recordar que la uruguaya fue la única dictadura cívico-militar en toda América Latina. Mientras los militares ensuciaban de sangre sus manos, algunas poderosas familias hacían negocios para fortalecer sus patrimonios. Aunque algunas migajas les tiraban a sus cómplices uniformados para mantenerlos dóciles a la mano del amo. Fue así como importantes grupos familiares no vacilaron en vaciar bancos, asociarse a mafias internacionales, saquear empresas y lavar dinero producto del desfalco de otro país.

Bancos vaciados y vendidos a 1 peso más IVA; devaluaciones orquestadas; compra de carteras de deudores incobrables; estafas organizadas con el BHU; sobrefacturaciones en obras estatales y hasta la creación de holdings para lavar dinero fugado desde Argentina son un pequeño sumario delictivo de la época.

Una de las grandes deficiencias que aún tiene la investigación historiográfica es que no ha profundizado en los sectores civiles, empresariales y financieros que usufructuaron a la dictadura.

De acuerdo a un estudio realizado por el economista Daniel Olesker, “el resultado de la política económica de la dictadura fue una transferencia del trabajo al capital de más de 5.000 millones de dólares en 1983; ese era aproximadamente el valor del PBI al finalizar el período dictatorial y esa era la magnitud de la deuda externa del país. Es decir, los trabajadores perdieron durante esos 12 años ingresos equivalentes a la deuda externa uruguaya”. Para realizar ese saqueo se usó a las Fuerzas Armadas y a la Policía.

En el libro “El negocio del terrorismo de Estado”, el periodista Fabián Werner recuerda que “en abril de 1985, exactamente con una semana de diferencia, los senadores Carlos Julio Pereyra (Partido Nacional) y José Germán Araújo (Frente Amplio) presentaron pruebas ante sus colegas de la Cámara Alta de delitos económicos cometidos por militares y civiles durante la dictadura y pidieron la conformación de comisiones investigadoras, además del envío de antecedentes a la justicia penal. El destino de esas acusaciones, profusamente documentadas, fue el olvido”.

Antes

A fines de 1967 asumió como presidente el colorado Jorge Pacheco Areco, elegido vicepresidente para el gobierno del general (r) Óscar Gestido, quien había asumido el 1° de marzo y murió el 6 de diciembre de ese año.

Todos sus ministros o subsecretarios eran dueños o accionistas de importantes empresas y bancos. Jorge Peirano Facio, vinculado al Mercantil, fue nombrado subsecretario del Ministerio de Industria y Comercio que estaba a cargo de Horacio Abadie Santos, vinculado al Banco de Crédito. En Trabajo y Seguridad Social se desempeñaba el abogado Enrique Véscovi, vinculado a la Caja Obrera y al Mercantil, quien a mediados de los 90, como presidente del Grupo Bosque de Punta del Este, denunció que la construcción del nuevo aeropuerto del balneario, cuyo concesionario principal era el Grupo Peirano, afectaba al medio ambiente, hasta que Peirano lo contrató como asesor legal de sus empresas.

César Charlone, exdirector del Banco Internacional y vinculado a la Sociedad de Bancos, asumió como ministro de Economía y Finanzas. Jorge Echevarría Leunda, vinculado al banco de Cobranzas, se desempeñó como subsecretario y luego pasó a presidir la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande cuando comenzó su construcción. El Ministerio de Obras Públicas quedó a cargo de Walter Pintos Risso, propietario de la constructora que llevaba su nombre y vicepresidente de Horacio Torrendell S.A., importadora de los aviones Cessna y de varias marcas de vehículos.

La OPP quedó a cargo de Alejandro Végh Villegas, exdirector de la Caja Obrera. Y como presidente del Banco Central asumió Carlos Sanguinetti, vinculado al Banco Mercantil.

En el mismo tiempo, los Peirano Facio, Jorge y Juan, eran poseedores de 38.000 acciones del Banco Comercial. Por allí se vinculaban al grupo Braga Salvañac, uno de cuyos más conspicuos integrantes era Enrique Braga, exministro de Economía durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle. En el Mercantil, Peirano era socio del denominado Grupo Sanguinetti, cuyas cabezas principales eran Juan Carlos y Jorge Sanguinetti. Jorge, vinculado a la lista 15 de Jorge Batlle, y Juan Carlos, presidente entonces del Banco Central del Uruguay. No se cuidaban mucho las formas.

Ministro de Ganadería era el ganadero Juan María Bordaberry, padre de Pedro, exministro y exsenador, quien luego se convirtió en dictador. Por supuesto que ya entonces aparecía el abogado Ramón Díaz, uno de los directores del diario El País, quien en sucesivos altos cargos oficiales vinculados a la política económica también representaba los intereses de la banca estadounidense.

En el Ministerio de Comunicaciones y Turismo se desempeñaba el ingeniero José Serrato, uno de los más importantes accionistas y director de la Sociedad Televisora Larrañaga S.A., propietaria de Canal 12 hasta principios del 2000 cuando la adquiere el Grupo Cardoso, cabeza de supermercados Disco.

Adolfo Cardoso Guani, fundador y padre de los continuadores de Disco, fue el segundo ministro de Industria y Comercio de la dictadura.

En febrero de 1973 el juez Héctor Amilivia detuvo y procesó a Jorge Peirano Facio, presidente del entonces Banco Mercantil. Pero en junio la dictadura acusó al magistrado de “prestar asistencia a la sedición”. Tuvo que exiliarse en Barcelona, donde falleció años después. En su momento, Amilivia llegó a compilar todos los documentos contables que fueron necesarios para probar los delitos cometidos por integrantes del “clan” Peirano. Todas las firmas colaterales, prohibidas por la normativa vigente en aquellos tiempos, estaban presididas por Juan Carlos Peirano Facio, quien resultaría procesado. Jorge, su hermano, había presidido el Banco Mercantil, pero, para entonces, había sido designado ministro de Industrias.

El dinero del Mercantil fue desviado a Panamá a través de la SAFI “Mercantil River Trust”. El mismo procedimiento que 30 años después usaron sus hijos para desviar dinero del Banco de Montevideo al Trade & Commerce Bank de las Islas Caimán.

Peirano Facio fue liberado días después de la disolución del Parlamento. Los abogados del banquero eran Ramón Díaz y Adela Reta.

En 1990 el presidente Luis Lacalle Herrera designó a Díaz presidente del Banco Central y en tal condición fue uno de los artífices del proceso de reperfilamiento de deuda externa del Uruguay en esos años.

Durante

Durante los 13 años de dictadura hay apellidos de empresarios y políticos que se repiten: Zerbino, Pascale, Davrieux, Bensión, Strauch, Rocca Couture, Aznárez, Ferrés, Raffo, Soler, Manini Ríos, Otegui, Vargas Garmendia, Ortolani, Peirano. También nombres de militares; Gregorio Álvarez, Hugo Márquez, Luis Vicente Queirolo, Yamandú Trinidad. Y dos mafias internacionales: la logia masónica P2 y la Secta Moon.

  • Nunca supimos cuánto costó al país la represa de Salto Grande, una de las obras más grandes iniciada a fines del 73.

  • La represa de Palmar, presupuestada en 230 millones de dólares, terminó costando casi 1.200 millones de dólares.

  • Sólo un grupo de estafadores argentinos que pagaron coimas suculentas en Maldonado y Montevideo se llevaron 30 millones de dólares del BHU.

  • Cinco bancos de primera línea fueron vaciados por sus dueños. Primero los usaron para fortalecer a sus empresas y luego pasaron toda la cartera incobrable (la de sus dueños, entre otros) al BCU. La compra de carteras incobrables por parte del BCU costó unos 800 millones de dólares.

  • La Armada Nacional ganó decenas de millones de dólares vendiéndole fletes de petróleo a Ancap y ese dinero lo ocultó en el Riggs Bank, el mismo banco que usó Pinochet.

  • La logia P2, asociada a los exdueños de Bafisud, creó un holding de inmobiliarias y constructoras en Punta del Este, que se dedicó a invertir en el balneario la “plata dulce” fugada desde Argentina.

Banqueros enriquecidos cuyas deudas todavía paga usted

El salvataje de varios bancos, la venta de los mismos a 1 peso (sí, un peso) más IVA y el pasaje de sus carteras de incobrables al BCU es un episodio digno de una “republiqueta bananera”. Pero ocurrió en Uruguay.

¿Cómo reaccionaría, estimado lector, si mañana este cronista le pasara a cualquiera de ustedes sus facturas de servicios para que las pagaran? Muchos se reirían y la mayoría lo mandaría al diablo, por lo menos. Pero lo que seguramente no imaginan es que 40 años después aún están pagando las deudas adquiridas por otros y que forman parte de nuestra “deuda eterna”. Es decir, todos pagamos la riqueza mal habida de importantes empresarios.

Miguel Carrió, el mismo que denunció el “Operativo Conserva”, explicó en su libro “País vaciado” cómo fue la operativa. “En 1981, al allanar el escritorio en Arezzo, Italia, del gran maestro de la Logia Masónica Propaganda Due (P2), Licio Gelli, quedaron al descubierto las conexiones entre dicha organización mafiosa y altas personalidades de la política, las finanzas, y la diplomacia internacional. Entre los implicados en la densa trama de sobornos y lavado de dinero figuraba el banquero Mario Ortolani, quien estaba instalado en nuestro país desde 1970, y en 1981 era la eminencia gris del Banco Financiero Sudamericano (BAFISUD) desde su aparentemente modesto cargo de subgerente general”, dice Carrió.

Agrega: “Junto a Ortolani, integraban el Consejo de Administración de BAFISUD representantes de los intereses vaticanos, personalidades uruguayas del ambiente financiero, y el propio Licio Gelli. Entre los uruguayos figuraban los Santayana, Julio Aznárez, la familia Strauch y la familia Peirano Facio”. Carrió explica en su libro que en ese año se desarrollaba una guerra no declarada por la sucesión del dictador Aparicio Méndez en la Presidencia de la República, entre los generales Luis Vicente Queirolo (quien tenía “negocios” con la logia P2) y Gregorio Álvarez. Es precisamente esa relación de Queirolo con la para ese momento “desgraciada” organización mafiosa, lo que permitirá a Álvarez hacerse con el poder.

Una vez en la presidencia, el dictador Álvarez ordena al general Yamandú Trinidad la incautación de los documentos encontrados en la casa que Licio Gelli tenía en Carrasco. Entre ellos había tres carpetas rotuladas “Massera, Emilio Eduardo”, el hombre de la logia en Argentina, represor, genocida, ladrón de niños, amigo y socio del vicealmirante Hugo Márquez. Hacia 1982, el BAFISUD ocupaba patrimonialmente el tercer lugar en el ranking bancario uruguayo, poseía una sucursal en la ciudad brasileña de San Pablo, y en Argentina era propietario del Banco Continental.

En abierta infracción a la legislación uruguaya y en forma “relámpago”, Ortolani construyó un denso entramado de intereses industriales y comerciales en torno al banco, con el objetivo claro de vaciarlo en perjuicio de sus ahorristas. Se asocia con la empresa SAFEMA (Sociedad de Fomento Edilicio de Maldonado), que canaliza hacia la inversión en la construcción en Punta del Este y Montevideo buena parte del dinero negro argentino, conocido como “plata dulce”, asegura el autor.

Carrió explica que la forma de actuar de Ortolani para concretar inversiones era detectar las empresas que podían ser de interés para el grupo mediante auditorías de la multinacional Price Waterhouse y, si el informe era favorable, hacía una oferta para su adquisición.

Pero en esa misma fecha, en medio de la “guerra sucesoria” por el control de la logia P2 derivada de la quiebra del Banco Ambrosiano, el mafioso Carmelo D’Amore inició un juicio contra BAFISUD acusando a Ortolani de malversación de fondos, uso indebido de depósitos y falsificación de firmas. Lo denunciado por D’Amore era verdad, y ello provocó una corrida bancaria que fue solucionada por la dictadura vendiendo el BAFISUD al holandés NMB Bank por la suma de $1 más IVA y comprándole luego su cartera pesada por 94 millones de dólares. El asesor de los holandeses en nuestro país era el luego diputado del Partido Colorado (lista 15) Alberto Brause Berreta.

“Entre los deudores incobrables de BAFISUD figuraban, entre otras, las empresas Ambrois y Cía., Tem S.A., Atma S.A.; y los grupos Soler, Bakirgian y Strauch. Este último, que estaba sindicado como estrechamente vinculado a la logia P2, tuvo un acelerado desarrollo basado en el crédito bancario durante la dictadura. Su estrategia era concentrar los bienes en manos de un integrante del grupo que no tuviera deudas, volviendo insolvente al resto. Así lo hizo con el BAFISUD, y así lo volvería a hacer con el Banco Pan de Azúcar tiempo después. Esta última institución (que tras quebrar fue absorbida por el Banco República) tenía iniciados más de 20 juicios contra este grupo, pero nunca pudo recuperar un centésimo debido a la carencia general de garantías de la que históricamente hacen gala los Strauch”, dice Carrió.

El investigador sostiene que “la misma operación de compraventa se repetiría con los bancos Panamericano, del Litoral, y Banfed, que también fueron vendidos en un nuevo peso al Banco Central de Madrid, al Banco Santander y al Banco Exterior de España, respectivamente. Luego de vender los bancos, el estado uruguayo pagó a sus nuevos dueños una suma superior a 300 millones de dólares por el privilegio de quedarse con sus carteras pesadas. Esta estrategia de compra de carteras incobrables de los bancos fundidos adrede fue idea del Citibank, que ofreció a cambio de la venta de la suya un préstamo al gobierno central. De esta manera, la banca privada solucionaba sus problemas de la alta incobrabilidad de sus carteras, y la dictadura obtenía nuevos préstamos externos para seguirse financiando”.

Los vendedores de bancos se quedaban sin deudas y con sus empresas modernizadas porque todos “metieron mano en la lata”.

“Esta operativa costó al país 821 millones de dólares, según denunció el senador Carlos Julio Pereyra (MNR-PN), quien además acusó a José Gil Díaz, presidente entonces del BCU, de haber colaborado con los directivos de uno de los bancos vendidos para ocultar una defraudación tributaria. Fue investigado por la Justicia, sin consecuencias”, sostuvo Carrió.

Vaciaron al BHU

Julio César Luongo fue interventor del Banco Hipotecario durante casi toda la dictadura. Era un protegido del general Gregorio Álvarez y de su esposa Rosario Flores. Tanto que en 1984, cuando el entonces ministro de Economía Alejandro Végh Villegas pretendió destituirlo, el Goyo se opuso.

Para financiar a la institución, Luongo la endeudó en 50 millones de dólares con el Citybank; otros 50 millones con el Banco de Londres y 16 millones con el Banco de Crédito. Pero ese dinero fue traspasado a promotores privados sin ningún control. Estos vendían bajo el sistema conocido como “en el pozo”, es decir, antes de construir nada.

Se liberaron los precios de venta, se eliminó al Departamento Financiero, no se controló la calidad de la construcción y el uso de los préstamos. En 1980 se modificó la Carta Orgánica del banco para eliminar la garantía hipotecaria como condición para los préstamos.

Varios de esos promotores, como Julio María De Feo, la inmobiliaria Yaco, Urbaneste y Framyl, se hicieron de decenas de millones de dólares estafando al BHU y a los promitentes compradores.

A esa estafa se sumó el coronel Néstor Bolentini, primer ministro del Interior de la dictadura, quien ya fuera del gobierno y actuando como abogado organizó a muchísimos damnificados, quienes mediante el pago de “honorarios” recibían la promesa de un nuevo préstamo para construir. Demás está decir que perdieron todo lo pagado y nunca recibieron el préstamo prometido.

En Maldonado se cometieron dos estafas millonarias contra el BHU, las que fueron posibles por las coimas que cobró Domingo Burgueño, entonces secretario general de la Intendencia, luego consejero de Estado y en democracia dos veces electo intendente.

En la página 145 del libro “País vaciado”, el periodista Miguel Carrió sostiene que «la vedette uruguaya de la estafa fue Domingo Burgueño Miguel, a quienes sus amigos apodaban ‘el Bala’. Todas las irregularidades cometidas en la Intendencia y las correspondientes gratificaciones pasaron por sus manos. Framyl fue posible porque el Bala estaba en el asunto».

El libro agrega que una cinta grabada por Poblet Videla, principal de Framyl S.A., y que llegó a manos de David Borges, exinterventor de Disnamar y editor del diario Punta del Este, y que este cronista escuchó, se expresa que “Burgueño es pieza clave en la organización delictiva y principal destinatario de los dineros que desviaba el Banco Hipotecario para el pago de coimas”.

Los dueños de Framyl S.A. eran dos delincuentes argentinos: Julio Bachman, con antecedentes internacionales por secuestro, extorsión y falsificación de moneda extranjera, y el abogado Arturo Poblet Videla, implicado en una falsificación millonaria de Bonex.

Ambos se instalan en Maldonado y constituyen las empresas Framyl S.A. y Disnamar S.A. para vender terrenos y construir viviendas con financiación del Hipotecario. Sin tener en cuenta los antecedentes de estas personas, el BHU le otorgó una cifra cercana a los 25 millones de dólares. Pero además se hizo una tasación de 900 dólares por metro cuadrado de construcción para viviendas de categoría II, cuando en las torres más importantes de Punta del Este el costo era de 600 dólares el metro cuadrado. La construcción de viviendas se inició sin que el fraccionamiento estuviera aprobado y sin contar con los servicios indispensables.

Carrió sostuvo que «relacionado con Framyl S.A. aparecen otros personajes de la dictadura como el abogado Eduardo Carrera Hughes, consejero de Estado y abogado de la empresa, así como una larga lista de funcionarios municipales y del BHU que recibían coimas mensuales para que el programa de construcciones se hiciera sin planos o se cobraran adelantos de obra en el Banco por construcciones que nunca se concretaron». Los terrenos vendidos bajo esas circunstancias recién fueron regularizados en el año 2007, bajo el gobierno del intendente Óscar de los Santos (FA).

Carrera Hughes era socio de Burgueño en un estudio contable ubicado en la calle Burnett, frente al campus. Y también está vinculado a la sucesión que es copropietaria de los terrenos de Punta Ballena, donde se pretendía construir 29 edificios.

En tanto, “Urbaneste”, fue un proyecto para construir 576 viviendas, que se presentaban como ciudad satélite y que se erigirían en la ruta 39 casi frente al barrio Hipódromo. Recibió 30 millones de dólares del BHU, apenas levantaron 47 viviendas en dos bloques, los abandonaron sin terminar y huyeron. Recién fueron regularizados y reconstruidos en el gobierno de De los Santos y adjudicados alrededor del 2016 por el intendente Enrique Antía (PN).

Los escandalosos negociados con el Complejo América y Euskal Erría en Montevideo originaron pérdidas escandalosas a los promitentes compradores mientras los consorcios constructores se embolsaron millones de dólares.

En el año 2003 fue procesado con prisión el entonces presidente del BHU, Salomón Noachas. Entre otras cosas se le acusó de haber adjudicado directamente la unidad 406 del edificio Mburucuyá de Punta del Este, ubicado en la calle En Familia, a Sonia Casella de Luongo, esposa de Julio César Luongo. Aún en democracia e impune, seguía recibiendo beneficios.

Otros negociados

El libro de Miguel Carrió dedica un capítulo entero a contar las andanzas del vicealmirante Hugo Márquez, y revela que la Armada uruguaya manejó durante años una cuenta secreta en el mismo banco en el que hacía sus depósitos Augusto Pinochet: el Riggs National Bank, sucursal Nueva York. Parte de esos dineros provenían del alquiler del superpetrolero propiedad de la Armada, el R.O.U. Lavalleja, a la estatal Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Pórtland (ANCAP). Según la propaganda de la dictadura, la adquisición de esa nave “nos surte con una apreciable reducción en el precio de los fletes, que antes se pagaban a barcos de otras banderas”. Sin embargo, el petrolero propiedad de la Armada cobraba a ANCAP un flete muy superior al precio internacional. Resultó, sí, “un excelente negocio para la Armada a costa de ANCAP, aumentando el costo de los combustibles”, que por supuesto terminaba pagando el consumidor.

Según explicaban los mismos marinos, la Armada había abierto esa cuenta en el banco Riggs para ocultar sus ganancias al Ejército y la Fuerza Aérea, temerosa de que su dinero fuera a parar a Rentas Generales y terminara por no poder ser administrado por ella. Nunca se supo cuál fue el destino de los intereses devengados por el millón de dólares depositados en el Riggs. En 1985, el senador José Germán Araújo (FA) denunció estas maniobras ilícitas en el Parlamento, pero el asunto no pasó a mayores.

También vaciaron a ILPE (Industrias Loberas y Pesqueras del Estado); alentaron la formación de empresas pesqueras privadas que terminaron en manos de algunos de los nombres mencionados antes y en fraudes descomunales contra el Estado.

Carrió explica que “el político colorado de mayor trayectoria en la pesca bajo la dictadura fue el luego senador Eduardo Paz Aguirre, único director de Pescatlántica S.A. La empresa contaba supuestamente con el respaldo de ciertos capitales españoles, pero en los hechos compró sus barcos con un préstamo del Banco de la República Oriental del Uruguay, con la garantía de los propios barcos y la solidaridad de Paz Aguirre. Pero además, Pescatlántica contrajo voluminosas deudas con los bancos de Montevideo y Bafisud y con Provimex, una empresa propiedad del hermano del político colorado. Pescatlántica quebró y esos créditos pasaron a integrar las carteras incobrables que luego compraría el Estado uruguayo para poder vender esos bancos a capitales extranjeros”.

La Secta Moon llegó y se instaló en Uruguay de la mano de Gregorio Álvarez. Incluso su suegro, Segundo Flores, presidió la organización uruguaya al principio. Pero la cara visible fue el empresario Julián Safi, exsecretario de redacción de La Mañana y El Diario, propiedad de la familia Manini Ríos. Orienta sus actividades hacia la banca, medios de comunicación y hotelería. El Goyo Álvarez declaró de “interés nacional” la remodelación del hotel Victoria Plaza. Enseguida adquirieron varias empresas uruguayas como: Frigorífico Ameglio, La Montañesa, Ricard, Famosa de Paysandú, Caramelos Zabala, Fleischman, Pernigotti y Compte, todas absorbidas por la multinacional Nabisco. Pero la mayor estafa la hicieron con el Banco de Crédito.

La oligarquía uruguaya

Desde hace más de 60 años la oligarquía uruguaya se ha enriquecido defraudando al Estado. Hoy hijos y nietos son inmensamente ricos y ocupan lugares de decisión gracias a la actividad fraudulenta de sus padres y abuelos.

En Uruguay hay miles de estudios que nos permiten conocer desde el origen de la pobreza hasta cuánto calzan los pobres. Pero se cuentan con los dedos de una mano los estudios que permitan conocer el origen de la riqueza.

La oligarquía uruguaya es endogámica, tal como lo revelan en el tiempo las páginas de sociales de El País y más acá la revista Galerías. Se nuclean en los mismos barrios, concurren a los mismos clubes sociales y deportivos. Reparten su tiempo con actividades gremiales en la Asociación y la Federación Rural y en la Cámara de Comercio y de Industrias. También en la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU), organización creada en el 2005 que sustituyó a la Asociación de Bancos (ABU). O en los exclusivos clubes que construyen para ellos, como el “piso 40” o “el rancho de pescadores” frente a las canteras del Parque Rodó, veranean en Punta del Este.

En el libro “Los de arriba. Estudio sobre la riqueza en Uruguay”, coordinado por Juan Geymonat y del que participan varios economistas compatriotas, se afirma que “el 1 % de la población tiene el 30 % de la riqueza del país. Todos los participantes de este libro son integrantes del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas (UDELAR).

Surge entonces una pregunta que muy pocos se hacen: ¿cuántas de las fortunas actuales tienen origen en los delitos económicos cometidos en dictadura?

 ¿Cuántas fortunas actuales se originaron en dictadura?