viernes, 13 de septiembre de 2019

El científico desplazado

Resonador magnético 3 Tesla


>>> Único en el mundo





Henry Engler y la ruta del dinero


 Marcelo Marchese
13 septiembr 2019

 No es de extrañar que en un País donde se le regalan miles de millones de dólares a una trasnacional a la que además se le permitirá diseñar los planes de estudio, y donde se homologan tribunales de honor poco honorables, se despida con argumentos absurdos a quien creó un instituto de salud que brinda un servicio ejemplar.





VEAMOS LOS HECHOS



Quince años atrás, con un pie en Uruguay y otro en Suecia, Engler se abocó a desarrollar en nuestro País un sistema de diagnóstico de enfermedades severas ya utilizado en "los países más adelantados". Es un tipo de estudio por imágenes, donde se utiliza una sustancia radiactiva que hace de marcador para buscar una patología en el cuerpo. Se hace una tomografía por emisión de positrones (TEP) que muestra cómo están funcionando los órganos y tejidos.

El resultado de su esfuerzo fue el CUDIM, una empresa pública de derecho privado. Quien necesite hacerse un análisis pude hacerlo gratuitamente acudiendo al FNR (Fondo Nacional de Recursos). Por cada PET, el FNR entrega 900 dólares. La tomografía requiere de trazadores radiactivos que se inyectan en el paciente y el CUDIM es hoy el único productor en Uruguay de esos trazadores.

Según mis fuentes, se habrán hecho unos 30.000 PET, y a 900 dólares por PET, eso nos arrojaría la suma de 27 millones de dólares.

Como se ve, todo marchaba de maravillas, en el sentido de que la población podía acceder gratuitamente a un servicio "del primer mundo" y por eso, nadie había cuestionado al CUDIM, todo lo contrario, era un buque insignia de estos gobiernos.

Sin embargo, en todas las casas se cuecen habas. En las sombras, debemos presumir, se habrán movido algunos hilos, pues Felipe Schelotto, ex decano de la Facultad de Medicina e integrante del CHACA, la dirección del CUDIM, dejó de ser convocado en marzo a dicha dirección. El CHACA estaba integrado también por un delegado de la ANII, que no participaba desde el 2014. Apenas un delegado de la ANNI fue convocado de nuevo al CHACA, en la primera reunión se le espetó en la cara, mondo y lirondo, que había que fletar a Engler y dicho delegado, que es delegada, se negó a dar tamaño apoyo sin conocimiento previo ninguno y transmitió su inquietud a la ANII, y la ANII no volvió a mandar delegados, ni delegadas, al CHACA.

El siguiente paso fue fletar a Engler vía skype ¿La excusa? No había dado concurso y vivía la mitad del tiempo acá y la mitad del tiempo en Europa. No sólo se lo fletó, sino que además se le dio de baja a su correo electrónico donde tenía documentada toda la historia del CUDIM y a través del cual había tejido la red internacional de investigaciones. Además, al personal del CUDIM se le advirtió que no debían proporcionarle a Engler información sobre las investigaciones.

En cuanto al concurso, la pregunta que uno se hace es quién le tomaría examen al hombre que aplicó esta tecnología en Uruguay y por la cual sólo había recibido loas, aplausos y felicitaciones. En cuanto a que permanecía la mitad del tiempo en Europa, sería lo mismo que objetarle a Tabárez que viajara a Barcelona a hablar con Suárez y que viajara a París a hablar con Cavani. Engler, como hacen el resto de los científicos de este planeta, mantenía conferencias diarias vía skype. Son los logros de la "revolución en las comunicaciones" que tanto se festejan ¿o es que ahora no vamos a festejar las virtudes de la revolución en las comunicaciones?

LA RUTA DEL DINERO

Como es fácil de imaginar, los tales PET, en manos privadas, arrojarían una buena suma de dinero para dichos operadores privados, y si sólo el CUDIM logra generar esos trazadores radiactivos que se inyectan en el paciente, apoderarse de esos trazadores podría arrojar otra buena suma de dinero a los operadores privados.

¿Quiénes son esos operadores privados a quiénes el negocio del CUDIM ha golpeado en sus narices? Bueno, no tengo ganas de meterme en líos y mucho menos con gente que tiene el poder de borrar de un plumazo del CUDIM al que inventó el CUDIM. Al final de éste, citaré tres artículos (1) que el lector podrá recorrer hasta encontrar la punta de la madeja, salvo que el lector sea una de esas personas que no reconocería una verdad ni aunque se la ofrecieran en una milanesa en el desayuno.

Sean quienes sean los beneficiarios de esta tramoya indignante, me importa analizar el pecado y no tanto al pecador, pues de pecadores poderosos tenemos a rolete en este mundo y estamos bien lejos de poder corregirlos.

El pecado se llama "negocio de la medicina", que en más de una ocasión es enemigo de la salud de la gente. Para que el negocio de la medicina pueda prosperar y sus empresarios puedan vivir la buena vida con sus copas burbujeantes de champagne, es conveniente privatizar servicios que antes eran públicos, y aquí llegamos a otro pecado, el gran pecado: los uruguayos, alegremente, venimos perdiendo servicios que brindábamos, pues esos servicios pegaban en las narices de los buenos tiburones y estos tiburones son muy sensibles al olor de la sangre y al aroma del dinero.

¿No tenía nuestro Banco República la mayoría de las operaciones financieras y hoy se encuentra en deliberada retirada ante la Banca extranjera? ¿No generábamos nuestra propia energía eléctrica y hoy nos encontramos en retirada e incluso le compramos a muy buen precio su energía eléctrica a la planta de UPM en Fray Bentos? ¿No le compraremos, pues el Contrato así lo indica, la energía eléctrica a UPM2 a un precio considerable, y fijo, de aquí a 20 años?

Tiempo atrás ejercí como profesor de Historia, pero mi carrera fue interrumpida por recursos similares a los que interrumpieron la carrera de Engler. Cuando me tocaba dar "Revolución Industrial", lo que significaba también exponer la lógica que primaría en nuestra vida bajo el influjo mágico del capitalismo, le hacía una pregunta a los estudiantes "¿Qué pasaría si un químico descubriera un medicamento que curara todas las enfermedades?" La primera respuesta era "Se haría rico, profe", pero ahondando un poco más, siempre había uno sentado al fondo que daba en el clavo "Profe, lo liquidan al instante".

Como ha denunciado un Premio Nobel de Medicina, los laboratorios no están preocupados por erradicar las enfermedades sino por lograr mecanismos que alivien algo el dolor y cronifiquen las enfermedades por un motivo muy sencillo: lo que da dinero es vender muy caro un medicamento que el enfermo debe comprar hasta el día que lo entierren.

Por supuesto, ésta es una visión muy "pesimista" y bien que me hubiera gustado ser de esas personas que piensan que al crearse un medicamento genial, el autor se haría rico y famoso. Sin embargo, no se trata de ser pesimista u optimista, sino de ser realista y el realismo me lleva a observar que no siempre el conocimiento está al servicio de la humanidad, en caso contrario ¿por qué se gastaría tanta inteligencia y recursos para elaborar armas de destrucción masiva?

Queda por preguntarse qué pasará ahora. El Parlamento ¿existe el Parlamento? podría investigar, pues algo huele mal en Dinamarca. La oposición ¿existe la oposición? debe estar preguntándose qué sería mejor, si acusar al CUDIM por irregularidades, si denunciar que se expulsa a su creador pues sería un obstáculo para la futura y radicalmente segura privatización del servicio (las malas lenguas dicen que el Decreto ya se encuentra redactado) o en su defecto, si lo mejor no será no hacer nada, si igual las elecciones están ganadas.

Así que no tengo cifradas muchas esperanzas en el Parlamento. La oposición llegará al gobierno para seguir haciendo lo que hace el gobierno actual y en ese sentido, saldremos del fuego para caer en las brasas.

Tampoco tengo cifradas muchas esperanzas en ti, querido lector, único depositario de toda la literatura escrita desde Homero hasta ahora, sin embargo, cumplo con mi deber pues tengo hijos y estoy preocupado por mi legado y resuena en mis oídos una frase de Shakespeare que impresionaba a Borges. Se trataba de un padre que le decía a su hijo "De otros aprende a triunfar en la vida. De mí aprende el coraje".

Nos volvemos a ver la semana próxima para seguir quejándonos de los malvados, pues ¿qué otra cosa pueden hacer tres millones de individuos contra una caterva de atorrantes?

(1) Para encontrar la punta de la madeja, véase todo aquí y en especial "Las tensiones que trajo el CUDIM" de Blixen, y "Mafia blanca, un paso para privatizar", de Veronika Engler. https://elmuertoquehabla.blogspot.com/2019/08/canallada.html

Luego recomiendo "El despido de Henry Engler, ideólogo e investigador del CUDIM", por Betania Costa, http://infoposta.com.ar/notas/10521/el-despido-de-henry-engler-ide%C3%B3logo-e-investigador-principal-del-cudim/https://brecha.com.uy/a-un-lado/






El Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (Cudim) se apresta a cumplir cinco años de creación y está muy cerca de llegar a los 11.000 pacientes atendidos mediante la técnica de emisión de positrones, más conocida como PET.
Subrayado recorrió el centro de diagnóstico e investigación, y su director, Henry Engler, no ocultó la satisfacción con los avances tecnológicos, la formación y el aprendizaje de los expertos uruguayos que alcanzan niveles de excelencia en esta materia.
La gran demanda y el crecimiento exponencial, plantean un nuevo desafío. La necesidad de contratar más personal.
Una de discusiones que están planteadas, es la posibilidad de desarrollar la técnica en el interior del país. Hay varios lugares donde podría instalarse y será este un tema a resolver en el 2015.
El número de pacientes provenientes del interior es menor al número que debería atenderse, teniendo en cuenta la cantidad de población, según estimó Engler y adjudicó ese fenómeno al desconocimiento de la técnica aplicada y al alcance de la misma para los usuarios.
El PET es una técnica muy costosa a la que tienen acceso gratuito todos los ciudadanos que forman parte del Sistema Nacional Integrado de Salud.
También pueden acceder quienes posean un seguro privado y paguen el estudio, cuyo costo rondaría entre los US$ 1.500 y los US$ 5.000.
El mantenimiento y la instalación de toda la maquinaria es desarrollada íntegramente en nuestro país y está a cargo de expertos uruguayos.
Ahora el centro se apresta a la instalación del primer resonador magnético de 3T, que permitirá estudios con mejor resolución de imagen.
Todas las etapas para la puesta en marcha del moderno equipo, están bajo la dirección y ejecución de ingeniero tecnológico formados en UTU.
Al Cudim no sólo llegan pacientes desde el exterior, también lo hacen expertos que destacan el alto nivel alcanzado por Uruguay en esta materia.

>>> Los estudios de Engler


El científico uruguayo Henry Engler planteó la necesidad de que las bodegas apoyen y financien estudios sobre Alzheimer, ya que una sustancia que integra el vino podría servir para el tratamiento de la enfermedad. También adelantó que está investigando los efectos de la pasta base en el cerebro.

“El asunto es en el año 2002 hice una presentación sobre Alzheimer en Estocolmo, donde participaron 5.000 científicos de todo el mundo. Mostré las primeras imágenes donde se podía ver la toxina que produce la enfermedad del Alzheimer.  En ese momento pensamos que habíamos encontrado algo realmente importante”, contó a Radio Uruguay.
“Realmente no había tenido en cuenta toda la repercusión que podía tener. Estaba presente Science, reporteros de Nature, gente de la BBC de Londres”, agregó. “Lo que hizo el ministro [de Salud, Jorge Venegas] fue anunciar la posibilidad de que nosotros tuviéramos esa sustancia en Uruguay. El hecho es que sí, en 2012 la producimos. Hemos examinado unos 35 pacientes con dicha sustancia, ayudando en el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer”, destacó.
Ahora se están confirmando varias de las hipótesis que habían manejado, aseguró Engler. Por ejemplo, “que la enfermedad tiene un desarrollo temprano, que la toxina se acumula, que hay una lucha entre el cerebro, que trata de barrer esa toxina, y la producción que sigue en marcha”, lo cual genera “un desgaste para el cerebro que lleva muchos años y al final termina claudicando el cerebro, y cuando claudica, estamos ante un problema serio”, afirmó.
Al respecto, explicó que “la neuronas, si bien tienen una pequeña capacidad de regeneración,  o algunas neuronas pueden dividirse, las neuronas de por sí no se multiplican, entonces no tenemos manera de reponer las perdidas”.
Tras esta constatación de que la toxina opera tempranamente, también podría detectarse tempranamente la presencia de esa toxina. Pero el problema es que “estos estudios no se financian”, cuestionó Engler.
“El Fondo Nacional de Recurso plantea que para apoyar tiene que estar basado en la evidencia internacional”, aunque “en realidad, en este momento la organización norteamericana que autoriza el uso de determinadas sustancias como diagnóstico, autorizó una que es un derivado de la nuestra y esa sustancia se aceptó allí. Yo pensé que nuestro país podría hacer una jugada muy importante a nivel internacional, siendo los primeros que aceptáramos a esta sustancia dentro del arsenal para el diagnóstico de Alzheimer. Hubiéramos sido los primeros con esta sustancia. Por eso me quedé muy decepcionado con esto”, lamentó.
Con todo, “con ahorro hemos financiado esto por nuestra cuenta. El asunto es que nosotros lo estamos llevando adelante y vamos a tener mucha experiencia”, señaló y adelantó que ha realizado también un estudio en donde se vio “a las personas que tenían algún problema de memoria, pero que no les impedía trabajar”.
Esa investigación arrojó que “la mitad tenía toxina y la otra mitad no. Los que tenían la toxina evolucionan hacia el Alzeihmer y los que no, no han empeorado en su síntoma. Es un estudio muy importante, porque implica que se puede diferenciar dónde está la toxina y donde no está”, explicó.
El 95% de los científicos acepta que esa toxina es la causa de la enfermedad”, indicó. Lo fundamental es que “si alguien no la tiene, por esta hipótesis que planteamos de que tiene que haber un tiempo largo de permanencia de la toxina, y si hay síntomas que no se producen por la toxina, es muy improbable que sea Alzheimer. De mi punto de vista no habría ninguna indicación de tratar a esta gente con medicamentos que se usan para el Alzheimer, habría que buscar otras causas”, afirmó Engler.
En materia de demencias lo que no sabemos es colosal. Somos como gatos chiquitos que tratan de abrir los ojos, andamos tanteando formas en la oscuridad”, sostuvo.

También contó que “se plantea que el vino tiene un efecto protector sobre el cerebro, en lo que respecta incluso en el Alzheimer o enfermedades cardíacas, pero en dosis moderadas”. En ese sentido se refirió a la llamada “paradoja francesa”, que mostraba que gente con “malos” hábitos de alimentación tenía menor desarrollo de algunas enfermedades y se asoció eso a las propiedades del aceite de oliva y también al consumo de vino.
“De allí se pensó en hacer una pastilla seca con polifenoles (que están presentes en el vino) y se planteó el proyecto en la Organización Internacional de Alzheimer en Estados Unidos para empezar a tratar pacientes y ver su efecto sobre la toxina”, relató. Si bien “consideraron interesante el proyecto no se nos dio el dinero”.
Lo que se proponen ahora es “tomar una de las sustancias que está en el vino, y que ya está en forma de pastilla, es un suplemento alimentario. Eso muy purificado estamos planteando llevarlo adelante y ver qué pasa con la toxina; si pasa algo o no”.
“Empezamos a pensar que las bodegas en Uruguay pueden tener interés en que se sepa si hay un efecto o no y pensamos que deberían apoyar un estudio de esta naturaleza”, sugirió el científico.
Por otra parte, informó que “estamos haciendo una serie de investigaciones para ver el efecto de la pasta base en el cerebro”.






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