jueves, 18 de mayo de 2017

Lo que Artigas soñó








Manini Ríos respondió a las “voces preocupadas por los privilegios de los militares”


El comandante en jefe aseguró que los militares son “privilegiados” por estar al servicio de “su sociedad”.

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Sillones desechados generan "miniasentamientos"

La ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, dijo que la acumulación de sillones en desuso (es de suponer que son desechos del capitalismo progresista) en la vía pública contribuye a formar “miniasentamientos” en las calles de Montevideo. El mobiliario es utilizado por indigentes no para sentarse, sino para asentarse.
En una conferencia de prensa Arismendi exhortó a los ciudadanos para que no dejen sillones en la vereda, porque son utilizados por indigentes. Para deshacerse del problema no hay como llamar a la intendencia de Montevideo, que se hace cargo de recogerlos.
El problema son los sillones, no son los indigentes que los usan. Si no fuera por esta práctica tan poco higiénica de los vecinos, los indigentes no se tirarían sobre sillones, seguirían durmiendo en el piso.
Ya hubo alguien que sugirió no dar propinas a los que hacen malabares y piden en las esquinas, para evitar que sigan reuniéndose en las esquinas.
Es decir, a los indigentes es mejor no verlos, evitar que se concentran en un punto y, para ello, nada mejor que privarlos de los beneficios de las migajas del consumismo popular que nos ha dejado el “capitalismo en serio” de José Mujica.

>>> Lo que sobran son sillones


>>> Mejor calidad de vida
Según Arismendi, el MIDES está trabajando con los indigentes “que se instalan en espacios públicos. Se instalan muchas veces con la colaboración, en el mejor sentido y buena voluntad, de los vecinos”.
Supuestamente los vecinos dejan los sillones en la calle por solidaridad con los indigentes; pobres pero cómodos.
Antes la gente compraba sillones para toda la vida, ahora los tira a la calle y renueva el mobiliario, al mejor estilo de sociedades capitalistas. Es frecuente ver en EEUU las minorías raciales que se “adueñan” de los muebles de la calle para pasar el día haciendo nada y esperando la caridad del sistema. Viven de las migas y el Estado es el que las junta para dárselas.
Nada tiene que decir sobre los indigentes -que por lo visto ahora son funcionales, no por culpa del capitalismo o del populismo-, ni sobre los motivos por los cuales la gente vive en la calle. Su problema es que la gente llame y pida el servicio municipal para deshacerse de los muebles.
En otra circunstancia la izquierda hubiera interpretado esto como un ensanchamiento de la brecha entre ricos y pobres, una pésima redistribución de la riqueza. Pero esto en otra circunstancia, porque en ésta lo que sobran son sillones.
Si hay indigentes en su puerta, no llame al gobierno para que los saque de allí, evite darle sus sillones viejos.




El Ministerio de Desarrollo Social aumentará al doble la cantidad de plazas disponibles en refugios para la atención de personas en situación de calle, señaló la ministra Marina Arismendi.
Arismendi dijo que la contingencia prevista para los meses de invierno es diferente a la del resto del año, por lo que “pensamos duplicar los cupos que teníamos disponibles el año pasado”.
En 2016, el Mides había habilitado 1.791 lugares en sus centros para atender a personas en situación de calle. No obstante, la próxima semana se ampliarán detalles sobre el plan, puntualizó la ministra.

En este sentido, Arismendi informó que se contará con un móvil de la Junta Nacional de Drogas, a través del cual un equipo de técnicos especializados atenderá a las personas con consumo problemático de sustancias que se encuentren en situación de calle. 

En caso de detectar la presencia de menores, el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) intervendrá en el tema. En este plan participan, además, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y el Ministerio del Interior.

Paralelamente, el Mides trabaja de manera coordinada con la Intendencia de Montevideo para detectar situaciones en las que las personas se instalan en espacios públicos.
Arismendi atribuyó parte de esta problemática a la gran cantidad de sillones que, principalmente en la capital del país, desechan los vecinos en las calles.
De esta manera, se conforman "miniasentamientos”, dijo, por lo que instó a la población a comunicarse con la administración departamental para depositar correctamente este tipo de residuos y evitar su proliferación.

>>> Si Artigas los viera...











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