Es un error común calificar al golpe de Estado y a la dictadura como
militares. A la cuestión obvia de que el golpe lo dio, un civil, electo
además por el Partido Colorado, Juan María Bordaberry, se suma que hubo
cientos de civiles que apoyaron la dictadura, fueron su sustento técnico
e ideológico y permitieron que el Estado fascista funcionara.
Cuando se habla de dictadura fascista, se hace justamente para
categorizar con justeza lo que ocurrió en este país. Fue un golpe y un
régimen sustentado por la oligarquía nacional, en especial por los
representantes del capital financiero, el latifundio, los grandes
capitales trasnacionales y los más retrógrados de los profesionales e
intelectuales.
Eso se expresó en el apoyo al golpe de la Asociación Rural, la
Asociación de Bancos, una parte no menor de las gremiales empresariales,
por supuesto que la embajada de EEUU y los sectores más conservadores
del Partido Colorado y el Partido Nacional.
EL POPULAR publica (1) un listado, incompleto por cierto, de 421
civiles que ocuparon cargos de confianza durante la dictadura: 74 en el
Poder Ejecutivo, 113 del Consejo de Estado, 24 en el Poder Judicial, 16
en las Intendencias, 6 en la Corte Electoral, 35 en los Entes y los
Servicios, 16 en los Bancos Estatales, 13 en la Enseñanza, 49 en la
Universidad, 28 en el Cuerpo Diplomático y 47 en otras áreas del Estado.
Se reproduce casi textualmente un informe publicado en LA REPUBLICA el
28 de junio de 2000, que recogía a su vez, datos de investigaciones de
Brecha, Zeta y Jaque.
Cabe señalar que, mediante la lucha de nuestro pueblo, la acción de la
Justicia y la política desplegada por los dos gobiernos del Frente
Amplio, hoy hay presos varios militares acusados de violaciones a los
DDHH. Sin embargo, solo dos civiles fueron presos, por su participación
en la dictadura: Juan María Bordaberry y Juan Carlos Blanco. Solamente
el Sindicato Médico del Uruguay y la Udelar, realizaron cuestionamientos
éticos y una depura-ción interna de los cuadros de la dictadura.
La mayoría de los civiles que se citan a continuación pertenecían o al
Partido Colorado o al Partido Nacional, en ningún caso fueron expulsados
de estas colectividades.
Son sintomáticos los casos de Etchegoyen, miembro del Directorio del
Partido Nacional que pasó a presidir el primer Consejo de Estado de la
Dictadura. O de Narancio, referente del diario El País, que pasó a ser
el interventor de la Universidad. O de Danilo Arbilla, ex director de
Búsqueda y hoy paladín de la libertad de prensa en nombre de las
patronales de medios y de la SIP que fue director de información de la
dictadura.
Nos pareció trascendente recordar o dar a conocer, para muchas
uruguayos y uruguayos, estamos seguros que así será, la cara civil de la
dictadura. De los que actuaron por convicción ideológica golpista y
antidemocrática y de los oportunistas y arribistas, que nunca hubieran
llegado por concurso a los cargos que detentaron, por el único mérito de
ser serviles a una dictadura.
El Poder Ejecutivo
La dictadura tuvo cuatro presidentes: Juan María Bordaberry entre el
27 de junio de 1973 y el 12 de junio de 1976; Alberto Demicheli, entre
el 12 de junio de 1976 y el 10 de setiembre de 1976; Aparicio Méndez,
entre el 1 de octubre de 1976 y el 1 de setiembre de 1981 y Gregorio
Alvarez entre el 1 de setiembre de 1981 y el 15 de febrero de 1985.
También hubo un presidente de transición, Rafael Adiego Bruno, que
ocupó la primera magistratura durante los últimos 15 días de la
dictadura.
Ocuparon la Secretaria de la Presidencia: Alvaro Pacheco Seré, Luis Vargas Garmendia y Angel María Scelza.
Un primer escalón de colaboradores civiles con la dictadura fueron los
ministros. Aquí va una lista secretaria de Estado por secretaria de
Estado.
El Ministerio del Interior, tuvo a su frente militares durante los 11
años y medio de dictadura, la militarización de la Policía, su
integración a las Fuerzas Conjuntas y la utilización de esta como una
fuerza de represión contra su propio pueblo, era un postulado central de
la Doctrina de Seguridad Nacional y así se actuó. Los militares que
ocuparon el cargo de Ministro del Interior fueron: Néstor Bolentini,
Hugo Linares Brum, Manuel Núñez y Yamandú Trinidad.
Los titulares de Defensa Nacional fueron: Walter Ravenna y Justo M.
Alonso. Los de Relaciones Exteriores: Juan Carlos Blanco, Alejandro
Rovira, Adolfo Folle Martínez, Estanislao Valdés Otero y Carlos Maeso.
En Economía y Finanzas estuvieron: Moisés Cohen, Raúl Pazos, Alejandro
Vegh Villegas, Valentín Arismendi, Walter Lusiardo, y nuevamente,
Alejandro Vegh Villegas.
Los ministros de Ganadería y Agricultura fueron: Benito Medero, Héctor
Albuquerque, Julio Aznárez, Estanislao Valdés Otero, Juan Carlos Cassou,
Félix Zubillaga y Carlos Mattos Moglia.
En Trabajo y Seguridad Social estuvieron: José Enrique Etcheverry
Stirling, Marcial Bugallo, Carlos Maeso y Luis Alberto Crisci (además
del coronel Néstor Bolentini).
En Educación y Cultura: Edmundo Narancio, Daniel Darracq, Raquel
Lombardo de Debetolazza, Juan Bautista Schroeder y Armando López
Scavino.
En Industria y Energía: Luis Meyer, Adolfo Cardozo Guani, Francisco Tourreilles, Juan Chiarino Rossi y Felisberto Ginzo Gil.
En Salud Pública: Juan Bruno Iruleguy, Justo M. Alonso, Antonio Cañellas y Luis Givogre.
En Transporte y Comunicaciones y Turismo: Francisco Mario Ubillos (este ministerio se suprimió).
En Transporte y Obras Públicas: Eduardo Crispo Ayala y Eduardo Sampson.
En el Ministerio de Justicia, creado por la dictadura, estuvo como
ministro inaugural Fernando Bayardo Bengoa y lo siguieron Julio César
Espínola y César Frigerio.
Un segundo nivel de importancia de los cuadros civiles de la dictadura
en el Poder Ejecutivo fueron las subsecretarias es decir los números dos
políticos de cada ministerio. Esta lista, vale reiterarlo, no es
completa, es la que se pudo rescatar y habrá que seguirla completando.
En el Ministerio del Interior: Roberto Augusto Neri, Luis Vargas
Garmendia, y Jorge Amondarain Mendoza. En Defensa Nacional: Armando
Chiarino Agurrire. En Relaciones Exteriores: Guido Michelin Salomón,
Enrique Delfante, Julio César Lupinacci, Felisberto Ginzo Gil y Heber
Arbouet. En Economía y Finanzas: Ernesto Rosso y Valentín Arismendi. En
Ganadería y Agricultura: Lázar Gurevich, Juan Carlos Cassou y Tydeo
Larre Borges. En Trabajo y Seguridad Social: Alfredo Baeza y Ramón
Malvasio. En Educación y Cultura: Carlos Alberto Roca, Héctor Mario
Artucio, Luis Antonio Menafra y Martín C. Martínez. En Industria y
Energía: Elías Pérez. En Salud Pública: Mario Arcos Pérez, Jogen Nin
Vivó y Luis Nicoletti Torchelo. En Justicia: José Calatayud Bosch, Heber
Arbouet, Juan Pablo Shcroeder y Dante Barrios.
Juan Carlos Blanco y Martín Recaredo Etchegoyen
El Parlamento decorativo
En sustitución del Parlamento la dictadura nombró, como supuesto órgano
legislativo, al Consejo de Estado. El primer Consejo de Estado fue
designado por el dictador Juan María Bordaberry y entró en funciones el
19 de noviembre de 1973.
Luego y mediante un acta institucional, se creó el Consejo de la
Nación, que integraban los 25 Consejeros de Estado y los 21 oficiales
generales de las tres ramas de las Fuerzas Armadas. Este órgano,
emblemático de la nueva institucionalidad creada por la dictadura por su
integración de civiles y militares, tenía entre sus cometidos designar a
los Consejeros de Estado y ocupar las vacantes que se fueran
produciendo.
El primer Consejo de Estado, el designado por el dictador Bordaberry,
tuvo la siguiente integración: doctor Martín Recaredo Etchegoyen
(presidente), doctora Aurora Alvarez de Silva Ledesma, Gladys Freire de
Addiego, María Luisa Coolighan Sanguinetti, doctor Alberto Demichelli,
doctor Aparicio Méndez, doctor Hamlet Reyes, doctor Emilio Siemens
Amaro, doctor Julio César Espínola, José Antonio Varela, Jesús Rubio,
doctor Daniel Rodríguez Larreta, Juan Rodríguez López, doctor Mario
Arcos Pérez, Rodolfo Saccone, doctor Alfredo Lamaison, doctor Mario
Gaggero, arquitecto Raúl Clerc, doctor José Francisco Franca, doctor
Osvaldo Soriano, doctor Enrique Viana Reyes, Alfredo Cardoso Arrarte,
ingeniero Eduardo Praderi, ingeniero Mario Jorge Coppetti y Jorge
Spangenberg.
El 1º de setiembre de 1976 se procesó la primera renovación importante
del Consejo de Estado y quedó así: doctor Hamlet Reyes (presidente),
doctora Aurora Alvarez de Silva Ledesma, doctor Mario Arcos Pérez,
ingeniero Mario Jorge Coppetti, doctor Julio César Espínola, doctor José
Francisco Franca, doctor Mario Gaggero, ingeniero Eduardo Praderi,
doctor Daniel Rodríguez Larreta, doctor Osvaldo Soriano, doctor Enrique
Viana Reyes, doctro Jorge Laborde Bercianos, doctor Martín C. Martínez,
doctor Willy Patocchi, profesora Blanca Amorós De León de Dutra,
profesor José Carlos Brun Cardoso, doctor Marcial Bugallo, ingeniero
Eduardo Crispo Ayala, doctor José Enrique Etcheverry Stirling, ingeniero
químico Bertrand Gruss, doctor Rafael Ravera Giuria, contador Pedro P.
Rivero, contador Alberto Rodríguez Marghieri, ingeniero agrónomo Jorge
Seré del Campo e ingeniero Alejandro Vegh Villegas.
Quienes figuran en los primeros 11 lugares de la lista integraban el
Consejo de Estado desde su creación y permanecieron en esta segunda
versión; los 3 siguientes se habían incorporado antes de noviembre de
1976 y fueron avalados, los 11 restantes fueron designados en esa fecha.
El Consejo de la Nación debía designar 5 suplentes, pero sólo logro
acuerdo para designar a 3, que fueron: el profesor José Luis Vadora
Rozier, Edgardo Héctor Abell y el doctor Buenaventura Caviglia Cámpora.
Un año después, en 1977, dejaron sus cargos Mario Gaggero, Blanca
Amorós de León de Dutra, Osvaldo Soriano y José Etheverry Stirling.
Ocuparon esas plazas: José Luis Vadora Rozier, Buenaventura Caviglia
Cámpora y el arquitecto Gustavo Nicolich.
El Consejo de la Nación designó 5 suplentes, esta vez se pusieron de
acuerdo, y fueron distinguidos con el cargo: el profesor Batutista
Etcheverry Baggio y los doctores Francisco Paternó, Carlos Maeso,
Orlando Benia Comas y Raimundo Abella.
Cuando el teniente general Gregorio Alvarez asume como dictador se
vuelve a renovar el Consejo de Estado. A través del acta institucional
11, del 28 de julio de 1981, se aumentó el número de 25 a 35. De la
integración inicial de 8 años antes solo quedaron Hamlet Reyes y
Eduardo Praderi . Mantuvieron sus cargos en la institucionalidad
fascista Marcial Bugallo y Federico García Capurro. Todos los demás, que
acompañaron el ascenso al poder de Gregorio Alvarez, eran nuevos: la
nueva camada de colaboracionistas de la represión y el terrorismo de
Estado.
Entre los nuevos había intendentes de la dictadura, pertenecientes al
Partido Colorado y el Partido Nacional, como Belvisi, Benachín, González
y Gutiérrez; otros eran militares retirados, como Bolentini y Bendahan e
incluso había algunos que habían sido parlamentarios antes del Golpe,
como Craviotto y Cérsosimo, ambos del Partido Colorado.
La nómina completa del Consejo de Estado que acompañó a Gregorio
Alvarez es la siguiente: Hamlet Reyes (presidente), doctor Marcial
Bugallo, doctor Federico García Capurro, ingeniero Eduardo Praderi,
arquitecto Walter Belvisi, Norberto Bernachín, Gervasio González,
ingeniero agrónomo Adolfo Gutiérrez, coronel Néstor Bolentini, escribano
Pedro W. Cersósimo, profesor Wilsno Craviotto, brigadier general Raúl
Bendahan, Alberto Aguiar, Hugo Amondarain, Fernando Assucao, Bernardo
Barrán, Daniel Barreiro, Domingo Burgueño Miguel, Juan J. Burgos,
Eduardo Carrera Hughes, Rodolfo Ciganda, Luis A. Crisci, Waldemar
Cuadri, Alfredo De Castro, Milton de los Santos, doctor Eduardo Esteva,
doctor Juan Santana Etcheverrito, Antonio Gabito Barrios, escribano
Manuel Gastelumendi, doctor Carlos A. Gelpi, Alfonso Greissing, Irma
Lamana, profesor Ricardo Milessi, Genaro Perinetti García y Ruben Riani.
En total fueron Consejeros de Estado de la dictadura 113 hombres y
mujeres. En la etapa final de la dictadura ingresaron al Consejo de
Estado en diferentes momentos: el doctor Jorge Amondarain Mendoza, la
doctora María Ruth Andrade de Ochoa, el doctor Enrique Arocena Olivera,
el doctor Dardo Casas del Río, Alberto del Pino Borrallo, Luis O. Dini,
Juan P. Ferreira, profesor Werther Martínez, doctor Miguel Pereira
Serra, doctor Cesalino Silveira, Armando Barhaburu Bagalciague, Jorge
Borlandelli, Gilver Cagnone, Francisco Cantou, Eduardo Galagorri
Bruche, contralmirante ® Víctor González Ibargoyen, Antonio Guerra, Hugo
Manini Ríos, Julio César Michelli, Pablo Millor, Daniel Ordoñez, Víctor
Otriz, Miguel Peirano, doctor Ricardo Reily Salaverry, Emilio Sader,
Nelson Simonetti, Atanasildo Viera y Ariel Villar.
La Justicia secuestrada
Con el acta institucional Nº 8 se creó el Ministerio de Justicia y se
suprimió, por completo, la independencia del Poder Judicial. Esta ya se
había recortado y vulnerado al darle potestad a los Tribunales Militares
para juzgar a civiles en el marco de la represión, durante los
gobiernos de Partido Colorado, encabezados por Jorge Pacheco Areco y
Juan María Bordaberry.
Para entender algunas cosas del presente y la importancia que le dio la
dictadura a la penetración al sistema de Justicia baste recordar las
declaraciones de quien fuera Ministro de Justicia de la dictadura,
Rafael Adieggo Bruno, quién dijo luego de recuperada la democracia, que
“de los 190 jueces, de paz, penales y de los tribunales de apelaciones,
180 fueron designados o ascendieron durante el régimen de facto”
(Revista Jaque, 26 de junio de 1985).
Durante la dictadura los jueces, al asumir, debían jurar respeto a las Actas Institucionales y no sólo a la Constitución.
En una lista obligatoriamente parcial, que debe hacerse más exhaustiva,
cabe recordar que de los actuales 5 miembros de la Suprema Corte de
Justicia 4 ingresaron al Poder Judicial durante la dictadura, publicamos
los nombres de la Corte de Justicia de la dictadura y del Tribunal de
lo Contencioso Administrativo.
En la Corte de Justicia (la dictadura le sacó el nombre de Suprema)
estuvieron en 1977: Francisco Jas Marcora, Rómulo Vago, Carlos H. Dubra,
José Pedro Gatto de Souza y Sabino Dante Sabini. En 1984 sus
integrantes eran: Rafael Addiego Bruno, José Pedro Gatto de Souza,
Ramiro López Rivas Sara Fons de Genta y Juan José Silva Delgado.
Integraron en otros momentos de la dictadura la Corte Suprema de
Justicia: Eric Colombo y Enrique V. Frigerio.
En 1977 integraban el Tribunal de lo Contecioso Administrativo: Miguel
Fernández Viqueira, César Canessa Etcheverry, Alberto Reyes Terra,
Ramiro López Rivas y Victor Maestro Toletti. En 1984 estaba compuesto
por: Víctor Maestro Toletti, Orlando Olmedo, Francisco D´Angelo, Héctor
Clavijo y José Julio Folle. También lo integró en otros momentos Hilda
Moltedo de Espíndola.
Los intendentes de la dictadura
La dictadura reservó para sus coroneles el preciado botín de las
intendencias intervenidas. Pero los civiles colaboradores también
obtuvieron participación y más de 15 fueron designados para este
codiciado cargo, que permitía acceso a recursos y manejo de cuotas de
poder.
Todos los civiles que se desempeñaron como intendentes de la dictadura
fueron blancos y colorados. En Montevideo estuvieron los doctores Víctor
Rachetti y Juan Carlos Paysée. En Artigas, Basilio Bargato; en
Canelones, Gervasio González; en Cerro Largo, Juan José Burgos; en
Flores, Pedro Ramos Mañé; en Lavalleja, Juan Salaberry Olascoaga y Oribe
Pereyra Parada; en Paysandú, Walter Belvisi; en Rivera, Ariel Pereyra y
Adolfo Gutiérrez; en Rocha, Milton de los Santos; en Salto, Néstor
Minutti; en San José; Juan Chiruchi; en Tacuarembó, Norberto Bernachín y
en Treinta y Tres, Ruben Silveira Zuolaga.
Corte Electoral, ¿para qué?
Una Corte Electoral en una dictadura no es un organismo con mucho uso,
salvo para controlar y por supuesto, para beneficiarse de un cargo, un
sueldo y las prebendas de ser funcionarios del régimen. En la Corte
Electoral estuvieron: Nicolás Storace Arrosa (presidente interventor),
Camilo Pereyra Urueña y Nelson Vicens Alegre
(1) – Esta nota fue publicada en el Semanario El Popular N° 230.-
Puede acceder a la edición N° 230 haciendo click aquí