viernes, 30 de septiembre de 2016

Mentiras y despidos en RIOGAS

Divulgan sueldos extraordinarios en RIOGAS 


 >>> Los sueldos miserables de RIOGAS


. Invitado: Gonzalo Scotti, dirigente del Sindicato Único de Trabajadores de Supergas (SUTS)


Voceros de Riogas sostuvieron ayer que no se despidió a 11 trabajadores sino a tres, que fueron desvinculados por manipular, en horario de trabajo y en varias ocasiones, un rifle en un puesto de venta de supergás (esto ocurrió en Maldonado).
"Los restantes trabajadores a los que hace referencia el sindicato, corresponden a contratos zafrales, que la empresa decidió no renovar, como consecuencia de la finalización de la zafra, la difícil situación económica y financiera por la que atraviesa luego de más de 20 días de no producir por las medidas sindicales (que se suman a muchos otros días de no producción por otros conflictos previos), y las enormes e irreparables pérdidas económicas ocasionadas", sostiene Riogas.
"Desde el día 6 de septiembre y hasta el día 17 (en que comienza la detención absoluta de actividades), el sindicato decidió sorpresivamente que no se trabajara más de dos horas por cada turno diario, desconociendo la opinión técnica (...) que entendía que estaban dadas las condiciones de salud y seguridad para trabajar con normalidad las jornadas completas".
"El sindicato argumentó que al no alcanzarse una cantidad de operarios mínima (que fijó arbitrariamente y pretende imponer a la empresa) los operarios tenían derecho a trabajar tan solo dos horas ese turno y a permanecer luego sin desempeñar tarea alguna, pretendiendo cobrar igualmente el jornal. Esto resulta técnicamente inaceptable, ya que Riogas cumple con la normativa y regulación aplicables en materia de salud y seguridad, manteniendo la rotación en el frente de carga (que es donde se realiza el esfuerzo físico) y los puestos de trabajo clave. Es la empresa la que debe establecer la organización del trabajo. El sindicato confunde roles, y pretende controlar indebidamente y cada vez en mayor medida la operativa de la empresa", sostiene.
Riogas entiende que, una vez terminada la zafra, puede envasar suficientes garrafas en un turno de trabajo, sin por ello afectar el abastecimiento a sus clientes. La firma de capitales argentinos asegura que, en sus 40 años de historia, nunca se había enfrentado a una medida de protesta "tan radical y desproporcionada" que incluye medidas de presión "indebidas" y "desmedidas".
"Los recibos de sueldo exhibidos por el sindicato corresponden a distribuidores (que son empresas independientes), y no a operarios y choferes de la Planta de Envasado de Riogas, que son notoriamente más elevados. De la misma forma, los "laudos" que constan en actas del MTSS y que fueron presentados por el sindicato, no son otra cosa que los mínimos salariales legales del sector, que nada representan en la medida en que las empresas del supergás pagan remuneraciones muy superiores", advierte Riogas.

Viernes 30 • Septiembre • 2016 

Sindicato denuncia que Riogas se niega a negociar 


El Sindicato Único de Trabajadores del Supergás (SUTS) flexibilizó ayer el paro general por tiempo indeterminado que comenzó el martes y resolvió que mantiene la medida sólo en la empresa Riogas. Ayer a las 14.00, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) convocó a una instancia de negociación tripartita con Riogas y el SUTS, a la que concurrieron también representantes del PIT-CNT y del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM). La instancia era para solucionar el conflicto que mantienen los trabajadores, que reclaman el reintegro de 11 operarios de la planta de envasado de Riogas que fueron despedidos el 17 de setiembre.

Según explicó el dirigente del SUTS, Gonzalo Scotti, esa medida implicó “decapitar el segundo turno de la planta”, porque se despidió a la totalidad de los trabajadores del turno. El dirigente explicó que con ambos turnos y horas extra se envasan 50.000 garrafas por día, lo que “no alcanza para cubrir la demanda que hay”, por lo que la eliminación del turno modifica la operativa.

Tanto el MTSS como el sindicato planteaban el levantamiento de las medidas sindicales y el reintegro de los trabajadores, pero, según informó Scotti, en la reunión de ayer dos representantes de Riogas “dijeron que iban a seguir igual, como estaban”. En la mañana, el SUTS resolvió flexibilizar su medida y retomó el trabajo para las empresas Megal, Acodike y Ducsa, pero mantuvo el paro en Riogas. La flexibilización se tomó “entendiendo la situación que atravesaba la población, apostando al diálogo, al acercamiento”, pero la empresa “no se sienta a negociar”, por lo que los trabajadores de Riogas permanecerán en asamblea permanente.

Ayer, el titular del MTSS, Ernesto Murro, dijo que la posibilidad de decretar la esencialidad para los trabajadores del sector se evaluó en el Poder Ejecutivo, pero la flexibilización del paro dispuesta por el SUTS fue “un paso adelante”, que “evita que tengamos que apelar a este instrumento”. A su vez, rechazó la acusación, por parte de Riogas, de que el MTSS tuvo una actitud “omisa”. Remarcó el buen relacionamiento con el resto de las empresas distribuidoras de supergás, pero dijo que el actual conflicto no es por reclamos salariales (lo que implicaría la activación de la cláusula de paz, porque los salarios fueron ya acordados), sino por despidos, lo que supera lo establecido en el convenio.

“Las propuestas que el Ministerio de Trabajo ha hecho, que lamentablemente no han sido aceptadas por la empresa Riogas, apuntaban a la suspensión de las medidas por ambas partes para reiniciar la negociación. Lamentablemente, esto no fue aceptado por la empresa Riogas en ningún momento”, dijo Murro, y remarcó: “No estamos teniendo dificultades con Acodike, Megal ni con Ducsa. Insistimos en esto porque no es un hecho menor [...]; creo que la población se pregunta por qué tenemos conflicto con una empresa y no con otras”.

Por su parte, la empresa Riogas emitió de mañana un comunicado en el que aseguraba que los 11 trabajadores que ocasionaron el conflicto no son empleados fijos de la empresa, sino contratados de forma zafral a los que la empresa decidió no renovarles los contratos por la haber finalizado la zafra. El comunicado recuerda que sí se despidió a tres trabajadores de Maldonado por “manipular durante una jornada laboral y en varias ocasiones un arma de fuego -rifle- en un puesto de venta de supergás”. De todas formas, Scotti aseguró que los 11 trabajadores de la planta de envasado despedidos no son zafrales, sino empleados, y que el despido de los tres trabajadores de Maldonado “no está arriba de la mesa” ahora, sino para otra negociación.

En revisión

En el mediodía de ayer, antes de la reunión de la tarde, Murro y la titular del MIEM, Carolina Cosse, anunciaron una propuesta para mejorar la regulación del sector de distribución de supergás. Cosse aseguró que el conflicto sindical preocupa al gobierno y manifestó que es necesario reestructurar el sistema. Anunció la creación de un Sistema Nacional de Trazabilidad para las garrafas, que monitoreará la calidad del servicio y aportará información. Por otra parte, se cuestionó qué rol cumple Gasur, una empresa que se creó en 1997, integrada 40% por ANCAP, 30% por Riogas y 30% por Acodike, por medio de la cual ANCAP arrienda a Riogas y a Acodike sus dos plantas de envasado. “Nos preguntamos qué rol cumple; creemos que es algo que hay que revisar, y le hemos propuesto a ANCAP que lleve adelante esa revisión en conjunto con sus socios Acodike y Riogas”, anunció la ministra.



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jueves, 29 de septiembre de 2016

Archivos de un espionaje en Democracia




Walter Pernas, dijo que los gobiernos conocen desde 2007 las actividades de espionaje, ya en democracia, a políticos y otros actores sociales de militares y exmilitares vinculados a la dictadura.

Las actividades que se confirman tras la incautación y análisis del los archivos del exmilitar Elmar Castiglioni eran conocidas por la ministra de Defensa del primer gobierno del FA, Azucena Berruti, dijo el analista y afirmó que la secretaria de estado había informado al presidente sobre el tema.

Pernas sostuvo que el manejo de los gobiernos del Frente Amplio del tema de los archivos de inteligencia de la dictadura fue “erróneo”.

http://www.radiouruguay.com.uy/innovaportal/file/92394/1/8a10_160906_pernas.mp3


La historiadora y docente del Área de Investigación Histórica del Archivo General de la Universidad de la República, Isabel Wschebor, dijo en Rompkbzas que el material recopilado en los llamados "Archivos Castiglioni" ocupan 65 cajas y si se desplegaran ocuparían unos 500 metros lineales.

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El 3 de octubre de 2015, la Justicia allanó el domicilio del fallecido coronel retirado Elmar Castiglioni. Allí se incautaron decenas de cajas con documentos, siendo una parte sustantiva del archivo militar del período de dictadura que hasta ahora había sido inubicable.

El coronel Castiglioni, exoficial de inteligencia, exdocente del Calen, murió el 19 de setiembre del año pasado. Esta incautación se suma a otra realizada en el primer gobierno de Tabaré Vázquez por orden de la entonces ministra de Defensa, Azucena Berrutti, quien en una unidad militar ubicó algo más de 1.000 rollos de microfilmaciones con archivos de la dictadura.

Wschebor dijo que el trabajo realizado con estos archivos "fueron para la jueza (penal Beatriz Larrieu), y quedó en manos de ella. Trabajamos en la máxima reserva posible".

"En principio por el que nos llamaron fue para investigar los crímenes de lesa humanidad en dictadura. Existen dudas sobre dónde está esa información", dijo Wschebor.

De los documentos incautados surge que la inteligencia militar mantuvo un sistema de espionaje sobre personalidades políticas, partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales durante todo el período que va desde 1985 hasta, por lo menos 2009 (aunque la fecha es tentativa), aplicando los mismos criterios de la dictadura.

El Ejército admitió que el coronel Elmar Castiglioni pudo haber acumulado "mucha información" por su pasaje por la Dinacie, pero si actuó como espía y en democracia es un hecho "grave" aunque sin relación alguna con el Ejército.

Altas fuentes militares aseguraron en su momento a La República que Castiglioni, vocero del Foro Libertad y Concordia, tenía capacidad para analizar información pero dudan que fuera capaz de montar "un servicio de inteligencia paralelo".

La investigadora comentó que desde "hace 10 años atrás estaba naturalizada entre los investigadores la idea de que había que tomar fuentes orales porque no existían archivos. En la última década se han detectado numerosos documentos que fueron archivados por el estado y que dan cuenta de las cosas investigadas por el estado durante la dictadura".

De los documentos que analizó del período dictatorial, "han aparecido documentos donde se decía que no se organizaron marchas contra la dictadura. En la clandestinidad hubo manifestaciones que fueron requisadas y censuradas por las fuerzas del orden. Evidencian aspectos que eran imposibles de estudiar. Esta documentación detectada a lo largo de los años demuestra cómo el estado persiguió a las personas. Estas investigaciones siguieron pese a que el régimen se terminó", indicó.

Finalmente, Wschebor dijo que "los archivos son unos 500 metros, problemas que pueden tener solución. En otros países, esto no es nada. En Francia ponían fuertes militares para guardar 4 o 5 kilómetros de fotos y documentos".





http://www.espectador.com/sociedad/341773/archivos-de-un-espionaje-en-democracia



Samuel Blixen


De profesión manipulador

Documentos en poder de Brecha revelan detalles del espionaje desplegado por la inteligencia militar en democracia contra políticos y sindicatos. Sus métodos, los objetivos, el reclutamiento de agentes, el dinero invertido y las presiones para obligar a personas a colaborar con lo que llamaban “la agencia”.


Militares por Ombú.

Por razones que pueden ser entendibles, el ministro de Defensa, Jorge Menéndez, dio argumentos deliberadamente confusos en las explicaciones que ofreció a una comisión del Senado sobre el contenido del llamado "archivo paralelo de inteligencia", que fue incautado en el domicilio del fallecido coronel Elmar Castiglioni.

Y es entendible porque una eventual comisión investigadora parlamentaria –cuya instalación está a consideración de la bancada de diputados del Frente Amplio– podría revelar hasta dón­de la secular autonomía militar está fuera del control civil.

Sea como sea, el ministro afirmó que el coronel retirado "no tenía na­da que ver con el Ministerio de Defensa Nacional, como tampoco el archivo que se encontró en su casa luego de su fallecimiento.

Tenemos la certeza de que no existen archivos de inteligen­cia". Tal explicación induce a pensar que el coronel Castiglioni elaboró los documentos incautados después que pasó a situación de retiro.

También el ministro afirmó: "Hace tiempo, no sólo en este gobierno, también en los anteriores, que Defensa no realiza inteligencia con personas u organismos".

Las dos afirmaciones son temerarias: los documentos en poder de Castiglioni son fotocopias de originales producidos en reparticiones de la inteligencia militar; son, por tanto, documentos oficiales que están archivados, y esos documentos se refieren a seguimientos de personas, captación de informantes e infiltración de agentes en partidos políticos, sindicatos y empresas del Estado, en operativos realizados en democracia que abarcan a todos los períodos de gobierno.

Estas afirmaciones están sustentadas en la documentación que está en poder de Brecha y cuyo análisis arroja conclusiones sorprendentes sobre los criterios aplicados, las estrategias de espionaje, los "objetivos" priorizados, los métodos de reclutamiento de informantes, la infraestructura y recursos humanos aplicados al espionaje, y hasta la contabilidad de los "sueldos" que se pagaban a los soplones.

En sucesivas publicaciones, Brecha brindará detalles del espionaje a que fueron some­tidos los "objetivos" de la inteli­gencia militar, por un criterio de transparencia, y porque los espiados tienen derecho a manejar la información que permita iden­tificar a los espías, que en todos los casos eran miembros de las organizaciones espiadas. Tienen, también, el derecho de reclamar al gobierno el acceso a esa información.

"LA AGENCIA."

Durante el período en que las actividades de inteligencia militar funcionaron en la órbita de la Dirección Nacional de Información de Defensa (sucesora del Servicio de Información de Defensa y antecesora de la Dirección Nacional de Inteligencia del Estado), el Departamento III gustaba llamarse a sí mismo como "la agencia", en un remake local de la famosa Cia, precisamente porque contaba con un verdadero ejército de espías.

Así, en los formularios donde se transcriben los informes, se consignan los detalles, se adosan comentarios y se estampan directivas, los responsables suelen escribir: "A la agencia no le sirve la información aportada", o: "Parece que el agente quiere desvincularse de la agencia".

Por lo que se desprende de los documentos, el Departamento III (que podría ser de contrain­teligencia) mantenía una estricta compartimentación y un sistema de claves: el agente era designado con un número, pero en la transcripción de las entrevistas en ocasiones se lo identificaba con un seudónimo, "Salvador", "Martín", etcétera.

Cada agente tenía un "manipulador", un militar de inteligencia, presuntamente oficial, también identificado con un seudónimo ("Mauro", "Solari", "Diego"), cuyo responsable monitoreaba las entrevistas que se realizaban frecuentemente en las calles y ocasionalmente en la "base" y la "base II", aun­que no hay referencias de su ubicación.

El formulario tiene casilleros para la ubicación y fecha del encuentro, la hora y la duración; ocasionalmente, además del número del agente y el seudónimo del manipulador, se consigna el nombre femenino de quien realizaba la transcripción de las conversaciones grabadas.

Se identifica el vehículo utilizado y, cuando es propiedad del informante, el gasto de nafta; también el consumo cuando el encuentro es en un bar.

En cada encuentro se establecía el próximo contacto, pero en ocasiones el infiltrado recibía una llamada telefónica convocándolo para una reunión. Hay una cierta rutina en la elec­ción de los lugares de encuentro, que sugiere la zona donde vive o trabaja el agente.

Pese a los rigurosos criterios de compartimentación, en mu­chos casos el registro de la relación entre agente y manipula­

dor dejaba al descubierto pistas para la identificación del espía. Así ocurría con un "agente" que sacaba información de la Corte Electoral en el período de verificación de firmas para el plebiscito, atendiendo a los pedidos sobre nombres y direcciones; en la transcripción de los informes se indican los horarios y la extensión telefónica para contactarlo.

Un fotógrafo que durante dos años espió los movimientos, escuchó conversaciones en Mate Amargo, el quincenario del Mln, y entregó fotografías de actos y manifestaciones ("que no saque panorámicas", indicó a mano el supervisor), aportó tanta información sobre personas, colegas y actividades, que su identificación sería tarea fácil.

O el caso de un manipulador que pretendió retomar el contacto con una joven, llamándola a su casa por teléfono, sin ubicarla; insistió tanto que el padre de la joven llamó a uno de los teléfonos de la "agencia", advirtiendo que no molestaran más a su hija.

El manipulador pudo confirmar después que el padre obtuvo el número buscando en la agenda de su hija.

Un informante del Partido Colorado dio tantas referencias personales para explicar por qué había abandonado el contacto, que su identidad real no sería un problema. Una "fuente" consignó la razón de haber accedido a cierta información: "Yo soy mozo del bar Roma".

El agente que trabajaba para la "agencia" en la Intendencia obtuvo planos de casas y edificios de apartamentos, lo que sugiere no solamente vigilancia sino también allanamiento oculto, como le ocurrió al ministro del Interior del primer gobierno frenteamplista.

La "agencia" procuraba que el agente no sólo obtuviera información o documentos a su alcance; también pretendía que se involucrara en actividades de seguimiento y de relevamiento.

El agente 17-G realizó un relevamiento en la finca de San Nicolás 1408 para establecer si allí residían personas llegadas desde Argentina.

"Intervinieron la fuente y la señora."

El mismo agente 17-G relevó el fondo, el garage y la planta baja de la finca de Pilcomayo 4776. Se establecieron los nombres de los que vivían allí y la inspección ocular de libros de izquierda, fotos del Che Guevara, balconera del voto verde y bandera del Frente Amplio.

No se especificó qué "cobertura" utilizaron los agentes; en cambio, la inspección en una farmacia del Cerro y los apartamentos del edificio pudo ser efectuada haciéndose pasar los "agentes" como empleados de Ose.

Del otro lado, los nombres de los funcionarios de inteligencia y de los militares que cumplían trabajos de campo como manipuladores están muy resguardados.

En la documentación a la que accedió Brecha, sólo aparece un nombre (con visos de ser el real) en unos "partes de informe" del jefe del Departamento III, capitán Robert Terra, sobre "Mln-T", sobre "Evaluación situación actual del Pcu", sobre "Relevo de Rodney Arismendi".

LOS MÉTODOS DE LA AGENCIA.

Los documentos permiten establecer los métodos de relacionamiento con los "agentes". En general establecen vínculos que fomentan la confianza y son permisivos con las "faltas" del informante cuando no concurre a un contacto o cuando da excusas para explicar por qué no obtuvo determinado documento, sea éste el nombre del propietario de un vehículo que otro agente ubicó en las cercanías de un zonal del Partido Comunista o de un cantón del Mln, el texto de una comunicación interna en Aute, o la veracidad de las informaciones brindadas por un espía de la Alianza Nacional, un grupo de extrema derecha con vínculos entre los partidarios de Aldo Rico y la derecha peronista en Argentina.

Los manipuladores también están dispuestos a resolver, en alguna medida, los problemas económicos de los informantes, pero en todos los casos la entrega de dinero –se indica expresa­mente– es a cambio de resultados.

Los "sueldos" que aportan, y que quedan estampados en los formularios, varían según la intensidad de la actividad o la calidad de la información: en un encuentro se entregan 3 mil pesos (a moneda corriente de 1987), en otro se pagan 10 mil pesos, y a un informante se le pide un estimativo de cuánto necesita para vivir y a la vez realizar las tareas, ¿70 mil, 90 mil pesos?

Al agente 35, por ejemplo, se le pagaron 10 mil pesos en enero de 1987 por la información que trasmitió sobre las reuniones del Secretariado del Pit-Cnt.

Por lo general, el manipulador no expresa al espía las críticas que internamente se hacen a la calidad de la información; simplemente se insiste en concretar determinadas tareas y muy a menudo se consigna, en los diálogos, que se debe tener cuidado, que el espía no debe arriesgarse a ser detectado.

Pero esa condescendencia en ocasiones da paso a verdaderas ame­nazas y duras críticas que descubren la real naturaleza del vínculo. Un encuentro entre manipulador e informante fue particularmente violento cuando el primero vio accidentalmente en la calle al espía, quien había faltado a un contacto porque "tuve que trabajar". "Guillermo te quiere pegar un tiro", amenazó el manipulador.

La "agencia" no descarta ningún reclutamiento, ni siquiera cuando el manipulador descubre que el informante en realidad es un delincuente que vende autos robados. Los documentos revelan el interés del manipulador por definir la personalidad de los "objetivos" que son espiados por su agente; cuando el objetivo está en un puesto clave, de donde se podría obtener directamente la información, el manipulador pregunta sobre el estilo de vida, sobre la existencia de amantes y sobre el volumen de deudas; aunque no se dice, se buscan elementos para un nuevo reclutamiento.

Así, el agente 20-G, que en agosto de 1989 vivía pegado al domicilio del objetivo, se pasaba el día y la noche en la ventana, consignando todos los movimientos de un militante del Partido Comunista. En uno de los formularios, su manipulador, "Diego", consignaba: "Se continuaron las averiguaciones relacionadas a la posible amante de (…). La Nnf se llama Margarita y se la conoce en el barrio como la flaca Margarita".

En los partes del agente 07, que informaba sobre Mate Amargo, el Mro y el Mpp, el manipulador le preguntaba por un periodista y sus acuciantes problemas de dinero; el agente era escéptico sobre el reclutamiento.

LOS FOCOS DE INTERÉS.

La "agencia" no tenía límites a la hora de presionar. Quien en los documentos aparece como "agente 06-E" era en realidad el esposo de una integrante del Comité Central del Partido Comunista que, como se consigna, "se muestra por el momento esquivo a colaborar", pese a que accedió a mantener contactos en la calle, en abril de 1989.

El supervisor "Guillermo" y el manipulador "Diego" concluyen que los argumentos brindados por la fuente "son una estratagema para que se le corte la vigilancia y seguimiento a que está sometido". El cerco era implacable: el agente no concurrió a un encuentro en Propios y Joanicó, por lo que "se concurrió a la casa y se detectó su vehículo estacionado en la cochera. Se realizó una llamada telefónica a su casa y atendió una Nnf (posible esposa)".

El manipulador consignó que "la fuente está evitando a toda costa ser enganchado", deduce que "no ha realizado ninguna comunicación al Pcu sobre su abordaje", y en el formulario explicó las posibles razones: "Podría ser por miedo a represalias o porque en su pasado hay algo turbio".

El episodio revela el profundo interés en ubicar una fuente cercana al Comité Central. El Pcu era uno de los objetivos prioritarios de la inteligencia militar a la par del Mln, el Mpp, el Pit-Cnt, y el Partido Nacional, al menos a lo largo del proceso sobre la ley de caducidad y su derogación mediante referéndum.

Pero el grueso del espionaje se enfocaba en las organizaciones de izquierda y en los sindicatos, donde los agentes se preocupaban de establecer la filiación política de los dirigentes y de todos los militantes que aparecían en las listas. Muchos de los informantes espiaban en círculos de base de las organizaciones políticas, pero tenían una gran capacidad para hacer hablar a los responsables de un grupo o a aquellos que tenían contacto con las direcciones.

Queda claro que la inteligen­cia militar espiaba a personas y organizaciones, en democracia.

Lo que no está claro, y una comi­sión investigadora podría descubrir, es el para qué, con qué finalidad se espiaba y qué líneas de acción, política o represiva, se generaban a partir de la información obtenida, que costaba tanto trabajo y tanto dinero.









Encuentro de torturadores

Dicen que son víctimas de perversidades y rencores, despreciados por la sociedad.


Fuerte rechazo a reforma de privilegios en la caja militar

>>> V Encuentro Nacional de Retirados Militares 

Cnel. (R) Ruben Hartmann: "Por ahora comenzamos a volver"




Martes 27 • Septiembre • 2016

 Militares retirados recurrirán a la Justicia si se concreta un nuevo impuesto a sus jubilaciones
“¡Firmes y dignos! ¡Siempre firmes y dignos!”, exclamó el coronel retirado Hebert Fígoli en la explanada de la Piedra Alta, en Florida, ante más de 1.000 personas que se reunieron en el quinto encuentro nacional de retirados militares. La exhortación parafraseaba el lema del propio encuentro, cuya recepción tuvo discursos poblados de enfáticos enunciados, enérgicas menciones a la patria, mayestáticas referencias a José Gervasio Artigas, y algunos apuntes sobre lo perenne de la actividad militar “más allá de nuestra situación de revista”. También sirvió para enviar un saludo a “los camaradas retirados que, por el fatalismo agrio de mezquinas circunstancias en que les tocó servir, hoy se encuentran privados de su libertad”, tal como lo hizo el coronel Ruben Hartmann, uno de los anfitriones. Hartmann, que con ese saludo, dijo, buscaba “cierto paralelismo” con un acto de desprendimiento que Artigas tuvo para con los “orientales prisioneros en la isla de Cobras, en Río de Janeiro”, cerró su discurso con un misterioso agregado: “Muchas gracias y, por ahora, empezamos a volver”.
En voz alta
Aunque oficialmente el encuentro se produjo para reunir a retirados militares “sin distinción de fuerzas, jerarquías ni generaciones” y para homenajear a Artigas en el mes de “su paso a la inmortalidad”, en los hechos, el discurso central -el de Fígoli- se enfocó en la eventual reforma del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas (FFAA), “la una y mil veces mal llamada Caja Militar”. El énfasis fue puesto sobre la eventualidad de un nuevo impuesto a los retiros y pensiones, que sería progresivo y con un mínimo imponible cercano a los 30.000 pesos.
Fígoli explicó que él “lidera” un equipo de retirados de las Fuerzas Armadas, conformado “en acuerdo con el comandante en jefe del Ejército para el análisis de la seguridad social militar”. El equipo, que “ha mantenido fluida comunicación con el jefe del Estado Mayor de Defensa y los comandantes en jefe de las tres fuerzas, enterándolos de lo actuado”, entiende que la cristalización de la que “eufemísticamente, como nos tienen acostumbrados, llamarían prestación pecuniaria coactiva de asistencia al servicio de retiros y pensiones de las FFAA” significaría “un doble impuesto, de carácter confiscatorio, ya que en algunos casos puede significar 50% del haber de retiro o pensión”. “Nuestros asesores jurídicos nos han explicado que viola el principio de igualdad contemplado en la Constitución de la República. Afecta claramente derechos adquiridos y resulta discriminatorio, ya que el servicio de retiros no es el único sistema que recibe asistencia financiera del Estado. Que quede claro lo que digo: recibe asistencia financiera, pero el servicio de retiros no es deficitario, como algunos insistentemente expresan. ¿Por qué sólo a nosotros nos quieren poner un doble impuesto, si todo el sistema de seguridad social tiene asistencia financiera del Estado?”.
Fígoli convocó a los retirados militares a “defender sus justos, legítimos y merecidos derechos”, a que “sean voceros en cada barrio o localidad”, y “rectifiquen conceptos erróneos que maliciosamente se tratan de imponer. No es momento de quedarnos callados”. “En forma clara y contundente, unidos nos haremos escuchar. ¡Firmes y dignos! ¡Siempre firmes y dignos!”. Aseguró además que “si los futuros cambios se orientan a contar con fuerzas armadas altamente entrenadas, equipadas y con dignas remuneraciones, bienvenido sea. Pero si los futuros cambios pretenden erosionar nuestras fuerzas armadas y dañar nuestros derechos, no permaneceremos impasibles”.
Luego dijo a los medios locales que, “en caso de que este nuevo impuesto se materialice”, los retirados realizarán “jurídicamente todas las acciones que corresponda desde el punto de vista de nuestra responsabilidad, de nuestros derechos y nuestra cultura cívica”, acudiendo a la Suprema Corte de Justicia, por entender que sería un impuesto inconstitucional.
Las diferencias
“Eso es para estudiarlo profundamente”, dijo Fígoli ante la consulta de la diaria sobre los montos que perciben los altos mandos retirados. Según publicó Brecha en junio de este año, “cientos de coroneles del Ejército y la Fuerza Aérea y capitanes de navío de la Armada cobran alrededor de 100.000 pesos de jubilación desde su retiro antes de los 55 años de edad”, y sin estar obligados “a cumplir un mínimo de 30 años de aportes ni tener 60 años de edad para retirarse: con 20 años de servicio pueden jubilarse y continuar trabajando en la actividad privada. Al jubilarse, la gran mayoría pasa a cobrar según el grado inmediato superior y el 100% del sueldo correspondiente”.
Según Fígoli, “cuando se habla de ese desfasaje [de esas jubilaciones militares frente a las demás] los invitaría a que vean lo que son no sólo las jubilaciones civiles, sino también los salarios de quienes están en actividad en organismos públicos, respecto de las Fuerzas Armadas. La base fundamental de nuestros activos, más del 80%, no llega a cobrar más de 15.000 pesos”. “Cuando se dice que altas jerarquías tienen haberes de retiro que son altos, tenemos que llevarlo a nuestra realidad, y es que hemos aportado religiosamente durante 40 o 45 años nuestro montepío”.
Política e ideológica
Según el equipo de trabajo de los retirados por el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social, los militares “apoyamos a las finanzas del Banco de Previsión Social” con 28 millones de dólares anuales. “Hace nueve años que estamos pagando con dinero de nuestros propios retiros”, dijo. En el entendido de que “el servicio de retiros no es el único sistema que recibe asistencia”, y de que la creación del nuevo impuesto no reduciría esa asistencia mucho más allá de 10%, no se trata “de una medida financiera sino de una medida netamente política y de alto contenido ideológico”. Esto último, enfatizó, lo entiende así “el equipo de trabajo y es de aceptación por parte de nuestros camaradas”.




Habla Gabino de la Paz en Colombia




Gabino, el jefe máximo del ELN, le pide al presidente Santos no cerrar la puerta de negociación, la cual está estancada desde hace cuatro meses.









miércoles, 28 de septiembre de 2016

Reparar la Ley de Reparación


Por una ley reparatoria NO excluyente para víctimas de la dictadura


>>> Informe del Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, Pablo de Greiff.

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>>> Prof Gerardo Caetano y Gastón Grisoni de Crysol











Un lugar en el mundo para Diyab

EEUU lo quiere muerto


Entrevista de El Muerto a Juan Ferreira de INDDHH 










martes, 27 de septiembre de 2016

El sustento de la caña en Bella Unión

Luchadores sociales de la clase B. Raul Sendic







MARIANA CASTIÑEIRAS25 sep 2016
Debe haber muchas formas de contar la historia de Bella Unión. Se podría describir a un pueblo tozudo que lucha por lo único que ha sabido darle de comer, a una ciudad subyugada por el autoritarismo de un cultivo ingrato, o hablar del espíritu revolucionario de sus trabajadores, que tienen capítulos guardados en los libros de historia de Uruguay. Se puede hablar de fracasos. Muchos fracasos. Pero hay algo que no se puede dejar de lado, por más que los artiguenses del extremo norte lo hayan intentado. Y eso es la caña de azúcar.
Los supermercados, restaurantes, hoteles, tiendas de ropa, panaderías y free shops que se distribuyen en las 25 cuadras que tiene de largo Bella Unión giran en torno a la caña. La caña atraviesa todo en esta pequeña ciudad. Es la bonanza y la crisis, la comida de los trabajadores y las ganancias de los productores. Se esparce alrededor de los caminos, entre el verde del cultivo y el amarillento de la cosecha, y se ve en las manos negras de los cañeros. Está en las bolsas de azúcar que consume medio país y en el combustible que hace andar los autos. Para los 15.000 habitantes de Bella Unión, el motor es la caña.
Y cada tanto, como en la última polémica que los tuvo por protagonistas, les tiembla el piso. La estructura que sostiene a la única ciudad de Uruguay que vive de la caña amenaza con caerse y es en esos días cuando los bellaunionenses desempolvan su espíritu combativo.

Los peludos.

Al curtido líder del sindicato con uno de los trabajos más duros y sufridos del país se le cae una lágrima. En las afueras de la ciudad, donde las cañas arden entre mayo y octubre y los machetazos cortan el aire bajo el sol del mediodía y el rocío de la noche, Sergio Pintado llora.
Se presenta como "un peludo". Lleva la boina hacia el costado, una camisa azul y el gesto serio. Ya es mediodía y el secretario general de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) termina la jornada. Se va sin sacarse la protección de la canilla izquierda, tal vez por miedo a las cruceras, que ya lo dejaron un mes inconsciente con solo una mordida, o tal vez por cansancio. —¿Qué era ser peludo antes y qué significa ahora?
—Yo le tengo mucho respeto al peludo de hoy, al de ayer y al de siempre. El peludosuspira—. Pa, el de antes era otra historia.
—¿Qué es ser un peludo?
Ser peludo es sacrificado dice, y la respuesta le queda atragantada.
La mezcla de melaza y hollín de los campos quemados cubre el cuerpo de los cortadores sin excepción. Según cuentan los que la sufren, esta combinación deja la ropa tan dura que una vez seca alcanza con un movimiento brusco para rasgarla.
Pintado recorre la senda de tierra que divide los tablones, espacios construidos por líneas de caña paralelas con caminos a los costados, en los que trabajó toda la mañana. Al lado, la coreografía veloz de los cortadores más jóvenes —y arriesgados que se exponen al sol del mediodía— repite el mismo ritmo. Corte, polvareda, golpe de la caña contra el piso. Corte, polvareda, golpe. Cada tanto se adivinan sus pasos en el crujir de la caña desparramada.
La lucha de los cañeros de hoy, cuenta Pintado, está en la raíz de la fundación de UTAA y en la ideología de los que la crearon en 1961. Entre ellos, el proyecto del líder sindical y más tarde guerrillero, Raúl Sendic. "Era más amplio. Era hacer cooperativas sociales y que la ganancia quedara en el peludo, que la sufre", dice Pintado.
Los peludos quieren una reforma agraria que les permita salir de la zafralidad. Trabajar cinco meses y sobrevivir 12 no es negocio ni vida y muchos tienen que salir a cazar mulitas o incluso robar para sobrevivir, cuenta Pintado.
El último eslabón de la cadena quiere ser el primero. Y es ocupando tierras del Estado y a través de negociaciones con el gobierno que han conseguido varias hectáreas en las que hoy funcionan diferentes proyectos. Hay chacras con quintas, chancherías y cría de aves donde hoy trabajan y cultivan cañeros entre los que hay madres solteras con hijos. Porque también hay mujeres cañeras.
María Julia França tiene 36 años y empezó a trabajar a los 15, cuando tuvo a su primera hija y le pagaban seis pesos por hora. Ahora tiene tres y cobra más en su rol de fiscalizadora. Su tarea es comprobar que no haya incumplimientos en seguridad y derechos de los trabajadores. Sin embargo, cuenta que es la única mujer trabajadora de Alcoholes del Uruguay (ALUR) que no está contratada directamente en la plantilla. Si mañana la despiden, dice, se va solo con la liquidación.
Papa, cebolla, morrón, tomate, zanahoria, boniato, chaucha, frutilla y caña: França pasó por todos. Ha abonado, echado herbicida, cosechado, sembrado e incluso tiene libreta de maquinaria agrícola, pero no le han dado oportunidades, dice, porque el campo se entiende como "lugar de hombres". Dice también que para la mujer es difícil competir en fuerza y que eso lleva a resistir más de lo que el cuerpo da para rendir lo mismo. En estos años supo de abusos, injusticias y de violencia. Lo cuenta y su labio inferior empieza a temblar.
—Al principio hubo muchos abusos. Yo los vi y los pasé. De parte de capataces, de patrones. Años atrás era más brava la cosa. De a poco los tiempos van cambiando. Yo era una gurisa, también. Hoy tenemos más coraje.
—¿Qué pasaba?
—Chantajes. Llamás la atención. Si hacés tal cosa te aumento las horas, si estás te pongo más metros.
—¿Si estás...?
—Sexual. Ahí es donde va el valor que tengas de decir que no. Y después te castigan con los peores trabajos. ¿Sabés lo que es estar carpiendo al sol al mediodía? Yo siempre fui muy porfiada, me aguantaba los lugares a los que me mandaban. Cuando ven que no hay como doblegarte te empiezan a respetar.
—¿Y cuando el cuerpo dice que ya está?
—Te tomás unas cuantas pastillas. Perifar 600, Actron y cuando estás en los días, doble pastilla.
Lo que le dejaron los años de campo es un desgarro en un músculo, cerca de la columna, que se tiene que operar. La cirugía implica recuperación y eso significa dejar de trabajar y es un lujo que no se puede dar. Mucho menos tomarse tiempo para cuidar a sus hijos o acompañarlos cuando se enferman, un reclamo que las mayores le hacen con frecuencia. Los hijos chicos de França ya saben prepararse el café desde los tres años.

Los salpicados.

En la sede de la Asociación de Plantadores de Caña de Azúcar Norte Uruguayo (Apcanu) hay un mapa de Bella Unión en el que no hay calles ni comercios marcados. La tierra está fraccionada por colores, cada uno con el nombre de su propietario. Los cinco representantes de este gremio, conformado hace más de medio siglo, discuten, levantan la mano para hablar y se ríen de su propio ímpetu pasional. Negocian sobre fechas o la cantidad de productores que hay en Bella Unión y finalmente, con calculadora en mano, se ponen de acuerdo: son 250.
Este año fue difícil. Si bien creen que el cambio climático ha favorecido el cultivo de la caña al norte del país, aclaran que este año no escapó a los problemas que ha tenido el agro. También creen que el sector tuvo los suyos propios y, a su juicio, todos tienen que ver con la gestión de ALUR.
"En 2008 ALUR incentivaba a que se plantara caña, a que hubiera pequeños productores", dice Juan Ignacio Ferreira, secretario de Apcanu. Sin embargo, desde que en 2012 se aplicaron una serie de cambios en la forma de producción, los que salen beneficiados según este gremio son los más grandes.
"Antes, los chicos tenían la posibilidad de ir cortando su caña. Si tenía 15 hectáreas, iba con tres obreros y me cargaba yo mismo mi propia caña. A mano o con grapo, zorra y tractor. Esa era la cosecha artesanal", explica Ricardo Ferreira, vocal del gremio. "Al tercerizarla, ahora viene un grupo con 40 o 50 obreros (contratados por ALUR, cortan todo de golpe y ahí la caña pasa 15 o 10 días sin que la lleven y tiene una pérdida enorme de rendimiento. Los grandes productores tienen su propio camión y grapo y se defienden de otra forma". Con lo que el productor chico se ahorraba de flete y de carga, tenía ganancia.
Los productores advierten que "en Bella Unión no hay ricos". ALUR es para la ciudad un proyecto social. Su quiebra o cierre podría ser fatal. Así lo describe el productor Luis Raymon: "No hay vuelta, si el día de mañana nos falta la caña no podemos decir que vamos a desaparecer pero que muchos vamos a tener que irnos de Bella Unión, sí, es verdad". Esto sin mencionar a los más de 1.400 cortadores de caña, trabajadores de planta, transportistas y una larga cadena de personas que dependen de la caña.
Para proyecto social, ALUR tiene una falla inexcusable: algunos de sus trabajadores apenas llegan a cobrar $ 12.000 por mes y un gerente superó los $ 300.000. Ahí es donde las estructuras de Bella Unión volvieron a temblar.
Los productores sienten que los escándalos de la estatal los salpican a pesar de que no tienen vínculo con las decisiones que se toman desde la capital o las oficinas. Si bien para ellos ALUR fue una salvación en un momento donde las opciones eran fundirse o cerrar la producción y lo agradecen y defienden con uñas y dientes, tienen muchas críticas para hacerle a la empresa estatal. Creen que se mete en sus campos y los deja atados a sus tiempos y criterios, que consideran mal gestionados. Quieren recuperar parte del control que tenían antes de que se creara ALUR, convertida en estatal en 2006. Porque a pesar de que en manos de productores ya se han fundido, ellos creen que pueden hacerlo mejor.
Si hay una promesa que todos en Bella Unión conocen, es la que hizo el presidente Tabaré Vázquez en su primer mandato. Aseguró que se iba a llegar a las 12 mil hectáreas cultivadas. Hoy, según cálculos de los productores, están en 7.400.
Más hectáreas es más trabajo. Menos hectáreas significan más productores cubriendo la zafra y, como consecuencia, una zafra más corta.
El presidente de Apcanu, Samir Mustafa, es el único silencioso del grupo, pero interviene, tajante, para resaltar un punto: "Hoy no podemos crecer ni una hectárea mas". Mustafa es uno de los productores con más cantidad de hectáreas en su propiedad. Según explica, desde ALUR responden que la producción de la planta está a tope y que no hay capacidad para más. "Pensamos que se puede, porque en otro momento hubo 10 mil hectáreas. Hoy no llegamos a las 8.500 que teníamos hace tres años".

Patrones y empleados.

Pintado se toma una pausa para recuperarse del sobresalto. Mira al horizonte por unos minutos en silencio y cuando puede recuperar la voz enumera a los compañeros torturados en dictadura, la desnutrición, el hambre y la pobreza de la crisis del 2002.
—Los cañeros de antes. Ellos eran líderes y pasaron a ser rehenes. Esos viejos no se comen ninguna. Eran revolucionarios, muy diferentes a lo que puede ver uno en una película. Eran revolucionarios del pueblo, de salir, meterse en una estancia y tener que hacer un destrozo para darle de comer a la gente. Eso eran ellos. Son personas justas, que pelearon por el obrero. Lo que tenemos ganado hoy en los salarios con los convenios ha sido lucha del sindicato, pero costó muchísimo.
Un trabajador destajista que se esfuerce puede llegar a ganar unos 19 mil pesos por mes. Eso, soportando el hollín de la caña quemada que se le mete en los pulmones, el calor, la piel curtida por el sol, el peligro de las cruceras y yararás que habitan los campos y la espalda rota. Un trabajador que empiece de adolescente fácilmente verá las secuelas del trabajo para los 30, dice Pintado.
—Es un trabajo insalubre. ¿Qué más se tiene que demostrar para que se logre entender eso? Acá inhalás productos tóxicos. Porque esto no es natural, esto está inyectado hasta las manijas.
La salud laboral es uno de los reclamos más fuertes del sindicato para el próximo convenio. Otra de las luchas.
—¿Y qué es ser un peludo, entonces?
—Primero que nada, para nosotros el peludo es el respeto. Hoy tenemos veteranos que no se han podido jubilar y siguen cortando con 65 años. Si bien podrá ser un trabajo de mierda, bastante feo, para nosotros es un orgullo ser peludos. Porque nos ganamos la plata honradamente. Parte de ahí, de la honra. El peludo es trabajador.
A Ruben Ariel Machado Gamarra le dicen Quique. Es dueño de su propio campo, pero no siempre fue así. Lo que tiene lo consiguió con lo que llama la "lucha pacífica" por su "pedazo de tierra". Las negociaciones con Ancap, el Instituto de Colonización, el Ministerio de Ganadería y otras instituciones llevaron más de dos años pero dieron frutos. Hoy son tres los excañeros que controlan un total de 44 hectáreas.
No es fácil pasar de asalariado a productor, pero Machado recibe asesoramiento de técnicos de ALUR, a los que describe como "buenísimos", y tuvo ayuda de trabajadores sociales del Ministerio de Desarrollo. "Nosotros cuidamos lo que tenemos porque nos costó", dice. Llegó a hacer hasta 10 viajes por año con otra decena de integrantes de UTAA para negociar. "Imaginate salir un lunes y volver un viernes de Montevideo, dormir en carpa o en el cordón. Como indigentes, pero a la vez no éramos indigentes".
Machado estuvo de los dos lados del mostrador. Fue peludo y es patrón. El problema, cree, está en la gerencia. "ALUR es una industria. Los cañeros somos nosotros. Nos vino a sacar el lugar, a decirnos cómo se planta. Nosotros nacimos acá, en el medio de las cañas". En eso coinciden peludos, patrones y los que están en el medio. Ni en manos del Estado ni en manos de los productores el negocio ha prosperado en las últimas décadas. Pero cuando los campos corren riesgo y la caña amenaza con desaparecer, las distancias se desdibujan, las diferencias partidarias se borran por un tiempo y los que hablan son bellaunionenses, todos defendiendo lo que les tocó.

El cañero que fue amigo de Raúl "el Bebe" Sendic.

Era 2003. Había pobreza, crisis, hambre y niños que morían de desnutrición. Quedaban unas pocas miles de hectáreas cultivadas con caña de azúcar en Bella Unión y sus dueños eran considerados "los heroicos". Gente sin trabajo, protestas, inestabilidad y un sindicato debatiendo sobre qué hacer.
"Va a venir cualquier loco y se va a meter al frente de una gran movilización acá y yo no quiero chupar rueda", recuerda haber dicho Walter González, conocido en Bella Unión como Cholo. A los 74 años ya no es cortador de caña, pero fue uno de los tantos trabajadores que participaron de la génesis de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA), en 1961.
Y en 2003, cuando el proyecto productivo parecía venirse abajo, Cholo buscó alianzas donde pudo para intervenir en las decisiones del sindicato. Cholo creía que los trabajadores tenían que movilizarse, "ponerse la camiseta". Pero en el sindicato la discusión ardía y "no llegaba a ninguna parte".
Con picardía, y con su esposa María Elena Curbelo ayudándolo a recordar, Cholo reconstruye cómo tres personas lograron movilizar a toda Bella Unión. Dice que en la asamblea nadie escuchaba su propuesta y por eso decidió llamar a un productor conocido, de la zona, férreo defensor de la caña de azúcar, Yaneco Soria.
Después de discutirlo, el productor, el peludo y su esposa decidieron que iban a convocar a un caceroleo con apagón a las nueve de la noche. Con un parlante arriba de la camioneta de Yaneco, salieron a recorrer las calles de la ciudad. "No era como ahora, que ves las camionetas que tienen. Antes el Yaneco Soria tenía una brasileña, a diesel porque era más barato. Echaba humo por todos lados y no la podía terminar de pagar", dice. Pero a la hora de preparar el aviso quedaba una interrogante por resolver. ¿Quién convocaba? Lo resolvieron fácil. "Productores (era él), trabajadores (era yo) y amas de casa (María Elena)", explica Cholo.
"¿Y vos podés creer que hubo un apagón? ¡Apagó todo el mundo!", narra Cholo, cada vez más entusiasmado por evocar la memoria. Pero la movilización no quedó ahí. Cholo cuenta que la gente salió a la calle y el resultado fue que se terminara la asamblea y salieran todos a la calle a protestar.
"Estaban las condiciones, lo único que hicimos fue prender la mechita", aclara María Elena.
Esta historia, que pasa casi como una anécdota, resume el espíritu de Bella Unión. "Cuando la cosa es general, ahí estamos todos juntos", dice Cholo, que enseguida matiza: "Pero hasta por ahí".
El cañero de Bella Unión —así lo bautizó la periodista María Esther Gilio en el libro que escribió sobre su historia— tiene muy claros sus orígenes. "Era un paisanito que empezaba a cortar caña, tenía hasta tercer año de escuela", se describe allí.
Hasta que conoció a uno de los actores claves para el movimiento de los cañeros, el líder sindicalista Raúl Sendic.
"Lo conocí a él y me abrió los ojos". Cholo dice que lo ayudó a ver los problemas que vivían los trabajadores, que no eran pocos. "Por lo menos salí de la ignorancia que vivía en el pueblito y pasé a ser una persona solidaria, un luchador".
A principios de los años 60 el sistema bajo el que trabajaban los cañeros era casi feudal. Cholo cuenta que las familias vivían en pequeñas casas de paja. "Acá había una empresa norteamericana que era Cainsa y otra cooperativa de productores, Calpica. Tenían cantina en su propio establecimiento y los productores trabajaban pero les pagaban con bonos canjeables solo en la cantina del patrón".
Cholo participó de las marchas sindicales de la década de 1960 y llegó al año 1968, el "de la desilusión", con la idea de que la vía democrática no iba a solucionar la situación. Así fue que se unió al Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y estuvo preso en dos ocasiones. La primera terminó rápido, con la fuga de la cárcel de Punta Carretas, y la segunda le costó una década de su vida. Hoy, Cholo aclara que no es jubilado. Cobra lo que le corresponde como reparación por los años de cárcel.
Aunque retirado del trabajo, nunca está al margen y considera que la creación de ALUR fue la salvación de Bella Unión pero que debería haber incluido a productores y trabajadores en la toma de decisiones. Si bien reconoce que la situación de ahora es mejor que antes para los peludos, hay algo de lo que no escapan, y es la zafralidad. "Cuando trabajan en la caña tienen su cable, su televisión y su autito. Termina la zafra y empiezan a vender todo para comer".








http://www.elpais.com.uy/que-pasa/cana-nuestra-dia-problema-alur.html

lunes, 26 de septiembre de 2016

Jorge Zabalza: Debate en clave estratégica

Revoluciones y revolucionarios en dos orillas






>>> Ver además: 





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sábado, 24 de septiembre de 2016

Tremenda movilización municipal en Minas

Video











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Debate en clave estratégica




Debate con Carla Larrobla (historiadora)
Silvia Visconti (moderadora)
Samuel Blixen (periodista)
Daniel de Santis (argentino)











Videos e imágenes de Resonando











jueves, 22 de septiembre de 2016

A un año del CODICEN

Casi sacan de nuevo el palo







23 • Sep • 2016

La coordinación del Movimiento Estudiantil, en la que participan la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), los gremios de las carreras del Consejo de Formación en Educación y varios gremios de secundaria, organizaron ayer una marcha desde el liceo Bauzá hasta la sede del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública, con dos reivindicaciones: en contra de la criminalización de la protesta, al haberse cumplido un año del desalojo del Codicen, y en contra del recorte al presupuesto para la educación.
Durante la oratoria, los estudiantes recordaron lo que ocurrió el 22 de setiembre de 2015, cuando se aplicó “una medida autoritaria que no había sido implantada desde el pachecato”, en relación al desalojo de la ocupación en el local del Codicen por parte de gremios estudiantiles. Diego Almada, integrante del Centro de Estudiantes del IPA, añadió, en diálogo con la diaria, que se reclama el “desprocesamiento de los compañeros que fueron procesados” y “que se detenga, por parte de la Policía, el hostigamiento y persecución a militantes”.
También manifestó que “se complica cada vez más la promesa del 6%” del Producto Interno Bruto para la educación, y los estudiantes expresaron su preocupación por el Hospital de Clínicas, ya que “podría estar peligrando su funcionamiento a corto plazo”.




miércoles, 21 de septiembre de 2016

Encontraron manuscritos escondidos de Julio López




En el doble fondo de una caja de herramientas, la familia de Jorge Julio López encontró unos treinta escritos de su puño en los que relató y denunció las torturas que sufrió en el Pozo de Arana, su paso por la comisaría 5ta. de La Plata, sus impresiones como testigo en el juicio contra Miguel Etchecolatz y hasta algunas reflexiones sobre la militancia por los derechos humanos. Ahora forman parte de una muestra que se exhibe en La Plata en el marco del décimo aniversario de su segunda desaparición.



>>> Testimonio de Jorge Julio López antes de desaparecer

Jorge Julio López (General Villegas, Buenos Aires, Argentina, 1929 -- Desaparecido en 2006), albañil argentino y ex militante de base de una unidad básica peronista barrial, y desde 1985 afiliado al Partido Socialista de La Plata; desaparecido desde octubre de 1976 hasta junio de 1979 durante la última dictadura argentina (llamada por los militares Proceso de Reorganización Nacional) y por segunda vez en septiembre de 2006 durante la presidencia de Néstor Kirchner. Transcurridos varios años de su última desaparición, no existen hipótesis sobre su paradero.



Esos manuscritos ahora son partes de una muestra bautizada “Los demonios sin cuernos” del artista conceptual Jorge Caterbetti que se exhibe en tres partes, en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, el hall central del Museo de Arte Contemporáneo (MACLA) y el Museo de Arte y Memoria (MAM) de la CPM por el décimo aniversario de la segunda desaparición de López que se cumplirá este 18 de septiembre.

“López empieza a escribir en el 98 y hasta su desaparición no para nunca. Escribe sobre cualquier papel. Relata su detención en 1976, su paso por la comisaría 5ta, las torturas que sufre en el Pozo de Arana. Estos escritos son el Diario de Ana Frank del genocidio argentino”, aseguró Caterbetti y agregó: “Estos escritos son López. Su letra, su cotidianidad, sus herramientas de albañil, sus ropas”.

Los textos comprenden una segunda parte, aunque más profunda y extensa, de los ya revelados en 2012 en el libro “Jorge Julio López. Memoria escrita”, donde se publicaron seis páginas que el albañil le había entregado a su amigo Jorge Pastor Asuaje para que los custodiara. Se espera que sean publicados en un libro para mediados del 2017.

En una de esas páginas que guardaba en su caja de herramientas, López se refiere el juicio contra Etchecolatz, director de Investigaciones de la Policía Bonaerense en la dictadura que quedó preso gracias al testimonio del albañil.

También reflexiona sobre la militancia por los derechos humanos. “Les levanta el ánimo y dice tener fe en que los culpables van a ser juzgados”, contó Caterbetti.

“Mujer hembaraza (sic.) picaneada en la 5cia [refiere a la comisaría] Mirta Manchiola [de Otaño], fue torturada en investigaciones el 8-11-76. Después la torturaron en la 5° y ahí perdimos el rastro. De los calabozos chicos la sintieron nombrar”, expresa uno de los manuscritos.

Caterbetti apuntó que los textos “tienen un grado de precisión y obstinación increíbles”. López, que no terminó la escuela primaria, escribió sus memorias en soledad, en su casa y cuando viajaba al interior en las épocas en las que dejaba la albañilería y recolectaba frutas. Usó todo tipo de formatos: volantes de supermercados, el reverso de etiquetas de las gaseosas y facturas de servicios públicos.








Demonios




>>>  No sea nabo

>>> Demoníacas
(de El País)
El autodenominado "grupo de apoyo" nombró a dos portavoces. Una de ellas es Ana Claudia de León, integrante de una organización de derechos humanos, que tiene llave del apartamento en el que está Diyab y que le abre la puerta a los visitantes.

La otra portavoz es Alejandra de Bittencourt, integrante del sindicato municipal (Adeom). La sindicalista fue oradora de un acto alternativo por el Día de los Trabajadores el 1° de mayo de 2011 en el que pidió "un sindicalismo alternativo" y "nueva formas de protesta", además de reivindicar la anulación de la Ley de Caducidad.



>>> Ver la criminalización de El País completa

http://www.elpais.com.uy/informacion/entorno-jihad-diyab.html

Cuando alguien se esta por morir aparecen los buitres. Y esta vez vi que los buitres hacen guardia permanente. esperando que muera, esperando la sensación de la muerte. esperando con sus cámaras día y noche. Alli esta FALSIMEDIA para destripar. Pasen y vean...

>>> Comunicado
Comunicado del 20/9/16:
Debido a la decisión de ingerir líquidos, hoy visitaron a Jihad varios médicos: el doctor de ASSE, las doctoras de la Comisión de DDHH del SMU, y de tarde también vino otro médico más en visita solidaria.
Todos coincidieron en las recomendaciones para el inicio de ingesta de líquidos, con el fin de evitar complicaciones en la rehidratación de estos días, y continuar la evaluación diaria, ya que si bien aceptó ingerir líquidos durante una semana —hasta la reunión del próximo lunes con el nexo del gobierno—, continúa con la huelga de hambre (no ingesta de sólidos), como se informó anoche.
En estos días, Tabaré Vázquez se encuentra en Estados Unidos, en donde habló también sobre el tema... Es importante recordar que el primer responsable de la terrible situación en la que se encuentra Jihad hoy es Estados Unidos, que lo secuestró y lo torturó durante más de una década en la cárcel de Guantánamo, y luego, mediante un pedido realizado al gobierno uruguayo, lo envió a “Siberia”; a un país con una cultura e idioma extraños para él, alejado de su familia, y con un pronóstico de calidad de vida muy bajo, que empeorará dramáticamente una vez que finalice el plazo de la ayuda económica que percibe como refugiado, hecho que ocurrirá en pocos meses, lo cual imposibilita definitivamente la reunificación familiar.
Recordamos también que hacer responsable a Jihad de haber llegado a Uruguay en las condiciones en que llegó, sin tener seguridad de nada y sin saber qué destino se le deparaba, es una falacia importante. Ninguna persona mantenida como rehén en un centro de tortura puede ser responsabilizada de lo que sus captores le impongan como condición para salir de ese lugar. Ninguna persona en esa situación va a sopesar si le gusta o no le gusta el país al cual se le pretende enviar, ni a evaluar demasiadas condiciones, ni va a decidir algo semejante a “no me gusta ese país, así que me quedo en esta cárcel para que me sigan torturando”. Pretender que esa es la lógica que debió primar en Jihad antes de aceptar venir a Uruguay es absolutamente descabellado, además de enfermizo. Toda persona en su sano juicio habría aceptado subirse a ese avión e ir a cualquier parte del mundo con tal de salir de allí, con tal de ser liberado de semejante antro. Eso no quiere decir que luego no tenga derecho a más nada, a reunirse con los suyos en condiciones dignas, y a viajar a otra parte del mundo en la que esto sea posible.
La mayoría de los ex presos de Guantánamo liberados fueron trasladados a países de cultura árabe o cercanos a la región, principalmente Afganistán y Arabia Saudita, por gestión directa de Estados Unidos. ¿Por qué a Jihad no se le permite? ¿Cuál es la razón? ¿Su lucha por ser devuelto a su familia? ¿Su constante denuncia de la tortura vivida en Guantánamo? ¿El juicio histórico que lleva adelante contra Estados Unidos para que los videos en los que se lo somete y se lo tortura se hagan públicos, juicio en el que ha ganado todas las instancias previas, hasta la apelación presentada por el Pentágono en días pasados? Sostenemos que todo esto es la causa primera de la terrible situación en la que se encuentra. Todo, menos Jihad. Jihad no es la causa de sus propios males. Pero culpar a la víctima es habitual, es a lo que estamos acostumbrados, es lo que nos dicen los medios de comunicación que debemos hacer: culparlo constantemente por no aceptar una vida en un abandono político insolidario, en una sociedad que lo juzga desde el prejuicio y la desinformación, en condiciones económicas críticas, en la peor de las soledades. Culparlo, culparlo y volver a culparlo.
Los refugiados tienen derecho a ser reinstalados, de ser necesario. A Jihad se le ha negado este derecho. Estados Unidos le ha negado este derecho; continúa persiguiéndolo, castigándolo. Uruguay no puede seguir colaborando con la crueldad del gobierno estadounidense. Debe señalar esta situación y exigirle a los jerarcas de ese país que ayuden a encontrar la solución de este desastre humanitario que ellos mismos han provocado.
Es hora de ponernos en la piel de Jihad. Es hora de reconocer lo que se ha hecho mal, de dejar la soberbia de lado, de dejar de negar lo que es innegablemente Justicia, con mayúscula: Jihad debe ser reinstalado en otro país, y debe reunirse con los suyos.
Por un lugar en el mundo para Jihad y su familia.
HOY DESDE LAS 17:30 HORAS HABRÁ UNA JORNADA DE DIFUSIÓN EN CANCILLERÍA (18 de Julio y Cuareim) Y A LAS 19 SERÁ LA VIGILIA EN SORIANO Y YAGUARON.










martes, 20 de septiembre de 2016

Imágenes del infierno en Uruguay (video)




Video Comcar


 Imágenes presentadas en: “La cárcel: ¿rehabilitación o castigo?”, una mesa redonda organizada por el sindicato de funcionarios policiales (Sifpom) sobre el sistema carcelario.


Invitados: Patricia Rodríguez, presidenta de Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo -SIFPOM- (integran el PIT-CNT), Fabricio Ríos, secretario general de SIFPOM, y Eduardo Andrade directivo de SIFPOM.
Temas: 1. L@s invitados hablan sobre la situación - problemática de las cárceles uruguayas, hablan del Comcar y de otras cárceles más. Treinta y un presos fueron asesinados en lo que va de 2016 en las cárceles uruguayas, y más de 70 resultaron con heridas de entidad por armas blancas y quemaduras de colchones de polifón.
2. Mensajes de l@s oyentes.
3. Los invitados y William Yohai hablan sobre la cárcel privada que se construye por Ley de Participación Público-Privada (PPP).
3. Situación del sirio Jihad Diyab, habla el compañero "El Muerto", integrante del grupo "Vigilia por Jihad Diyab"
4. Análisis económico de William Yohai, ¿qué son las PPP?...William lo explica haciendo alusión a la cárcel privada.




El País 

Lanzas.

En la noche del miércoles 7, los integrantes de la celda 8 del Módulo 8 del Comcar se preparaban para cocinar unos ñoquis. Uno de los reclusos se subió a un ventilador para sacar agua de la cisterna del baño. A pocos metros de distancia, presos de la celda 6 rompieron los candados de dicho celdario, arrancaron los cables de luz y rompieron los candados de la celda 8. "Empezaron a tirar lanzazos (con varillas de hierro afiladas) primero por los dos sapos (aperturas en la puerta para pasar la comida), hasta que partieron los candados", testificó uno de los internos en el juzgado penal.
Los presos de la celda 6 tiraron trozos de colchones de polifón encendidos adentro de la celda 8. "Nos estábamos intoxicando. Si me quedaba adentro me moría por el humo. Si salía afuera me iban a matar. No pude más y salí afuera. Me partieron la cabeza y me pegaron en el hombro con un cuchillo", dijo.
Agregó que no supo quién lo hirió. "No veía nada. Sé que eran de la celda 6. Estaban todos con lanzas grandes", declaró en la sede penal. Enseguida agregó: "Los de la celda 6 nos gritaban que nos iban a matar. Nos prendieron fuego a todos. Ellos tenían bardo (problemas) con el finado. Él era quien mandaba en mi celda".
Un recluso conocido como "el Banana" confesó que lideró el ataque de sus compañeros contra la celda 8. "Yo me desquité con el muerto. Él mató a mi primo hace dos o tres años. Sé que se llamaba Miguel Ángel. El que mandaba era yo. Cuando entramos a la celda 8 empezamos a tirar pedazos de colchón con fuego y puñaladas. No lo dejamos salir. Murió ahogado y quemado", testificó.
Consultado sobre si hay algún policía vigilando el pasillo donde están las celdas 6 y 8, el interno respondió: "No hay ninguno. Ellos están delante de todo (el módulo). Quedan uno o dos policías de noche y nosotros somos como 400. Pasa cualquier cosa que nadie se mete".
El recluso reconoció que todos los integrantes de la banda del muerto fueron lastimados. "Nuestra intención era matarlo a él. A mi primo le prendieron fuego. Yo lo que hice fue sangre por sangre. Los dos que mataron a mi primo están muertos".





“Che, acá no hay extintor, ¿no?”. “No, lo fueron a buscar”. “Este está pronto, ¿aquel está vivo?”. “¿Cuántos hay acá?”. “No sé, unos cuantos, se dieron de bomba”. El diálogo entre funcionarios de la guardia se ambientaba de fondo con los gemidos, lamentos y súplicas de algunos internos: “Ayudame, hermano, no me puedo ni parar”, se escucha. Y lo peor, el crepitar de algo que se parece a un cuerpo humano, retorciéndose mientras era devorado por las llamas.