En el marco de la jornada mundial que se realizará para denunciar las violaciones a los derechos humanos y la condena a la dictadura de Jovenel Moise en Haití, el PIT-CNT manifestó su solidaridad con la lucha de los trabajadores y del conjunto del pueblo haitiano.
Mediante una declaración del Secretariado Ejecutivo, el movimiento sindical uruguayo exigió el inmediato respeto a la autodeterminación del pueblo haitiano y la caída del actual gobierno de Jovenel Moise.
Según denuncia el PIT-CNT, como toda dictadura, el actual gobierno «se mantiene por la fuerza contra todas las expresiones institucionales y populares haitianas», y «la represión a las grandes movilizaciones populares por la democratización y la autodeterminación de Haití ha cobrado presos, heridos y muertos».
Haití es el país más empobrecido de América y ha tenido más de 20 gobiernos en 35 años. Más de seis millones de personas viven bajo el umbral de la pobreza con menos de 2 dólares al día. Entre el 2002 y el 2012 la pobreza extrema se redujo de 31% a 24%, pero de todos modos, aproximadamente 2,5 millones de personas aún no pueden cubrir sus necesidades básicas de alimentación. Según cifras de organismos internacionales, el 45% de los trabajadores haitianos viven con menos de US$ 1,25 diarios.
Como consecuencia de la actual coyuntura política, el Grupo de Trabajo del Foro de San Pablo también emitió un pronunciamiento en el que manifiesta su «profunda preocupación» por los hechos de violencia desatados por los decretos presidenciales «que crean una agencia nacional de inteligencia y fortalecen el sistema de la seguridad pública, los cuales no se corresponden con las normas y estándares internacionales de derechos humanos».
Según sostiene el grupo de trabajo del Foro, del informe de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se desprende que existe «un patrón de violaciones y abusos» de estas garantías fundamentales «seguido de la falta de rendición de cuentas», que conllevan el riesgo de una mayor represión y coarta las libertades de reunión pacífica, asociación y libertad de expresión. A lo anterior se suma la inseguridad, la pobreza y las desigualdades estructurales persistentes en Haití, lo que ha llevado a grandes manifestaciones populares.
El comunicado del Foro señala que «a la corrupción y sus contrapartidas (inseguridad alimentaria, crisis sanitaria y crisis del combustible) se agregaron las políticas de ajuste fondomonetarista de febrero de 2018 que generaron inflación y desabastecimiento de los productos básicos. Estos componentes configuraron el creciente estado de protesta permanente. La respuesta del gobierno fue violenta: asociación con la red de bandas criminales que horroriza el área metropolitana, creación de una Agencia Nacional de Inteligencia, activación de grupos paramilitares y tipificación de “terrorismo” a las acciones de protesta. La gansterización de la política y la criminalización de la protesta tienen como consecuencia el aumento de la impopularidad del gobierno».
Uruguay
Según explicó al Portal del PIT-CNT, el estudioso de la temática política y social de Haití, Andrés Olivetti, el presidente Jovenel Moise «está aferrado a su cargo de manera ilegítima», lo que lo ha convertido en un «dictador» que ha encarcelado a los representantes del Poder Judicial.
«Todas las fuerzas democráticas han estado saliendo de manera masiva desde el pasado 7 de febrero hasta ahora. Y esas movilizaciones han sido reprimidas, el gobierno de Moise encarcela, reprime y asesina trabajadores
Olivetti recordó la solidaridad histórica del movimiento sindical uruguayo con los trabajadores y el pueblo haitiano contra la dictadura, en defensa de la soberanía, por los derechos a la alimentación, la salud, la educación y la búsqueda de transformaciones democráticas.
«Las distintas intervenciones internacionales, con sus distintas formas, en estos años han provocado miles de muertos como cuando llevaron el Cólera a esa tierra hermana. Y nosotros, los trabajadores uruguayos organizados siempre hemos defendido la autodeterminación de los pueblos como una bandera irrenunciable».
En relación a la situación social actual, Olivetti explicó al Portal que además de la crisis política, con un gobierno dictatorial que se impone a través de decretos, represión, prisión y muertos, hay una realidad compleja con altísimos niveles de desocupación y precarización laboral.
El próximo lunes 29 de marzo, se realizará la jornada mundial y en Uruguay, tomando en cuenta la situación de pandemia y los cuidados sanitarios necesarios, se realizará una actividad de denuncia y se le elevará una carta al presidente de la República, a los efectos de solicitarle que el gobierno uruguayo condene la dictadura de Jovenel Moise en Haití.
Lazos
Andrés Olivetti fue uno de los dirigentes sindicales que recibió a una delegación de trabajadores haitianos que llegaron a Uruguay en el año 2006, en el marco de una gira latinoamericana que realizaron para informar sobre el escenario político a partir del derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide. Desde entonces, distintas delegaciones de sindicatos haitianos han mantenido han visitado al PIT-CNT y Olivetti ha sido uno de los referentes sindicales en la construcción de lazos de solidaridad internacional con Haití. Estudioso de la historia de aquella nación hermana, apasionado defensor de la no intervención, Olivetti abrazó junto a distintos sindicatos la causa de la solidaridad del movimiento sindical uruguayo con el pueblo haitiano. «Venían y se quedaban a dormir en nuestros sindicatos, hermanos de vida y lucha».
En su fuero más íntimo, tiene grabadas inolvidables charlas y tertulias sobre la causa haitiana, con Eduardo Galeano en el Café Brasilero.
Para Olivetti, Haití es parte fundamental de la construcción solidaria del PIT-CNT con los trabajadores del mundo. «Tal vez no haya sido una causa que haya ocupado los lugares de destaque en los medios de comunicación, tal vez fue un poco relegada en algunos momentos de la historia, es una nación pobre, muy pobre, eso incide, eso marca una forma de mirarla y eso seguramente haya incidido para que lo que sucede en Haití no siempre genere una respuesta masiva en todo el mundo. A nosotros sí nos preocupa y nos ocupa. Siempre nos importó y por eso ahora volvemos a denunciar las violaciones a los derechos humanos y alzamos nuestra voz para que el mundo entero sepa lo que está sucediendo. Y creemos que el Uruguay debe expresarse en este sentido».