martes, 31 de agosto de 2021

Luego de 37 años de gobiernos democráticos


 


Elena Zaffaroni: “El Estado actual es el responsable de que las desapariciones continúen”

31 de agosto de 2021


“La suma de omisiones se extiende como una política de Estado que ningún gobierno ha cortado de raíz”, dijo la referente de Familiares en el acto por el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.

“Luego de 37 años de gobiernos democráticos, en los que todas las fuerzas mayoritarias se sucedieron en los gobiernos, estamos mal, estamos muy mal, porque no hemos logrado las básicas garantías para no repetir la cruel experiencia del pasado” y “los avances no lograron tocar el corazón del terrorismo de Estado, el tema militar y sus crímenes”, sentenció Elena Zaffaroni, de la Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, en un acto realizado este lunes en la Sala Zitarrosa por el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.

“La Justicia no se ha convertido en una barrera protectora y educadora contra los abusos y delitos de Estado, especialmente los crímenes de lesa humanidad, la búsqueda de la verdad y los desaparecidos”, agregó Zaffaroni, que completó su descripción del escenario actual señalando que “la responsabilidad que el Estado asume verbalmente no la ha llevado a la práctica”.

La referente de Familiares subrayó que la Ley de Caducidad inició “el camino de impunidad del que no hemos logrado salir”, en el marco del cual se amparó “la dictadura, sus delitos, la ilegalidad, el autoritarismo”. “Su sombra se extiende hasta hoy” porque, “sin frenos, la impunidad caminará siempre junto al poder”, agregó.

De esta manera, “la búsqueda de verdad y justicia quedó en manos de la sociedad” y “todos los avances los ha logrado la movilización social”, señaló Zaffaroni. Los gobiernos que se sucedieron “han sido omisos en asumir, aclarar y cortar de raíz esta amenaza”, aunque “no han sido iguales en su sensibilidad” con respecto a este tema, dijo, antes de enumerar algunos avances de las administraciones del Frente Amplio. “Sabemos diferenciar, pero no fueron a más”, agregó antes de asegurar: “Es el Estado actual el responsable de que las desapariciones continúen”.

Zaffaroni apuntó también contra los distintos parlamentos y, en particular, la Suprema Corte de Justicia, que “permite todo tipo de chicanas y demoras, sigue sin reconocer estos delitos de lesa humanidad” y “llega al colmo, insostenible, al dar el caso Roslik como cosa juzgada” por la actuación de la Justicia militar, algo “absolutamente inaceptable”. “El lento avance de la Justicia y la obtención de algunos procesamientos poco nos han hecho avanzar en el sentido de la verdad [...], y nada ha conducido al encuentro de los desaparecidos”, lamentó. “La suma de omisiones de los poderes se extiende casi como una política de Estado que ningún gobierno ha cortado de raíz”, agregó.

La continuidad de la impunidad tiene consecuencias en el presente, dijo Zaffaroni, que agradeció a quienes, enfrentando “miles de obstáculos, robos e intimidaciones”, colaboran con la búsqueda de los desaparecidos. “En más de una oportunidad fueron amenazados ellos, y algún soldado que arrimó un dato, mientras los comandantes en jefe como [Ángel] Bertolotti y [el hoy senador, Guido] Manini se limitaron a observar, a distraer, a aportar datos falsos para obstaculizar”, criticó.

Otra consecuencia de la impunidad es la presencia en la coalición de gobierno “de un partido militar” que “no tiene empacho en avalar desde el Parlamento lo actuado por la dictadura y sus criminales más conspicuos”. “Nada de todo esto sale del aire”, reafirmó.


“Conocer el paradero de las víctimas es un derecho de los familiares”

La primera oradora del acto en la sala Zitarrosa fue la abogada del Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (Ielsur) Lucía Giudice, quien planteó en un video que fue transmitido que en estos 37 años desde el fin de la dictadura “el Estado uruguayo no ha ofrecido vías concretas que permitan encaminar procesos judiciales y administrativos tendientes a obtener la verdad” ni a encontrar a los desaparecidos.

Se ha instalado una “cultura de la impunidad respecto de los detenidos desaparecidos”, pero “es importante que el Estado uruguayo entienda que conocer el paradero de las víctimas es un derecho de los familiares”, subrayó Giudice.

“El Estado tiene la obligación de obtener información, de obtener la verdad, de que se conozca el paradero de las víctimas y de que se sepa qué es lo que sucedió con ellas”, añadió la abogada, antes de señalar que “es inadmisible que sean los familiares los que llevan adelante las investigaciones”.

Por último, Giudice reclamó “una política de Estado seria, responsable, tendiente a obtener la verdad y a ubicar a los detenidos desaparecidos”.

“La justicia es un derecho y una garantía”

Por su parte, el profesor de Historia Óscar Destouet repasó desde sus comienzos el proceso que derivó en el juicio contra el Plan Cóndor en Roma, que terminó con 14 militares uruguayos condenados, varios de ellos a cadena perpetua, incluido Jorge Troccoli, único acusado presente en el juicio.

El proceso en Roma “legitimó el relato y la magnitud de los horrores” cometidos por las dictaduras de la región, pero también “contribuyó a recuperar la capacidad de asombro e indignación” y a “revalorizar la democracia y la cultura de derechos: la justicia es un derecho y una garantía”, recalcó el docente.

Destouet también reclamó al Estado uruguayo algunas medidas concretas. En primer lugar, que se haga público “un índice descriptivo de la documentación atesorada en las agencias de inteligencia”, algo que consideró “un derecho que atañe a la verdad y la cristalinidad de la función pública”. En segundo término, exigió “la creación de un archivo nacional de la memoria que reúna diferentes fondos documentales” para que “al ser liberados del secretismo militar se transformen en fuente de información, verdad y derecho a saber”.

 

 

 

 

 

domingo, 29 de agosto de 2021

Si seguimos mezclando




Por Sergio Sommaruga

¿Tiene el Frente Amplio derecho a postular a Fernando Pereira como presidente de la fuerza política?
Sí, claro. Fernando es frenteamplista y lo dice a los cuatro vientos. Nadie se engaña en relación a su filiación partidaria.
¿Tiene Fernando Pereira derecho a aceptar esa postulación?
Aceptar o no la propuesta, ya formalizada por varias organizaciones partidarias, es una valoración política y personal que debe hacer Fernando.
No nos compete a los demás y mucho menos a los sindicatos opinar sobre la aceptación o no de la propuesta.
Ahora bien.
Aclarado lo anterior, y descartando abrir valoraciones sobre la oportunidad, la pertinencia y el sentido de esta postulación, es menester decir que el gran perjudicado con todo este ir y venir mediático, es el propio movimiento sindical.
Pasar de la presidencia del PITCNT a la presidencia del FA, como si fuere todo lo mismo nos equipara a una forma de hacer política típica de la derecha, donde empresarios del gran capital y del agronegocio entran y ocupan cargos partidarios y de gobierno como si tal cosa.
Cuando de cargos se trata, la relación entre lo político y lo social no puede tener puertas giratorias.
Éstas son muy malas para la legitimidad de los procesos sociales y definitivamente nefastas para la independencia partidaria del movimiento sindical.
La independencia de clase hay que cuidarla como un tesoro. Y no basta con defenderla. Es menester ejercerla.
Urge por tanto, aclarar de inmediato la situación, porque como decía y repetía mi madre, no se puede estar en la misa y en la procesión.
Para ser mas claro aún, lo que afirmo y de modo contundente, es que no se puede ser presidente del PITCNT y candidato a la presidencia del FA al mismo tiempo.
Y eso no es por un tema moral.
Es por una concepción fundante de la independencia de clase. Concepción que viene del fondo del tiempo y que mantiene plena vigencia, porque el movimiento sindical no es de ningún partido político.
Es de la clase trabajadora.
Nada mas, ni nada menos.
 
Sergio Sommaruga
 

 

 Periodo de pases... ¿Fernando Pereira al Frente Amplio?
Por Rafael Fernández
 
En el Frente Amplio se está manejando el nombre de Fernando Pereira como posible presidente de consenso de esa fuerza política. Pereira es actualmente el presidente del PIT-CNT, en representación del ala más conservadora del aparato sindical, cercana al ala derecha del propio FA (vinculada al astorismo y a la derecha del PS). Aunque el cargo de presidente del FA no tiene directa relación con las candidaturas que la coalición de centro-izquierda postulará en 2024, de todas formas ambos temas están vinculados. La designación de Pereira podría contar con consenso y de esta forma evitar una elección interna que podría marcar la cancha de cara al 2024.
En las últimas elecciones internas del Frente Amplio en 2016, Javier Miranda resultó triunfador con un 32% de los votos. Miranda estaba vinculado al bloque dirigido por Danilo Astori, quien comandaba el ala derecha y el equipo económico de los gobiernos del FA. Alejandro Sánchez (MPP) había obtenido casi un 26%, en tanto Conde (ex PS, con apoyo del PCU) había logrado algo más del 20% y José Bayardi (Vertiente Artiguista) cerca del 6%. La elección del presidente había mostrado una elevada dispersión política, que se volvería a expresar tres años después cuando se produjo la interna para elegir la candidatura presidencial del Frente Amplio. En esa segunda interna, donde participan más electores, el bloque del astorismo y la derecha del PS logró imponer a Daniel Martínez como candidato con 42%, frente a un 25% de Carolina Cosse, un 23% de Oscar Andrade y un 9% de Mario Bergara (ex astorista). La interna volvió a mostrar una fuerte disgregación política, que se reiteró en las elecciones municipales de 2020, en las cuales Martínez volvió a intentar catapultarse y terminó último. Desde las elecciones de 2019, la derecha del Frente Amplio se ha ido debilitando y dividiendo, con lo cual no está bien parada frente a una nueva interna.
Hay que recordar una reciente crisis entre Miranda y el vicepresidente del FA, Rafael Michelini, cuando éste realizó declaraciones confrontativas con el gobierno en torno al referéndum (reclamando se extendiera el plazo para entregar las firmas), lo cual llevó a que el presidente del FA le pidiera la renuncia a su vice. Esta crisis mostró los resquebrajamientos en lo que antes era el “Frente Líber Seregni”, dirigido por Danilo Astori.
Tras la votación de la Ley de Urgente Consideración (LUC), donde el FA votó la mitad de los artículos, se abrió una disputa en la cual se fue imponiendo la posición del PCU y el PS (del cual ha emigrado la mayor parte del ala derecha vinculada a Martínez) que se inclinaba por impulsar la recolección de firmas contra parte de esa ley. Miranda, Bergara, la Vertiente Artiguista, el PDC, estaban en contra de impulsar el referéndum –al igual que buena parte de la burocracia sindical. En el FA, la posición del ala derecha fue derrotada finalmente por más del 80% del Plenario y a la vez se impuso el recorte de los artículos a impugnar –en oposición a Fucvam, FEUU y la tercera parte del PIT-CNT, que pretendían derogar toda la LUC. Fernando Pereira era uno de los dirigentes que estaba en contra de impulsar el referéndum, pero finalmente se sumó a la impugnación parcial de la LUC y encabezó esa campaña. La entrega de 800.000 firmas el 8 de Julio terminó fortaleciendo a los sectores que impulsaron la campaña, y debilitando a quienes como Bergara pero también como el intendente de Canelones Yamandú Orsi (MPP) tomaron distancia del referéndum.
En este contexto, una elección con múltiples candidatos como las que se produjeron en 2016 y 2019 probablemente tradujeran una caída abrupta del ala derecha, y un crecimiento de los sectores vinculados a Oscar Andrade y a Carolina Cosse (intendenta de Montevideo). Uno de los posibles candidatos a presidir el FA era el dirigente del PS Gonzalo Civila –que era apoyado tanto por el Partido Comunista como por Carolina Cosse, además del PS, por lo que contaba con fuertes chances de resultar triunfador. Una elección interna en al cual Civila resultara triunfador podía marcar la cancha de cara a 2024 –aunque aún resta saber si Cosse será precandidata y si Andrade se postulará nuevamente.
La candidatura de Pereira fue lanzada por José Mujica e inmediatamente fue apoyada por el PCU –aunque no por Andrade, que consideró que en todo caso había que “reservar el nombre” y postergar la definición para después del referéndum, argumentando que Pereira debía permanecer en el PIT-CNT al menos hasta pasada la votación sobre la LUC. Según El Observador, el apoyo del PCU a Pereira “tomó por sorpresa al Partido Socialista”, ya que poco antes habían apoyado a Gonzalo Civila. Es muy probable el consenso en torno a la figura de Fernando Pereira, ya que de esta forma evitan ir a una contienda interna, aunque aún no está todo dicho.
 
¿Un presidente “obrero”?
La elección de un dirigente del PIT-CNT como presidente del Frente Amplio no cambia su carácter. El FA constituye un frente de colaboración de clases, en el cual la clase obrera está subordinada a un programa y una dirección capitalista a través de la mediación de la burocracia sindical y sus partidos. Esto era verdad cuando el FA del 71 llevaba como candidato a un general del ejército recién pasado a retiro, y lo es aún hoy incluso si llegara a contar con un candidato obrero a la presidencia (Andrade).
El Frente Amplio se constituyó en 1971 sobre la base de un programa antiimperialista limitado (ruptura con los “pactos” con el FMI pero sin salirse del FMI, renegociación de la deuda externa pero no su desconocimiento, reforma agraria pero no expropiar al latifundio, nacionalización de la banca pero no sin indemnización), a partir del esquema de alianzas con la burguesía “progresista” o “democrática” que levantaba el estalinismo (y al cual se subordinaba la mayor parte de la izquierda). En función de esa concepción “etapista”, la clase obrera no debía luchar por su propio poder ni por la expropiación del capital, sino que debía aliarse con sectores de la burguesía media para llevar adelante un “frente democrático de liberación nacional”. Esta estrategia llegó a subordinar a la clase obrera incluso a una fracción militar supuestamente “nacionalista” (“peruanismo”) en febrero-junio de 1973 y durante el golpe de Estado que abrió paso a la dictadura militar, y llevó al empantanamiento y derrota de la mayor huelga general de la historia de nuestro país.
La persistencia de un “frente popular” durante tantos años es un fenómeno atípico. Usualmente, los sectores burgueses o pequeño-burgueses “democráticos” se aliaban a los partidos con base en el movimiento obrero (comunistas, socialistas) ante situaciones de emergencia, como una tentativa de contener o amortiguar la lucha de clases que planteaba el dilema revolución/contrarrevolución. Hay que decir que cuando los frentes populares logran estrangular la insurgencia obrera, suelen abrir paso a la barbarie de la reacción, en otras palabras, si tienen éxito en contener la revolución no son en cambio una herramienta para contener la contrarrevolución de las clases dominantes. En 1968, ante el avance de la represión derechista y la radicalización del movimiento obrero y el estudiantado, sectores minoritarios de los partidos tradicionales y la Democracia Cristiana apelaron a conformar un “frente amplio” –incluyendo en su seno al PCU y el PS– con el objetivo de encauzar las protestas al plano electoral y parlamentario. Rodríguez Camusso (que se escindía del Partido Nacional) presentaba a este nuevo frente como “el único esfuerzo verdadero para evitar en Uruguay una revolución violenta”. Lo usual es que una vez pasada esa coyuntura excepcional, los partidos pequeño-burgueses rompan el frente popular.
De hecho, el Frente Amplio ha atravesado diversas crisis en ese sentido. Ya en 1984, Juan Pablo Terra (fundador y dirigente de la Democracia Cristiana, y una de las principales figuras que convocó en 1968 a constituir el FA) planteaba su oposición a re-constituir el Frente Amplio. Quedó en minoría dentro del PDC y no integró las listas en esa elección. Luego en 1989 se produjo la ruptura del PGP (lista 99) y el PDC con el FA, para conformar el “Nuevo Espacio”, entendiendo agotada la experiencia del “frente popular”. La caída del muro de Berlín, el proceso de restauración capitalista en China y en la ex URSS, y un cuadro político menos radicalizado que en los ’60 parecía darles razón, sin embargo estas fracciones pequeño-burguesas fracasaron electoralmente. Esta fractura –en un cuadro de desgaste del Partido Colorado, que perdió algunos votos hacia el NE– terminó favoreciendo a Lacalle (PN) en lo nacional y al propio FA en Montevideo (conquistó por primera vez la Intendencia capitalina gracias al retroceso colorado). Sin embargo, el FA ha persistido y algunas de esas escisiones (Rafael Michelini, el PDC) volvieron a integrarse a esta coalición años después.
El proceso de derechización de toda la izquierda a nivel mundial –reciclándose la mayor parte de los partidos comunistas tras el hundimiento de la burocracia rusa en una variante de “socialdemocracia” abiertamente proimperialista– provocó mutaciones también en el Frente Amplio que llegó en 2005 al gobierno de la mano de Tabaré Vázquez. De aquel programa de transformaciones nacionalistas del origen quedaba poco o nada. Contando con mayoría absoluta en el parlamento, gobiernos aliados en la región, y una coyuntura económica internacional de cierta reactivación a partir de 2003, el FA en el gobierno llevó adelante una contra-reforma agraria (mayor concentración de la tierra, extranjerización en manos de multinacionales), aumentó la deuda externa, defendió las administradoras de pensiones privadas (Afap) que eran propiedad de la banca extranjera, mantuvo y generó más “zonas francas”, y llegó a aplicar todo un arsenal de medidas anti-huelgas (decretos de “servicios esenciales”, decretos “anti-piquetes”, prohibición de las ocupaciones en oficinas y empresas públicas, entre otras). Como otras tantas experiencias de centro-izquierda a nivel internacional, el Frente Amplio pasó de ser un frente popular “nacionalista” a uno de características proimperialistas. No sólo se convirtió en garante del pago de la deuda externa, y del mantenimiento de los negocios de la banca, sino que impulsó la penetración por parte de multinacionales con negocios fabulosos como el de UPM 2, destinando miles de millones de dólares de inversión pública para favorecer a una empresa finlandesa. En todo este proceso, los partidos “obreros”, “socialistas”, “tupamaros”, “comunistas”, han acompañado cada paso de los gobiernos frenteamplistas al servicio del gran capital. El proceso de transformación del PCU es parcialmente conflictivo con esta mutación del Frente Amplio: por un lado, el actual Partido Comunista nace como resistencia a la reconversión en un “Partido Democrático” que impulsaba la dirección en 1991; por otro lado, tras vencer a los llamados “renovadores”, los “ortodoxos” fueron a rastras de Tabaré Vázquez y Danilo Astori en todas las cuestiones fundamentales. (Para profundizar en la evolución del PCU, recomendamos el artículo “Los 100 años del Partido Comunista”).
La persistencia del Frente Amplio durante décadas ha indicado que no existía posibilidad para su ala derecha de lograr un desarrollo fuera de este frente político con la burocracia sindical y los partidos de izquierda tradicional. Romper el FA era una segura ruta al fracaso. A la vez, el cuadro de crisis internacional y las tendencias a la agudización de la lucha de clases, aunque no planteadas en Uruguay bajo la forma de un estallido inminente, sí plantean perspectivas revolucionarias. Hay que recordar que, ya en la crisis de 2002, el Frente Amplio jugó un rol de estabilización política, bajo el eslogan de “ayudar a Jorge Batlle a llegar a 2005” (cumplir el mandato). De esta forma, el FA llegó al gobierno no de la mano de un movimiento de masas sublevado (como sucedió en otros países latinoamericanos) sino sobre la base de un relativo reflujo del movimiento obrero.
 
Perspectivas
Las bases del movimiento obrero han mostrado una vez más (como tantas veces en la historia nacional) estar por delante de sus direcciones: mientras la cúpula del FA hablaba de “unidad nacional” y de un “gran acuerdo” con el gobierno derechista de Lacalle, desde abajo se planteaban y generaban movilizaciones contra la LUC. El propio referéndum surge por la presión de abajo, no por la perspicacia de sus dirigentes. Resulta claro que esa dirección pequeño-burguesa busca hacer buena letra con el gran capital y el imperialismo, no con las bases obreras que considera “electorado cautivo” del Frente Amplio. La votación de los artículos 393 a 398 de la LUC, que incluían la conformación de una “Comisión de Expertos en Seguridad Social” a la cual se integraron el FA, el PIT-CNT y la organización de jubilados ONAJPU, es una muestra en este sentido. El FA se suma así al planteo de ataque a los derechos jubilatorios de los trabajadores (rebaja del cálculo de la jubilación, aumento de la edad de retiro, mantenimiento de las AFAP), que es la principal reforma que reclama el FMI al gobierno derechista.
La designación de un “dirigente obrero” (un burócrata sindical) como presidente del Frente Amplio, ¿puede ser una señal no totalmente al gusto de las fracciones capitalistas que el FA aspira a recuperar? Es posible. Bergara, Orsi, y hasta Cosse, quieren mostrar que no se van a dejar presionar por los sindicatos, sino que son ellos los que marcarán el curso de un futuro gobierno. Sin embargo, Fernando Pereira es un dirigente afín precisamente a las fracciones de la derecha del FA, cuenta con el aprecio de las propias cámaras empresariales (que ven con mayor desconfianza a otras fracciones de la burocracia sindical). Por otra parte, hasta el propio Andrade quiere inflar a Bergara y el ala derecha que “tiene que tener mucha potencia para que el Frente gane” (El Observador, 26/8). No quiere un Frente Amplio con un predominio de la izquierda, sino que alimenta la tesis de que es imposible ganar sin un ala derecha fuerte. De allí a alimentar el discurso de “ganar el centro” con un candidato que sea aceptado por la burguesía hay un paso, y ese discurso favorece a Yamandú Orsi y no a Andrade. Aunque el senador del PCU plantea reflotar los comités de base y fortalecer la relación con los sindicatos y organizaciones sociales, no plantea ningún eje de diferenciación programático, y reivindica la gestión de los gobiernos frenteamplistas. Fernando Pereira fue incluso más allá y afirmó que “el proyecto más de izquierda que se instaló en América Latina del 2000 para acá fue el de Uruguay”, y “fue más profundo” que el de Lula, Evo, etc. Desde la derecha y sectores empresariales se sostiene la fantasía de que el FA está dominado por la dirigencia de los sindicatos. Sin embargo, la cúpula sindical no levanta ningún programa que plantee una izquierdización del Frente Amplio. Ante el retroceso de la fracción astorista no aspira a amputar esa ala derecha sino que apunta a regenerarla, a fortalecerla y, en definitiva, a darle nuevamente la conducción económica del gobierno.
 
Por un frente de trabajadores
La estrategia “frenteamplista”, de alianza con la burguesía ‘progresista’, ha mostrado su agotamiento precisamente porque llegó a consumarse en un gobierno con mayorías parlamentarias y con condiciones favorables según los supuestos de sus estrategas (gobiernos vecinos afines, crecimiento del PBI, relaciones privilegiadas con los gobiernos yanquis sobre todo con Obama). Lo que no quisieron hacer en quince años no lo harán en el futuro, se trata de una estrategia que mantiene e incluso profundiza la colonización económica nacional, la dependencia de las materias primas, el acaparamiento cada vez mayor de la tierra por una minoría explotadora (nacional e internacional), el sometimiento a los banqueros internacionales. Que mantuvo la pauperización de la clase obrera (los salarios se mantuvieron por debajo del nivel previo a la crisis del 98, pese al crecimiento del PBI).
La izquierda y la vanguardia obrera no pueden tener ilusiones en una política de supuestas mejoras progresivas y reformas paulatinas que en algún momento llevará a un cambio en la situación de los explotados. El centro-izquierdismo no ha provocado en ningún lugar un cambio favorable para el movimiento obrero, no es siquiera comparable con el viejo reformismo de los partidos socialdemócratas que decían avanzar hacia el socialismo de reforma en reforma, de conquista en conquista. El centro-izquierdismo en esta etapa del capitalismo en descomposición es impulsor de reformas regresivas (seguridad social, flexibilidad laboral, limitación del derecho de huelga), no de grandes conquistas.
En oposición al frente amplio, de colaboración de clases, debemos poner en pie un frente de izquierda, que luche por un gobierno obrero y socialista -basado en la expulsión del imperialismo, en la expropiación del gran capital y los latifundios, en el armamento del pueblo explotado en sustitución del ejército profesional y separado del pueblo, en la elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos políticos que cobren un sueldo equivalente al salario de un obrero calificado. Por la ruptura con el FMI, el no pago de la deuda externa, la nacionalización sin pago de la banca, la nacionalización de la tierra y todos los recursos naturales, y un programa económico bajo control de los trabajadores, en el marco de la lucha por la unidad socialista de América Latina. Construyamos un Frente de Trabajadores, para impulsar la lucha popular y la huelga general por el aumento del salario, para enterrar la reforma jubilatoria del FMI, y por todas las reivindicaciones populares, preparando la lucha por un gobierno de trabajadores. El eje de su accionar no puede ser nunca la impotente acción parlamentaria: la intervención en las elecciones y en el propio parlamento debe estar subordinada a la acción extraparlamentaria y directa de los explotados. El que imagina un desarrollo electoral y gradualista, está perdiendo de vista el período convulsivo en que vivimos, que prepara gigantescas crisis y plantea una perspectiva revolucionaria.
 
 
 
 
 

sábado, 28 de agosto de 2021

Evitar el caos social


 

Renta Básica Universal: por qué la impulsa el poder financiero desde el Foro de Davos


por KontraInfo/JL · 27 agosto, 2021
Por Jessica Lillia

Ya se preguntaron de dónde viene la idea de implementar una Renta Básica Universal, ¿no?

En caso contrario, comencemos por el principio:

 

Se denomina RBU a un ingreso mínimo que recibirán todos los ciudadanos, si bien el objetivo político apunta a evitar el caos social que generaría el aumento de trabajadores desempleados, garantizando su mínima subsistencia. La idea tiene ya muchos años, pero fue reflotada con fuerza recientemente en el Foro Económico Mundial, en una de sus asambleas anuales en Davos, precisamente por su fundador Klaus Schwab el mismo que impulsa "El Gran Reseteo" junto a personajes como Rockefeller, Gates y corporaciones financieras, como BlackRock (dueño de Pfizer y Bayer-Monsanto).
 

 
La propuesta para el "reinicio" de un nuevo modo de vida pospandemia fue escrita por la élite globalista y tiene la adhesión de gobiernos en todo el mundo. Cabe recordar que dicha propuesta fue cuestionada por el presidente ruso, Vladimir Putin y aplaudida por el presidente argentino, Alberto Fernández. En enero pasado, ambos mandatarios participaron por videoconferencia en el foro mencionado y expusieron allí sus opiniones.
 
Uno de los objetivos de estas ideas foráneas, en caso de ser implementadas, es desordenar la vida de los pueblos. El trabajo ordena a las familias que son las células indispensables para el desarrollo y la grandeza de una nación. Sin ese ordenador no es posible alcanzar una comunidad organizada que garantice tanto una defensa constante de las conquistas y mantener la enérgica lucha por conseguir una patria libre, justa y soberana. Frases como "el trabajo —bien remunerado y en condiciones adecuadas— dignifica", parecieran ser olvidadas por quienes dicen representar los intereses populares.
 

 
Una cuestión no menor que conduce al Foro de Davos a impulsar una RBU es, previendo el caos social ante la robotización de la producción, la posibilidad de realizar un disciplinamiento social, dada la dependencia absoluta de millones de desempleados del Estado. Esta situación se agravaría si se combinara en el mediano y largo plazo la RBU con un sistema de puntaje social, como el que viene aplicando China en algunas de sus ciudades. El ciudadano que no tuviera otros ingresos económicos quedaría absolutamente a merced de quien administre el Estado.
 

La propuesta para el “reinicio” de un nuevo modo de vida pospandemia fue escrita por la élite globalista y tiene la adhesión de gobiernos en todo el mundo. Cabe recordar que dicha propuesta fue cuestionada por el presidente ruso, Vladimir Putin y aplaudida por el presidente argentino, Alberto Fernández. En enero pasado, ambos mandatarios participaron por videoconferencia en el foro mencionado y expusieron allí sus opiniones.

Volviendo al RBU para trabajadores sin empleo, este parecería ser -a grandísimos rasgos- de gran ayuda para paliar la actual crisis de empleo generada por las políticas restrictivas aplicadas desde los gobiernos a partir de que la Organización Mundial de la Salud anunció el inicio de una pandemia en marzo de 2020, eso si pensáramos mal. Pero si lo pensamos bien, esto no sería más que la paralización de aperturas de fuentes de trabajo, mayor precarización laboral y por supuesto una población aún más dominada. Además, con el solo hecho de mirar un poco la plataforma de películas podemos observar que hay un sin número de films que muestran cómo la fuerza de trabajo humana se reemplazará cada vez más por la robotización e IA.

¿Por qué si se aplica esta RBU seremos una población más dominada? Aunque actualmente no somos del todo libres para decidir qué hacer con nuestro dinero, estas miles y miles de personas con un mismo ingreso mínimo de dinero no podrán decidir siquiera qué comer. Dirigen a esa población a un consumo ínfimo, muchísimo menor que el actual. Es decir, se encamina a esa masa al infraconsumo.

 

La RBU es otra herramienta de dominación y control social, sin embargo desde los gobiernos más progresistas hasta los mismos Sindicatos de Trabajadores —sea por desconocimiento o complicidad—, nos la venden como la mejor idea en cientos de años.

A esta idea se le suma otra que poco tiene que ver con la promoción de empleo digno: “La reducción de la jornada laboral”, impulsada en la Argentina por la diputada nacional del Frente de Todos Fernanda Vallejos y quien aseguró que se trata de “un instrumento capaz de apalancar la generación de empleo”, algo que el propio ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, contradijo señalando que no ve cómo esa propuesta podría incrementar puestos de trabajo.

También el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, la cuestionó manifestando que era “imposible” plantear esa reducción en Argentina y aunque se vieron “algunos avances en países donde el mercado laboral está muy desarrollado, no es la realidad que está viviendo” el país, con una crisis de ingresos en la que se pelea para que no estén por debajo de la inflación, “es imposible plantear una reducción de la jornada laboral con reducción del ingreso”.

Uno de los objetivos de estas ideas foráneas, en caso de ser implementadas, es desordenar la vida de los pueblos. El trabajo ordena a las familias que son las células indispensables para el desarrollo y la grandeza de una nación. Sin ese ordenador no es posible alcanzar una comunidad organizada que garantice tanto una defensa constante de las conquistas y mantener la enérgica lucha por conseguir una patria libre, justa y soberana.

Frases como “el trabajo —bien remunerado y en condiciones adecuadas— dignifica”, parecieran ser olvidadas por quienes dicen representar los intereses populares.


 

Una cuestión no menor que conduce al Foro de Davos a impulsar una RBU es, previendo el caos social ante la robotización de la producción, la posibilidad de realizar un disciplinamiento social, dada la dependencia absoluta de millones de desempleados del Estado. Esta situación se agravaría si se combinara en el mediano y largo plazo la RBU con un sistema de puntaje social, como el que viene aplicando China en algunas de sus ciudades. El ciudadano que no tuviera otros ingresos económicos quedaría absolutamente a merced de quien administre el Estado.

Nuestra atención deberá agudizarse para poder discernir cuáles intereses defienden quienes nos gobiernan y quienes pretenden gobernar a futuro. Debemos ser más que cautelosos a la hora de reproducir discursos que puedan atentar en contra de nuestros propios intereses.

Una nueva hora de los pueblos ha de llegar pronto.

>>> Aquí también se cuecen habas 

 
 22 Junio 2020
 
Dando inicio a una serie de reuniones para recoger la visión de distintos sectores sociales sobre la propuesta del movimiento sindical para conformar una renta básica de emergencia mientras dure la pandemia del Covid-19, el PIT-CNT recibió a la Intersocial Feminista y dialogó con el Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla, quien adelantó que la Iglesia comparte «el espíritu» de la propuesta del movimiento sindical de la creación de una renta básica en la emergencia, aunque aclaró que no está en condiciones de pronunciarse sobre las particularidades de la iniciativa del PIT-CNT.
En las dos instancias desarrolladas en la presente jornada hubo miradas coincidentes entre los participantes sobre las urgencias de los sectores más vulnerables de la población y la necesidad de buscar respuestas a los problemas causados por la actual emergencia sanitaria, económica y social.
Laura Alberti, integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, explicó al término de la reunión con el Arzobispo Sturla que el movimiento sindical se plantea construir espacios de diálogo en busca de apoyo para impulsar medidas que atiendan a los sectores más vulnerables. Alberti quien además es responsable de organización de la central sindical, remarcó el espíritu solidario de las trabajadoras y trabajadores para enfrentar la crisis actual, así como también para atender las necesidades básicas de los más desprotegidos.
«Tanto la Iglesia como el PIT-CNT, trabajamos en territorio y podríamos trabajar en conjunto, eso se verá más adelante, pero hoy vimos que tenemos puntos de encuentro y lo que quedó claro es que (a ambas partes) nos importa la emergencia sanitaria». Asimismo, Alberti subrayó que en la actualidad, «hay gente que la está pasando mal, no sabemos si lo lograremos, pero intentaremos trabajar en conjunto», aseguró.
 

"Tanto la Iglesia como el PIT-CNT, trabajamos en territorio y podríamos trabajar en conjunto, eso se verá más adelante, pero hoy vimos que tenemos puntos de encuentro y lo que quedó claro es que (a ambas partes) nos importa la emergencia sanitaria". Asimismo, Alberti subrayó que en la actualidad, "hay gente que la está pasando mal, no sabemos si lo lograremos, pero intentaremos trabajar en conjunto", aseguró.    

Por su parte, el Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla, dijo que la Iglesia Católica puede realizar un trabajo conjunto con el PIT-CNT "y con todos los actores de la sociedad, con el gobierno también" pensando en las necesidades de la población. "Los uruguayos somos así, somos pocos y nos conocemos, por tanto creo que hay mucho trabajo para hacer de manera conjunta con los distintos sectores de la sociedad, desde el gobierno, el PIT-CNT y la Iglesia también". Al respecto, mencionó las ollas populares en las que hay un esfuerzo proveniente del Inda, el Ejército, la Iglesia y el PIT-CNT. Consultado sobre la propuesta de la renta básica puntualizó que si bien no tiene los elementos para marcar una posición concreta, recordó que el Papa Francisco ya "ha hablado de este tema y lo ha lanzado al mundo". En este sentido, acotó que después habrá que analizar las condiciones específicas de una propuesta concreta, aunque insistió en que no tiene los elementos necesarios para pronunciarse sobre la iniciativa del movimiento sindical, aunque aclaró que "sin duda" comparte "el espíritu" de la misma.


 

Sturla dijo a los medios que las ollas populares han crecido "mucho" en este tiempo de pandemia. En sus recorridas barriales, tan solo en una de las ollas se reparten unos 800 platos cada noche, mencionó, en relación a una realidad "que sin dudas a crecido".

En cuanto a la realidad de las personas en situación de calle, el Cardenal Sturla explicó que ha estado siguiendo esta problemática "muy de cerca" y advirtió que es una situación "muy compleja" ya que se trata de realidades y problemáticas distintas. "La diversidad de situaciones también ameritaría soluciones que atiendan esa realidad". Recordó que la Iglesia tiene refugios "no de ahora sino desde hace muchos años y siempre es una realidad compleja porque cada persona es un mundo". Enfatizó que "hay que intentar sacarlos" de la situación de calle "pero el tema fundamental es educativo y no represivo". Sobre el punto aseguró que "no puede haber un invierno con gente que esté durmiendo debajo de cartones y nylon".  

Por último, consultado sobre el proyecto de ley sobre eutanasia y suicidio médicamente asistido, aclaró que para la Iglesia hay que enfocarse en la defensa de la vida. "La persona que está enferma, en situación grave, hay que aliviarle el dolor, atenderla efectivamente, acompañarla hasta el último momento, pero no hay que quitarle la vida ni ayudar a que se la quite".  

>>> Capitalismo del bueno vs capitalismo malo

>>> Llega la hora

PIT-CNT convoca a paro general de 24 horas para el 15 de setiembre
La central señala: "esta crisis es sanitaria pero también es económica y social y exigimos que el gobierno se haga cargo"


La Mesa Representativa Nacional Ampliada, reunida en el día de la fecha; Considerando:

1. la nueva realidad que generamos con la entrega de casi 800.000 firmas para que el pueblo decida derogar 135 artículos de la LUC.

2. Que la respuesta del Poder Ejecutivo a este hecho rotundo ha sido "huir hacia adelante" acelerando la aplicación de un programa antiobrero y antipopular, sustanciado por ejemplo en los criterios de rebaja salarial de trabajadores públicos y privados, la aceleración de la entrega de ANTEL, el puerto y ANCAP al gran capital trasnacional y la Rendición de Cuentas de recortes.

3. Que la respuesta del movimiento popular viene siendo desplegar un nivel importante de movilización. Como ejemplo la que desarrollaron los compañeros del SUNCA, la Mesa Sindical Coordinadora de Entes, el SUNTMA, FFOSE, FUECYS, los compañeros del STIQ, las acciones desarrolladas por FANCAP y la Coordinadora de Sindicatos de ANCAP, la acción del 18/8 desarrollada por SUPRA y la Coordinadora Porturaria, los sindicatos la educación, y COFE, la acción prevista para el 31/8 por parte de la Confederación de Sindicatos Industriales.


Resuelve:

  • Desarrollar un paro nacional con movilización para el 15/9 bajo la consigna “Con Artigas, Por las grandes mayorías nacionales! Que los mas infelices sean los más privilegiados”
  • En el área Metropolitana se para a las 10 am hasta el final de la jornada.
  • Cada plenario define como se desarrolla el Paro general de forma de garantizar la mayor participación de los trabajadores.
  • La plataforma será definida por el Secretariado Ejecutivo y ajustada en la Mesa Representativa del 6 de setiembre.


MESA REPRESENTATIVA NACIONAL AMPLIADA

Montevideo, 20 de agosto de2021







 

viernes, 27 de agosto de 2021

Homenaje a la democracia







>>> El acuerdo secreto

 

Columna "Indisciplina partidaria", en Semanario Voces, 26 agosto 2021
Por Hoenir Sarthou 



Una de las más seguras formas de equivocarse en política es guiarse por los discursos.
Aristóteles había advertido ya que la degradación típica de la democracia es la demagogia. ¿Y qué es la demagogia, sino la seducción del pueblo por sus políticos mediante el halago, la complacencia, la mentira, la dádiva y la promesa?
Es así. La política democrática lleva siempre adosado el riesgo de la demagogia, de que sus políticos (o, peor aun, su sistema político) se vean tentados a lograr el aplauso fácil –y el voto- mediante discursos halagadores, acusaciones ruidosas, mentiras complacientes, distorsión de la realidad y manipulación de los sentimientos más básicos, el miedo, el odio, la ambición, la soberbia y la envidia. En el fondo, la democracia republicana está obligada a ser didáctica. Si nuestra co-responsabilidad por las decisiones no nos mejora como ciudadanos, nos vuelve peores, nos degrada incluso como personas.
Todos vimos en el Parlamento lo que parecía un feroz enfrentamiento entre parlamentarios frenteamplistas y oficialistas por la entrega del puerto de Montevideo a la empresa Katoen Natie. Insultos, agresiones y palabras rimbombantes eran lanzadas desde la oposición al oficialismo: “Soberanía”, “Independencia”, “Mala negociación”, “Entrega del interés nacional”. Muy conmovedor.
Mejor dicho, sería conmovedor si pasara algo, o si, un par de años atrás, acusaciones similares no hubiesen sido lanzadas desde lo que ahora es el oficialismo hacia lo que ahora es la oposición, en ese momento por el contrato de UPM2.
Hay una forma de no perderse en el embravecido mar de los discursos partidarios. La clave, paradójicamente, es ignorar los discursos y atender a los hechos. Por esa razón, durante siglos, los marinos no se guiaron por las olas sino por las estrellas. Porque las olas son fugaces y cambiantes, mientras que las estrellas son fijas y constantes.
Los discursos partidarios van y vienen. Se elevan y se aplacan. Rotan, quien ayer acusaba hoy se defiende, y viceversa. Sólo los hechos permanecen. Sólo ellos indican hacia dónde va la realidad, por debajo del oleaje de discursos intercambiables.
¿Y cuáles son los hechos en este caso?
Sencillo: el contrato de UPM2 sigue en pie y el de Katoen Natie también. Pasado el griterío parlamentario y mediático, la política de fondo se afirma y sigue adelante. ¿Cuál es esa política? Es obvio: de gobierno en gobierno, una parte cada vez mayor de nuestro territorio, de nuestros recursos, de nuestra economía, de nuestras leyes y de nuestras decisiones políticas son controladas por el interés y la voluntad de empresas transnacionales.
Píntenlo como quieran. Justifíquenlo como puedan. Los hechos son los hechos. Desde 1987 hasta el presente, a velocidad creciente, hemos ido entregando a empresas extranjeras el control de puertos privados, zonas francas, exoneraciones tributarias, actividad financiera, tierras productivas, vías de ferrocarril, contratos para cumplir servicios públicos, generación y compraventa de energía eléctrica, la gestión del principal puerto del País, el uso del agua superficial y en alguna medida de la subterránea, la determinación de nuestras políticas forestales, educativas y de desarrollo, y ahora hasta nuestras políticas sanitarias y de vacunación.
A cambio, ¿qué tenemos? Una deuda pública monstruosa, menos puestos de trabajo, un viciado sistema educativo, deserción estudiantil, enorme marginalidad social y cultural, un sistema previsional desfinanciado, narcotráfico y otras delincuencias organizadas, más homicidios, menos libertades, y una dependencia político-económico-sanitaria alarmante.
¿Por qué disputan nuestros partidos políticos?
Por un botín político cada vez más reducido. Ya no por ideas, ni por proyectos de país, ni siquiera por verdadero poder. De hecho, ni siquiera pueden cumplir sus promesas a los sectores sociales que los votaron y los llevaron al gobierno. Porque las verdaderas decisiones se toman en otro lado, y se transmiten a los gobernantes a través del aburrido, insulso y políticamente correcto lenguaje de los organismos internacionales, siempre endulzado con créditos y programas financiados. Eso, si el gobernante se porta bien. Si se hace el loco, rigen otras reglas. Por eso pocos se atreven a hacerse los locos.
En definitiva, el papel de los gobernantes es implementar políticas prefabricadas, firmar contratos y distraernos con polémicas huecas. ¿Dudan? ¿Cuánto hace que no ven a un político uruguayo proponer un proyecto propio, original, fruto de noches de insomnio? Vean sus argumentos: “En el mundo se hace así”, “Hay que ser realistas”, “Debemos modernizarnos”, “La realidad internacional lo exige”, “Es lo que recomiendan los expertos (del FMI, el BID o el Banco Mundial)”. Todo viene hecho y precocido. Desde los proyectos de ley hasta las ideas.
El actual gobierno pareció intentar algo distinto. La moderación de la bancarización obligatoria y la “libertad responsable” pintaban como actos de independencia. Se ve que después le apretaron las clavijas. Lo cierto es que le dio via libre a UPM sin renegociar nada, recibió préstamos, aprobó lo de Katoen Natie, compró las vacunas en secreto y aprieta ahora con la vacunación.
Nadie tome lo que digo como un cuestionamiento limitado al sistema político. Si algo es rigurosamente verdad en las democracias, es aquello de Joseph de Maistre: “Las naciones tienen los gobiernos que se merecen”. O aquello más vulgar de “La culpa no la tiene el chancho sino el que le rasca el lomo”. Reitero: si la democracia nos nos hace mejores, nos hace peores.
¿Quién “le rasca el lomo” a nuestro sistema de partidos? Lamentablemente, los que lo votamos. Los que cada cinco años optamos por “lo menos malo” o lo más publicitado. Los que nos desentendemos de la política después de cada eleccion. Los que somos incapaces de ver el rumbo profundo de los hechos, que se nos impone con rótulos como “inversion”, “pandemia” o “crisis climática”, bajo el oleaje de la publicidad y de discursos seductores o atemorizantes.
Dichosos los tiempos de Aristóteles, en que los demagogos sólo podían seducir con discursos en la asamblea y alguna prebenda modesta de esos proto-estados sin muchos recursos ni una burocracia numerosa, cuando no había empresas transnacionales, ni fondos de inversion, ni organismos internacionales, ni agencias de información, ni manipulación mediática, ni encargados de imagen, ni big data, ni agencias de publicidad, cuando la Academia se reunía a filosofar al aire libre, sin financiación de fundaciones, laboratorios ni organismos internacionales.
Hoy, descubrir el verdadero rumbo de los hechos es muchísimo más difícil. La maraña de discursos, dinero, publicidad, falsas o verdaderas complejidades, opiniones técnicas contratadas, información diseñada y manipulación neuro-psicológica, hacen la tarea democrática de los ciudadanos comunes mucho más difícil. ¿Cuántas veces la gente decide confiar en tal o cual voz pública, sea un político, un técnico o una voz mediática, sólo para no romperse la cabeza investigando la verdad?
Nuestro sistema de partidos –con escasas y honrosas excepciones- tiene un acuerdo secreto. Tan secreto que ni siquiera necesita enunciarlo. Hay una política de Estado en el Uruguay. Sólo que no la define nuestro Estado. El acuerdo y la política se resumen en una frase: “Somos políticos profesionales, por eso, hay que ser realistas y seguir la dirección en que va el mundo”. Esa frase podría traducirse también así: “Cuando yo estoy en el gobierno, entrego lo que me piden y vos gritás para sacarme votos. Cuando vos estás en el gobierno, entregás lo que te pidan y yo grito para sacarte votos”.
Fuera de ese acuerdo esencial, el macaneo es libre. Podés gritar y denunciar. Podés acusar a Cardozo o a Andrade. Podés promover interpelaciones, censuras y referéndums. Podés tratar al gobierno de corrupto e ineficiente. Lo único que no podés hacer es poner en riesgo el rumbo profundo. UPM2, Katoen, la pandemia, el endeudamiento, y otros asuntos que vendrán, tienen que seguir en pie.
Para preservar una situación de este tipo, el truco más viejo del mundo es la rotación. Poner en el gobierno al que hoy grita desde la oposición. Es obvio que la solución no pasa por allí. De hecho, no sé si hay solución. Pero algo es claro: un debate político que no se atreve a nombrar y a discutir los verdaderos problemas, el rumbo profundo que el mundo nos impone, carece de sentido. Es de por sí un engaño.

 

 

 

 

jueves, 26 de agosto de 2021

Celebración con protestas


 







El País 26 agosto 2021
Pablo S. Fernandez

El único momento de serenidad fue cuando se entonó el Himno Nacional. Allí el vallado humano de policías hizo una pausa en su tarea de apartar a los manifestantes que se apersonaron en Florida, en el habitual acto por la Declaratoria de la Independencia. El resto fueron gritos, insultos, bocinazos y reclamos de parte de varios grupos de personas; y de aplausos y mensajes de aliento, del otro lado, en apoyo a Luis Lacalle Pou. Pero los primeros fueron más e hicieron más ruido.
El de ayer a la mañana en Florida fue, entonces, el primer acto patrio masivo en el casi año y medio de mandato. Hasta ahora la pandemia imposibilitó al presidente organizar ese tipo de celebraciones, pues se quisieron evitar las aglomeraciones. Las anteriores fueron sin discurso oficial del Poder Ejecutivo, y con una corta ceremonia de colocación de una ofrenda floral.
“Independencia. Buscada, lograda, cuidada. Seguimos ese legado”, escribió el presidente ayer a la mañana en su cuenta de la red social Twitter antes de llegar. Ya en Piedra Alta los primeros gritos que escuchó Lacalle Pou fueron los de “vendepatria”, “genocida”, “delincuente”, “ladrón”… y la lista sigue.
“Con los niños no. ¡Los niños no se tocan!”, le gritó una antivacunas. Otro del mismo grupo, con una camiseta que decía “No al nuevo orden mundial”, agregó: “Lo que mata es la vacuna”.
“Alcahuete de la masonería”, le espetó a continuación uno de los activistas. El mandatario lo miró por unos segundos para intentar escuchar su reclamo. Pero fue imposible: “Mostrá los contratos secretos que firmaste. Traidor. Rata”, continuó.
Allí fue cuando varias señoras que alentaban al presidente intentaron hacer callar a los manifestantes, lo que llevó a una pequeña discusión entre bandos. Lacalle Pou, en tanto, continuaba con los saludos, las fotos con los celulares y recibiendo varias cartas, como suele ser habitual cada vez que llega a un lugar.

Unos pasos más adelante se encontró con la manifestación de los funcionarios de salud pública que reclamaban más presupuesto. El dirigente Martín Pereira lo esperaba con una carta. “Sabés que soy pierna hasta para llorar…. Pero hay cosas que no se dicen”, le recriminó. “Es con respeto”, dijo en referencia a la manifestación. “Vos sí, pero alguno de atrás no, tratemos de no dar manija”, le planteó.


 

A unos metros de los sindicalistas estaba el activista Gustavo Salle, que comandaba megáfono en mano a los antivacunas. El abogado y excandidato a la Presidencia gritaba desde que “no se metan con los niños”, hasta que la decisión del Paris Saint-Germain de darle la camiseta número 30 al argentino Lionel Messi había sido a instancias de “la pandilla masónica del Foro de Davos” y que implicaba una prueba de que “el comunismo chino se viene para 2030”.

El intendente de Florida, Guillermo López, dijo en su discurso que los uruguayos tienen que estar unidos, “sin griterío ni megáfonos”. El ministro de Ambiente, Adrián Peña, encomendado por Lacalle Pou, fue el encargado de realizar el discurso oficial y habló del “Día D” en cuanto a la salida de la pandemia. “El día después nos necesita a todos del mismo lado. En estos tiempos es necesario una vez más apelar a esa mirada de largo aliento, a la unión de los orientales”, expresó.

A la salida Lacalle Pou volvió a intentar hablar con los antivacunas. “Así a los gritos es imposible”, dijo y luego desistió. Antes de subir a su auto sí pudo dialogar con las mujeres que le pedían que no vacunen a los niños. “Yo no me puedo mover, ¿por qué no puedo viajar?”, le dijo una de ellas. “Tanto te podes mover que estás hablando con el presidente de la República sin tapaboca”, le respondió el presidente.


 

El mediador.

Gustavo Salle y el senador de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, fueron compañeros de facultad. En medio del griterío, el senador le preguntó a Lacalle Pou si quería que fuese a dialogar.

Al final del acto el legislador se acercó al activista. “Estamos de acuerdo en que se respete la libertad de la gente”, le dijo. A lo que Salle le insistió: “Y luchar para que no se vacune a los niños. Vos sabés que estas vacunas vienen de Bill Gates, del pedófilo. Vos lo sabés bien, no lo vas a decir pero lo sabés. Tenés que defender la libertad y la dignidad”.


Al final del acto el legislador se acercó al activista. “Estamos de acuerdo en que se respete la libertad de la gente”, le dijo. A lo que Salle le insistió: “Y luchar para que no se vacune a los niños. Vos sabés que estas vacunas vienen de Bill Gates, del pedófilo. Vos lo sabés bien, no lo vas a decir pero lo sabés. Tenés que defender la libertad y la dignidad”.





miércoles, 25 de agosto de 2021

A 27 años del Filtro

 

Norma Morroni, madre de Fernando asesinado en democracia... al igual que el compañero Facal.
27 años de impunidad.
27 años con diferentes gobiernos que pasan y la impunidad sigue.
Ese día 24 de agosto de 1994, los que sobrevivimos a la represión salvaje, seguimos acompañando a la madre Norma por Verdad y Justicia.
Fotografía Martha Passeggi



El 24 de agosto de 1994 el gobierno de Luis Alberto Lacalle desató una feroz represión en el entorno del hospital Filtro.
Dejó cientos de heridos y asesinaron a Fernando Morroni y Roberto Facal.









Sin radares

y con poca gente
 

El Gobierno proyecta abrir fronteras sin contar con el personal suficiente, ni con la tecnología necesaria para dar a la operativa aeronáutica un desarrollo normal.

Aeropuerto Internacional de Carrasco, 18 de agosto del 2021.-

COMUNICADO DE PRENSA

Ante el inminente proyecto del gobierno de la apertura gradual de fronteras, sin la cantidad del personal necesario, con fallas en los radares y sin la tecnología que permite trabajar en una forma optima, el Sindicato Único de Especialistas Aeronáuticos – SUEA – pone en conocimiento de la población la compleja situación que atraviesan los aeropuertos del país.

Nuestra agrupación gremial nuclea a los trabajadores que ejercen funciones técnicas, operativas y/o especializadas en las diferentes terminales aéreas del territorio nacional. Cumplimos tareas de Inspectores de Transporte Aéreo, Ingenieros Electrónicos, Oficiales de Operaciones y Plan de Vuelo, Telecomunicaciones Aéreas, Servicio de Información Aeronáutica, Centro de Operaciones de Emergencia Aérea, Sala Vip Estatal, Técnicos de Ursinas, Carga de Combustible y Personal de Rampa.

Queremos informar que la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica – DI.N.A.C.I.A – hoy cuenta con menos de 450 funcionarios presupuestados civiles, de los cuales 65% se encuentran dentro del rango etario de edad superior a los 52 años. Solo un 15 % son menores a 39 años, de los cual surge como dato preocupante que muchas vacantes se han suprimido y que mas del 50% del personal estará en condiciones de jubilarse en menos de dos años.-

Denunciamos ademas la inexistencia de políticas aeronáuticas; especialmente en el área del recurso humano, el campo aéreo comercial, con una marcada carencia de planificación estratégica y programática de la Institución a largo plazo, sumando el gran problema de los planes de contingencia en el espacio aéreo, debido a fallas de los radares y la ausencia de continuidad en la gestión en la renovación de los sistemas de comunicaciones.-

A pocas semanas de la apertura de la conectividad exigimos a las autoridades escuchen nuestros planteo y brinden soluciones, que permitan ofrecer un destino sanitariamente seguro y que brinde las garantías a los usuarios, a las tan anheladas empresas comerciales; como a toda la comunidad aeronáutica.

Mesa Directiva del Sindicato Único de Especialistas Aeronáuticos


Por Ricardo Pose

Si usted es de los que teme volar, mejor no lea este artículo. La nota de color que los grandes medios de comunicación amplificaron sobre el saludo que el Presidente Luis Lacalle dio a Chloé Llovet, la joven controladora aérea que agradeció al piloto que trajo las primeras vacunas, y las gestiones llevadas por el exministro Talvi sobre la operación de repatriar compatriotas, da la sensación de un sistema aceitado y que funciona con todas las condiciones de seguridad que uno espera para las moles mecánicas que surcan los cielos con gente adentro.

Si con todos los problemas denunciados por la Actau hoy no lamentamos una catástrofe aérea, se debe sin duda al esfuerzo y a la pericia del personal civil del control aéreo.

 

Diseño institucional

El presidente de la Actau, Pablo Paseyro, acompañado del vicepresidente de la asociación José Borderre y sus asesores, brindaron un panorama completo del estado del control del tránsito aéreo en Uruguay a las comisiones parlamentarias.

Paseyro expresó para ser gráfico con la situación que “estamos en una situación crítica y es la punta del iceberg de toda una problemática que venimos sufriendo desde hace un largo tiempo”.

Lo institucional sin dudas está desde hace años en el centro del primer problema.

Los controladores aéreos están en el ámbito del Ministerio Defensa Nacional, son personal civil y la aviación civil está en el organigrama de lo que son la defensa y la aviación militar. “Cuando se habla de seguridad, se crean confusiones, porque una cosa es la seguridad delictiva, la que brinda la Fuerza Aérea como organismo, y otra, la seguridad operacional vinculada a los vuelos, a la aviación. En ese sentido, desde hace mucho tiempo nuestra asociación viene expresando la necesidad de que la aviación civil esté en un ámbito civil. Es una actividad económica; es un negocio que genera sus recursos”, expresó el presidente del gremio.

Explicaron que el problema de gestión y de organización que sufren deriva de cómo está diseñada institucionalmente la actividad: dependen de una institución militar como es la Fuerza Aérea y, a su vez, la Aviación Civil está organizada en lo que es la DGIA –Dirección General de Infraestructura Aeronáutica–, que es el prestador de los servicios de navegación aérea, y la DGAC –Dirección General de Aviación Civil–, que es el organismo de contralor del proceso. Esta situación de que el que presta los servicios y el que controla estén dentro de la misma institución es algo que se ha venido hablando a lo largo de los años; es como si la Ursec y Antel estuvieran bajo la misma institución y se controlaran a sí mismas. La aviación tiene sus particularidades técnicas, sus normas y procedimientos y debe estar sujeta a un control y a estrictas normas que hoy, tal como está planteado, no viene sucediendo desde hace varios años.

El gremio ha trasladado la situación al Parlamento, a través de la Comisión de Defensa Nacional del Senado, por la función de contralor que tiene del diseño institucional de la república, la función parlamentaria y de control del Poder Ejecutivo.

 

Responsabilidad gremial

A las comisiones los trabajadores agremiados expresaron que,“ a nivel de la prensa, nosotros hemos salido a hacer declaraciones de bajo perfil para no generar alarma pública, la situación es caótica y no se puede bajar el perfil. Obviamente, nuestra perspectiva es gremial, por lo que se podría pensar que venimos con una visión parcializada, pero somos los trabajadores que estamos en la primera línea de toda esta situación y la opinión pública no tiene por qué saber los detalles de todo lo que acontece, así como tampoco conocer los temas técnicos que, a veces, si se sale a la prensa a dar detalles de lo que está sucediendo, puede ser engorroso y la gente lo que quiere saber es si hay o no peligro. Nosotros podemos decir que, básicamente, no sabemos en las condiciones en las que estamos trabajando y todo el sistema de infraestructura aeronáutica nacional tiene un grave deterioro. Esta no es una actividad que se mire el ombligo, sino que está conectada con otras cosas. El transporte aéreo debería estar jerarquizado y tener otra relevancia en cuanto a la vinculación con otros sectores, como el turístico y el logístico.

Es una actividad que se ha descuidado a lo largo del tiempo y, en parte, la tarea es informar al sistema político –aunque sabemos que tienen el conocimiento– de que esta es una situación insostenible, por lo que pedimos –son decisiones políticas y nosotros no vamos a participar en ellas– que exista una política aeronáutica, una política de transporte aéreo porque, obviamente, reitero que está encadenado con otros sectores como el turístico y el logístico. Sabemos que estas son definiciones políticas y no entramos en eso, pero sí como trabajadores queremos participar y que se nos tenga en cuenta porque somos un actor relevante de la actividad. Como dije antes, esta es una actividad que ha venido decayendo a lo largo de los años; si uno la mira en perspectiva, constata que se ha reducido el número de aeronaves, el Estado se ha retirado paulatinamente de la actividad, se han privatizado aeropuertos y se han cerrado aerolíneas”.

 


Con seguridad desordenada y sin agilidad

El asesor técnico del gremio Mario Librán expuso las dificultades técnicas que sufre el organismo.

Detallando el cometido de la función de los controladores, Librán advierte: “Nuestra función entre otras es prevenir colisiones entre aeronaves, cumplir los cinco cometidos establecidos en la LAR; la que está aquí citada es la Latin American Regulation, aprobada y homologada por nuestro país, o sea que tiene fuerza de ley en Uruguay, con atribuciones delegadas para la Dinacia. Este es nuestro cometido especial. Al respecto quería comentar –para que observen, nada más– que no estamos pudiendo cumplir los últimos tres puntos por un problema técnico. Solo nos estamos dedicando a prevenir las colisiones, es decir, a acelerar y a mantener ordenado el tránsito, a tratar de incentivar que la carga de tránsito mejore porque eso mejora los números para todo el país y eso está absolutamente sacrificado. Nosotros nos mantenemos nada más que en el punto de seguridad, orden y agilidad, en esa línea, porque el orden es muy importante. Entonces, hoy mantenemos la seguridad, pero el orden lo hemos perdido bastante por causas técnicas. La agilidad está absolutamente dejada de lado porque, para poder mantener seguro el espacio, tenemos que sacrificar ese otro aspecto. Hoy somos responsables del servicio de alerta cuando hay un problema en las aeronaves, del servicio de información –es decir, del estado de radioayuda, del estado del aeropuerto y de las aerovías–, pero también del servicio de información del tránsito aéreo y tenemos que dar información del tránsito donde circunda la aeronave para mantener seguro el espacio y evitar colisiones, en definitiva, el servicio de control de tránsito aéreo. Y, luego, hay otros tres componentes que incluyen: el centro de control de área, que nuclea la parte que aparece coloreada en verde, la parte de más arriba, la que usa los sobrevuelos; el control de aproximación, que toma al avión desde el espacio aéreo superior que vigila el control de área y lo conduce hasta las inmediaciones del aeropuerto y, por último, el servicio de control de aeródromo, que es quien da el aterrizaje y el despegue seguro para que no haya ningún tipo de riesgo”.

 

Sin señal

La explicación de Librán altamente calificada sobre el problema con los radares no deja de producir cierto escalofrío: “Hoy, por la pérdida de la señal de radar, el servicio de control de aproximación lo estamos dando con un plan de contingencia para fallas catastróficas que teníamos preparado. Este es un plan que, cuando todo falla, lo aplicamos un día para que todo sea seguro y la tendencia debería ser a cerrar el espacio aéreo. Como no había un plan de operación –nunca hubo un plan de operación para mantener sin sistema de radar– tuvimos que perpetrar el plan de falla catastrófica y ya llevamos 31 días. No es lo mejor; no está pensado para eso. No está pasado por lo que nosotros llamamos el cernidor de la seguridad operacional, que es un sistema que dice qué medidas debemos tomar. Insisto: no está hecho para eso. Nosotros lo hacemos y no hay un riesgo grave hoy, pero esto no se puede mantener. Ya tuvimos, días pasados, una situación de un pedido de prioridad de una aeronave que llegaba porque tenía un problema concreto, sin ser una emergencia grave, y fue la debacle porque el plan no está pensado para eso. El plan está pensado para operar un día.¡Fue muy grave la situación! Yo la viví desde otro punto de vista, pues ese día estaba en la torre de control, pero recuerdo que hubo que hacer muchos manejos técnicos y profesionales, con mucha gente trabajando a la vez, para que eso se diera en forma segura y estuviera bien corroborado. Se hace, se puede hacer y, de hecho, se hace todos los días, pero lo que no está bueno es que ocurra de esa forma.

Nosotros somos la última contingencia de un sistema; hay miles de barreras antes de llegar a esto. Nosotros perdimos todas las otras barreras y hoy somos la última barrera: si nosotros fallamos, no hay segundo plan. No es correcto que el controlador trabaje así porque nosotros somos personas y podemos equivocarnos como cualquiera. Esto es algo que puede pasar, más allá de que tengamos apoyos y gente trabajando, y entonces no es la condición más adecuada en la que debemos trabajar”.

 

Los radares

El radar –acrónimo derivado de radio detection and ranging– es un sistema básico en el que hay una señal que emite, rebota y vuelve; fue diseñado por los ingleses en la década de los 50. Posteriormente tuvo su evolución, de modo que hoy tenemos un sistema computarizado que emite una señal y el avión tiene un equipo que la recibe y, a su vez, manda otra avisando que está en el lugar, dando a conocer el nombre del piloto, que navega tal tipo de avión, con tal altitud y hacia dónde se dirige. Los controladores civiles trabajan  en base a esa información: tránsito conocido que quiere ser controlado y mantenerse seguro. Todo lo que tiene que ver con la defensa aérea y con la preservación del espacio no es su cometido más allá de  alguna coordinación eventual por operaciones.

Había (ahora no existe) un sistema nacional integrado de radares que integraba la señal de cinco radares: el primero que se perdió fue el Thompson del Aeropuerto de Carrasco, luego el Selex, también del Aeropuerto de Carrasco y, después, el radar de área de Durazno, para controlar las grandes superficies, no ya la llegada y salida de los aeropuertos, debido a una cuestión con la velocidad de barrido y limitaciones técnicas, por la cantidad de años que tiene. Estos tres radares eran civiles.

También había dos radares asociados, que se está intentando volver a asociar y son los de la Fuerza Aérea; con uno de ellos se pudo, es un móvil fijo en Santa Clara de Olimar que funciona como radar de área y da un poco de certeza con respecto a los aviones que sobrevuelan. El otro es un radar móvil que ahora está en Boiso Lanza pero que, hasta el momento, no se ha podido integrar y el gremio de controladores son muy escépticos con la posibilidad de su integración.

Librán explicó que “este Sistema de Vigilancia Dependiente Automática, conocido como ADS, lo empezamos a pedir en 2005 y 2006; en fin, lo hemos hecho constantemente, durante años. Cuando se pidió el sistema de radar, pedimos el software con este sistema y así vino, está y podría funcionar. Durante años no se tuvo cobertura satelital contratada internacional que nos brindara el servicio, por lo que no podíamos usarlo. En 2014, después de negociaciones con la Dinacia, logramos que se contratara el servicio; podemos decir que hoy lo está y se paga, pero no es barato. También pedimos que se integrara; se intentó hacer, pero no se pudo porque técnicamente no teníamos capacidad. Lo cierto es que nunca se logró hacerlo andar. Este sistema satelital nos permitiría hoy, sin radares, dar un servicio mucho mejor y muy próximo a lo que es el radar; no va a ser nunca lo mismo, pero es muy similar. Y nosotros lo pedimos durante años, pero no lo hemos logrado. Volvimos a solicitarlo en el sistema de contingencia que tenemos, pero no se está manejando esa posibilidad. No sabemos muy bien por qué. Y si es una posibilidad que se maneja, en realidad, tampoco lo sabemos porque la autoridad hace algunos meses se retiró a los cuarteles de invierno y no nos ha dado más participación técnica, o sea que no tenemos más ese ida y vuelta que veníamos teniendo a principios de este año en las reuniones periódicas.

Es un tema muy importante porque ya tenemos los medios y capaz que con un ajuste en la integración se podría poner a andar. Creemos que es lo más veloz –si se lograra– para salir de la muy complicada situación que tenemos hoy. Esto funciona con el sistema satelital y las antenas que tenemos, incluso, se ejecuta todo por GPS calibrado con alta precisión. Nosotros tenemos contratado el sistema RAID para poder soportarlo y nos parece que tendríamos que ir al sistema de vigilancia independiente asociado con comunicación”.

No te copio

A estas dificultades se suman el problema de las comunicaciones. En la comisión el gremio expresó a través de su asesor Julio Pedemonte, que, “para mi sorpresa, escuché decir al director nacional que temía por la continuidad de los equipos de comunicaciones. Para nosotros la comunicación es todo, es lo último; podría llegarse a tener una forma de control sin el radar, pero si no podemos hablar, ese ya es el final. Tengo en mi poder el informe –por el cual la Dinacia pagó a la OACI en el 2008– de la auditoría general de todos los sistemas de comunicación, navegación y vigilancia del Uruguay. Allí hay una serie de recomendaciones en lo que respecta a las comunicaciones. Cuando vinieron los ingenieros de la OACI en 2008, no estábamos en una fase crítica; es más, estábamos muy lejos de una fase crítica. Y una de las cosas que se dice en este documento –que, reitero, es de 2008− es que el equipamiento de comunicaciones que teníamos no tenía repuestos ya desde principios de los años 80, y 28 años después seguíamos trabajando con los mismos equipos. Lo que ellos hicieron fue diseñar, por un lado, un plan para intentar solucionar los problemas de comunicación con lo que había en ese momento y, por otro, un plan de comunicaciones extendidas, que fue el sistema que se instaló después. De modo que hoy hay cinco emplazamientos diferentes en todo el país, con un equipo B y con una frecuencia principal y otra secundaria –eso fue lo que recomendó la OACI–, pero nos hemos enloquecido con ese equipo, porque el personal de la Dinacia no estuvo en condiciones de poner a funcionar de manera eficiente ese sistema. Se gastó una fortuna en adquirir ese equipo de origen inglés de primerísima calidad, pero no lo logramos. ¿Y qué pasó? Por ejemplo, hubo que empezar a bajar las potencias de transmisión de los equipos. Aquí vemos una diapositiva sobre el Montevideo oceánico, pero hoy en día no sabemos qué ocurre allí porque no tenemos comunicaciones. En esta diapositiva vemos que el espacio controlado va hasta la línea punteada y está comprendido entre las letras S y R. De ahí en adelante no les digo que sea tierra de nadie, pero no tenemos elementos tecnológicos como para poder hablar con alguien. Todo eso que aparece en la imagen, que verán que es varias veces mayor que la superficie continental, hoy en día se controla fácilmente con ese servicio que les mostraba Mario Librán, o sea el ADS. El ADS es muy sencillo y es lo que les decía que tenemos en el teléfono como flight rider.La aeronave envía a través del satélite o de una estación terrena los datos de su posición, o sea que yo no preciso detectarla con un radar, y después se integra a la pantalla tal cual fuera una señal de radar, pero además tiene un sistema de enlace de datos de comunicaciones. Me comunico con la aeronave a través de enlace de datos, es decir, mediante comunicaciones digitales que pueden ser mensajes o por voz. Eso no lo tenemos integrado y lo estamos pagando desde el 2014. En este informe de 2008 la OACI nos decía que no había motivos por los cuales eso ya no estuviera integrado, porque tecnológicamente lo teníamos y hoy sigue sin estar en funcionamiento”.

 

No voy en tren, voy en avión

“Los equipos de navegación en Uruguay prácticamente están todos fuera de servicio”, sostiene Pedemonte. ¿Cuáles son los equipos de navegación? Los radiofaros, es decir, estaciones de radio instaladas en tierra que se usan para servir a la navegación de las aeronaves. Hoy en día la mayoría de las aeronaves utilizan el GPS o cualquiera de los sistemas satelitales de navegación. En 2008 prácticamente estaba todo fuera de servicio. Hoy en día sigue todo igual: prácticamente están fuera de servicio y, en algunos casos, ya directamente no está la casilla o el lugar donde se encontraba ese equipo de navegación, porque fue vandalizado y desapareció. Nosotros tenemos dos herramientas fundamentales para controlar: los datos provistos por el radar –el ADS o cualquiera de los sistemas que nos dan una presentación visual de la situación del tránsito– o el control por procedimientos, lo que toda la vida se utilizó antes de la existencia del radar, y acá se usó hasta 1988. Cuando no tengo radar, le pido a la aeronave que me indique su posición con respecto a estos radioayudas o faros instalados en la tierra –aclaro que no son faros visuales, sino faros que usan radiofrecuencia–; entonces, en función de la posición que me van pasando las aeronaves, tengo determinados procedimientos –por eso se llama control por procedimiento– para separarlas. Esa es una regresión muy grande. Si bien existe y se sigue utilizando, sobre todo en áreas remotas, en un lugar donde tengo una cobertura más que suficiente de radar, un área completa que probablemente es más chica que un sector de cualquier otro país –por ejemplo, el sector Curitiba, nuestro vecino, es más grande que todo Uruguay y es solo un sector de Brasil–, no hay motivo alguno por el cual debamos tener problemas de comunicaciones ni de vigilancia, o sea de radares. No tenemos montañas y nuestro territorio –como lo definíamos en la escuela– es suavemente ondulado. Quiere decir que acá no tenemos problemas y no tenemos justificativo porque tampoco hay un tema presupuestal. Se compraron los equipos y se instalaron, pero después vinieron –o junto con eso siempre aparecen– los problemas subyacentes de gestión”.

Controladores

“Nosotros, como controladores –se los digo orgullosamente–, aportamos al país ingresos genuinos que vienen desde afuera. En un año normal, la cifra es de alrededor de US$ 12.000.000 por tasa de sobrevuelo, que es la tasa de protección a las aeronaves que surcan el país. En el mapa que tenemos publicado en AIP Uruguay –que es la publicación de información aeronáutica de nuestro país–, vemos que hay una zona que está en verde, que es la que nosotros controlamos habitualmente y donde tenemos cobertura y comunicaciones. En cuanto a la zona que está en rojo, la Actau ha intentado controlarla, por lo menos desde 2007, pidiendo a la Dinacia que nos diera los medios para extender el servicio; es toda la parte de Montevideo oceánico oriental, que es la que interconecta con África; este es el camino más recto a África y sería un gran cruce a Asia.

También generamos otro gran ingreso en las llamadas tasas de protección al aterrizaje y al despegue y tasa de protección a la aproximación. Se cobraban independientemente y era fácil aislarlas en el presupuesto nacional hasta que se privatizó el aeropuerto de Carrasco. Cuando se entregó el canon, el gobierno, inteligentemente –como hace con otras actividades– derivó al privado que oficiara de ente recaudador de la tasa de aterrizaje y despegue y de la tasa de protección a la aproximación. En 2019 –que fue un año completo– el canon aeroportuario volcó US$ 32.000.000. Una parte muy grande de este canon tiene que ver exclusivamente con el trabajo de los controladores de tránsito aéreo y de la zona de prestación de servicios de la Dinacia, como la electrónica y los que soportan la navegación aérea”. (Mario Librán, asesor técnico de Actau)


"FALTA INVERSIÓN"
El Ingeniero Henry Díaz, vocero del sindicato de especialistas aeronáuticos, denuncia que el radar del Aeropuerto de Carrasco no funciona y se está trabajando sólo con el de Durazno. "Esto es por falta de inversión. Tenemos equipos que son antiguos". Al ser consultado sobre los peligros, Díaz dejó claro que habrán retrasos en los arribos de turistas. "Habrá demora en los vuelos, lo que hacemos es separar más el tránsito de los aviones". Otro de los temas que se plantea es la formación de profesionales para trabajar en estas áreas. "En un año como el 2019 se recaudaron 52 millones de dólares, pero solo se volcaron a la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica 3 millones" explicó.