EN TIERRA
Los dos aviones Hércules que compró el ex ministro Javier García a España en 21 millones de euros en 2020 están fuera de servicio.
Uno en Portugal en reparación y otro en Montevideo que -después de un mes inactivo- será probado esta semana por fallas en motor
La compra de los aviones Hércules por parte del exministro García toma ribetes tragicómicos como esa compra de vehículos viejos que pasan en el taller mecánico.
22 de marzo de 2024 Por Ricardo Pose
Para los científicos uruguayos que fueron a la Antártida, viajar en el Hércules se transformó en una investigación casi como un deporte de riesgo.
Once uruguayos (seis científicos, cuatro investigadores y una periodista) se encuentran varados en la Base Artigas de la Antártida debido a una rotura de motor del Hércules, uno de los aviones de las Fuerzas Armadas que suelen realizar este tipo de traslados.
Las autoridades informaron al grupo de uruguayos que está previsto volver entre el 19 o 20 de marzo.
No arranca el Hércules
Los científicos uruguayos son de la Universidad de la República (Udelar), mientras que los investigadores —que llegaron hace menos días— son de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC). Por su parte, la periodista es del interior del país.
Los uruguayos llegaron el pasado 14 de febrero con la misión de “ejecutar diferentes proyectos de investigación, previamente aprobados por el Instituto Antártico Uruguayo”.
A comienzos del 2023 un equipo del posgrado en Agua y Desarrollo Sostenible del Centro de Estudios de la UTEC, en conjunto con investigadores del instituto internacional IHE Delft, visitó la Base Científica Antártica Artigas (BCAA) con el fin de realizar un diagnóstico referente a la provisión de agua y saneamiento en la base.
Así, los expertos tomaron muestreos de la fuente principal de agua potable —el lago Uruguay—, de cursos de agua cercanos, de los tanques de agua y de las fosas sépticas. En base a ese diagnóstico, los científicos lograron identificar oportunidades de mejora en lo que respecta a la depuración de las aguas residuales en la base, no así de las condiciones mecánicas del avión.
Flor de oportunidad
El 18 de diciembre del 2020 se anunciaba con bombos y platillos la compra de dos aviones Hércules C-130H adquiridos por Uruguay a España, a un valor de 22 millones de euros y trasladados al país a costo de España.
En la respuesta a un pedido de informes realizado por los diputados Gerardo Núñez y Enzo Malán remitido al Parlamento, se establece que “se utilizó como criterio operacional no degradar las capacidades estratégicas necesarias, y el empleo de 450 horas de vuelo por año”. “Hubo estudios en busca de otras aeronaves C-130 en el mercado, recibiendo ofertas a fin del año 2019 de la empresa IAI a un precio de USD 38.000.000 por 1 avión C-130H”, precisó.
Agrega que “también se analizaron otros tipos de aeronaves que pudieran cumplir con los requerimientos y capacidades parecidas a las del C-130, encontrando opciones en el mercado que no completaban las necesidades requeridas penalizando autonomía, alcance o capacidad de carga en peso o volumen. En ese sentido las aeronaves fueron:
El C-27J de la empresa Leonardo a un precio de USD 48.000.000 por avión, el cual ofrecía un leasing por 450 horas de vuelo anuales a un precio de USD 7.000.000 con una duración del contrato de 8 años.
El C-295M de la empresa Airbus mediante leasing por 450 horas de vuelo al año, a un precio de USD 6.000.000, con una duración del contrato de 8 años, finalizando el mismo se habría pagado el 40 % de la aeronave. Cabe destacar que estaba previsto una sola aeronave en el contrato, siendo el valor aproximado de mercado actual de USD 28.000.000”.
A la consulta sobre año de fabricación de esas aeronaves, se respondió que “el modelo C-130H fue fabricado hasta el año 1982, las aeronaves en cuestión con del 1975 y 1976, lo que implica una modernidad de 15 años con respecto a los que posee la FAU actualmente.
Tienen un potencial de 38.000 EBH (Equivalent Baseline Hours), establece el tiempo de vida del Ala Central (componente de muy alto costo), el reemplazo del Ala Central extenderá la vida de la aeronave hasta los 75.000 EBH, lo cual es conocido como Limit of Validity (LOV)”.
En el informe remitido a los legisladores se señala que “a las aeronaves de estas características se les realizan inspecciones menores todos los años que se efectúan en las República Oriental del Uruguay, a un costo estimado de USD 200.000,00 (doscientos mil dólares americanos). También se deben efectuar inspecciones parciales y mayores en el exterior del país y las últimas tienen plazos extensos para su realización, no menores a 9 meses, y cuyo costo estimado mínimo es de USD 2.000.000, 00 (dos millones de dólares americanos), más imprevistos, dependiendo de su alcance, factores del uso y antigüedad de la aeronave. No se tiene previsto una inspección mayor, hasta el año 2023”, puntualiza el documento.
Indica también que el precio pactado para su enajenación tiene previsto el entrenamiento de 2 a 3 tripulaciones completas, que incluyen a pilotos y técnicos.
Ante la pregunta de cuáles son las misiones habituales que cumplen los aviones Hércules C-130 en nuestra FAU, se enumeran las siguientes:
- Traslado de grandes cargas a distintos sitios del territorio nacional.
- Apoyo en inundaciones y emergencias sanitarias.
- Apoyo al Ejército Nacional en la capacitación de su personal.
- Movilidad aérea.
- Apoyo a los despliegues operativos de la FAU.
- Búsqueda y rescate en el área de responsabilidad en el Sector Montevideo Oceánico y Oriental, llegando al meridiano 10º Oeste.
- Apoyo a la campaña Antártica.
- Apoyo a otros ministerios (MSP, MRREE, MI, MGAP, MIDES, MEC, etc.).
- Apoyo logístico a las Misiones de Paz.
- Repatriación de ciudadanos nacionales desde el extranjero; traslados humanitarios.
- Apoyo humanitario a otros países en situaciones de crisis o catástrofe.
Respecto al precio y procedimiento de compra, se señala que “el precio de la adquisición de las dos aeronaves Hércules C-130H es de euros 21.000.000, al que se le agrega un paquete de repuestos por euros 1.000.000. Por tanto, el costo por aeronave es de euros 10.500.000”.
Se explica que “el pago se realizará en 3 cuotas anuales. La primera está proyectada en el ejercicio 2020 por euros 11.000.000 (50 %) y el resto en 2 cuotas iguales de euros 5.500.000 en los ejercicios 2021 y 2022”. Ante la pregunta de con cargo a qué créditos se realizó la compra y si ese Ministerio de Defensa Nacional recibió un refuerzo de crédito para ello, se respondió que “en febrero de 2020 la Fuerza Aérea recibió un refuerzo de crédito de USD 2.700.000 para financiar parcialmente la inspección mayor PDM de la aeronave Mat 591 Hércules C-130B y era necesario gestionar un refuerzo complementario de USD 3.300.000 para completar la referida inspección.
Asimismo, se proyectaba para el presente ejercicio la necesidad de recursos adicionales para el mantenimiento mayor de la aeronave Mat 592 Hércules C-130B de USD 3.300.000.
Por lo tanto, en el ejercicio 2020, para los mantenimientos de las actuales aeronaves C-130B, el refuerzo de crédito presupuestal necesario era de USD 9.300.000, los cuales serán utilizados para el financiamiento de la adquisición de las nuevas plataformas, aportando el MEF la diferencia para obtener los recursos correspondientes al pago 2020”, precisó.
La dura realidad
Lo cierto es que a pesar del informe los insucesos en distintas misiones con los aviones fueron un dolor de cabeza, aumentando los costos por mantenimiento y arreglos.
Así, el más recordado es cuando, en plena crisis hídrica, uno de los Hércules iba a ser la nave que trajera la desalinizadora construida por la UTEC, y no entró en el gigante avión por 15 centímetros.
Según dijeron técnicos de la Fuerza Aérea a Caras y Caretas, los aviones tienen un problema estructural en sus alas cuya reparación es bastante cara y por eso se apuesta a seguir volando mientras duren.
Nos dicen que uno de los temas de seguirlos usando para justificar su compra es la cantidad de horas de vuelo y viáticos que generan, teniendo como uno de los puntos Punta Arenas, un puerto libre de impuestos.
Mientras el KC-130H se encontraba a la espera de reparación en la Antártida, la otra nave herculeana se encuentra en reparación en Portugal.
El “rescate” de los uruguayos no lo hará claramente el Hércules sino un avión Embraer C-120 Brasilia.
Quizás el famoso “avión presidencial” no sirviera para esta misión, pero lo que es claro que la gestión García no encontró el rumbo.
Escasez de recursos y material
La falta de planeamiento y asignación de recursos desde el poder político para poder cumplir con la regla básica de tener al menos tres unidades de cada modelo de aeronave en inventario que permita la disponibilidad de una aeronave en todo momento, raramente se cumple en Uruguay; las compras son aisladas o se espera la donación de algún país para poder tener el material necesario para cumplir el mandato constitucional que pesa sobre las Fuerzas Armadas.
El Hércules KC-130 H de la Fuerza Aérea Uruguaya matriculado FAU 595 arribó a las instalaciones de OGMA (asociada a Embraer), tras hacer escala en Natal y Cabo Verde, con la finalidad de permanecer unos 8 meses en la empresa lusitana para realizar su mantenimiento mayor o chequeo C.
Culminada esa labor, el avión no pasará por inspecciones hasta el año 2027, siendo esta la primera vez que los mencionados trabajos se realizan para este modelo en Portugal, y en Europa, teniendo la empresa una especialización en este modelo de Lockheed, así como en P-3 y C-295.
El Hércules KC-130 H se había adquirido al Ejército del Aire español en 2020, junto con otro ejemplar, el FAU 594, el cual podría someterse al mismo tipo de revisión a partir de abril del año próximo, de contar con el presupuesto necesario.
Cabe señalar que tras más de tres décadas de operación del Hércules, será ésta la primera vez para la Fuerza Aérea Uruguaya que las tareas se realicen estrictamente de acuerdo a los parámetros del fabricante Lockheed Martin, y no reproduciendo tentativamente el sistema de mantenimiento usual de la USAF, como hasta ahora.