Del mar los vieron venir
Arribó al Puerto de Montevideo un buque militar estadounidense con el objetivo de disminuir la pesca ilegal. Durante su estadía prevé realizar ejercicios con la Armada Nacional.
A qué retorna el buque más moderno de la Guardia Costera de Estados Unidos
¿Uruguay se suma a la «disuasión integrada» de Estados Unidos?
Julián González Guyer
3 febrero, 2023 Brecha
El Parlamento tiene a consideración la solicitud de venia para el
ingreso al puerto de Montevideo del US Coast Guard Cutter (USCGC) Stone,
el buque más moderno de la Guardia Costera de Estados Unidos. Según se
afirma, el navío estadounidense permanecerá unos diez días en aguas
uruguayas. La justificación oficial de esta nueva visita es «llevar a
cabo ejercicios de entrenamiento en operaciones de búsqueda y rescate en
el mar y de control de aguas jurisdiccionales con la Armada Nacional».
Los objetivos del USCGC Stone son otros: obtener información
sobre el Atlántico Sur y, en particular, la actividad de los pesqueros
chinos en la zona. Apenas dos años atrás, este navío visitó Montevideo
en el marco de su viaje inaugural: la operación Cruz del Sur. Según el
Comando Sur de Estados Unidos, aquella misión concluyó el 5 de marzo de
2021, luego de 68 días de navegación y 33.800 quilómetros de navegación
en el Atlántico Sur para realizar actividades de «patrullaje y apoyo a
actividades de interdicción de pesca ilegal» en aguas de Guyana, Brasil y
Uruguay. La visita a Argentina prevista por la operación Cruz del Sur
fue anulada.
Es bueno considerar los reportes contradictorios de aquella visita del Cutter Stone
a Montevideo. Según el Comando Sur, su tripulación desarrolló
actividades de intercambio con la Armada uruguaya y recibió la
sugerencia de futuras operaciones conjuntas. En cambio, la embajada de
Estados Unidos y el Ministerio de Defensa de Uruguay solo informaron
escuetamente que, por las restricciones del covid, la tripulación del
USCGC Stone no había desembarcado ni llevado adelante actividad alguna.
Ahora,
el Poder Ejecutivo da cuenta telegráficamente y en lenguaje técnico de
las actividades que supuestamente cumplirá la tripulación del navío.
Para intentar echar algo de luz al asunto y comprender las razones del
pasaje de esta sofisticada nave estadounidense por el Atlántico Sur, es
necesario recordar cuáles son sus capacidades.
El USCGC Stone
(WMSL-758) es la nave más moderna, sofisticada y poderosa con la que
cuenta actualmente la Guardia Costera estadounidense. Mide 127 metros de
largo, desplaza 4.500 toneladas y puede transportar hasta 148
tripulantes. Alcanza los 52 quilómetros por hora. Su autonomía es de 22
mil quilómetros y hasta 90 días en el mar. Puede transportar un
helicóptero y dos drones con un radio de acción de 100 quilómetros. Su
sofisticado equipamiento electrónico de sensores y sistemas de
procesamiento de datos le confieren gran potencia de detección de
actividades de superficie, submarinas y aéreas.
Todo indica que el
aprendizaje y la experiencia que puede recoger la Armada uruguaya se
limitarán principalmente a lo que logre observar algún oficial uruguayo
que sea invitado a las actividades de patrullaje del Stone. En
cambio, este regresará a su país con un significativo volumen de
información sobre nuestras costas, aguas jurisdiccionales y zonas
adyacentes. También, acerca de nuestra Armada y su oficialidad.
EL VIEJO HERRERISMO LOS CALIFICABA DE CIPAYOS
Es
notoria la afiliación del actual gobierno uruguayo a la doctrina
Monroe, por la que Estados Unidos se asigna el derecho de tutela sobre
América Latina. Para aventar dudas, el 10 de marzo de 2020 Uruguay se
retiró de la Unión de Naciones del Sur (Unasur) y retornó al Tratado
Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), para luego votar al
candidato de Donald Trump para presidir el Banco Interamericano de
Desarrollo y reincorporar la Armada a las operaciones Unitas de ese año.
Un
rápido repaso conduce a identificar un hito fundador en 1940, cuando el
capitán W. D. Brereton, junto con el coronel R. L. Christian, negoció
discretamente la instalación de una base aeronaval de Estados Unidos en
territorio uruguayo. El contralmirante Gustavo Schröeder y el general
Pedro Sicco también acordaron con ellos la entrega de información
estratégica a Estados Unidos.1
La desigual relación
entre la US Navy y nuestra Armada se articula a través de la
transferencia de equipamiento naval de descarte a cambio de alineamiento
doctrinario y estratégico. Durante la Guerra Fría, junto con el
equipamiento sobrante de la Segunda Guerra Mundial, las operaciones
Unitas fueron la columna vertebral de la relación. Así, la Armada
absorbió la doctrina militar anticomunista y se constituyó en fuerza
antisubmarina dedicada a custodiar las vías de ingreso al Río de la
Plata al servicio de la estrategia de Estados Unidos.
Es
interesante anotar que, en 1976, la enmienda Koch suspendió la ayuda
militar de Estados Unidos. Pero las Unitas continuaron y la oficina de
cooperación militar estadounidense en el comando de la Armada mantuvo su
presencia; ambas cuestiones se justificaron en su relevancia para «la
seguridad nacional de Estados Unidos».
Esa es justamente la clave que permite comprender la razón de la recurrente presencia del USCGC Stone
en nuestras aguas y de que haya vuelto a llegar material de descarte de
la Guardia Costera estadounidense, aunque apenas supere los
requerimientos para navegar en aguas abiertas. Además, el Pentágono ha
hecho saber que «estudia» otras transferencias a Uruguay.
La
política exterior de Estados Unidos hacia la región ha experimentado un
vuelco que intenta hacernos prisioneros del conflicto que promueve con
China Popular. Frente a ello, la «sensibilidad» del gobierno uruguayo se
explicitó con la decisión de desistir a la tan mentada compra de
patrulleros oceánicos.
EL NUEVO PAPEL DE LA GUARDIA COSTERA
Las
misiones de patrullaje de la Guardia Costera de Estados Unidos en el
marco de la Cuarta Flota y el Comando Sur en las aguas de la región dan
cuenta de las novedades registradas en las estrategias de seguridad
nacional y de defensa de Washington. En la Estrategia Tres Servicios, la
Secretaría de Marina del Pentágono integra a la Marina, la Infantería
de Marina y la Guardia Costera, difuminando sus límites y competencias.
De
esa forma, la US Coast Guard ha adquirido jurisdicción global para sus
cometidos de imposición de la ley, seguridad marítima, defensa nacional,
tráfico marítimo y protección de los recursos naturales.
Mientras el Cutter Stone patrullaba el Atlántico Sur, tres buques de la Guardia Costera –uno de ellos, el Cutter Hamilton, gemelo del Stone–
llegaba a Rota, Cádiz, para desplegarse con la Sexta Flota de la Armada
de los Estados Unidos y penetrar en el mar Negro en una misión de
presencia y patrullaje arriesgada y poco frecuente. Los otros dos navíos
fueron a la base naval de Estados Unidos en Baréin para integrarse a la
Quinta Flota. Lógicamente, buques gemelos del Cutter Stone han sido reportados en el Indopacífico operando con la Séptima Flota, particularmente en el conflictivo mar del sur de China.
LA ESTRATEGIA DE DEFENSA DE ESTADOS UNIDOS
La
Estrategia de Defensa 2022 de Estados Unidos permanece clasificada y de
ella solo se conocen ciertos aspectos. Uno es el concepto de «disuasión
integrada», verdadera versión reciclada de la vieja seguridad nacional y
especie de revival de la doctrina Truman para el siglo XXI. Su
objetivo es alinear bajo la dirección del Pentágono todas las
capacidades tanto civiles como militares de gobiernos, empresas,
sociedad civil y academia de Estados Unidos y de todos sus aliados.
Abarca todas las «dimensiones» y todos los «dominios» del espectro de
conflicto, ubicando en la cúspide al arma nuclear. Su condimento
complementario es el «espíritu de campaña» que debe presidir la
aplicación de la «disuasión integrada» en la instrumentación de
acciones, por ahora de rango menor a la guerra, contra los «enemigos del
mundo libre»: particularmente, China Popular y Rusia, pero también
Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela y Nicaragua.
En la XV
Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas (Brasilia, del 25 al
29 de julio de 2022), el secretario de Defensa, Lloyd Austin, presentó
la «disuasión integrada» y Uruguay votó favorablemente su adopción. La
jefa del Comando Sur insistió con ella ante 14 jefes militares de la
región en la Conferencia de Defensa de América del Sur (Ecuador,
setiembre de 2022).
Las actividades del Cutter Stone en
nuestras aguas serán una manifestación concreta de la disuasión
integrada de Estados Unidos y sus tripulantes diseminarán esos viejos
espantajos reciclados entre la Armada uruguaya. No en vano los military-to-military contacts son uno de los objetivos centrales de los programas que ofrece el Pentágono a sus países amigos.
1. Cerrano, C. y López, F., Historia, n.o 51, vol. I, enero-junio de 2018, 11-29 (págs. 15-16).
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