La sociedad de la nieve y el regreso de los muertos vivientes.
Por Sergio Sommaruga
- En Ecuador, el nuevo presidente Noboa implantó un estado militar que estará vigente por los próximos dos meses, como mínimo.
Es un nuevo síntoma del acelerado nivel de descomposición que predomina en américa latina.
La situación ecuatoriana es el corolario de un profundo deterioro, provocado por la incapacidad de la clase dominante para encontrar cauces efectivos al drama de la exclusión social, el aumento de la pobreza y el embrutecimiento de los vínculos sociales.
Cuando esta crisis estaba dando sus primeros pasos, los profetas de la clase dominante le dijeron a la sociedad ecuatoriana, que lo creyó, que la solución a todos los problemas era más mercado, con una economía más capitalista, bajando el costo del Estado y reduciendo la protección social.
La bandera del momento fue la dolarización…y dolarizaron (La gran promesa de Milei, ante una crisis de derechos como la que llevó a Ecuador a esta descomposición)
Ecuador es el único país de Latinoamérica que tiene totalmente dolarizada su economía.
Y así están hoy.
- Como consecuencia del agotamiento del modelo del 1% más rico, en los últimos años fue creciendo en espiralada ascendencia la violencia descontrolada de las mafias asociadas al narco.
En los últimos días, ese torbellino de violencia sacudió por completo a la sociedad ecuatoriana, luego que, entre otros desmanes, estas mafias tomaran por la fuerza un canal de TV y transmitieron en vivo el robo a los periodistas.
Toda una ostentación de poder e impunidad.
- La militarización de la sociedad ecuatoriana es una nueva señal de la deriva histórica a la que nos han llevado las estrategias de las clases dominantes en América latina.
El problema de seguridad, que de modo innegable sacude a Ecuador, es la cara más visible y voraz del agotamiento de un modelo social, que solo se sostiene con altos niveles de represión y pérdida de libertades (Ver el gobierno de Bukele, por ejemplo)
- En Uruguay, Manini aprovecha el olor a podrido para rememorar la implantación de las medidas prontas de seguridad en nuestro país, que no cesaron hasta llegar a su puerto: la pérdida total de la libertad, con la implantación de la dictadura cívico militar y las desapariciones forzadas de adultos, adolescentes y niños.
La extrema derecha uruguaya, aunque parezca de locos, ve una oportunidad histórica en lo que está pasando en Ecuador.
La izquierda, por su parte, sigue viendo sin mirar, corriendo el riesgo de hacernos pensar que el problema histórico de nuestras sociedades se resuelve con mejor gestión o, pero aun, arribando a consensos para aplicar más mano dura.
Para esto último, las sociedades no gustan de las copias, prefieren siempre la versión original.
No es por ahí y hay que decirlo.
En estos días se habla mucho de la sociedad de la nieve.
Admito que no la vi.
Lo que si estoy viendo, en vivo y en directo, es el regreso de los muertos vivientes.
Análisis berreta y oxidado.
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