Natalie Manhard quien junto a su esposo Javier
Fernandez, ambos vinculados a las empresas (en Uruguay) Chic Parisien y
Fripur mantenian en condiciones de esclavitud a trabajadoras domésticas
provenientes de Bolivia.
Mujica: "hay peruanos en el Uruguay, peruanas sobre todo, que sirven a algunas
familias ricas en Carrasco, tienen fama de ser muy buenas, honradas y
dóciles".
Ver además:
10 Agosto 2012 por Mariana Contreras
“Unas palabras tan bruscas que te duelen y te llegan al alma”
Fue necesaria una orden de allanamiento para que los inspectores del
Ministerio de Trabajo pudieran entrar a la mansión de Carrasco donde
trabajaban de manera ilegal varias ciudadanas bolivianas. Era la punta
de una madeja que prosiguió con una denuncia en un juzgado del crimen
organizado. Brecha conversó con varias de las trabajadoras que llegaron
para cumplir tareas en la casa de Nathalie Manhard y en la de su padre,
Enrique Manhard, miembros de una de las familias más adineradas del
país. Las trabajadoras relataron cómo son captadas en su país, las
condiciones a que son sometidas en Uruguay y lo difícil de escapar
cuando el mundo es tan ajeno. En el Uruguay de 2012, una historia de
gente que se piensa con derecho a ser dueña de otra gente. Por suerte el
Estado esta vez parece estar dando todas las garantías necesarias.
Las
trabajadoras relataron cómo son captadas en su país, las condiciones a
que son sometidas en Uruguay y lo difícil de escapar cuando el mundo es
tan ajeno. En el Uruguay de 2012, una historia de gente que se piensa
con derecho a ser dueña de otra gente. Por suerte el Estado esta vez
parece estar dando todas las garantías necesarias.
Se las había arreglado sola, siempre. Incluso cuando se fue a Buenos
Aires, y también a San Pablo, a trabajar en talleres de costura, y
dormía y trabajaba y comía y vivía en una pieza. Seguramente en alguna
de esas maquilas tan infames como ilegales, que dos por tres son noticia
en la tevé cuando se incendian, o cuando se descubre que allí trabajan
cientos de migrantes irregulares por salarios miserables.
Pero esa mañana, cuando su sobrina la invitó a probar suerte en la
agencia de colocación de personal llamada Verónica, Laura -así le
diremos a los efectos de esta nota- aceptó. Hacía poco sus antiguos
empleadores se habían mudado de La Paz a Santa Cruz y ella no los siguió
porque sus hijos van al colegio en la capital boliviana. Así que
decidió probar suerte. Apenas llegó, "Vero" le preguntó si quería
trabajar en Uruguay.
Se extrañó, pensando que le hablaban de la avenida paceña, famosa
por ser lugar de venta de pescado; pero no. "De Argentina, más allá", le
aclaró la dueña. "Anímate. Es una señora muy rica, paga muy bien, trata
muy bien a las muchachas." Preguntó cuánto era el salario y Vero
aseguró: "Quinientos dólares para empezar. El segundo mes te va a
aumentar 100 y vas a ganar 600 dólares". Mientras ella sacaba cuentas y
dudaba, Vero marcó un celular y lo dejó sonar un par de veces antes de
cortar. Miles de quilómetros al sur, Nathalie Manhard Sasson entendió el
mensaje y con presteza devolvió la llamada. Instantes más tarde
boliviana y uruguaya mantenían el diálogo:
-El trato es que te voy a pagar 500 dólares. Pago muy bien. Tengo otras muchachas bolivianas ¿sabés limpiar?
-Sí, tengo certificados de trabajo.
-¿Estarías dispuesta a venir?
-No sé, es que tengo niños?
-¿Tenés a quién dejárselos?
-Con su papá o mi hermana.
Durante la conversación, "Vero me dice: "¿Para qué le dices que
tienes hijos? No tengo hijos, debes decir". Y me dice la señora: "No
hagas caso a lo que dice Vero, hacé caso a lo que yo te pregunto y
contestame". Y yo le contestaba todo: sabía limpiar, sabía de costura,
porque en Buenos Aires y San Pablo he trabajado en talleres de costura.
Me pidió mi teléfono pero le di el de mi hermano, porque no estaba
decidida a trabajar.
Vero me decía: "Anímate, anda. Es una señora millonaria, que bien
paga. No es cualquier señora, una cónsul, me dicen que es. Dicen que es
bien grande, bien linda, la casa. Las otras muchachas que trabajan me
dicen que es bien buena. ¿Quieres hablar con las otras?". Hablando no
voy a ganar nada. El lunes vengo si no encuentro trabajo". Y se fue.
Después, todo sucedió muy rápido. Cuando llegó a su casa, Manhard ya
se había comunicado nuevamente. Horas más tarde volvió a llamarla y
prometió: "Si te quedas un año no te voy a descontar el pasaje. Te voy a
dar un celular, te voy a dar un chip".
"Yo debía al banco -cuenta ahora la trabajadora a Brecha-, y mi
hermano y mi cuñada me decían que así pagaría más rápido. No es que 500
dólares fuera mucha plata. Son 3 mil bolivianos porque el dólar allí
está muy bajito, pero me venían como anillo al dedo, como dicen. Que yo
esté aquí, no gaste en mis pasajes? podía mandar un monto para mis hijos
y otro para el banco". Cuando el domingo a la mañana Manhard insistió
con un nuevo llamado y aseguró que había girado dinero a Vero para el
pasaje, Laura decidió aceptar.
El martes al mediodía tomó el bus que la separaría de la cordillera
de los Andes para, tres días después, dejarla con el mar a sus pies en
Montevideo. Tomó el taxi negro y amarillo tal como "la señora" le había
indicado y minutos más tarde arribó a la mansión ubicada en Américo
Ilaria, entre Viña del Mar y Copacabana.
Los 400 pesos del taxi los pagó la cocinera. Dejó sus cosas en la
habitación, se dio un baño, e instantes después comenzó su trabajo.
Enseguida su identidad comenzó a desdibujarse. A partir de ese momento
era "la de la planta baja", como se llama en aquella casa a la encargada
de la limpieza de ese sector. No imaginaba todo lo que viviría en los
próximos meses.
En la residencia de Carrasco trabajan cuatro personas, siempre de
origen boliviano (una "planta alta", una "planta baja", una niñera y una
cocinera). La paciente reconstrucción que hizo el colectivo feminista
Cotidiano Mujer -institución a la que se acercaron varias mujeres en
busca de ayuda- permite saber hoy que al menos 12 ciudadanas de aquel
país pasaron por la casa en el último año. Todas llegaron a través de la
agencia Verónica, solicitadas por Nathalie Manhard.
Viajaron por tierra, sin contrato, permanecieron de forma irregular
en el país. Recibían 500 dólares de salario, trabajando prácticamente el
doble de horas de lo estipulado por ley y con un descanso de cuatro
horas semanales, nunca en fin de semana (véase recuadro).
Brecha está en condiciones de informar que Manhard también
contactaba a la agencia boliviana en procura de personal doméstico para
sus amigas y para sus padres (Enrique Manhard y Vivianne Sasson). Al
menos en la casa de sus padres, las trabajadoras recibían un trato
similar. Según el testimonio de una ex trabajadora de esa casa, el
vínculo laboral en ese lugar también era a través de Nathalie. Era ella
quien decidía todo lo referente al trabajo. Relatan también que,
mientras su madre solía mantener un trato amable, Enrique, el padre, era
parecido a su hija en la forma de dirigirse a las trabajadoras.
Otra de las constataciones es que cuando el vínculo laboral
finalizaba (sea porque no aguantaban el nivel de estrés o porque Manhard
decidía que no trabajaran más) eran "despachadas" (tal es el término
que utilizan) a Bolivia, incluso contra su propia voluntad. A partir de
que algunas lograron permanecer en el país es que se conoció la
historia.
LA SEÑORA TIQUI TIQUI
"Tiqui tiqui. Acá se viene a trabajar", cuentan que decía Nathalie
Manhard a sus empleadas, mientras movía ágilmente los dedos en señal de
caminata. "Hasta ahora tengo en mi mente esa palabra", comenta una de
ellas mientras repasa algunos de los hechos que muestran, además de las
irregularidades y el incumplimiento de las leyes, un fuerte componente
de racismo y clasismo por parte de la empleadora.
"Nos teníamos que parar a las 6 de la mañana y el desayuno debía
estar servido a las 7 en punto. "La comida de la casa", decían ellos,
porque tienen la cocina principal y la cocina del servicio. Y la comida
del personal es muy distinta a lo que ellos comen. Nos compraba carne
picada común, un quilo, que tenía que durar un mes. Lo que más comíamos
era polenta con pulpa de tomate o fideos hervidos con pulpa de tomate o
con atún.
El jardinero no estaba autorizado a comer, pero la cocinera decía
"yo tengo hijos, sobrinos", y tratábamos de cocinar algo más y le
dábamos. Nuestro plato de lujo era arroz con huevo, o con pancho. Muy
rara vez podíamos comer lenteja. No podíamos comer tomate, salvo que
estuviera a precio bajo. No podíamos comer lechuga porque es carísima.
Pero había rúcula en su huerto y podíamos comerla. El desayuno era con
un paquetito de Nescafé. No podíamos tomar leche, Si era temporada de
manzana compraba una bolsa para nosotras. O de naranja. Pero otra fruta
no se podía comer. Ni banana ni otras cosas más. Ella decía que en todo
Uruguay el trato era así. Que teníamos que comer así."
Un día, enterada de que una trabajadora decía que ya no quería
comer, Manhard les dijo: "Si nadie quiere comer lo que les doy aquí,
pueden salir, comprarse con su plata. Hay Mc Donald"s; pueden ir a comer
ahí, puede ir a comer al restorán, si tienen plata". A la mala
alimentación se le sumaban las extenuantes jornadas de trabajo: un
promedio de 14 horas de lunes a lunes, con media hora para comer, y una
hora de descanso que difícilmente podía cumplirse porque siempre había
tareas para hacer. "No tenía ese tiempo", dice una trabajadora.
Después de la limpieza de las habitaciones, había que ayudar en la
cocina, y además "tenía que planchar. Planta alta lavaba y planta baja
planchaba. Decía en la carpeta (un "manual de instrucciones" que se les
entregaba a su llegada) que planta baja se hace cargo de coser, limpiar
los championes a diario, bajar y subir las cosas. La misma señora nos
hacía pelear. Demasiado estrés, era". Por ejemplo, dice el manual que la
persona encargada de la planta baja debe, según el día de la semana,
limpiar el hall de entrada y el baño de visitas, el breakfast, el
comedor, el living, el lavadero, el depósito de deportes, el dormitorio y
el baño de huéspedes, el depósito frente al dormitorio de servicio, el
baño y el hall del escritorio, el estar, el billar, el playroom y su
baño, la barbacoa, con su baño y cocina incluidos.
Entre sus tareas también está tender y servir la mesa durante la
comida, lavar a máquina y a mano, colgar y secar la ropa, limpiar y
lustrar zapatos, guardar la ropa y el calzado. Asimismo debe ayudar a la
cocinera (salvo los días que está cubriendo a la niñera) en el
mantenimiento de la cocina principal ("siempre impecablemente limpia,
horno, anafe, micro, heladeras, filtros, muebles, pisos" )
Al principio pensaba que el trabajo en Uruguay "debe ser así". Pero
un día la cocinera, que llevaba más tiempo en la casa, dijo que así no
era. Eso le había comentado una profesora uruguaya que durante un tiempo
frecuentó la casa. Le habló de las leyes, del descanso, de la
limitación de la jornada y los beneficios que les correspondían y de los
cuales no tenían noticias.
Las trabajadoras no tenían a quién preguntar. No conocían a nadie en
el país, no sabían a quién recurrir. Es que el trabajo migrante, cuando
además es irregular, atrapa y congela. Sólo tenían cuatro horas
semanales libres. Eso impedía su movilidad a lugares alejados de la
residencia de Carrasco, a lo que se le suma el temor (el autoimpuesto y
el propiciado) de ser "atrapadas" en tanto que, luego de los primeros
tres meses, su permanencia en el país era irregular.
"Si saben que están irregulares las detienen", cuentan que les decía
Manhard, quien hacía rato había perdido las buenas formas que mostraba
por teléfono. La prohibición imperaba también dentro de la residencia:
tenían prohibida la conversación entre ellas a no ser por asuntos
estrictamente laborales.
"Una noche se rompió una carpa que en la mañana se abre y en la
noche, antes de que entre el sol, se recoge. No sabemos qué pasó. Llegó
furiosa y era tan? Me agarró primero a mí, me gritó que era una muerta
de hambre, que ella hacía comer a mis hijos. Que con lo que ganaba ni en
20 años podía pagarle porque esa carpa costaba más de 20 mil y pico.
Luego tomó a la otra. Pero con unos ojos, tenía un carácter... una voz
que te hace temblar. Yo con sólo mirar a esa señora le tengo miedo.
Hasta el día de hoy le tengo miedo, un miedo grande. Te grita, te da
como unas palabras tan bruscas que te duelen y te llegan al alma."
SALIR DE AHÍ
Los intentos por conocer sus derechos fueron permanentemente
boicoteados. Un día la cocinera decidió que saldría muy temprano y
utilizaría sus horas libres para ir al Ministerio de Trabajo. Salió,
volvió sin haber encontrado la sede, pero con la certeza de que en
Uruguay las cosas no eran como las pintaba Manhard. "Nos iremos", le
dijo a Laura.
"Una muchacha ya había escapado de la casa; había sacado su maleta
por la ventana y se había escapado. Estaba antes que yo llegara," contó.
Pero el plan en este caso era otro: "Le diremos que nos vamos a ir, y
nos vamos a Punta del Este, que pagan bien", dijo la cocinera. A los
pocos días Manhard le anunció que le adelantaba las vacaciones porque
ella viajaría a Punta del Este, a casa de su madre. La cocinera propuso
ir con ella pero la dueña de casa dijo que su madre tenía su propio
personal, que visitara a sus hijos en Bolivia y que se verían al
regreso. Para ella quedaba claro que estaba siendo "despachada". "Lo
mismo sucedió con otra muchacha que estaba averiguando. Una peruana le
había dicho que el trabajo es bien distinto. Eso fue en la mañana, y en
la noche la despachó a Bolivia."
Era domingo por la tarde cuando la cocinera debió abandonar la casa.
Al poco rato llamó. "Como había estado más de ocho meses no podía salir
sin pagar a Migraciones. Pero como era domingo no podía. La señora
Nathalie le dijo que se volviera." Sin embargo, a la mañana siguiente
"la señora se tomó la "amabilidad" de llevarla a Migraciones y
despacharla en el ómnibus de Tres Cruces hasta Buenos Aires.
Su plan no dio resultado.
Esa noche sólo hablamos ella y yo, luego se fue y perdimos contacto.
Pero ahí supimos cómo era. La muchacha de la planta alta conoció a una
peruana y le dijo lo mismo: el trabajo no es así." Para ese entonces
Laura ya había anunciado a Manhard que quería viajar a Bolivia en
verano, cuando se cumpliría más de un año de su llegada al país. "Ella
me decía: "¿Por qué te vas a ir, si tú me agradas? Haces bien las cosas,
la costura, peinas". Pero yo decía que extrañaba a mis hijos. Quería
salir de esa casa porque era mucho, yo no daba más."
DESENLACE
¿Cómo supo la dueña de casa las intenciones de la cocinera?
Según el relato de varias trabajadoras (que no se conocían entre sí
hasta su encuentro en Cotidiano Mujer), en la residencia hay cámaras y
micrófonos que permiten ver y escuchar todo lo que sucede.
"(Nathalie) estaba en Punta del Este y en la computadora veía lo que
sucedía en la casa", dijo a Brecha una de las trabajadoras de la casa
de los padres, que en el verano cumplía funciones en su residencia del
balneario. "Una vez vinieron a arreglar una pared y ella llamó
preguntando quién era la persona que estaba en el pasillo."
Un relato similar fue aportado por otra trabajadora, que cumplía
funciones en casa de los padres Mahard: "Una vez me puse muy triste. A
veces me digo qué estoy haciendo aquí. En eso, me llama la señora y
pregunta si me pasa algo, no sé cómo supo que estaba llorando. Le dije
que me iba a retirar. Ella quería volverme a Bolivia. Me dijo que
esperara hasta el 2 de agosto", narró a Brecha.
La "señora" a la que hace referencia es Nathalie, puesto que era
ella quien gestionaba los temas con el personal de su madre. Días
después las dos trabajadoras bolivianas que cumplían funciones allí
fueron trasladadas sin previo aviso a Migraciones para cambiar la
tarjeta de entrada por una de salida del país. En la noche el chofer las
llevó a Tres Cruces, con el cometido de "despacharlas" a Buenos Aires.
"Vino la señora a pagarnos, con los descuentos. Yo contaba con 400
dólares para llevarlos", al igual que la otra trabajadora. "Pero viendo
la plata ya no llegábamos. Habíamos venido con poca plata pero ya
regresarnos sin nada? No queríamos volver, pero decía ¿dónde vamos a
dormir? Yo estaba llorando (en la terminal) cuando vino una señora que
nos preguntó qué nos pasaba. Nos ha dado la dirección de un refugio
donde fuimos a pasar la noche (la Casa del Inmigrante César Vallejo). Lo
encontramos como a las 12 de la noche. Al día siguiente estábamos en
plaza Independencia y una amiga nos trajo aquí" (se refiere al local de
Cotidiano Mujer).
Es en la casa del colectivo feminista donde confluyen las historias y
donde varias de las trabajadoras bolivianas han tenido contacto entre
ellas por primera vez. Laura también llegó a Cotidiano después de
abandonar la casa de los Manhard: "La señora quería que firmara un papel
y yo he firmado. En ese papel me descuenta hasta el último centavo del
pasaje que me había pagado. Pensé que me llevaba como 400 y pico de
dólares. Salí con 200 dólares. Mi compañera no quiso firmar, entonces el
jardinero le impedía el paso. Ella quería salir y denunciar porque una
peruana ya le había hablado de Cotidiano. Ella logró salir antes y yo
después".
Cuando ambas se encontraron "ya empezaba a asustarme, porque la
señora había dicho que nos iban a detener, y como siempre me dijo que
ella tenía mucho poder? el día que me fui dijo: "Si hoy día no van a
partir a Bolivia yo voy a mover mis contactos y ustedes van a estar
detenidas"".
La historia de esta persona, que luego sería víctima de una
privación de libertad, o secuestro, o como jurídicamente pueda llamarse,
sería la que finalmente desencadenaría la denuncia judicial.
Pero al principio: "Me he resignado, lo dejo así y busco otro
trabajo. Al fin y al cabo no le debo nada a esa señora. Me alejé. Me
hice a un lado porque me dijo que tenía tanto poder. El que tiene tanta
plata siempre sale ganando. Y soy una persona así, ¿qué voy a hacer con
una persona así?", dice, mientras con sus dedos dibuja algo pequeño
primero y luego algo mucho más grande.
BRECHA | SOCIEDAD | Pág. 11 | 10/08/2012
Mínimo, mínimo
La jornada laboral en la residencia Fernández Manhard comienza a las 7
de la mañana y finaliza alrededor de las 11 de la noche, según los
testimonios relatados a Brecha. El descanso son cuatro horas semanales,
que no caen en sábado ni domingo. El sueldo de las empleadas es de 500
dólares (10 mil pesos). No se cobran horas extra, no se paga doble los
feriados, ni tampoco se les da libre, y no cuentan con seguridad social.
Si el personal permanece menos de un año (cosa frecuente dado el trato
que reciben) se les descuenta de sus haberes el costo del pasaje. En la
actualidad el sueldo mínimo fijado por el Estado para las trabajadoras
domésticas es de 8.534 pesos por 44 horas semanales (siete horas
diarias) y el descanso es de un día y medio.
Un perfil de la familia Manhard .
.
En su edición del viernes 10 de agosto, el semanario Brecha
reveló la identidad de los millonarios uruguayos que mantenían a
ciudadanas bolivianas en condiciones de esclavitud en sus suntuosas
residencias del barrio de Carrasco. Resulta interesante saber quién es
Enrique Manhard, el “pater familia” de este grupo familiar-empresarial,
que dicta conferencias internacionales sobre “actividad de ayuda
social”, organiza cumpleaños pantagruélicos en su casa de veraneo en
Punta del Este y alardea de su amistad con políticos, empresarios e
intelectuales de rancio estirpe.
Manhard es un acaudalado empresario austríaco,
con ciudadanía legal en nuestro país, dueño de un conjunto de empresas
del que forman parte Parisien, La Casa de la Telas, Indian Outlet, y las
medierías Si Si. Además, en abril del año pasado se supo que había
adquirido el viejo edificio de la fábrica Fibratex por un total de
2.050.000 dólares, dejando a cuenta una seña superior a los 600 mil
dólares. También es Socio de Punta Carretas Shopping e integrante de su
Comité ejecutivo, director propietario de las Expoferias Ariel, inversor
inmobiliario, miembro activo en B´nai B´rith de Uruguay y “colaborador”
de la Universidad de Montevideo.
En su calidad de patrón, Manhard fue objeto de denuncias ante la
Dirección Nacional del Trabajo (Dinatra) por parte de la Federación de
Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys) por condicionar el pago a los
empleados de sus tiendas del laudo acordado en los consejos de salarios
a una venta mínima de mercadería que debe superar la suma de 400 mil
pesos mensuales. El laudo vigente en el sector se sitúa en los 6.929
pesos nominales por 44 horas semanales de trabajo.
Pero Manhard también tiene un largo rosario de multas aplicadas por la
Intendencia de Montevideo por incumplimientos o ilegalidades de diversa
índole.
Historia de inmigrantes
En la página web de
Parisien
se relata el periplo de los padres del empresario –Samuel Manhard y
Regina Abend- quienes llegaron a Uruguay, desde Austria, huyendo de la
guerra. Y comenta la situación actual de la cadena de venta de ropa: “El
grupo de tiendas Parisien cuenta con más de 1000 empleados en todo el
país. Al día de hoy funcionan más de 40 locales y seguimos creciendo. En
Montevideo, se encuentran las oficinas y fábrica de confecciones que
emplea 150 personas y producen prendas exclusivas de calidad con
maquinaria de última generación. Al frente del departamento de diseño,
jóvenes uruguayas, que estudiaron en nuestro país, viajan varias veces
al año a comprobar que siguen los lineamientos de la moda de Europa,
Estados Unidos y también de los países Orientales que desde hace tiempo
enriquecieron con su colorido y texturas la moda del mundo. Enrique
Manhard sigue imprimiendo su energía y experiencia a las nuevas
generaciones. Sus hijos Gustavo Ferber y Nathalie Manhard se consolidan
como pilares de la empresa, aportando la visión de los más jóvenes”.
A pesar de esta idílica presentación, la información que manejan los
sindicalistas es bien diferente. Según una nota del semanario Brecha
publicada el 25 de febrero de 2011, Manhard es el principal importador
de vestimenta del país, por valor de 17,5 millones de dólares en 2010,
según datos del Ministerio de Industria.
Según el documento del MIEM que consignó Brecha, las empresas de Manhard
pagaron el kilo de ropa (proveniente de Asia) a 11,04 dólares (unos 200
pesos, que también incluye el costo de flete y seguro). Ese es el
verdadero origen de las prendas que según la página web de Parisien se
producen en la “fábrica de confecciones que emplea 150 personas con
maquinaria de última generación”. La sindicalista Laura Suárez dijo a
Brecha, que la empresa ya casi no produce en su taller, salvo algún
diseño que luego se envía a confeccionar a China y luego aquí se le
hacen las terminaciones.
“Yo voy a mover mis contactos y ustedes van a estar detenidas”, les dijo
Nathalie en tono amenazante, a las empleadas domésticas que habían
decidido abandonar su casa, según relata Brecha. El alarde no era falso,
ya que la familia tiene una notable red de influencias en los ámbitos
empresariales y políticos, dentro y fuera del país.
Una de esas amistades tiene una importancia mundial, y fue objeto de un
agasajo en la casa de veraneo que el empresario tiene en Rincón del
Indio, cerca de Punta del Este. Allí recibió al escritor peruano Mario
Vargas Llosa, en su última visita al país, poco después de recibir el
Premio Nobel de Literatura 2011.
Según una nota de
El País,
el escritor peruano se reunió con los ex presidentes Jorge Batlle,
Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle en la casa de Manhard.
Comieron “carne uruguaya, magnífica”, según dijo Vargas Llosa al salir.
El almuerzo fue “de longitud madrileña”, aportó Lacalle, ya que la
sobremesa se extendió hasta pasadas las 5 de la tarde, lo cual habrá
significado un trabajo extenuante para la servidumbre, ya de por sí
explotada por sus patrones.
Lacalle fue más lejos en su panegírico, y aseguró que fue “un almuerzo
que se extendió con una sobremesa realmente de privilegio. Para mí fue
realmente una de esa jornadas que uno recuerda porque uno levanta el
nivel, aprende mucho, un verdadero placer del intelecto, una fiesta
intelectual y una muy generosa hospitalidad del señor Manhard”.
Los negreros de Fripur
En el marco de esta visita Vargas Llosa recorrió la Fundación
Atchugarry, en Manantiales. Estuvo acompañado por una decena de personas
-entre ellas el ex director del Museo Nacional de Artes Visuales, Ángel
Kalenberg, los artistas plásticos Miguel Ángel Battegazzore y Jorge
Nogués, y el arquitecto Leonardo Nogués- y sus guías fueron el ex
presidente Sanguinetti y su esposa Marta Canessa. “¿Viste el cuadro
negro y blanco que había en el living de (Enrique) Manhard? Lo hizo él”,
dijo Sanguinetti a Vargas Llosa, en referencia a Battegazzore.
La hospitalidad de Manhard ya había sido noticia de diarios (en
realidad, de El País) en 2010, cuando albergó en su casona de veraneo
los festejos por los 74 años de Sanguinetti.
Bajo el título
“Un mago animó el festejo de Sanguinetti”,
el matutino publicó una breve nota en la que da cuenta de que “El
empresario Enrique Manhard, propietario de las cadenas La Casa de Las
Telas, Parisien, Indian Outlet y otros negocios, lo agasajó en su casa
de Rincón del Indio de Punta del Este”. Y agrega que “Sanguinetti estuvo
acompañado por su esposa Marta Canessa, su hijo Julio Luis y los nietos
del ex mandatario”.
El dueño de casa, dice El País, en referencia a Manhard, “preparó un
almuerzo del cual participaron el periodista argentino Andrés
Oppenheimer y los colorados Oscar Magurno, el ex canciller Didier
Opertti, Ricardo Scaglia, Wilson Sanabria, Francisco Sanabria Barrios y
su novia, Carolina Serna (hija del gerente del Hotel Conrad), entre
otros. En la celebración hubo 40 invitados y un mago fue responsable de
amenizar en encuentro”.
Naturalmente, la nota no hace referencia a la servidumbre que atendió a
la selecta concurrencia, pero a juzgar por las novedades de los últimos
días, no sería de extrañar que algunas de sus integrantes provinieran de
Bolivia o Perú, y se encontraran en nuestro país en el mismo régimen de
esclavitud que promovió el allanamiento en la casa de su hija en
Carrasco.
Los "amigos"de los Manhard
Luchador social
Enrique Manhard fue uno de los ponentes en la última sesión plenaria
del Círculo de Montevideo, realizado en la ciudad de México entre el 26 y
el 27 de julio, hace apenas dos semanas. En el programa de la primera
jornada, Manhard aparece como uno de los “intervinientes” y es
presentado con la siguiente descripción: “Empresario Uruguayo con
actividad de ayuda social. Director del Grupo Chic Parisien. Directivo
Shopping Punta Carretas”.
Manhard es miembro de la Fundación Círculo de Montevideo que fundó Sanguinetti y como tal una breve
reseña biográfica figura
en la página web de la fundación. En esa reseña se destacan las
actividades empresariales y sociales del empresario, a quien se le
atribuye la realización de “actividades de ayuda social” que no se
especifican.
El empresario austríaco compartió esa
jornada de deliberaciones filosóficas y políticas
sobre “la crisis mundial y las secuelas sociales ante la igualdad y la
libertad” con el ex presidente colombiano Belisario Betancur, el ex
presidente español Felipe González, el secretario general Iberoamericano
Enrique Iglesias, el ex presidente chileno Ricardo Lagos, el secretario
general de la OEA José Miguel Insulza y el anfitrión, el mexicano
Carlos Slim, quien actualmente encabeza la lista de hombres más ricos
del planeta.
Con esta historia conmovedora de inmigrantes que huyen de la miseria de
la guerra, y con tantos amigos notorios preocupados por la crisis social
en el mundo, resulta llamativo que Manhard y su familia no hayan tenido
un poco más de consideración con estas mujeres latinoamericanas que lo
único que querían era un trabajo digno y un mejor lugar para vivir.
2 de agosto 2012
Policía cercó casa en Carrasco para detectar trabajo ilegal de bolivianas
Habrá interrogatorios para determinar si hay más extranjeras en el servicio doméstico de esa casa
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tuvo que acudir a la Justicia y la fuerza pública para
ingresar a una casa en el barrio Carrasco, y cumplir así con una inspección del personal
doméstico, donde se constató que dos mujeres bolivianas prestaban servicio con hospedaje sin
estar inscriptas en el Banco de Seguridad Social (BPS) como exige la ley.
Luego de la denuncia de una Organización No Gubernamental (ONG), la Inspección del Trabajo
llegó a la propiedad (de grandes dimensiones) en el este de Montevideo.
Las personas
presentes en ese lugar impidieron el ingreso de los funcionarios, por lo que por primera vez
desde su aprobación en 2006, se acudió al apoyo de la Justicia y la Policía para ingresar al
hogar, previsto en la ley de trabajo doméstico.
Según pudo saber El Observador, la fuerza pública rodeó la manzana para bloquear las
diferentes puertas de acceso de la casa a inspeccionar, y luego de media hora de negociaciones
llegó al lugar una persona identificada como abogado y “amigo” de la familia a enterarse del
acontecimiento.
Minutos después llegó el empleador de las trabajadoras domésticas extranjeras,
y se procedió a la inspección.
El ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, dijo a El Observador que las dos bolivianas no se
desempeñaban como esclavas, como se manejó en un principio, cuando terminó el operativo
sobre las 17 horas.
Desde ya muchas gracias.
Comunicado
del colectivo www.cotidianomujer.org.uy
Cotidiano Mujer, como organización promotora de derechos de las mujeres,
hace años que trabaja en la promoción de derechos de las trabajadoras
domésticas. En 2011 inició una actividad específica con trabajadoras
migrantes que se reúnen mensualmente con el objetivo crear un espacio de
empoderamiento, reconocimiento y defensa de sus derechos fundamentales.
En ese marco hemos documentado diferentes situaciones de vulneración de
derechos que experimentan decenas de mujeres migrantes en nuestro país.
En los últimos meses se detectó un patrón de comportamiento en perjuicio
de mujeres bolivianas que vienen a Uruguay para desempeñarse como
trabajadoras domesticas. En concreto, nos resultó alarmante la situación
de explotación laboral en la que se encuentran trabajadoras domésticas
que realizan su trabajo en una residencia en Carrasco.
Con fundamento en la Ley 18.065 formulamos la denuncia ante el
Ministerio del Trabajo y Seguridad Social y esa casa fue objeto de
inspección. Por negativa a portar los datos correspondientes, el 2 de
agosto, en amparo a esta ley se realizó el primer allanamiento. Los
propietarios de la casa en cuestión son Natalia Manhard y Javier
Fernández, vinculados a empresas de significativa relevancia en el país
como Chic Parisien y Fripur, en cuya casa y las de sus padres se
registra una permanente rotación de las trabajadoras domesticas
bolivianas. De hecho, en el transcurso de 1 año pasaron al menos 10
trabajadoras.
Las condiciones laborales a las que son sometidas estas trabajadoras
implican la vulneración de derechos básicos garantizados en nuestro
Estado democrático. Son mujeres que trabajan “cama adentro” y que deben
estar al servicio de sus empleadores tiempo completo. Su horario varía
entre 12 y 13 horas diarias y el descanso intermedio es una decisión
discrecional de la empleadora.
Si bien la decisión de migrar es un derecho humano fundamental, en el
caso puntual del que estamos hablando, las mujeres bolivianas son
traídas a Uruguay con una promesa de trabajo y su condición migratoria
“irregular” es un pretexto para vulnerar sus derechos, derechos
reconocidos y protegidos constitucionalmente. Saludamos las acciones
emprendidas por la Inspección de Trabajo, y consideramos imprescindible
que estos hechos no queden impunes.
Llamamos a toda la ciudadanía a expresar su indignación y repudio a
estas prácticas vejatorias de la dignidad humana y los derechos
fundamentales.
Ver además:
Muy interesante la nota, faltó aclarar que Fernandez es amigo personal de Mujica y aporto grandes cantidades a su campaña presidencial, así como su avión privado no? Así fue que Mujica después le perdonó más del50% de la multa que tenía que pagar por vender productos podridos a la Unión europea. Las verdades a medias son mentiras, vamo arriba.
ResponderEliminarJavier lo tuyo es dolor por el festejo de cumpleaños de Sanguineti???
ResponderEliminar..y eso hace inocente a los culpables?
ResponderEliminarMENTIRA. Trabajo para Alberto Fernánez desde el 2009 y les puedo asegurar que sus empleados de casa lo quieren y no viven en las condiciones de esclavitud. Relación a la planta de Fripur puedo decir lo siguiente. Se puede discutir sobre la calidad del pescado, sobre temas de producción, pero...la gente que está trabajando en la planta trabaja alla por que no sabe hacer nada más, ni estudió, o por que lo ven conveniente en este momento. Ustedes quieren que les paguen el mismo salario que recibe un docente de la Universidad? No existe. En todos países del mundo hay trabajo que exigen mucha preparación y los trabajos para ¨¨cada uno¨¨, con salarios distintos. Si los inmigrantes no están contentos con algo que vuelvaan a sus países. Tengo amigos que trabajan en la indústria pesquera peruana y puedo decir que también tienen salarios y las condiciones correspondientes al nivel de la educación y la preparación. Soy la vendedora de Fripur para Rúsia, no anónimo. Si quieren pueden contactárme.
ResponderEliminarJAJAJAJA SE VE QUE SABES BIEN POQUITO IRINA...TE PENSAS QUE LOS PROFESORES DE LA UNIVERSIDAD SON MILLONARIOS??QUE TIENEN PLATA APRA TIRAR PARA ARRIBA??VAMOS, NO SEAS IDIOTA QUE LOS QUE MAS TIENEN NO LLEGARON A DONDE ESTAN POR SUS ESTUDIOS O SUS MÉRITOS..SINO POR SUS CONTACTOS E INFLUENCIAS O HERENCIA. ENTONCES UNA PERSONA PORQUE NO ESTUDIO NO VALE NADA? TIENEN DERECHO AEXPLOTARLA Y PAGARLE 3 PESOS??? BASTANTE FACISTA Y CLASISTA TU PENSAMIENTO
EliminarIrina: Muy penoso su razonamiento. Nadie debe ganar un salario que no le permita vivir sin apremios, al margen de sus estudios o experiencia.Un trabajador pone trabajo y su vida diaria al servicio del empleador que, muchas veces se enriquece no sólo gracias a su habilidad comercial,sino también al esfuerzo de sus obreros y empleados. Siempre repito que aquellos que odian a las izquierdas, son los principables hacedores de rebeldes y guerrilleros. Nada enoja más que la injusticia que, lastima a la dignidad desde distintos ángulos.-Por otra parte, Ud. es vendedora-oficio respetable- de Fripur y sus opiniones carecen de toda objetividad.-
EliminarSos terrible facha alcahuete, mamerta, o sea que la gente porque no tienen estudios no tiene derecho a un trabajo bien pagado y digno. Gallega de mierda que nos tratas como sudacas mano de obra desechable, vas a ver como europa va a caer y van a ser ustedes los que venga aca, perra.
EliminarIRINA YO TRABAJO EN FRIPUR Y PARA TU INFORMACION HAY MUCHA PERO MUCHA GENTE CON ESTUDIO TRABAJANDO AHI LA VERDAD ES PENOSA TU OPINION ,Y MEJOR NO HABLAR DE LA CALIDAD DEL PRODUCTO POR DIOS
EliminarAlberto me dió apoyo grande cuando lo necesité. También empleó alguna gente que le sugería y nunca nadie se quejó. Los que están descontentos a buscar otro trabajo, otros países o a estudiar. Relación al comentario de Javier puedo decir que en Europa Mujica se considera el presidente más honesto, más sincero y menos podrido. Vive como la mayoria de los uruguayos, dona la gran parte de su salario. Que os falta? Queren tener a Cristina? A Pútin? o la familia real española? Los españoles cada tanto publican cosas sobre Mujica, les encanta su personalidad. Y no tuvo derecho de usar el avión? hubiera que caminar? No sean envidiosos, ni resentidos. Nadie sabe a ciencia cierta lo que está pasando detrás de las puertas de las casas privadas, y los empleados de Fripur siempre pueden renunciar, pero por algo no lo hacen.
ResponderEliminarSos una cornuda ya te van a sacar del culo a vos tambien jaja, estas defendiendo a gente que le gusta negrear a personas? madres que trabajan como locas para alimentar a sus hijos. Evidentemente sos como estos enfermos, Así espero que te vaya bien mal en la vida a ver si aprendes.
EliminarIrina, es tristisimo que hables como si todos fueramos ignorantes... igualando a la gente intelectualmente, cuando sabemos que no es tan asi... No podes comparar a una persona uruguaya, que sabe bien donde se esta moviendo, y cómo deberia ser su sueldo, a personas que vienen de otro pais, y que estan completamente vulnerables por no saber ni donde estan paradas. Juegan con el miedo de esa gente y con la necesidad, por eso contratan a esas personas y no contratan a mujeres uruguayas para que limpien. Hoy por hoy las empleadas domesticas aca tienen bastante claros sus derechos (hablando en general, obviamente), y donde yeguas como esta minita y su familia se hagan las vivas, las escrachan. Distinto es una persona que viene de otro lugar, confiando, sin conocer siquiera donde queda el ministerio de trabajo, a la que podes explotar sin drama, total, nadie se entera y nadie las defiende... no seas mala, no defiendas a la lacra y mucho menos basandote en que viste a una empleada contenta... no me rompas las bolas! por gente como vos, hipocritas, es que el mundo esta asi como esta.... por gente como vos, que cree que laburar por dos mangos en fripur es lo correcto.... y asi seguimos.... alcahueta! deberia darte verguenza
EliminarIrina sos tan arrogante como tu jefe!!! Con q tengan a las empleadas domésticas sean de donde sean sin aportar al bps, ya están faltando a la ley y a sus derechos como trabajadoras! no defiendas lo indefendible!!! Y abri los ojos tu jefesito te habra ayudado xq le sirve y lo hara mientras le sirvas... de hecho sos quien le vende a Rusia no? Si le serviras!!!!
ResponderEliminarGracias a explotadores como estos (y otros) y a personas bienintencionadas pero profundamente ignorantes como Irina (y muchísimos más) la historia del ser humano abusando del poder y de sus pares se seguirá repitiendo. Parece que esta trabajadora no tiene idea de que las condiciones laborales deben ser dignas más allá del nivel de formación de las personas. Soy universitaria y estoy de acuerdo en que la diferenciación en la remuneración debe guardar relación con la formación y las responsabilidades asignadas, pero siempre partiendo de un mínimo aceptable y sin vulnerar los derechos de los trabajadores. Quienes estén "descontentos" porque sus derechos son vulnerados... están en lo cierto! Lamentablemente en Uruguay muchas empresas privadas ejercen persecución sindical, por lo que las personas son despedidas al intentar formar sindicatos. Por lo visto la vendedora de Fripur no está enterada de los derechos laborales básicos, y por cierto tampoco tiene idea de los lamentables salarios de un docente de la Universidad de la República.
EliminarLOS DERECHOS LABORALES HAY QUE PUBLICARLOS HASTA EN LAS PARADAS DE LOS COLECTIVOS Y QUE TV CIUDAD Y LA NACIONAL SE ENGARGUEN DE DIFUNDIRLOS EN VEZ DE PASAR TANTAS VECES VIDEOS Y ENTREVISTAS MIL VECES REPETIDAS O TELETEATROS Y ESPACIOS DE ENTRETENIMIENTOS QUE DAN GANAS DE LLORAR EN VEZ DE REIR.
EliminarNO TODOS TIENEN INTERNET...
La historia es conocida, este Manhard y su hijita deberían ir presos pero como es amigo de politicos, ya sean de extrema derecha como sanguinetti y lacalle o de izquierda como mujica, no los tocaran, seguiran aprovechandose de la gente sin escrupulos
ResponderEliminarIrina,para empezar dudo que tu identidad sea cierta. Si es así me parece que estas defendiendo lo indefendible!Primero, el articulo no trata sobre Fripur sino sobre la esclavitud a la que someten a sus "empleadas domesticas". Me gustaría saber tu opinión sobre lo que narraron las empleadas, tu decís que es mentira? Que ganarían con eso? Ya sabemos que el tema no va a ser tratado públicamente por los contactos con los que cuentan este tipo de personas.
ResponderEliminarAnónimo. "Que ganarían con eso?" Simplemente, plata, quien tiene duda de eso.
EliminarCon toda la plata que tienen, se andan quemando por unas empleadas ilegales. Que cortos de mente que son, perfectamente le pueden pagar un buen sueldo y tenerlo en condiciones, hacen eso no para ahorrar sino porque les gusta maltratar a las personas que ellos consideran inferiores. Que triste que son como personas, la felicidad no esta en el dinero. Nabos!!!
ResponderEliminarO que, POR LO MENOS, se cumpliera con pagarles el laudo y las horas extras dobles, aunque sea el mìnimo,pero dentro de la ley. O sea que, si el laudo por trabajar 8 hs son 8.000 pesos mensuales, y trabajan 12 , estarìan ganando 16.000,y si no disfrutan su descanso semanal, tambien ese jornal se cobraria doble las primeras 8 hs, y doble y medio las otras 4, cobrando el equivalente a 26 hs de trabajo si trabajan 12 en un feriado o su sèptimo dia.
EliminarY ojo que no estoy hablando de un buen sueldo...simplemente, en caso que respetaran con pagarles el mìnimo segùn laudo y las horas extras.
UN EX GUARDIA SINDICALISTA
Los Fernandez de Calpryca y los de tenent son iguales de explotadores! lo traen en los genes parece!
ResponderEliminarson los primos...la misma basura.
Eliminary esta broker de pescado Srta Irina no puede ni abrir la boca. vive de la comision que le da Fripur. donde se vio que el perro muerda al amo?
Lamentablemente con casos aislados como estos, mucha gente que no son iguales quedan embarrados, conozco a los Manhard hace años y no me extraño para nada esta noticia.
ResponderEliminarTambien es lamentable que dejen mal a la colectividad judia y no hayan aprendido nada de lo tuvieron que vivir sus propios padres.
Por mas que tenga trato directo con politicos, sea del paritdo que sea, no mezclen, esto habla de la pobreza humana de una familia, nada mas.
Iriana, que pena tu pensamiento, soy una trabajadora de fripur,e inmigrante, y no porque trabaje en fripur quiere decir que no tengo estudios, los tengo quisas mas que tu, y me considero una persona inteligente y observadora.Tengo el pensamiento que las personas que se levantan a las 4am para salir a trabajar y hacer una jornada de trabajo para llevar el sustento para sus hijos, no son menos que nadie,y merecen un trato honorable y respetable, por ser madre y mujeres y sobre todo seres humanos. Acá en el Uruguay todos los inmigrantes son respetados por las leyes, lastima que algunas personas sin escrúpulos no lo hacen y se valen de su dinero para pisotear al que no tiene, la persona que inmigra se merece respeto y cariño, quistas mas del que esta en su país, no son mas ni menos que nadie.Bueno Iriana, ojala lo leas y te sirva y hagas un examen de conciencia.A propósito en que universidad te recibistes como vendedora. saludos.Pos data- los inmigrantes son mensajeros de sus culturas.
ResponderEliminarGracias por haber recopilado todo esto en este blog. Esta información ya se olvidó, no se volvieron a mencionar estos nombres en la prensa, y la página facebook de Parisien, que había sido borrada por la vergüenza que les dio, está de nuevo vivita y coleando con miles de "Me gusta". Es reconfortante al menos hacer una búsqueda en Google y encontrar que toda la información está viva (a pesar de que la publica un muerto ;-)) y se puede consultar y referir.
ResponderEliminarBrillante, estas cositas, estos detalles son los que hay que publicar periódicamente, para no perder la memoria.
ResponderEliminary no tantos robos y pavadas que en el fondo estos inmigrantes austríacos, judios que no se cansan de hablar del holocausto, parece que no les ha servido para nada... Solo aman el dinero y pareciera que lo que sufrieron se lo quieren hacer sufrir a los demás seres humanos. Un artículo imperdible y es difícil no realizar compras en sus comercios porque prácticamente dominan todo.Parisien, Indian Oulet, La Opera etc...
Irina puta facha, ignorante!!!
EliminarMe dan asco! realmente, asco!
ResponderEliminarEl solo echo de pensar en el asadito que se comieron lacalle, sanguinetti y el resto de las lacras en esa casa, ya me dan ganas de vomitar... y si pienso en las pobres bolivianas, peor!!!! Odio que esta gente domine el mundo, domine al humano, y lo peor es que el mismo ser humano se deja dominar, se calla la boca, y lo peor es que los defiende y los quiere, como este orangutan de irina, que lo unico que hace es alcahuetear a quien seguramente le garpaba 2 mangos por laburar donde laburaba y le decia un par de cosas lindas y la dejaba contenta. Por dios! cuanto simio en la vuelta! El ser humano es lo peor que hay! no hay vuelta, cielo o infierno? esta todo aca!!!!!
Cornudos son ustedes. Dejen a Irina en paz.
ResponderEliminarlos petes que se habra hecho la irina y ahora que fripur no esta donde mama????
ResponderEliminarIrina defiende lo que no sabe. Los señores estos son explotadores, por eso han hecho la fortuna. Si sus padres vinieron de la guerra no tenían ni un peso. Es inclreible que habiendo salido de un campo de concentración, o habiendo podido zafar, practiquen esas conductas con la gente que trabaja para ellos. Son los amos del mundo, el poder corrompe, ........... triste, siempre juegan el papel de victimas, pero en cuanto pueden, por el dinero, que es lo único que les importa, someten a las demás razas.....triste, pero no debe sorprender a nadie, porque pasa en el mundo entero, y también pasa con Uruguayas, lo de las bolivianas les resulta más fácil y más barato, y ....el dinero es lo que más les importa, nada de derechos humanos. Lo del holocausto es puro marketing.
ResponderEliminarTípico comentarios de uruguayos envidioso, si ven que alguien progresa ya les jode....Prepararse más en la vida y tendrán trabajos mejores ...
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