domingo, 4 de marzo de 2012

El BROU ‘financió’ la fuga y la defensa de Cordero

PUBLICADO EN CARAS&CARETAS EL VIERNES 2 DE MARZO DE 2012



GOYO ÁLVAREZ TAMBIÉN FUE ‘FAVORECIDO’ POR EL BANCO


El BROU ‘financió’ la fuga y la defensa de Cordero

Le otorgaron un préstamo cuando huyó del país en 2004 y le dieron otro crédito cuando fue extraditado a Argentina desde Brasil en 2010. Los funcionarios de AEBU plantearon la situación dentro del banco, pero el servicio jurídico consideró que no se podía negar el préstamo. Prófugo de la Justicia, Cordero cobraba su jubilación en la sucursal de Rivera, autorizado por la cancillería luego de hacer un trámite en el consulado uruguayo de Santana do Livramento.



Texto: ROGER RODRÍGUEZ

rogerrodriguez@adinet.com.uy



El propio directorio del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) será el que decidirá en un futuro si se otorga o no atención a ‘clientes’ vinculados a violaciones a los derechos humanos, según anunció el vicepresidente del banco estatal, Jorge Perazzo, a representantes de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU), en una reunión mantenida el miércoles en la sede del organismo.

La reunión, efectuada en el marco del diálogo para superar la situación de conflicto que existe entre el gremio bancario y el directorio del ente, abordó esta semana la denuncia del sector banca oficial de AEBU sobre el otorgamiento de un préstamo otorgado en 2010 al prófugo coronel Manuel Cordero, hoy con arresto domiciliario en Buenos Aires donde espera ser juzgado en la causa de la coordinación represiva llamada Plan Cóndor.

Los funcionarios bancarios plantearon ante el directorio el tema, que había tomado estado público en las redes sociales a través de una nota firmada por el ex tupamaro Jorge Zabalza y su esposa Verónica Engler, quienes habían accedido al expediente. El hecho también fue informado en la última edición de Caras y Caretas, que ahora obtuvo copia del curioso trámite bancario.

La impotencia que sintieron los trabajadores al no poder impedir que Cordero financiara su defensa con un préstamo del banco oficial del propio Estado del cual es prófugo llevó a que se revisaran los antecedentes del ‘cliente’. Así se descubrió que ya se le había otorgado otro préstamo con el que pudo financiar su fuga en 2004 y se confirmó que el BROU también presta sus servicios a otros criminales de lesa humanidad.


Give me THe money

El coronel Manuel Cordero aún estaba prófugo en Brasil cuando fue beneficiado con un préstamo social del BROU por 40.700 pesos, tramitado por su hija Yesleine Cordero Monteiro, el 14 de enero de 2010, una semana antes de ser formalmente extraditado desde Santana do Livramento a Argentina en un cinematográfico traslado terrestre en ambulancia porque el militar uruguayo alegaba un sufrimiento cardíaco.

Ante la presencia de la hija de Cordero, los funcionarios del banco dieron cuenta al coordinador del departamento metropolitano, quien explicó la situación al gerente de la agencia 19 de Junio, el cual informó del hecho al ejecutivo de negocios de la sucursal bancaria, quien efectuó una consulta telefónica al departamento jurídico del BROU, donde se explicó que no había impedimentos para otorgar el crédito.

Cuatro días después de que Yesleine se llevó el dinero, la División Red Comercial y Canales Alternativos del banco inició un trámite formal en el que planteaba: “Esta gerencia estima que el Banco como organismo oficial podría colaborar con el Poder Judicial evitando la tramitación de productos o servicios por parte del Sr. Cordero sin su concurrencia a las dependencias del banco en el territorio nacional”.

La respuesta del departamento jurídico, con fecha 8 de febrero de 2010, fue firmada por los abogados José Recouso de Medina y José Darío Fernández Granito, quienes ratificaron que no existían impedimentos jurídicos para dar el préstamo y no entendían viable inhabilitar personas a operar con el banco ya que el otorgamiento de poderes tiene como objeto permitir obrar a personas que se encuentran impedidas de hacerlo.

Créditos de impunidad

No fue ésta la primera vez que el BROU le otorgó dinero al militar denunciado por homicidio, tortura y violación de sus detenidos: en mayo de 2004, un mes antes de fugar a Brasil para evitar comparecer en una causa en la que se lo enjuiciaba por apología de la tortura, Cordero recibió otro préstamo del banco estatal por 76 mil pesos, con los que pudo cubrir su escape.

Los funcionarios, sin embargo, encontraron otros detalles peculiares en aquel préstamo otorgado durante el gobierno colorado del presidente Jorge Batlle. El instrumento utilizado para darle el préstamo a Cordero fue la línea ‘Crediútil’ que según un anuncio hecho en aquel momento por la entonces vicepresidenta del BROU, Milka Barbato, se había creado como un crédito para familias y tenía un tope de 30 mil pesos.

El ‘cliente’ Cordero siguió operando entonces en el banco del Estado aun cuando la Justicia había impulsado su captura internacional a Interpol. Cuando no se sabía dónde estaba, Cordero se presentaba mensualmente ante el consulado uruguayo en Santana do Livramento, donde hacía un trámite que, autorizado por el canciller Didier Opertti, le permitía cobrar su jubilación en la sucursal del BROU de la fronteriza ciudad de Rivera.

La inquietud de AEBU sobre sus clientes con prontuario criminal les llevó a ampliar su búsqueda a otros personajes de la dictadura, también acusados, enjuiciados, presos o condenados por violaciones a los derechos humanos. Ya habrían confirmado que en 2011 el BROU le renovó la tarjeta MasterCard al dictador Gregorio Álvarez, aunque no se sabe qué uso le dio desde su celda en la cárcel especial de la calle Domingo Arena.


Ver además:

El Muerto |||: Estado financia a Cordero

 



Mas detalles
Expediente del Banco República numerado 2010/51/00337, donde se hacía referencia al préstamo social otorgado el 14 de enero del 2010 al coronel Manuel Cordero Piacentini, C.I. 798.683-7. El trámite realizado por su hija y apoderada Yesleine Cordero Monteiro provocó dudas a Luis Eduardo Ferreira, ejecutivo de negocios de la Agencia “19 de junio”. Preocupado porque podría dar una imagen negativa del Banco República, Ferreira recomienda a sus superiores que antes de hacer efectivo el préstamo, se consulte a la Gerencia de Crédito Social, desempeñada por Claudia Amodio, y a la Sala de Abogados. La diligencia de Ernesto Parrilla, gerente de la Agencia “19 de junio” y de Juan Ivaldi, coordinador de las dependencias del área metropolitana, zona centro, hizo que el expediente llegara a destino el mismo día a la hora de cierre, dos horas y doce minutos después de enviado por Ferreira. El 18 de enero Claudia Amodio envió su informe a la Asesoría Letrada del Banco. Dado que el poder judicial requería a Cordero por violaciones a los Derechos Humanos, esta funcionaria entendió debía consultar telefónicamente al servicio jurídico, que indicó no encontrar impedimentos legales para conceder un crédito a Cordero. Amodio consideró en su informe que “No obstante lo anterior, esta gerencia estima que el Banco como organismo oficial podría colaborar con el poder judicial, evitando la tramitación de productos o servicios por parte del Sr. Cordero sin su concurrencia a las dependencias del Banco en el territorio nacional”. En otras palabras, la gerente de Crédito Social entiende que, si Cordero quiere dinerillos para seguir eludiendo la justicia, debe venir personalmente al Uruguay y rendir cuentas ante el juzgado que lo requería. Propuso un camino que, en la disyuntiva “o con la impunidad de los criminales o con la Verdad y la Justicia que reclama medio Uruguay”, el Banco dejaba de ver el préstamo como “negocio más”, para resolver el problema en el marco de la ética y la moral. En cambio, una vez recibido el informe de Amodio, los abogados José Recouso de Medina ( asesor) y José Darío Fernández Granito (consultor) toman otro camino, ratificando el 8 de febrero por escrito lo que habían adelantado por teléfono. Es su opción. No les interesa lo ético y lo moral, tampoco las consecuencias políticas de financiar la impunidad de un terrorista de Estado, que probablemente esté conspirando contra el régimen actual. Sólo piensan en salvar sus cargos y sus sueldos, evitan meterse en problemas, son burócratas de esos que tanto se queja el presidente de la república.
Luego de recibir la palabra santa de la Asesoría Letrada, el Banco echó a andar su maquinaria crediticia. El 10 de marzo, firmado por la contadora Mariela Espino, gerente ejecutivo de la División Red Comercial, el expediente favorable al préstamo desciende pirámide abajo y el 15 de marzo del 2010 llega a la Agencia “19 de junio”, donde se concretó el pago. Seguramente, luego de cobrar, Yesleine lo envió a Buenos Aires y Manuel brindó a la salud del directorio del Banco presidido por Fernando Calloia... un señor muy intransigente cuando se trata de presionar a los trabajadores sindicalizados, pero muy flexible a la hora de financiar a un criminal. En adelante le lloverán solicitudes de préstamos desde la cárcel VIP, el Goyo Álvarez y José Gavazzo, el “Pajarito” Silveira y Gilberto Vázquez, el “turco” Arab y Maurente, todos ellos unidos en demanda de créditos baratos para que el Banco República solvente sus abogados y la página “En Voz Alta”. Atado de pies y manos por el precedente del concedido a Cordero, el presidente del Banco deberá otorgar todos los créditos que tramiten los jefes del terrorismo de estado.

Manuel Cordero es antiguo cliente del Banco República. Mientras el coronel estaba fugado y clandestino en Brasil, la sucursal Rivera pagaba puntualmente su jubilación a su apoderada. Para poder seguir cobrando, Cordero debía demostrar que seguía con vida, para lo cual el cónsul uruguayo en Livramento expedía el correspondiente certificado, previa autorización de Didier Oppertti, canciller del gobierno de Jorge Batlle. La maniobra fue desbaratada cuando asumió la cancillería el compañero Reinaldo Gargano en el año 2005. Gracias a que perdió la financiación de su clandestinidad por parte del Estado uruguayo, Manuel Cordero fue detenido el 27 de febrero del 2007 por la policía federal brasilera cuando salía de reclamar en el consulado. Ahora está tranquilo, contando con el fondo que le proporcionó el mismo Banco. Por Verdad y Justicia, Calloia debe renunciar de inmediato.

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