Los que estaban en el interrogatorio {tortura} eran Pedro Barneix , Jose Puiguert , Jose Baudean y el jefe era Washington Perdomo.
Martes, 06 de Marzo de 2012
Médicos de la dictadura esquivaron citación de la justicia en caso Aldo Perrini
Los médicos que controlaban el estado físico de las víctimas para poder continuar aplicándoles tortura en el Batallón de Colonia durante la dictadura militar, no concurrieron hoy a la citación de la justicia y podrían ser conducidos por la policía.
Así pudo saber EL ECO en la mañana de hoy. Se trata de los médicos Eduardo Solano y Eugenio Visca, que actuaron a las órdenes del batallón de Infantería de Colonia cuya regional estaba a cargo de Boscan Hountou y la conducción específica del batallón del sub jefe Washington Perdomo.
Según se supo, los médicos apelaron al truco de dar un numero de domicilio falso para argumentar ante la justicia que no recibieron la citación del juzgado. La medida podría derivar en la conducción por la fuerza pública de los médicos que fueron responsables de controlar el estado de salud de los detenidos para que los militares pudieran seguir aplicándoles sus métodos de tortura
Específicamente el Dr. Eduardo Solano se encontraba de guardia y fue el que certificó la muerte de Perrini el 4 de marzo de 1974. La versión del médico indica que Perrini murió en viaje al Hospital Militar luego de desvanecerse en el interrogatorio al que fue sometido por el hoy General Pedro Barneix, el capitán José Baudean y el Tte. José Puigvert.
La versión de los compañeros de infortunio de Perrini, y el testimonio exclusivo dado a conocer por EL ECO por un soldado que cumplió tareas en ese batallón, señalan que Perrini falleció como consecuencia del ensañamiento aplicado en su tortura, por su reacción en defensa de una compañera detenida.
Solano y Visca, el primero vive actualmente en Montevideo y el otro en Maldonado, podrían ser ubicados por la policía y conducidos al juzgado en los próximos días, ante la jueza Mariana Mota.
¿El truco? Dar direcciones falsas para esquivar las citaciones. La jueza Mariana Motta analiza llevarlos a declarar por la fuerza.
Otorgando direcciones falsas, los médicos militares Eduardo Solano y Eugenio Visca lograron burlar la citación de la jueza penal Mariana Motta para indagarlos sobre la muerte del militante coloniense Aldo Perrini, torturado en el Batallón 4 de Colonia en 1974.
Ambos no se hicieron presentes en el juzgado alegando no haber sido citados, informa hoy el diario El Eco de Carmelo.Solani y Visca actuaban bajo las órdenes de Boscan Hountou y del sub jefe Washington Perdomo.
El hecho podría derivar en la conducción por la fuerza pública de los médicos que fueron responsables de controlar el estado de salud de los detenidos en ese establecimiento.
Solano reside en Montevideo y Visca en Maldonado, de acuerdo a versiones judiciales.
El Dr. Eduardo Solano se encontraba de guardia y fue el que certificó la muerte de Perrini el 4 de marzo de 1974.
La versión del médico indica que Perrini murió en viaje al Hospital Militar luego de desvanecerse en el interrogatorio al que fue sometido por el hoy General Pedro Barneix, el capitán José Baudean y el Tte. José Puigvert.
Según testigos de la causa, otros detenidos por las Fuerzas Conjuntas y un soldado que cumplió tareas en el Batallón 4, Perrini falleció como consecuencia del ensañamiento aplicado en la tortura.
Perrini habría salido en defensa de una compañera detenida, según se informó.
El Caso Perrini es uno de las investigaciones que se encuentra abierta en la justicia penal en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Perrini, que tenía una heladería en Carmelo, fue apresado junto a militantes del Frente Amplio. Si bien simpatizaba con la coalición de izquierda, no tenia militancia activa.
Mañana, en Carmelo, se presentará un documental sobre su vida.
Uno de los puntos relevantes de la causa es la indagatoria al General Pedro Barneix, quien en 1974 era un joven oficial en el Batallón 4.
En 2005 Barneix -uno de los interrogadores de Perrini- fue designado por Tabaré Vázquez para buscar datos de detenidos desaparecidos durante la dictadura. Su eventual procesamiento lo convertiría en el segundo oficial de alto rango con responsabilidades en el gobierno del Frente Amplio que resultara procesado por violaciones a los derechos humanos.
El primero fue el ex jefe de la División IV del Ejército, Miguel Dalmao, procesado por el asesinato de la militante comunista Nibia Sabalsagaray en 1974. En su momento, las Fuerzas Conjuntas quisieron hacer pasar el caso como un suicidio.
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