Un proyecto que nace desde abajo, desde el pueblo, organizado, a través de lucha en cada barrio, contra el abuso y el robo que nos hacen las grandes cadenas de supermercado, multinacionales del comercio mundial, las mismas que ponen trabas para el ingreso de los productos cooperativos y auto gestionado por los trabajadores.
Una brigada integrada por estudiantes y trabajadores creó un mercado popular en Montevideo. Sus integrantes dicen que quieren combatir el “abuso” de precios con trabajo voluntario. Los barrios a los que llegan van desde el asentamiento 24 de junio hasta Ciudad Vieja.
03 de Diciembre de 2016 | Por: Emiliano Zecca
El Mercado Popular de Subsistencia cumplió un año en noviembre. Hoy está en ocho barrios: Ciudad Vieja, Cordón, Malvin Norte, Manga, Villa García, Piedras Blancas, Jacinto Vera, La Unión.Empezó con 60 familias y ahora tiene más del doble.
Los que están al frente son estudiantes y trabajadores que se juntan una vez al mes en la casa donde funciona la Brigada José Artigas. El trabajo que hacen es voluntario, arman canastas con los pedidos y las distribuyen. Tienen los fideos a 41 pesos el kilo (medio kilo está a 38 en el supermercado) y el arroz a 28 pesos el kilo (en el supermercado está a 43 pesos).
Uno de los integrantes de la brigada es Sebastián Vázquez, trabajador y estudiante avanzado de arquitectura.
“Lo hicimos para denunciar el abuso, cierto y latente, que hacen las grandes cadenas de supermercados en este país y para hacer más llevadera la canasta básica. Con la brigada empezamos a pensar en cómo hacerlo, dentro de los los barrios que estamos trabajando, con organización y lucha establecimos precios justos. Estamos convencidos que si los trabajadores se organizan para conseguir mejoras salariales y de trabajo, estamos convencidos que también pueden hacerlo para regular los precios de consumo”, dijo Vázquez.
En noviembre de 2015 salieron por los barrios, relevaron los productos que más consume la gente e hicieron una lista en la que cada familia selecciona su pedido.
Ellos dicen que así lograron bajarle el precio a casi todos los productos. “Le planteamos a las cooperativas y empresas autogestionadas que este es un trabajo voluntario, que no tiene una conexión comercial, sino de solidaridad y compromiso. Muchos productos que se consumen son de las cooperativas, pero la yerba, el aceite y el vino los compramos en una distribuidora de la zona. Esto no va contra los almaceneros, sabemos que en los barrios se comenta y que nos pueden ver como una competencia, pero no es esa la lógica. El precio en los barrios, cuando se instala una gran cadena de supermercados, mata a los almacenes que hay alrededor y termina regulando los precios que vende el almacenero”, explicó Vázquez.
La Minga llega al consumidor con el mercado
Una de las cooperativas que trabaja con el mercado es la Minga (ex compañía BAO), que se dedica a la producción de jabón en polvo. Ahora también agregaron una línea de productos líquidos de limpieza para ropa, detergentes y desodorantes limpiadores.La cooperativa empezó a funcionar en febrero de 2014, luego de negociaciones con la empresa BAO en un momento de crisis. Los trabajadores acordaron con la empresa sus despidos y con eso pagaron dos años de alquiler de la planta que se debían. Ahora están intentando lograr un punto de equilibrio. Por un lado, quieren recuperar clientes de línea blanca que tenía BAO y están tratando de imponer una marca de ellos que se llama Bonsai. Ante este panorama, creen la aparición del MPS les da una posibilidad de crecer.
“Para nosotros es importantísimo porque más allá del volumen que se coloque, nos permite conectar al consumidor con un producto de buena calidad, que no es muy difundido y a buenos precios. Ahora, como consumidores si voy y me paro frente a una góndola creo que lo más caro es bueno y que me va a rendir más. Eso no es así, pero la propaganda juega un papel fundamental en eso. Nosotros, justamente, con este tipo de emprendimientos tratamos de desarticular eso para que el consumidor pruebe el producto, si no colma sus expectativas que no lo use más. Pero nosotros creemos que es bueno”, dijo Raul Pérez, trabajador de la cooperativa.
Pérez también habló de las dificultades que tienen para entrar a las grandes superficies. “Nos han recibido, que eso a veces ya es un escollo, pero colocar el producto no es fácil. Hay otra empresas que ocuparon el espacio que dejó BAO y revertir la situación es difícil. Acá en el MPS no tenemos condiciones, pero en las grandes superficies se tienen que trabajar descuentos, formas de cumplimiento en los pagos, porque trabajar 60 días a cuenta para nosotros que compramos todo al contado no es fácil”, agregó.
Del 24 de junio hasta Ciudad Vieja
Uno de los barrios al que llega el MPS es el asentamiento 24 de junio, pasando Punta de Rieles. Daiana Rodríguez es la encargada de zona. Ella tiene una ficha con el nombre de cada vecino y la cantidad de productos que compró.La policlínica del barrio es el centro logístico al que llegan las canastas.
Rodríguez contó que es un barrio de gente donde “todos tienen poco” y la canasta es algo que les sirve mucho. También dijo los precios que son inaccesibles para la gente de ese barrio y que la demanda de la canasta del MPS crece cada vez más.
“Te asaltan por una lechuga, un kilo de mandarinas, un paquete de arroz que está a 35 pesos. Antes te podías hacer un guiso y un puchero, ahora tenés que estar bien. Pero acá la gente se entera por el boca a boca de la canasta, se acerca a la policlínica y siempre se está sumando gente. Y las reacciones son impresionantes, porque en el supermercado un kilo de yerba está a 189 pesos y acá se ahorran de 28 a 35 pesos, depende de cuál compren. Cuando comprás de a una cosa no se ve mucho, pero si vas pidiendo dos o tres cosas de cada producto, es un montón lo que ahorrás”, sostuvo.
El MPS también llegó a Barrio Sur y Ciudad vieja. Suleica se enteró porque un familiar que está en la Brigada José Artigas se lo comentó. Empezó a invitar a vecinos, gente de la cooperativa de viviendas que integra y conocidos del barrio. Unos recolectan los pedidos, otros van a las reuniones, otros van a armar los pedidos.
“Nosotros hacíamos las compras en el súper del barrio o en el almacén, pero nuestro barrio es muy particular. Si bien se mueve mucha gente, tanto turistas o gente que va a trabajar, pero que no tiene un poder adquisitivo muy alto. Los precios son caros, es un barrio caro que no condice con la gente que vive ahí. Entonces compramos los productos acá para todo el mes. Nos sumamos en enero, cuando comenzó el mercado, éramos los únicos. Ahora creció y van rotando las personas que compran, son cada vez más”, afirmó.
Para que el mercado funcione debe conectarse con una organización barrial de cualquier índole que centralice los pedidos de los vecinos y luego los envíe a la brigada.
“Hay que hacer el centro de distribución en los lugares donde se pueda y disponga cada organización barrial. Cuanto más se multiplique el combate va a ser más real. Nosotros fuimos a una reunión con compañeros de Fuecys y les planteamos qué es el mercado, la lógica de que los trabajadores tengan un centro de distribución está. No es la idea hoy, no queremos hacer eso, nuestro objetivo es que esto se desarrolle con trabajo voluntario. Si alguien tienen que estar mañana rentado para sustentar el trabajo voluntario, con una lógica socialista, lo podemos hacer”, dijo Vázquez, integrante de la brigada.
BIEN POR EL MERCADO POPULAR DE SUSISTENCIA
ResponderEliminarDADA MI EDAD COMPRABA EN SUSITENCIA
Y CUANTO MAS BARATO ERA
BIEN POR ESTOS MUCHACHOS/AS BRIGADISTAS
Uno de los integrantes de la brigada es Sebastián Vázquez, trabajador y estudiante avanzado de arquitectura.
ResponderEliminar“Lo hicimos para denunciar el abuso, cierto y latente, que hacen las grandes cadenas de supermercados en este país y para hacer más llevadera la canasta básica. Con la brigada empezamos a pensar en cómo hacerlo, dentro de los los barrios que estamos trabajando, con organización y lucha establecimos precios justos. ARRIBA POR ESTA GENTE
Ese el futuro de Uruguay y de muchos paises, el cooperativismo. Como tambien con el tiempo la creacion de bancos populares, no bancos de los de siempre para alimentar fat-pigs burgueses. Bien por estos muchachos, pueblo, trabajadores, estudiantes, y personas con consciencia de clase.
ResponderEliminarLA BASE IDELOGICA DE UN LUCHADOR SOCIAL ES SER PARTE EN LA PRACTICA EN VALORES HUMANOS DE SOLIDARIDAD, DE ESTAR CERCA Y SER PARTE DE LOS QUE MUCHOS CAGATINTAS SEUDOS INTELECTUALES SE LLENAN LA BOCA Y DICEN DEFENDER LOS INTERESES DEL PROLETARIADO , Y SON MAS BURGUESES EN LA PRACTICA QUE LOS PROPIOS BURGUESES.SE ES LO QUE SE HACE Y NO LO QUE SE DICE QUE HACE O CREE SER LO QUE NO ES POR SENTARSE ENCIMA DE LOS LIBROS Y NO TENER LOS COJONES PARA CAMINAR POR LA CALLE DONDE MUY POCOS CAMINARON Y MUY POCOS CAMINAN.ESTAN TAN OCUPADOS EN RESOLVER EL TEOREMA DE PITAGORAS MIRANDOSE EL OMBLIGO QUE TODAVIA NUNCA SE VIERON EL CULO
ResponderEliminarExcelente iniciativa. Estaría bueno que publiquen las fechase n las que se pueden hacer los pedidos, o si es permanentemente, el lugar donde se puede ir quienes estamos en otros barrios. Me encantaría saber dónde distribuyen sus productos los de la Minga. Ese tipo de emprendimientos son los que debemos apoyar. Adelante con una economía solidaria o comunitaria!!! ¿Dónde los contacto?
ResponderEliminarmercadopopularbja@gmail.com Hola salen mes a mes las cansatas. Este hay tiempo hasta el 14 y se arman el 18. Contactate por el mail y te referenciamos al grupo más cercano a donde vivas. Saludos!
EliminarDONDE SE LOS PUEDE CONTACTAR
ResponderEliminarYA ES IMPOSIBLE COMPRAR EN LOS SUPERMERCADOS ,MAS CUANDO VIVIS DE UNA JUBILACIONYO NO LLEGO A $10.00 DE JUBILACION MI ESPOSO TIENE PARKINSON Y LE VOLVIO EL CANCER DE PROSTATA AHORA MAS QUE NUNCA DEBEMOS MIRAR LOS PESOS
mercadopopularbja@gmail.com Hola salen mes a mes las cansatas. Este hay tiempo hasta el 14 y se arman el 18. Contactate por el mail y te referenciamos al grupo más cercano a donde vivas. Saludos!
EliminarYO DE LA EPOCA DE SUBSISTENCIA
ResponderEliminarCUANTO MAS BARATO QUE SE COMPRABA
BIEN POR LOS BRIGADITAS