jueves, 7 de septiembre de 2023

La fraternidad de los mismos perros



Por Héctor Tierno
 Hay quienes dicen que las realidades de Argentina y Uruguay son muy distintas, y por supuesto que es cierto en tantos aspectos, por ejemplo en cantidad de población. Pero las historias políticas tienen sabores muchísimas veces muy similares, aunque las oligarquías y los represores de uno y otro lado sean y actúen distinto: los de allá son oligarcones y los de aquí oligarquitos, los represores de allá no son solo siervos del poder económico, como aquí, sino que muchas veces forman incluso parte de esa antigua casta capital-militar-eclesiástica, mientras que aquí muchas veces los represores son, además, simples ladrones de país bananero.
De todas maneras, y volviendo al tema, en estos tiempos los avecinamientos son notorios. Precisamente en estos días el oriental Julio María Sanguinetti dio su apoyo a la porteña Patricia Bullrich; en tiempos de la presidencia del oriental se engendra la ley de impunidad, impunidad en buena medida hoy vigente, la porteña propicia un gobierno de mano dura y por supuesto en dependencia del Fmi. Algunos dicen que Javier Milei es loco, pero su candidata a la vicepresidencia, Victoria Villaruel, también porteña, con extraña similitud a las propuestas del oriental Guido Manini, patrocina distintas "reparaciones" para los responsables del terrorismo de Estado.
En Argentina, como herencia de Macri, millones han quedado sin trabajo; en nuestra querida Banda Oriental, laica y masona, los mercachifles de siempre aprueban una ley para empeorar las condiciones jubilatorias, ya desastrosas. Porque si hay algo claro, y común en los dos países del Plata, es que los fascismos no son sólo izar viejas y desgastadas banderas, sino instalar regímenes netamente oligárquicos, represores y entreguistas a los imperios de turno, con sus manifestaciones más atroces y aberrantes.
En Uruguay, Sanguinetti dijo que en Salsipuedes se mató "sólo" unos cuarenta charrúas, quienes además eran revoltosos y se oponían a las ideas civilizatorias que traían los colonizadores europeos; Bartolomé Mitre ya se había movido con ese pensar en tiempos en que las Provincias Unidas del Río de la Plata se unieran al Imperio del Brasil y al Uruguay de Flores para el genocidio del Paraguay; de ese genocidio son las primeras glorias militares del ejército oriental.


El mismo y civilizado Sanguinetti, que en el caso de los charrúas se olvida de mencionar el envío de "los últimos charrúas" para ser expuestos en un zoológico de París, le dijo a Gelman que había hecho todo lo posible por saber de su nuera María Claudia García, aún hoy desaparecida, y su hija, afirmándole que no habría sido traída al Uruguay. El tesón de los pueblos, de aquí y de allá del Plata, logró ubicar a Macarena, una niña robada, por uruguayos y argentinos, y también logró encontrar al padre de esa niña, asesinado en Buenos Aires, y de la madre se logró saber algo hasta el momento del parto, y poco más, porque los responsables del secuestro siguen cubiertos por la impunidad.


En estos días en Argentina, los nuevos nazi-fascistas dieron otra señal, como reporta La Izquierda Diario:
Queman una estatua de Remedios del Valle en la Ciudad de Buenos Aires
El hecho coincidió con la conmemoración del Día Internacional de los Afrodescendientes. La estatua homenajeaba a una mujer afrodescendiente que formó parte del Ejército del Norte al mando de Belgrano.

En el barrio de San Telmo fue quemada la estatua de María Remedios del Valle, combatiente durante las guerras de la Independencia de comienzos del siglo XIX. Se encontraba ubicada en la plazoleta de Bernardo de Irigoyen y Estados Unidos, y fue consumida por las llamas el viernes 1 de septiembre, un día después de la fecha declarada por la ONU como el Día Internacional de los Afrodescendientes. Aunque nadie se atribuyó el hecho, grupos de activistas contra el racismo consideran que este ataque se enmarca dentro del envalentonamiento de la derecha en el país, donde las ideas misóginas y racistas son parte de un discurso que se expande a través de las redes sociales y los medios.


Sin ir más lejos, este lunes la candidata “libertaria” a vicepresidenta Victoria Villaruel organizó un acto en homenaje a los represores de la dictadura en la Legislatura porteña, lo que suscitó la respuesta de organismos de derechos humanos y la izquierda, que convocaron a una conferencia de prensa y posterior movilización en repudio al hecho. El envalentonamiento de la derecha se da en el marco del ajuste que Massa y Unión por la Patria vienen llevando adelante bajo las órdenes del FMI, un ataque a las condiciones de vida del pueblo trabajador.

La comunidad afrodescendiente llama a repudiar este hecho, y diferentes organizaciones llaman a concentrarse hoy martes a partir de las 17 horas en la plazoleta donde solo quedó una estructura de hierro luego del ataque.

Hasta aquí cuanto reporta La Izquierda Diario. Mismo no quedó nada del monumento de María Remedios del Valle , sólo una estructura de hierro. En época de dictadura, en Uruguay se sacaron los conventillos de Ansina y Mediomundo. Los negros molestaban en los barrios Sur y Palermo. Barbarie pura. Hace poco, en una de las tantas manifestaciones de protesta por el tema del agua, desde un auto se les gritó a los manifestantes: "Pobres de mierda". En Argentina, la negra María Remedios había luchado contra los colonizadores; en la Banda Oriental, desde ya antes de la independencia, los mismos comerciantes que se enriquecían con el comercio de esclavos negros, aprobaban en 1830 una nueva constitución que les había sido dictada por el imperio inglés; una constitución donde por supuesto no había lugar ni para mujeres, ni gauchos pobres, y menos que menos de negros, que bien contentos tenían que estar si a los hijos de esclavos se los consideraba libres.



En la Suiza de América de 1962, a Soledad Barrett se le cortaron las piernas dibujándole una esvástica. Su delito para justificar esa atrocidad había sido ser fiel a las luchas de su antigua familia paraguaya, exiliados en Argentina y luego en Uruguay. Facundo Molares, militante y fotoperiodista, fue asesinado recientemente en Buenos Aires en el curso de una manifestación reprimida. Hablar de la muerte de Santiago Maldonado en 2017, inmediatamente nos hace pensar en Bullrich. A esa gente tenemos enfrente. Le tajearon las piernas a Soledad, y luego la masacraron en Brasil, hoy lo mataron a Facundo y ayer mataron a Santiago; ayer desaparecieron a María Claudia y le robaron a su hija, y desde noviembre de 2020 está desaparecida en Paraguay Lichita Villalba, adolescente, mientras que sus primas de 10 y 11 años fueron asesinadas por el ejército paraguayo poco antes.




Construir solidaridad y fraternidad es lo que nos queda, como siempre. Y mejor expresado en el decir de Juan Gelman:
«¿oíste/corazón?/nos vamos
con la derrota a otra parte
con este animal a otra parte
los muertos a otra parte
que no hagan ruido/callados como están/ni
se oiga el silencio de sus huesos
sus huesos son animalitos de ojos azules
se sientan mansos a la mesa
rozan dolores sin querer
no dicen una sola palabra de sus balazos
tienen una estrella de oro
y una luna en la boca
aparecen en la boca de los que amaron
pasan noticias de sus sueños
arrastran sus lágrimas
con un pañuelito detrás
como barriendo el padecer
como no queriendo mojarlo
para que el padecer estalle
y arda y haga asiento donde sentarse
a pensar otra vez»

Fragmento del poema "Otras partes", de Juan Gelman.






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