jueves, 19 de junio de 2025

Discretamente masones

"Facilitadores"
 
 
 
Por Nicolás Delgado

 
 

En medio del año electoral Mario Pera, venerable gran maestro de la Gran Logia de la Masonería del Uruguay, mantuvo reuniones con candidatos a la presidencia. Desde ese momento, con Yamandú Orsi, quien ahora es presidente en ejercicio, intercambió señales de fraternidad. Fueron públicas algunas, como el abrazo que se dieron en la conmemoración de los 200 años de la Cruzada Libertadora el 19 de abril, y otras privadas.

Uno de los mensajes que la masonería acercó a los presidenciables en 2024 fue su disposición a tender puentes. Ya como presidente, Orsi valoró este ofrecimiento. El mes pasado el presidente llamó por teléfono a la máxima autoridad de la masonería vernácula. La “posibilidad” de que masones faciliten “puentes” con la oposición estuvo sobre la mesa. “Por suerte las cosas se calmaron y no fue necesario” activarlos, explicó a Búsqueda el venerable gran maestro en el Palacio de la Masonería, declarado Monumento Histórico Nacional en febrero de 2020 y ubicado en la calle Cassinoni del barrio Cordón.

 

Aunque en los últimos años la masonería adoptó una postura de mayor presencia pública, todavía predomina un tono de discreción que se nota en las respuestas breves y a veces evasivas del venerable gran maestro.

Dice que la masonería no tiene un interés institucional por incidir en la vida política del país, pero sí reivindica la vocación de la organización por “facilitar”. También cree que la presencia de la masonería en la política nacional en Uruguay es “históricamente” mayor a la que se da en otros países y lo atribuye en buena medida a la laicidad.

Lo que sigue es un resumen de la entrevista que Pera dio a Búsqueda en su cuarto y último año al frente de la logia.

En un documento que entregaron en octubre a varios candidatos a presidente, la logia ofreció toda su fuerza para “procurar tender puentes y lazos de unión allí donde puedan existir tan solo indicios de divisiones”. ¿Mantuvo contacto con Orsi en estos meses?

—Sí. Mantuve en dos o tres oportunidades intercambios de WhatsApp y llamadas telefónicas.

—¿Esos intercambios fueron sobre qué temas?

—Básicamente, con algunos temas que prefiero reservar, más allá del primer mensaje de felicitación, que es el único que puedo comentar.

—¿El gobierno ha recurrido a la masonería para tender puentes con la oposición o con otros gobiernos?

—No ha recurrido. Se ha planteado en algún momento la posibilidad, pero por suerte las cosas se calmaron y no fue necesario.

—¿De esta posibilidad habló con Orsi?

—Sí.

—¿Fue una llamada suya a él o de él a usted?

—De él a mí.

—¿Cuándo fue la última vez que habló con el presidente?

—Primeros días de mayo.

—¿En qué medida o de qué manera la masonería está colaborando para que se llegue a acuerdos políticos?

—De esa forma estamos colaborando, en la medida en que hay una llamada y una posibilidad que después no se da. Nosotros seguimos abiertos y dispuestos a colaborar. En logia lo que aprendemos es a escucharnos y a respetarnos. Ese es el punto que podemos ofrecer de colaboración.

—¿Esa colaboración tenía que ver con el ámbito local o con el internacional?

—Local.

—El 24 de noviembre, en la noche del balotaje, Yamandú Orsi dio su primer discurso como presidente electo. “Triunfa una vez más el país de la libertad, de la igualdad y de la fraternidad”, dijo. Sin embargo, Orsi no es masón.

—No es.

—¿Es el más masón fuera de la masonería?

—Hay muchos masones que no son masones. Si lo que procura ser un masón es un hombre de buenas costumbres, que cumple con sus compromisos, un hombre íntegro, ¿cuántos conocemos en Uruguay que no son masones?

—¿Qué implica que un presidente electo en su primer discurso nombre el emblema de la Revolución francesa y la masonería?

—Que había leído la carpeta (entregada en octubre a los presidenciables), y sinceramente lo tomé como un mensaje subliminal para aquellos otros contactos que se pudieron dar después.

—¿Recibió esas palabras como una señal de acercamiento a la logia?

—Digamos que de aceptación del acercamiento ofrecido.

—El 19 de abril esperó a Orsi en La Agraciada. ¿Qué sentido le dan a esta conmemoración?

—Está bastante vinculada a la masonería de 200 años atrás, que era bien distinta a la masonería de hoy. La masonería moderna en el 2017 celebró sus 300 años. Los de hace 200 años eran masones más operativos, en el sentido de que se reunían para organizar el cruce del río Paraná y después del Uruguay y esquivar posibles ataques de la Armada brasileña, que estaba patrullando y sabía que esto iba a suceder. Probablemente, no se reunía como nos reunimos para un trabajo filosófico, sino que se reunían para ver cómo planificaban, qué iban a hacer mañana.

Símbolo del Gran Templo del Palacio Masónico

 
 

—¿Cuántos hombres eran los 33 Orientales?

—No tenemos claro porque, lamentablemente, no había registros o se perdieron. Que el número es simbólico no hay ninguna duda, que eran más de 33 tampoco hay ninguna duda.

—¿Hoy existe un interés institucional por incidir en la vida política del país?

—Por facilitar, sí, pero por incidir, no.

—¿La presencia de la masonería en la política nacional es mayor a la de otras masonerías en otros gobiernos del mundo?

—Es muy difícil medir eso; pero nosotros pensamos que sí. No de ahora, sino históricamente.

—¿A qué se vincula eso?

—La percepción de laicidad que tiene Uruguay, que es reconocida por casi todo el mundo, tiene mucho que ver con la masonería.

—La lista de uruguayos masones vinculados a la vida política es extensa: Beatriz Argimón, Marcos Carámbula, Jorge Díaz, Jorge Fogata Bermúdez. ¿Todos ellos son masones?

—Beatriz Argimón es mujer; no puedo saber si ella pertenece. Los otros, puede ser. Solo ellos lo podrían decir.

—¿El hecho de que Argimón pueda ser embajadora ante la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) no significa nada para la Gran Logia de la Masonería del Uruguay?

—Significa mucho desde el punto de vista de los valores que ella tiene como persona y los que ha demostrado en los diversos cargos que ha desempeñado. Para la Gran Logia de la Masonería del Uruguay es una alegría, porque tengo un gran aprecio por ella desde el punto de vista personal, pero nada más que eso.

—¿Que pueda tener contacto con otras logias de otros países potencia la capacidad de un embajador?

—Sí, sin ninguna duda. Facilita las relaciones a todo nivel. No me refiero con esto a nada extraño. Por ejemplo, un hermano brasileño tiene un accidente en la ruta Interbalnearia, nos avisan de allá e inmediatamente hay hermanos uruguayos que se ponen a atenderlo.

—¿En el ámbito político también sucede esa colaboración?

—Puede suceder.

Mario Pera transita su cuarto y último año como venerable gran maestro de la Gran Logia de la Masonería del Uruguay

 

—El documento que entregaron en octubre a los presidenciables expresa que “crear la desigualdad en el orden social y ante el derecho es colocar a unos hombres como dominadores y a otros como esclavos”. ¿Cómo ve las leyes de cuotas, que crean desigualdad legal?

—Como una ley que crea desigualdad.

—¿Lo ven como algo deseable?

—No.

—La masonería de Argentina tiene una forma de comunicarse con la sociedad distinta a la de Uruguay. Por ejemplo, la argentina tiene TikTok y difunde algunos discursos del venerable gran maestro. ¿Por qué en Uruguay prima la discreción?

—La masonería argentina tiene un promedio de edad que no llega a 45 años. La masonería uruguaya tiene un promedio de edad de 58, 59 años. Estos 15 años de diferencia yo creo que hacen mucho en cuanto a lo que puede ser, por ejemplo, la forma de comunicarse.

—¿No tiene que ver con un perfil de discreción mayor?

—Está sobre la mesa en la medida en que está imbuido de alguna forma en quienes integran la masonería.

—¿Hubo una reducción del promedio de edad de los masones en Uruguay en los últimos años?

—En Uruguay se ha reducido, pero muy poquito. En Argentina lo han reducido porque se propusieron hace muchos años ingresar gente joven como una política. Inclusive hoy el vice gran maestro y el gran maestro son sub-50.

—¿No es ese un propósito de la masonería uruguaya?

—No ha sido hasta ahora.

En el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Masónico hay una galería de retratos de los venerables grandes maestros de la Gran Logia de la Masonería del Uruguay

—Algunos líderes religiosos y espirituales buscan ser mediáticos, comunicarse a través de los medios de comunicación con la sociedad. Lo hace por ejemplo el Gordo Verde en la Iglesia católica. ¿Por qué la masonería no tiene tanto interés en ocupar un lugar mediático?

—¿Y quién le dijo a usted que no? Quizá la masonería tiene un Gordo Verde que no se identifica como masón, pero está haciendo el mismo trabajo.

—¿Y por qué no se identifica como masón?

—Porque la masonería no se propone eso.

—¿Qué se propone?

—Lo primero que se propone la masonería es formar masones. Ese es el principal objetivo y casi diría que el único. La formación de masones se hace dentro de la logia, trabajando con nuestros rituales, con los nuestros, y no en la difusión pública del trabajo masónico o de las ideas que se trabajan.

—¿Qué le aporta a un ser humano ser masón?

—Le aporta crecimiento personal, mayor conocimiento, saber escuchar, saber respetar las opiniones ajenas, saber discrepar sin pelearnos. Tú das tus opiniones, yo doy las mías y después vamos a cenar juntos, por ejemplo.

—¿Cuál es el vínculo entre la Gran Logia de la Masonería de Uruguay y la Gran Logia Femenina del Uruguay?

—Es un vínculo muy bueno desde el punto de vista institucional, pero no tenemos ningún tipo de trabajo en conjunto; sí trabajos sociales en conjunto.

—¿Ha evolucionado el vínculo entre ambas logias?

—La masonería femenina tiene 15 o 16 años como gran logia. Cuando recién comenzó la masonería femenina, aquí dentro de la masonería masculina había determinadas reticencias naturales quizás o bastante comprensibles para una idea que en aquel momento predominaba. De a poco eso fue cambiando. Muchas esposas o hijas de hermanos nuestros integran la masonería femenina; eso también colaboró para que la relación institucional mejorara y después hemos establecido un vínculo muy cercano con la gran maestra actual, por ejemplo.

—¿Ellas participan en el Palacio Masónico de alguna de las actividades o todas las realizan afuera?

—No pueden participar en una tenida (reunión de masones). Sí les facilitamos nuestro salón de confraternidad, que es como nuestra ventana al mundo profano. Ellas hacen actos allí y nosotros acudimos como público. Sí tienen tenidas en algunos templos nuestros del interior. Eso es relativamente nuevo, de hace tres, cuatro, cinco años. El día que van ellas, no asiste ninguno de los hermanos que van a esos templos. Ellas trabajan solas.

—¿Cuál es el fundamento para separar a los hombres de las mujeres?

—Básicamente, es histórico, tradicional. Está en lo que nosotros llamamos los antiguos límites, o linderos, como lo llaman los ingleses, pero en la Gran Unidad de Inglaterra tuvieron que hacer una modificación legal porque quien entró como hombre y después se transformó en mujer permanece adentro.

—¿De la de los hombres?

—De la de los hombres.

—¿Eso pasó?

—Pasa, eso existe hoy.

—¿Se imagina que en unas décadas se pueda dar esta mixtura entre el hombre y la mujer en la Gran Logia de la Masonería de Uruguay?

—Yo no lo visualizo a corto plazo, sobre todo desde que existe la masonería femenina. Porque hoy por hoy es bien claro: si está definido como hombre, ingresa acá, si está definida como mujer, en la calle Maldonado. Es bien sencillo. Lo que sí podría llegar a suceder, y no habría forma legal de impedirlo, es lo mismo que pasó en Inglaterra: alguien que ingresó como hombre se transforma en mujer y no podemos sacarlo. Solamente por esa razón no podríamos sacarlo y habría que seguirlo teniendo dentro de nuestros cuadros.


—¿Cuántas logias están activas hoy en Uruguay dentro de la Gran Logia?

—118.

—Ha habido un crecimiento en los últimos años.

—Ha habido un crecimiento hasta hace tres o cuatro años. Desde entonces estamos en una especie de meseta con leve crecimiento.

—¿En 2005 cuántas había?

—Unas 60.

—Fernando Amado en su último libro La masonería uruguaya. Por qué (casi) todas las puertas conducen a esta logia plantea que en 2005 había unos 3.100 masones y en 2020, casi 8.500. ¿Esos números son correctos?

—Son el número de Amado.

—¿Qué cantidad de integrantes hay hoy en la masonería?

—Somos más de lo que ustedes piensan y menos de lo que nosotros quisiéramos.

—¿Por qué no puede dar ese número?

—Porque no creo que sea relevante. Nuestro objetivo sería que todos los seres humanos sean masones. O sea, quisiéramos 3.499.000 masones uruguayos.

—¿El crecimiento en la cantidad de masones se dio desde el año 2005 en adelante?

—Sí, aproximadamente.

—¿Cuánto tuvo que ver en ese crecimiento la llegada de Tabaré Vázquez, un masón, a la presidencia de la República?

—Es difícil de evaluar eso porque nadie hizo un estudio sociológico para definir si realmente la incidencia de que el presidente de la República fuera masón reconocido incidió. Pero es probable que haya tenido una incidencia.

—¿La llegada de Vázquez a la presidencia implicó cambios significativos en la masonería?

—No. Vázquez no tenía ya actividad ni siquiera cuando era intendente. Era uno de esos masones que no son activos.

—¿Masón en sueño?

—No, no estuvo en sueño nunca. En sueño es cuando sigue siendo masón, pero deja de ser un miembro activo. Tabaré Vázquez se mantuvo activo, pero no venía.

—¿Cómo se puede estar activo sin asistir?

—Pagando la cuota y no asistiendo y que la logia no lo suspenda.

—Mucho se ha hablado del vínculo de Vázquez con el ingreso de militares a la logia. Los tres comandantes en jefe eran masones en 2006. ¿Se produjo un incremento de solicitudes para ingresar a la logia particularmente de militares durante el gobierno de Vázquez?

—No me consta.

—Dentro de las Fuerzas Armadas, los masones tuvieron una presencia muy importante durante los gobiernos de Vázquez. ¿Eso sí lo puede reconocer?

—No me consta que Vázquez nombrara a algún comandante en jefe porque fuera masón. Es probable que sí, pero no lo puedo asegurar.

—¿Qué grado alcanzó Vázquez?

—El tercero, el maestro.

—¿El general Liber Seregni fue masón?

—No.

—¿A qué responde el crecimiento de la logia en los últimos años?

—Se debe a un crecimiento edilicio que permitió que las logias que se querían formar lo hicieran. Las logias siempre se forman por división, como la división celular. Hubo un momento que nos quedamos limitados ediliciamente. En un momento pudimos construir un edificio anexo, ocho templos más, lo que duplicó la cantidad de templos. Había logias que ya se habían dividido y estaban trabajando, como nosotros llamábamos, a segundo turno: algunos trabajaban de 18.30 horas a 20.30, lo cual es bastante complejo, porque es una hora muy temprana para quien trabaja, y otros de 20.30 a 22.30. Entonces, al haber posibilidades edilicias, yo creo que ese fue mayormente el motivo del crecimiento. En el interior se creció, pero el crecimiento fue mucho más leve.

—¿Y la meseta actual a qué responde?

—A que nuevamente estamos quedando limitados de espacio. Compramos un padrón nuevo en 2020 por la calle Acevedo Díaz (contiguo a la sede principal). Hay que demoler todo. Es probable que a partir del año que viene se puedan empezar a construir templos.

—¿Los tres libros de Amado sobre la masonería son un buen camino para conocer la logia para aquellos que no la integramos?

—No, porque la mejor manera de conocer la logia es estando dentro de la logia; es la única manera. Amado nunca estuvo dentro de la logia y escribió libros donde más que nada lo que importaba era denunciar nombres, decir quién era masón; por allí estaba su búsqueda. Sinceramente, leí el primero nada más.

—¿La masonería sigue siendo una institución elitista y selectiva?

—Selectiva, sí, elitista, no; (o) depende de cómo definamos elite.

—¿En qué sentido sí es elitista?

—Elitista desde el punto de vista intelectual y moral. Pero es más selectiva que elitista. Elitista no es una palabra políticamente correcta. Selectiva, sí, porque seleccionamos a los mejores hombres para hacerlos aún mejores.

—¿Cuál es el aporte económico que hacen los integrantes de la logia y qué propósito tienen esos fondos?

—El aporte está en $ 1.300 en Montevideo y $ 760 en el interior mensuales, y el propósito es el mantenimiento del sistema administrativo y edilicio, y el excedente es para inversiones en los templos.

—¿La logia tiene ingresos anuales por US$ 1,5 millones?

—Puede rondar esa cifra.


Policía investiga filtración de documentos

—¿Qué pasó con las filtraciones de archivos y documentos de la masonería que hubo este año y que ameritaron una denuncia policial?

—Primero hicimos la investigación interna y cuando llegamos a la conclusión de que nos sobrepasaba entregamos la documentación a la Policía, hicimos la denuncia policial. Está en manos de la Policía, de la parte de ciberdelitos.

—¿Hay algún proceso dentro de la masonería?

—No, se abandonó ese proceso interno. Una vez que está en manos de la Policía, cualquier investigación que nosotros hagamos puede entorpecer más que facilitar. Tenemos identificada claramente a la persona, por eso primero fuimos por el camino interno, pero cuando vimos que superaba las posibilidades de esa persona y que había que tener un conocimiento más amplio de computación, decidimos ponerlo en manos de la Policía.

—¿Esa persona dice no haberlo hecho?

—Nosotros no hablamos con la persona, pero estamos seguros de que él no fue. La Policía descubrió que la persona no tenía nada que ver.

Expulsión por caso Penadés y espera por Operación Océano

En el marco de la investigación de Fiscalía contra Gustavo Penadés surgió el vínculo entre dos hermanos masones —Diego Cuiñas y Carlos Taroco— que tejieron una trama para intentar salvar al entonces senador blanco de su responsabilidad penal, la que aún está bajo la lupa de Fiscalía. Cuiñas, por entonces funcionario del Palacio Legislativo y del Parlamento del Mercosur, fue condenado en diciembre de 2023 por tráfico de influencias y asociación para delinquir, mientras que Taroco, director del Comcar, fue condenado en marzo de 2024 por asociación para delinquir, cohecho calificado y revelación de secreto.

A través del decreto 31/2024, al que accedió Búsqueda, el venerable gran maestro de la masonería en acuerdo con la Gran Maestría decretó el 4 de junio de 2024 la expulsión de Cuiñas de la orden, por imposición del Tribunal Masónico, lo que implica su desafiliación. El venerable gran maestro explicó a Búsqueda que “no es necesario” que el fallo del Tribunal Masónico sea posterior al de la Justicia ordinaria, porque “puede haber un delito interno por el cual también puede expulsarse a alguien sin que intervenga la Justicia profana, pero lo que sí es claro y definitivo es que si hay un procesamiento en la Justicia profana, inmediatamente la masonería lo expulsa, sin juicio siquiera”.

Taroco también es masón, pero Pera aclaró que no integra la Gran Logia de la Masonería del Uruguay. Forma parte de otra orden.

A su vez, el venerable gran maestro confirmó que en Operación Océano, una investigación judicial que comenzó en 2019 por explotación sexual de adolescentes en Uruguay, también hay masones involucrados. “No está terminado el proceso judicial (profano). En ese caso estamos esperando el judicial, porque si el judicial no se ha resuelto, ¿cómo vamos a aspirar nosotros a resolverlo?”, dijo Pera. Este mes comenzó el juicio oral para determinar la responsabilidad penal de 10 personas acusadas.

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios:

Publicar un comentario

No ponga reclame, será borrado