La autoridad del gobierno del Frente

Hoy al Frente le toca reprimir a la izquierda, la real, la que no acepta el fraude ideológico del gobierno, lo que no deja de ser triste e irónico. El gobierno del Frente Amplio en Uruguay se dice de izquierdas y hace como la derechas.


Nora Fernández de Alternativa Latinoamericana [28.08.2007 18:32]

Ha traicionado su propio programa e ideas en todas las áreas relevantes pero como amnésico no parece notarlo. Sin ir más lejos el pasado 19 de junio el presidente Vázquez decide declarar el día del nacimiento de José Artigas, como el día del Nunca Más.Naturalmente, Familiares de Detenidos Desaparecidos, la organización de derechos humanos, esperaba que se hablaba de Nunca Más al genocidio de estado. Pero no, Vázquez mismo aclaró que hablaba de Nunca Más hermano contra hermano.

Luisa Cuestas, de Familiares, declaró que no es tiempo de reconciliaciones, falta conocer la verdad. El PIT/CNT la apoyó, hasta Nora Castro, la presidente de la cámara de representantes tuvo que salir a dudar junto con muchos legisladores del Frenta Amplio mismo.

¿Que le pasa a la cúpula del Frente que lee de tan mala manera a sus propios representantes y militantes?

Le pasa lo que a otras cúpulas, peca de arrogancia, cree que el poder le pertenece y que gobierna sola. Esto, que se hizo evidente tan pronto como el Frente llegó al poder, y tiene que ver con el cierre en la práctica de los comités de base y el bloqueo, en todo lo posible, a la participación popular hasta que se la pueda manejar, es medida de la autocracia de la cúpula.

Este giro al autoritarismo no es ni original ni nuevo, siempre que el grupo dirigente usa un discurso pero planea implementar un programa en contradicción con ese discurso usa similares estrategias: desinforma, desmoviliza, desintegra y luego acusa a quienes cuestionan sus métodos de “radicales”, “ortodoxos”, ”ultraizquierdistas” Esto ha sucedido en el Frente Amplio de Uruguay.

De esta manera irrespetuosa son tratados los militantes del 26 de Marzo, y así serán tratados todos aquellos quienes honestamente cuestionen hacia donde va todo. Al 26 de Marzo, que ahora llaman el “ala radical” en la izquierda, los acusan de divisionismo y de rupturismo; les dicen que se vayan si no les gusta.

Pero el 26 de Marzo ni se ha ido ni se ha callado, y se ha transformado, como bien dice José Luis Vázquez en su artículo (Uruguay: ¿Quiénes son los auténticos radicales?), una espina en el zapato del Frente. Y lo peor, es que es una astilla de su propio árbol, una que les recuerda constantemente, en la calle, por el diario y por la radio, que están traicionando el programa y las ideas que los llevaron al poder.

En estas anda la cúpula del Frente, en la traición, y espera que la sigan al despeñadero sin cuestionamientos, por que sí nomás, porque es cúpula. Espera la obediencia ciega, quienes favorecieron siempre en discurso la rebeldía y el cuestionamiento. Se está usando la bien conocida excusa de que tenemos que mantener la integridad del Frente en el gobierno, para acallar a quienes justamente representan eso, la integridad. La integridad del discurso con la acción, la integridad.

Ya Jorge Zabalza, como el teru teru, había alertado sobre el “fraude de las ideas” que se estaba dando, había denunció que el proyecto frenteamplista estaba siendo traicionado y en su lugar campeaba el proyecto fondomonetarista. La política del nuevo gobierno, dijo Zabalza, no es diferente que la de los gobienos anteriores, Astori sigue la línea de Atchugarry, Bensión y Mosca, los ministros de finanzas blanquicolorados.

La voltereta de Astori

La “voltereta” de Astori, como dice La Juventud, es tan extraordinaria que sorprende. Astori pasó de crítico certero del neoliberalismo a su mayor defensor. Pero sería injusto culpar solamente a Astori, que no está sólo sino que es parte del equipo que forman Vázquez, Mujica, Arismendi y Gargano.

En este fraude de las ideas hay muchos involucrados. Con la complicidad de los partidos comunista, socialista, de tupamaros, de la mayoría de la dirección del PIT/CNT, de la dirección del Frente Amplio y con el silencio de los frenteamplistas, universitarios y sectores intelectuales de la sociedad, se está estafando la voluntad popular de una forma a la vez triste y vergonzosa.

Cae uno finalmente en la cuenta de que aquel fragmento que Nin Novoa, el vicepresidente de gobierno, usó para las elecciones, aquello de que “estamos a un paso de cumplir con los sueños,”era quizás lamentablemente cierto, sólo que los sueños de la cúpula no eran los sueños de la izquierda uruguaya. No eran sueños de independencia económica, eran sueños neoliberales de dominación.

Está claro que se ha traicionado la visión por la que la militancia del Frente ha luchado los pasados treinta años. El mismo Vázquez, al asumir en Marzo del 2005, dijo que no pagaría la deuda externa con el hambre y las necesidades del país, pero el gobierno pagó 3.000 millones de dólares incluso por adelantado, y 4.900 millones de intereses que le significaron al país un mayor endeudamiento y a la gente la miseria.

El asunto del pago de la deuda es sin duda el más importante elemento del fraude, como sabemos no hay Uruguay independiente mientras se pague la deuda. Y sin embargo hay otros elementos igualmente preocupantes, como la firma del Tratado de Inversiones y de Inversiones y Comercio con los Estados Unidos, un preámbulo del Tratado de Libre Comercio, que legaliza la dependencia y elcontinuismo imperialista. Estos tratados, que son ahora ley, preveen inmensas indemnizaciones si el país trata de quebrarlos en el futuro.Con la firma de estos tratados el Frente ha atado al Uruguay de pies y manos, algo que no había logrado ni la dictadura, ni los anteriores gobiernos de derecha. Es esta una traición inmensa al futuro, a nuestros hijos, nietos, a las generaciones por venir.

Es más el Frente, que prometió recuperar las areas privatizadas, ha privatizado incluso más, privatizó al Banco Comercial, a la compañía de gas, privatizó las deudas del Banco Hipotecario, la Seguridad Social, el Puerto, el Aeropuerto, las llamadas internacionales, y ahora votó la ley 18159 de apertura económica, libre mercado y privatizaciones con el plan de expandirlas. En la mira están Ferrocarriles, la salud, las cárceles, los lugares de estudio y hasta las canteras de piedra caliza.

En cuanto a los derechos humanos, esa última caída de Vázquez, con el Día del Nunca Más, es una muestra de la posición del gobierno. Se encomendó una investigación sobre la época del terror a tres historiadores uruguayos, son cinco volúmenes que están incluso en el internet, pero hoy sabemos que el actual comandante de la fuerza aérea uruguaya, Enrique Atilio Bonelli, participó como copiloto en el primer de vuelo de la muerte y sigue en su cargo. En ese primer vuelo fueron secuestrados y traídos desde Argentina 22 integrantes del Partido por la Victoria del Pueblo, quienes fueron procesados por la justicia militar por un supuesto, y falso, operativo orquestrado por los militares en Shangrilá. Claro, según Bonelli, los trajeron para salvarlos de los militares argentinos, tan malos ellos comparados con los nuestros. Me pregunto ¿quien cree esto?

Hoy al Frente le toca reprimir a la izquierda, la real, la que no acepta el fraude ideológico del gobierno, lo que no deja de ser triste e irónico. Por allí La Juventud en su publicación del 16 de agosto bromea con que acaso a Astori le han dado algún brebaje que explice su giro radical. Vale preguntarse si habrá tomado el brebaje la cúpula entera del Frente. Sería una explicación poco plausible pero casi deseable en miras de la otra, la de la traición.

La cúpula perdió el horizonte y sus miembros se han vuelto, como dice Zabalza, simples operadores políticos. Asi se entiende el cambio de programa y las estrategias autocráticas. Hay otros ejemplos similares en América Latina; el más patético es el de Lula, el presidente “obrero” del Partido de los Trabajadores, que es hoy el mejor vendedor ambulante de “neoliberalismo”.

En el rodeo se ven los toros, pero antes de entrar al rodeo hay que ser honestos con nosotros mismos, tanto como modestos y realistas en cuanto a nuestras capacidades para no caer en tentaciones, en las que otros han caído. El camino está lleno de trampas y cantos de sirena. Hace falta integridad, honestidad y valentía para reconocer nuestras limitaciones y continuar fieles al proyecto que forjamos juntos a los nuestros. La arrogancia de quienes dirigen es siempre una señal de desviamiento. Es que quien dirige, como bien dijo Artígas, no es nuestro jefe sino nuestro servidor: su autoridad emana de nosotros y cesa, cesa, ante nuestra presencia soberana, y cesa mucho más cuando se decide a borrar nuestra presencia y ni siquiera nos convoca honestamente.

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