viernes, 29 de mayo de 2009

Homenaje a Nuble Yic

Un aplauso a Nuble Yic

Marys Yic


28 de Mayo

Es, para mi familia y en lo personal, un honor y un regocijo, observar en las paredes de este local la foto de mi querido y recordado padre, que a pesar de su ausencia física, vive en nuestros corazones.

Él fue un excelente ser humano, responsable, solidario, generoso y alegre.

Con optimismo bregó por un mundo mejor, tenía claro el camino a seguir y no era indiferente a las necesidades de sus semejantes.

Murió joven, tan solo con 47 años, aún tenía mucho por hacer, por servir y por dar.

El paso del tiempo habría blanqueado sus sienes con las canas propias de la edad, pero de seguro estaría, como en el ayer, aportando sus más caros desvelos y sus acciones en pro de la construcción de una sociedad distinta,

sin miserias, sin explotados ni explotadores.

No tengo duda que el pasar de los años no habría menguado para nada su lucha por las reivindicaciones de la clase obrera y sus ideales progresistas.

Orgullosa me siento de ser su hija, y como tal, esté donde esté, siento su reclamo y su aliento para que todos nosotros, sin desmayo, no cejemos en la búsqueda unitaria de la unidad y el progreso de nuestro pueblo.

Hoy, con mucha emoción, difícil de expresar solo con estas palabras, pero también con ineludible deber de gratitud, evocamos a seis compañeros, obreros de este gremio, que entregaron sus vidas en pos de la libertad y la causa de los trabajadores.

Todos recordamos, que desde los tiempos del pachecato la represión fue particularmente violenta contra los dos focos emblemáticos de la resistencia: obreros y estudiantes.

Ambos colectivos enfrentaron y desafiaron con mucho coraje y desprendimiento, los desbordes barbáricos y autoritarios del gobierno.

Fueron tiempos de impune avasallamiento a los Derechos Humanos, detenciones arbitrarias, militarización de sindicatos, torturas y asesinatos, todo apañado por las mal paridas Medidas Prontas de Seguridad y aprobadas por un Parlamento tímido e indeciso que no nos representaba.

Luego, azotaron nuestro país los años más oscuros de la dictadura cívico-militar, consecuente con un terrorismo de Estado sobrepuesto a sangre y fuego.






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Podríamos recordar a los compañeros que hoy homenajeamos, por los sufrimientos acontecidos durante la represión fascista, rememorarlos por las huelgas de hambre, por los tormentos sufridos e inclusive por sus injustas muertes.

No obstante, prefiero que los tengamos presentes por las acciones que los destacaron: la solidaridad y su lucha por la libertad, la justicia y la igualdad.

En fin, por el amor a sus compañeros, por el amor a su pueblo.

Desde ese amor, desde sus ideas libertarias y de justicia social, quiero especialmente evocar la memoria, honrando a estos hombres en el entendido de que su único “delito” fue batallar por un Uruguay más equitativo, más justo, más humano.

El tiempo ha transcurrido sin que nuestro dolor sea atenuado por el accionar de la justicia. Caminamos entre multitudes sin que nada apreciable nos distinga de los asesinos que todavía, a nuestro pesar, deambulan libremente por nuestras calles.

El daño que nos han ocasionado es demasiado profundo y no puede ser menguado sin una justa y necesaria rendición de cuentas.

Para ello resulta imprescindible el compromiso de toda la sociedad en la defensa y revalorización de los Derechos Humanos.

No puede existir un futuro promisorio con nubarrones de injusticia en el horizonte.

No puede reconstruirse una sociedad si esta acepta, sumisa y gratuitamente, la impunidad de la barbarie inhumana de la represión y el horror asociado.

La Verdad y la Justicia deben ser nuestras perspectivas, por ello, todos los demócratas tenemos la obligación ética, en octubre, de votar para anular la Ley de Caducidad, norma inconstitucional que aún hoy cobija a los responsables de los crímenes más aberrantes acontecidos en la historia de nuestro país y contempla las graves violaciones a los Derechos Humanos que todos hemos padecido en mayor o menor grado.

El pasado nos acompaña, está vivo, pide la palabra e incide notoriamente en nuestro presente.

Sabemos que nuestros mártires no descansarán hasta que brille la justicia, a pesar de que nuestros afectos y nuestra memoria los abriguen y los mantengan intactos junto a nosotros.

Con nuestros imborrables recuerdos se asentará la verdad, con ésta la justicia y el nunca más.



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No son solo memoria, son vida abierta, y el mejor homenaje que les podemos hacer es no permitir que los criminales queden impunes.

Ésta es la mejor forma de honrarlos y devolverles la dignidad que siempre tuvieron y que las fuerzas perversas de la represión intentaron quitarles.

Para terminar, si me permiten, voy a citar una estrofa de un poema de Don Mario Benedetti, compañero, escritor, que lamentablemente nos ha abandonado, pero que sin duda vive en nuestras utopías y en nuestra singular estima.

Nada más apropiado entonces, para expresar los sentimientos que hoy he intentado exponer ante ustedes.

ALGUNOS CANTAN VICTORIA

PORQUE EL PUEBLO PAGA VIDAS

PERO ESAS MUERTES QUERIDAS

VAN ESCRIBIENDO LA HISTORIA

CON TU PUEDO Y CON MI QUIERO

VAMOS JUNTOS COMPAÑEROS.

Muchas gracias.


Enrique López dirigente histórico y expreso político del sindicato



La vieja dirigencia sindical de los frigoríficos del Cerro



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En el 51ª aniversario de los trabajadores de los frigoríficos del Cerro, se realizó un homenaje al obrero Nuble Yic.
Fué detenido el 22.10.1975 y muere el 15.03.1976. a consecuencia de las torturas recibidas en la dictadura cívico-militar de nuestro país.
En la calle Grecia y Holanda se encuentra el local del sindicato, que esta vez se pobló de multitud de trabajadores jóvenes, algunos de ellos venidos del interior.
La parte oratoria de Enrique Lòpez, estuvo marcada por un mensaje netamente clasista y combativo de aquellas jornadas históricas que dejaron huella en la historia sindical de las décadas pasadas.
Se le sumó el dirigente del Frigorífico Nacional; Forcade leyendo con gran emoción algunos párrafos.
Luego se descubrió el cuadro con la foto de Nuble Yic, que a partir de ahora engrosa la galería de mártires del sindicato.
El acto central, lo abrió con su palabra la hija de Nuble; Marys Yic.
Para los que estábamos presentes en dicho acto, sentimos la emoción y compromiso asumido por estas nuevas generaciones de trabajadores, que no se dejarán trampear su destino. Memoria y lucha fué la senda trazada por la vieja dirigencia del Cerro!
Verdad y Justicia.



Un reportage de MARTHA PASSEGGI.




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