El economista Rodrigo Alonso aseguró que todos los sectores de la economía uruguaya, como las grandes superficies comerciales, la forestación, los frigoríficos y el mercado de las telecomunicaciones, se encuentran en proceso de extranjerización y concentración, debido a que los capitales que llegan al país son más poderosos. Alonso se refirió, en conversación con el Portal del PIT-CNT, a la reciente edición del libro titulado “Uruguay for export: Capital extranjero y declive del empresariado nacional” (Ediciones El Berretín, 2023). El libro representa una investigación colaborativa sobre ciclos económicos, inversión extranjera y nacional, zonas francas, políticas económicas y sectores estratégicos de la economía, entre otros temas. La recopilación estuvo a cargo de los economistas Rodrigo Alonso, Juan Geymonat y Gabriel Oyhantçabal.
La extranjerización del capital
Alonso explicó que la idea de realizar una recopilación surgió después de haber elaborado un informe para la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (FUECYS) sobre el capital y el sector de supermercados. En ese momento, se observó un proceso de extranjerización del capital, ya que bancos de origen francés y argentino estaban adquiriendo supermercados en Uruguay.
El objeto de estudio se centra en la caracterización de la economía uruguaya en las últimas décadas, incluyendo sus ciclos económicos, los principales elementos estructurales, el proceso de extranjerización y la disminución del capital nacional, tanto en términos generales como en diferentes sectores estratégicos de la economía.
El autor y compilador explicó que lograron constatar que lo común es que todos los sectores de la economía están experimentando un proceso de “extranjerización”, tanto en la banca como en los supermercados, la forestación, los frigoríficos y el mercado de las telecomunicaciones, especialmente en la televisión. Este proceso de extranjerización va de la mano con la concentración, ya que los capitales que llegan son más poderosos. “En todos estos casos se trata de oportunidades de negocios, en un proceso en el que Uruguay tuvo un buen desempeño económico desde 2002 en adelante, lo que les permite obtener beneficios. Sobre todo, este sólido balance externo creó disponibilidad de dólares debido a los buenos precios de las materias primas. Nadie va a invertir donde no pueda recuperar su inversión y satisfacer a las casas matrices”, afirmó.
Alonso se refirió a la particularidad del sector forestal. “La forestación no se desarrolló a partir de lo que ya existía, como ocurrió con los frigoríficos, sino que el propio capital extranjero creó la fase industrial de la forestación. Estamos hablando de las plantas de celulosa, donde también se dio un proceso de extranjerización en la fase primaria de la forestación, es decir, en la construcción de los bosques, en gran medida, por estas mismas empresas de celulosa, que también adquirieron tierras para asegurar el suministro de madera para su producción”, detalló. Aseguró que los principales terratenientes “privados” del Uruguay de hoy son las empresas de celulosa. Aunque el principal propietario de tierras en Uruguay sigue siendo el Instituto Nacional de Colonización.
El economista agregó que existe capital argentino que se invierte en el sector inmobiliario, así como grandes multinacionales, como en el caso de las pasteras, frigoríficos y bancos españoles, provenientes del País Vasco, y de Hong Kong. Entre estos tipos de capital se está movilizando el ahorro tanto de las empresas multinacionales como del sector privado. Dijo que en 1985, el capital nacional representaba el 40% de las ventas en la cúpula empresarial, que incluía a las 200 principales empresas, mientras que en la actualidad, esa cifra ha disminuido al 20%. Lo que el capital nacional ha perdido en su participación en la cúpula empresarial, el capital extranjero lo ha ganado, y ahora constituye casi el 40%. El capital que ha mantenido su presencia constante en la cúpula empresarial es el capital público, que en 1985 representaba el 30% de las ventas y hoy aún mantiene ese mismo 30%.
Añadió que, si se observan las exportaciones, en 2002, el capital nacional representaba el 75% de las ventas al exterior, mientras que en la actualidad, esa cifra se ha reducido al 25%. En sentido contrario, el capital extranjero ha aumentado su presencia en las exportaciones.
La cúpula empresarial se está extranjerizando, al igual que la canasta de exportaciones, lo que indica una tendencia al declive del peso sociológico y político de la anteriormente llamada burguesía nacional. Esto tiene implicaciones políticas que merecen ser discutidas en el contexto del análisis de la geografía política uruguaya. El libro no profundiza en este aspecto, pero plantea cuestiones importantes relacionadas con los posibles marcos de alianzas políticas.
Ciclos económicos
Por otro lado, Alonso señaló que la característica cíclica de la economía uruguaya es muy evidente. Afirmó que esto se debe a su integración en la economía global, ya que es un país exportador de materias primas y depende de los precios de estas materias para impulsar su crecimiento.
Agregó que entre 2004 y 2014, la sobrevaloración de la moneda y la depreciación del dólar afectaron al sector exportador y beneficiaron a la economía en su conjunto. Sin embargo, al mismo tiempo que se democratizó la fase de expansión, esto generó un desincentivo para la industria nacional, provocando un auge en las importaciones y socavando la capacidad de diversificar la base productiva. Al mismo tiempo, se va preparando el terreno para la fase de contracción, ya que la economía uruguaya no se expande mediante el desarrollo de las fuerzas productivas ni el aumento de la productividad laboral, sino que su crecimiento se basa en un flujo temporal. “Cuando el flujo de riqueza internacional, que proviene de la renta del suelo, disminuye o se agota, lo que sigue es la contracción. Eso es lo que hemos observado en las últimas décadas”, enfatizó el economista.
El autor recordó que en el Uruguay de la década del 80’ comenzó con la crisis de 1982 y de algún modo “se llevó puesta a la dictadura”. Luego se repitió en los 90’ cuando hubo una fase de expansión, pero en 2002 apareció una nueva crisis que “se llevó puesto el bipartidismo” de los partidos Blanco y Colorado.
Se vio también en un tercer ciclo que fue el del crecimiento durante la etapa progresista, e ingresó en una fase de meseta en el año 2015 hasta el 2019 y eso desembocó en el surgimiento de “Un Solo Uruguay” como proceso de impugnación del progresismo, le fue quitando capilaridad en el interior del país y finalmente finalizó con la victoria del Herrerismo. “Hay algo de deja vú histórico”.
“La historia se repite, incluso con los mismos actores. Esto está estrechamente relacionado con los ciclos de la economía uruguaya y con las formas en que esos ciclos se expanden, seguidos de una depreciación del tipo de cambio y luego se contraen a través de una devaluación. Todo está interconectado, y podemos afirmar que la expansión ya contiene en sí misma la semilla de la contracción”, comentó.
Añadió que surge un “nudo muy evidente” que la sociedad debe abordar, y es cómo influir en la misma estructura económica para escapar de estos ciclos perniciosos que ocasionalmente culminan en medidas de ajustes impopulares.
Detalles
El libro se divide en tres partes. La primera de ellas se refiere a las “Coordenadas del Uruguay internacional, características de su economía política” y está a cargo de Alonso, Geymonat y Oyhantçabal.La segunda parte del libro se compone de dos capítulos: “La economía uruguaya en el proceso de transnacionalización mundial”, escrito por Gustavo Bittencourt; y “La política hacia la inversión extranjera directa”, de Martín Buxedas.
La tercera parte del libro contiene los siguientes capítulos: - “El sistema financiero uruguayo, concentración y formación de grupos económicos de capitales extranjeros” (Soledad Giúdice, Natalia Otero y Aníbal Peluffo).
- - “El mercado de las telecomunicaciones” (Daniel Larrosa).
- - “Terratenientes y capitales agrarios, ni tan grandes ni tan poderosos” (Gabriel Oyhantçabal Benelli).
- - “Reconfiguración de los grupos económicos nacionales de comunicación, desde la televisión abierta hasta internet al hogar” (Gustavo Buquet).
- - “La industria frigorífica uruguaya del siglo XXI. ¿De dónde venimos? ¿Para dónde vamos?” (María José Rey).
- - “Bosque, puerto y frontera, ascenso del sector forestal en Uruguay” (Rodrigo Alonso).
- - “Extranjerización de las cadenas de supermercados y la disputa por el comercio minorista” (Rodrigo Alonso, Juan Geymonat y Nicolás Marrero).
- - “Las zonas francas en Uruguay y la atracción de inversiones, justificación social de la expansión de las economías de enclave” (Alfredo Falero).
- -“Energías renovables y capital extranjero” (Juan Geymonat y Pablo Messina).
- - “El sector automotriz en Uruguay, concentración del capital transnacional, protección y complementariedad productiva del MERCOSUR” (Damián Rodríguez Díaz).
Me parece muy buen trabajo voy a tratar de adquirirlo.
ResponderEliminar