miércoles, 7 de noviembre de 2007

HONESTIDAD INTELECTUAL

“Y el revisionismo histórico actual de ciertos dirigentes de la izquierda”

MENSAJE DE LA 36

Los grandes medios de comunicación de masas, las editoriales, casi no dan a basto para publicar la interpretación personal, de la historia del proceso uruguayo, regional y mundial a partir de las experiencias particulares.
Ya no existe la forma de entender algo de ellas, a la hora de comparar unas con otras, es como aquella famosa película Rashomon, del inmortal director japonés Akira Kurosawa, donde la verdad resulta cada vez más esquiva, después de cada relato.
Y quienes escriben, pronuncian extensos discursos de línea política a la juventud y filosofan, no son politólogos, historiadores o periodistas precisamente.
Son los propios dirigentes, muchos de ellos principales protagonistas del proceso de la izquierda uruguaya de los últimos cuarenta años.
Han sido individuos respetados, tenidos en cuenta y citados dentro y fuera de fronteras. Y por tanto, mucho más importante todo lo que estos hombres les digan con su autoridad, fuera de cualquier duda a los jóvenes de hoy día.

Todo el periodismo del que carecieron en el pasado, salvo de quienes vieron en la difusión de su accionar un excelente e imperdible negocio económico, ahora en cambio la visión es mucho más amplia y global para quienes no solo buscan en mero resultado mercantil.
Sino y fundamentalmente de quienes son conscientes, que estas historias son contadas de manera tal que sirven muy bien para decepcionar a la juventud con respecto a la lucha.

Primero fueron las decepciones de la caída del socialismo real, el Muro de Berlín y el anuncio del “fin de las ideologías”.
De un día para otro los mismos dirigentes que habían hablado maravillas de lo que habían visto con sus propios ojos, donde muchos de ellos habían vivido durante años de exilio, el progreso, el desarrollo social, los avances de la ciencia, el humanismo; precisamente ellos, fueron los más críticos y quienes más rápido abandonaron las concepciones que decían antes sostener.
O se trataba de una falsedad y escasos niveles de conciencia, o no estaban convencidos de sus ideas, o se beneficiaban personalmente de aquellas posiciones que ocupaban.

Hoy, cuando ya no se habla siquiera de la vigencia del socialismo y todo se reduce a progresismo, a profundización de la democracia burguesa, a populismo, a cambios futuros y a muy largo plazo.
Está llegando otra arremetida de la labor política del oportunismo tendiente al mayor desarme ideológico que aún poseen en su mochila muchos de los militantes más activos del proceso uruguayo.
La crítica de algunos de los dirigentes fundadores del MLN Tupamaros en uno de los últimos libros de reciente aparición, apunta contra la Revolución cubana, el Che, y Fidel.

Dice el autor de este libro fundador del MLN que:
“La revolución cubana, desde su triunfo, se ha apoyado en un pequeño puñado de ilusiones con una fuerza tremenda, por la simple razón de que las sociedades en que vivimos están basadas en injusticias, explotaciones, inequidades, discriminaciones, corrupciones y crímenes sin medida. Esa fue, y es la fuerza que exhibió como bandera la revolución cubana, más por sus proclamados y fracasados triunfos en diversos terrenos”.

En su crítica a la revolución cubana a la que identifica como un mito el autor del nuevo libro señala que:
“Existe un dato que ha proporcionado la historia del último medio siglo, pero que, sin embargo, no ha merecido, hasta la fecha, la atención que a nuestro juicio debería haber tenido. A partir del triunfo de la revolución cubana el 1º de enero de 1959, dirigida por Fidel Castro, en catorce países de nuestro continente se intentó reproducir o llevar a la práctica el mismo método que condujo al triunfo de la guerrilla en la isla de Cuba.
De los catorce países en donde se intentó reproducir el modelo revolucionario cubano que condujo al triunfo, se fracasó en trece; y el único donde triunfó la guerrilla fue en Nicaragua, donde se ha desarrollado un proceso lleno de luces y sobras que `perdura hasta el presente.”

También señala más adelante que:
“Si es verdad que la práctica es el criterio de la verdad, la derrota militar completa de todos aquellos intentos, así como la pérdida de las conducciones más lúcidas y políticamente más comprometidas con las tareas de revertir los procesos dictatoriales que cubrían el continente, conduce inevitablemente a la conclusión de que la teoría cubana no solamente fue errónea sino que, además tuvo un alto costo en vidas humanas miles y miles de combatientes, al tiempo que hipotecó decisivamente los posibles intentos de transitar otros caminos que condujeran al triunfo.”.

Otro dirigente y fundador del MLN Tupamaro, de los que participó en el procesos de negociación con los militares en el ‘72 saliendo y entrando a los cuarteles, declara en una extensa entrevista en el diario Crónicas Financieras del 2 de noviembre de 2007 que en caso de que la organización hubiera triunfado lo que hubiera pasado sería lo siguiente:
“Pienso que el contexto internacional habría sido más o menos parecido a lo que vivió Cuba. Todavía estaríamos siendo rehenes de Brasil o Argentina en la región y habríamos terminado destrizados como nación. Tal vez podría decir que el pueblo hubiera triunfado y construido un socialismo hermoso. Pero no creo que fuera el caso. Por lo pequeño del país, porque no es una isla y está rodeado de verdaderas gendarmes. Lo que está pasando en el mercosur es un ejemplo”.

Otro de los dirigentes históricos y fundador del MLN Tupamaros durante el acto de conmemoración del Aniversario de la muerte del Che y la toma por parte de esa organización de la ciudad de Pando también señalaba lo siguiente:
“Porque cuando la izquierda fracasa lo que sobreviene es un derechazo, desde la Revolución Francesa hasta ahora. Yo sé que el almácigo de la derecha es muy chico, pero fertilizan y lo riegan desde la derecha, el centro y hasta de la izquierda, lo ruegan y lo riegan, sin darse cuenta del drama que hay en juego”.
Por supuesto que no es esta la visión que tienen Marx y Lenin acerca de las razones del fracaso de los comuneros de París a los cuales se le señala precisamente los errores de profundidad cometidos de no haber tomado los cuarteles y los bancos.

Pero prosigue diciendo más adelante este dirigente que acusa a la izquierda de regar el “almácigo de la derecha” lo que sigue:
“Entonces les digo que yo y un montón de veteranos que andan por acá pertenecemos a un siglo y a una tierra a la que pertenecía el Che Guevara y tantos otros, pertenecemos a una larga gesta, al esfuerzo más grandioso que hizo la humanidad en su intento de construir sociedades donde desapareciera la explotación del hombre por el hombre, donde se aplicara el conocimiento y la cultura y la fraternidad humana.
Ese foco que sacudió el planeta que significó la revolución rusa, todo lo que paso en el este. La revolución China y su larguísimo proceso, lo que pasó en Vietnam y en toda América, en el Africa.
¿Acaso no está en nuestra memoria toda esa épica, donde en términos generales se intentaba construir sociedades socialistas?
La energía del hombre se multiplicaba, los recursos científicos y materiales se nos duplicaban más. Sobraban razones para plantearse que no sólo había que encontrar sociedades más racionales sino que siendo posible era absolutamente imprescindible y necesario. Algunos han dicho que se fracasó en los métodos, se podría discutir.
Hubo millones de hombres que vivieron en países que se denominaban socialistas, pero compañeros hay que tener la honradez intelectual de reconocer que ese mundo se hizo pedazos delante de nuestros ojos contemplativos.
Y eso en el fondo, para nosotros no cuestiona la causa, lo que cuestionó fue la construcción. Por todas partes la burocracia terminó sustituyendo a los revolucionarios.
¿Cómo fue posible que se disgregara la Unión Soviética? Se dice hoy que en Rusia actual están levantando a Stalin.
Pero no en nombre de ningún proletariado sino en nombre del chovinismo ruso.
Y entonces uno se pregunta ¿qué pasó?
No podemos considerar que ese sea el trabajo sucio de la CIA, no podemos considerar que sea una traición de tres o cuatro o doscientos, que dejó que una revolución portentosa que pudo parar al fascismo, se disgregó sin un tiro. ¿Y nadie saca ninguna conclusión? ¿Y nosotros no sacamos ninguna conclusión?
Yo no discuto el socialismo, y he dicho lo que pienso, no para que estén de acuerdo sino para pensar cosas distintas en honor a tanta gente que ha luchado”.

Pues bien, pensemos un poco, tal como nos pide el dirigente y fundador el MLN.
Nosotros sufrimos nuestras propias derrotas mucho antes de que fracasara el socialismo real, del cual muy poco y nada destacaba la organización y sobre la cual abundaban las críticas y condenas más que otra cosa.
Pero es indudable que en los procesos políticos y sociales los hombres en la historia juegan un papel destacado y a veces determinante. No son las grandes masas las que conducen los procesos, aunque el pueblo sea el determinante en toda revolución.
¿Qué papel jugaron los militantes del MLN en el proceso de negociación con las Fuerzas Armadas por ejemplo?
¿No fueron acaso un pequeño grupo de dirigentes los que tomaron la decisión y participaron de ese proceso?
¿Quiénes tomaron las decisiones siguientes en Viñas, después en Buenos Aires, de transformar al MLN en un partido marxista leninista por ejemplo, fueron en realidad los militantes?

Pero conviene no irse tan lejos en el tiempo con ejemplos que la mayoría de la gente desconozca o le genere más dudas.
Vayamos al momento actual.
¿Quiénes son los responsables actuales del proceso económico, social, político, y cultural bajo el gobierno del Frente Amplio?
¿El pueblo uruguayo?
¿Los trabajadores uruguayos?
¿La juventud uruguaya?
Toda la responsabilidad de la toma de decisiones que los dirigentes de la izquierda uruguaya tienen nombre y apellido y no pueden ser atribuidas a las grandes masas que permanecen pasivas, indefensas, expectantes a veces y en otras oportunidades abatidas, desalentadas, confundidas y hasta decepcionadas.
¿Quién puede tomar las calles en este momento para defender el socialismo, los cambios, el progreso, las promesas de la campaña electoral, el Programa del Frente Amplio, y el bienestar de las necesidades insatisfechas?
Si son los propios dirigentes -igual que en la ex Unión Soviética y los países del este- los responsables de engañar al pueblo en su buena fe.

El pueblo uruguayo cumplió en cada compromiso histórico haciendo lo que tenía que hacer. Cuando la dictadura mientras el pueblo ocupó las fábricas y fue a la huelga general revolucionaria, los dirigentes del MLN ya estaban presos, se habían ido al exterior, o estaban negociando.
El pueblo siguió luchando con sus escasas fuerzas en la resistencia a las Fuerzas Armadas durante el largo periodo, donde una buena parte de la mayoría de los cuadros del Partido Comunista también estaba en prisión o exiliados en los ex países socialistas.
El pueblo cumplió cuando hubo que votar en blanco y no pocos dirigentes de la izquierda, mandaban a votar a Wilson Ferreira Aldunate.
El pueblo cumplió quedándose en el Frente cuando la 99 de Michelini, el PDC y Batalla se fueron del Frente Amplio, contribuyendo a la primer derrota del FA.
El pueblo cumplió en 1989 con 634 mil firmas contra la Ley de Caducidad.
Y después con 608 mil firmas obtenidas en el 2003 para someter a referéndum la ley de asociación con ANCAP.
Y con 247 mil firmas que propiciaron el plebiscito contra la privatización de los servicios de agua potable junto con las elecciones del 2004.
El pueblo cumplió cuando ustedes los dirigentes lo convocaron a defender a los compañeros vascos en el Hospital Filtro y volvió a regar con su sangre su osadía de pelear por la solidaridad y en internacionalismo proletario.
El pueblo uruguayo cumplió, no falló.
Y no faltó a la cita para luchar por la libertad de los presos.
El pueblo tocó el cielo con las manos cuando los puso a todos ustedes comunistas, socialistas y tupamaros en el poder, y en la mayoría del parlamento.
Los que fallaron fueron ustedes, muchacho. Los que fracasaron son ustedes y nadie más.
El pueblo al igual que en la ex Unión Soviética y los países del este europeo, ha sido manipulado, engañado en su buena fe.
Y a ustedes no les da la nafta, están de vuelta y de esto comienza a darse cuenta el pueblo, poco a poco.

Estas cosas han venido pasando y seguramente se corregirán en el futuro inmediato.
Lo que no hay derecho es que en el intento de justificar el fracaso, ahora traten e intenten por todos los medios destruir la escasa confianza que aún posee la gente entre sus certezas.
Lo peor que se puede hacer es hacer sentir culpable a las víctimas de ustedes, en que sus desgracias les pertenecen y se las merecen debido a sus propios errores y culpas.

La honradez intelectual de la que hablan estos fundadores y dirigentes actuales no se refleja más que en su afán de justificar un pasado del que se pretende tomar la mayor distancia y de un presente que solo conduce a un abismo liberal y capitalista.
A la teoría marxista fundamentada por Federico Engels y Carlos Marx quienes afirman en su libro “De cómo el mono se transformó en hombre”, que “Se puede decir que el trabajo creó al hombre”.
En su discurso el dirigente afirma por el contrario que: “El hombre no nació para trabajar, nación para vivir y trabajar lo menos posible. Y solo trabaja cuando está obligado y después que está obligado es también un bicho de hábito y si tiene el hábito de trabajar lo puede ganar la adicción de trabajar. Pero su naturaleza congénita es la línea del menor esfuerzo. Entonces la burocracia no aparece por que sí, todos somos burócratas potencialmente adentro”.
De esa generalización a justificar que todos somos burócratas porque la cuestión es genética y que los empleados públicos son en su mayoría una caterva de vagos, solo hay un paso.
Pese a esas explicaciones los burócratas están donde deben estar, en el partido de la burocracia, el partido de la horizontalidad, el de los contratos de obra, el de los buenos ingresos mensuales, el de quienes se defienden entre sí, el de los que corrieron al general don Víctor Licandro, sea cual sea el grupo político al que pertenecen originariamente.
Aquí no hay más burócratas que ustedes y los pusimos nosotros y les pagamos nosotros, para que en nombre de la honestidad intelectual todavía nos den palos por vagos genéticos.

Nos interesa pese a todo encarar el tema este del trabajo porque no sólo afecta a la juventud del partido de la burocracia sino que les llega a todos los jóvenes por igual, por tratarse de los dichos de uno de los dirigentes más prestigiados y reconocidos del proceso uruguayo.
Por eso y por estar, precisamente, desde hace un tiempo atrás intentando ubicar el trabajo como uno de los elementos principales de esta etapa, es que intentaremos acercar algunos fundamentos marxistas sobre la función y capacidad humana de trabajar.
“Que otra cosa es la riqueza sino la manifestación absoluta de los dones creadores del hombre, sin más premisas que el precedente desarrollo histórico, que convierte en objetivo propio esta integridad del desarrollo, es decir, el desarrollo de todas las fuerzas humanas, como tales, sin referirlas a ninguna escala establecida de antemano. Aquí el hombre no se reproduce a s8i mismo, en alguna conformación única dad, sino que se produce a si mismo en toda su integridad, no se propone quedar conformado como algo definitivo, sino que se encuentra en un absoluto movimiento de formación”. Carlos Marx.

Para una organización de izquierda revolucionaria, la militancia siempre debe ser sinónimo de trabajo consciente no de burocracia congénita, como dicen estos dirigentes. En el sentido estricto como en el general de éste termino. Cuando nos planteamos un salto en calidad como el que debe darse muy pronto en esta coyuntura, lo esencial es elevar la calidad, la amplitud y la profundidad de nuestro trabajo. Las condiciones para tal desarrollo son más que suficientes. Están presentes la necesidad y la posibilidad para un gran avance, cuyos primeros pasos han de comenzar a verse muy pronto. Los ejemplos de los logros alcanzados con la Asamblea Popular y las actividades destacadas de La Teja y Goes son la señal de que estamos transitando por ese camino con seguridad y firmeza.
¿O es que allí el trabajo no fue la causa principal y el contenido y el resultado obtenido?
¿Qué empresa nos colocó los carteles?
¿Qué prensa nos dio publicidad?
¿Qué empresa de transporte nos trabajo un ómnibus con gente de los departamentos del interior?
¿De donde salió el dinero para las fajas, la pintura, el audio, las transmisiones?
Detrás de cada paso está el trabajo, la labor y la calidad del esfuerzo individual y colectivo.

Una actitud comunista hacia el trabajo sólo puede ser lograda si, junto a las condiciones materiales, actúa la conciencia, la voluntad y la decisión de cada militante. Para nosotros que vivimos bajo un régimen capitalista este avance es posible dentro de la organización revolucionaria. Condiciones y requisitos que por supuesto nos se cumplen entre los beneficiados por el partido de la burocracia que se convierten en cuanto se adecuan a los requerimientos de estos dirigentes en busca de un buen salario pago por el Estado.

Pese a las consideraciones y los gurúes del supuesto fracaso del socialismo, el Che, Fidel y la Revolución cubana, la organización debe seguir siendo un verdadero germen del socialismo y el comunismo dentro de esta sociedad capitalista no dejarse influir por quienes está buscando justificar sus fracasos y sus desviaciones históricas.
Debemos seguir pensando como pensábamos antes de que estas cosas ocurrieran, para nosotros la sociedad socialista es aquella de una única ideología, donde desaparece la propiedad privada sobre los medios de producción, se elimina la explotación del hombre por el hombre, todo el trabajo es voluntario y consciente, desaparece el antagonismo entre los intereses colectivos y los individuales, armonizándose ambos en función de los objetivos comunes de la liberación nacional y social; se desarrollan el optimismo, la camaradería y la ayuda mutua.
Solo así se darán las condiciones mínimas necesarias para un enorme avance político, ideológico, material y espiritual, de cada militante y del conjunto de la organización, la que -a través de la prueba de la lucha y la práctica social- se acerca cada vez más a cumplir sus objetivos revolucionarios.

El estudio del tema del trabajo, dentro de la organización a que cada uno pertenezca aporta importantes conocimientos teóricos que, unidos a la decisión y el esfuerzo diario, pueden acelerar el avance hacia una actitud cada vez más comunista hacia el trabajo, es decir hacia la militancia.

Marx y Engels basándose en los grandes adelantos de la ciencia de su época, demostraron que el trabajo fue el factor decisivo en la formación del hombre y la sociedad humana. Dice Engels: “El trabajo es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que hasta cierto punto debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre”.
El trabajo fue el factor decisivo en la transformación de nuestros antepasados antropomorfos en el hombre moderno.
“La mano... decía Engels, no solo es el órgano del trabajo; es también producto de él. Unicamente por el trabajo, por la adaptación a nuevas y nuevas operaciones, por la transmisión hereditaria del perfeccionamiento especial así adquirido por los músculos, los ligamentos y en un periodo más largo, también por los huesos y por la aplicaciones siempre renovada de estas habilidades heredadas a operaciones nuevas y cada vez más complejas, ha sido como la mano del hombre ha alcanzado ese grado de perfección que la ha hecho capaz de dar vida, como por arte de magia, a los cuadros de Rafael, a las estatuas de Thorvaldsen y a la música de Paganini”.

“Por otra parte...continúa Engels, el desarrollo del trabajo, al multiplicar los casos de ayuda mutua y de actividad conjunta para cada individuo, tenía que contribuir forzosamente a agrupar aún más a los miembros de la sociedad. En resumen los hombres en formación llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de decirse algo los unos a los otros, la necesidad creó al órgano: la laringe poco desarrollada del mono se fue transformando, lenta pero firmemente, mediante modulaciones que producían a su vez modulaciones más perfectas, mientras los órganos de la boca aprendían poco a poco a pronunciar un sonido articulado tras otro”, surgió así el lenguaje hablado.

“Primero el trabajo, luego y con él la palabra articulada, fueron según Engels, los dos estímulos principales bajo cuya influencia el cerebro de mono se fue transformando gradualmente en cerebro humano que, a pesar de toda similitud lo supera considerablemente. En tamaño y en perfección. Y a medida que se desarrolla el cerebro, desarrollándose también sus instrumentos más inmediatos: los órganos de los sentidos. De la misma manera que el desarrollo gradual del lenguaje va necesariamente acompañado del correspondiente perfeccionamiento del órgano del oído, así también el desarrollo general del cerebro va ligado al perfeccionamiento de todos los órganos de los sentidos. La vista del águila tiene mucho más alcance que la del hombre, pero el ojo humano percibe en las casas muchos más detalles que el ojo del águila. El perro tiene un olfato mucho más fino que el hombre, pero no puede captar ni la centésima parte de los olores que sirven a este de signos para diferenciar cosas distintas. Y el sentido del tacto que el mono posee a duras penas en la forma más tosca y primitiva, se ha ido desarrollando únicamente con el desarrollo de la propia mano del hombre a través del trabajo”.

El impresionante desarrollo de las ciencias ha confirmado plenamente, ampliándolo, el análisis materialista dialéctico que realizaron los fundadores del marxismo sobre la formación del hombre moderno. Como lo demuestra Engels, el trabajo creó la mano del hombre, el lenguajes, el cerebro y los órganos de los sentidos. Es decir el trabajo creó el tipo biológico moderno del hombre.

EN SÍNTESIS, TODO LO QUE EL HOMBRE ES, TODO LOS QUE POSEE, TODOS LOS BIENES MATERIALES Y ESPIRITUALES CREADOS POR LA HUMANIDAD EN MILENIOS DE HISTORIA SON PRODUCTO DEL TRABAJO HUMANO SOCIALMENTE ORGANIZADO. POR TANTO, TODO LO QUE LA SOCIEDAD HUMANA AVANCE EN EL FUTURO SERÁ TAMBIÉN Y EN ESENCIA, EL RESULTADO DE LA ACTIVIDAD LABORAL DE MILES DE MILLONES DE HOMBRES.

EL TRABAJO LE HA DADO AL HOMBRE EL PAN, LA ROPA Y EL ABRIGO, LO PROTEGIÓ CONTRA LAS FUERZAS ESPONTÁNEAS DE LA NATURALEZA Y LE PERMITIÓ DOMINARLAS.
DEL TRABAJO EN SOCIEDAD, SURGIERON LAS ARTES Y LAS CIENCIAS, LA MORAL Y LOS MÁS ELEVADOS SENTIMIENTOS HUMANOS.

PRODUCTOS DEL TRABAJO, EN SU ACEPCIÓN MÁS GENERAL, HAN SIDO LAS GRANDES REVOLUCIONES SOCIALES COMO LAS REVOLUCIONES SOCIALISTAS Y DE LIBERACIÓN NACIONAL QUE SIGNAN EL CONTENIDO DE NUESTRA LUCHA Y NUESTRA ÉPOCA.

Y EN DEFINITIVA LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO Y EL COMUNISMO SERÁ LA OBRA GLORIOSA DEL TRABAJO HUMANO.

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