Por la independencia política del PIT-CNT
Por un programa de los trabajadores
y un plan de acción para conquistarlo
La experiencia que venimos realizando la clase obrera y los trabajadores en estas últimas décadas, ratifica, la importancia decisiva, para el futuro de nuestras condiciones de vida, de las conquistas económicas sociales y políticas de nuestra clase obrera, la preservación de nuestras organizaciones de clase en el terreno de la independencia política.
Desde la salida de la dictadura cívico-militar (1983-1984) instalada por el imperialismo y apoyada por la burguesía nacional entreguista, la clase obrera y el pueblo han padecido los gobiernos que en nombre del advenimiento de la democracia, el progreso y desarrollo nacional han mantenido la misma línea de quienes los antecedieron.
Todos los gobierno neoliberales (colorados y blanco) han garantizado el sometimiento de los intereses nacionales y populares a las grandes corporaciones capitalistas financieras y al rumbo señalado por el FMI y el Banco Mundial.
Su intento de dar participación en la succión imperialista a los capitalistas nacionales, en el botín extraído al trabajo de nuestro pueblo, ha sido sobre la base de acrecentar los niveles de explotación del pueblo trabajador, y no ha existido una sola medida de limitación a esta sangría y succión imperialista.
Esto se ha puesto de manifiesto con el brutal endeudamiento nacional, y en como ha evolucionado la participación del salario en relación al PBI pero además en los niveles de desocupación y o desregulación y flexibilización laboral que hemos sufrido los trabajadores.
Si dichos gobierno no han ido más allá aún, con la liquidación del estado nacional y del conjunto de conquistas históricas económicas y políticas populares ha sido por la capacidad de la movilización popular para ponerles límites ha dichos propósitos.
La gran crisis del 2002 reveló además que la idea de que creciera la torta para luego repartir acuñada por los neoliberales no devino en ninguna estabilidad. Por el contrario quedó en evidencia que la crisis tiene un carácter internacional y no es de un modelo económico, sino que responde a la ausencia de una salida económica social y política para las masas laboriosas en todo el universo del conjunto del sistema capitalista.
Las grandes movilizaciones y rebeliones populares que se dieron lugar a comienzo al siglo 21; la caída a manos de esas rebeliones de los gobiernos y partidos históricos del régimen o su debacle electoral, el empantanamiento de la invasión imperialista en Irak, los impedimentos para avanzar a través de la acción militar directa con el Plan Colombia en América Latina, han obligado al imperialismo a reconocer el agotamiento de los gobiernos neoliberales tradicionales y a utilizar y combinar diversos recursos políticos para contener y desviar las luchas populares.
Es este proceso general de la lucha de clases han surgido un sin número de gobiernos autoproclamados progresistas y /o nacional –populares, aupados por esas luchas populares.
Sin embargo, al igual que en nuestro país, dichos gobiernos no han venido a resolver dichas demandas populares sino a consagrar la continuidad de los mismos programas neoliberales.
El nuevo gobierno ha garantizado bajo la apariencia de la colaboración de clases y las políticas demagógicas del combate a la pobreza el mismo sometimiento nacional y la continuidad del saqueo a los trabajadores. Esto es visible en la evolución del PBI y de los salarios en estos tres años del gobierno sobre lo que adjuntamos partes de una nota “DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN URUGUAY o ¿QUÉ ES SER DE IZQUIERDA?” publicada en El Municipal (Marzo) y elaborada por Wiliam Yohay en base a un trabajo de Joaquín Echevers, economista y miembro de
“1. Conclusiones
Primera Conclusión:
Con la crisis que se inicia en 1999 y que se profundiza con la debacle de 2002 hay una pérdida de participación de los salarios y de los ingresos en el PBI de amplísimos sectores de la población.
En los años que van desde
Pero la pérdida de importancia de los ingresos del trabajo y otros ingresos excluidos los del capital, viene de larga data. Ha crecido desde fines de la década de los 60 y se ha reforzado en los años posteriores a 2002.
En los años de la actual administración no sólo estaría igualando los peores valores de los años previos a la restauración democrática sino que también, de no haber cambios sustanciales en la política económica, no tendrá cambios relevantes.
Segunda Conclusión:
Los altos niveles de pobreza, la pérdida de ingresos de los hogares más pobres y la profunda desigualdad que mantiene el Uruguay, abonan la hipótesis para un futuro cercano del círculo vicioso entre pobreza y bajo crecimiento del PBI. La convalidación de estos indicadores en un ciclo de alto crecimiento lleva consigo la semilla de futuras crisis y aún mayores injusticias.”
Así comienza el trabajo de Echevers, pero, ¿en qué basa sus conclusiones, en especial la primera?
No hay que machacarse mucho las neuronas para darse cuenta de que los salarios tienen hoy una participación en el Producto Bruto Interno, o en el Ingreso Nacional Bruto Disponible(1) mucho menor que la que tenían en 1998. Aunque el PBI disminuye marcadamente en 1999 y 2000 (aclaramos, a valores constantes, la tabla está confeccionada en base a pesos corrientes, por lo cual el PBI aparece creciendo, cuando en realidad, la producción esos años bajó), la participación porcentual del salario se mantiene.
A su vez, si analizamos el período 98/00 la participación de la masa salarial era aproximadamente un 30% del PBI y en los tres años del actual gobierno es algo más del 20.5%. En consecuencia los ingresos del trabajo perdieron casi el 10% del PBI en cada año de esta administración en relación al trienio 98/00. Llevado a millones de U$S la pérdida fue la siguiente: 2005; la masa salarial perdió U$S 1.650 millones. 2006, la pérdida fue por U$S 1.860 millones. 2007 la masa salarial perdió U$S 2.160 millones. En todos los casos son millones de dólares corrientes y además como la participación del estado en el PBI se mantuvo constante, lo que perdió el trabajo, reitero el trabajo, y no sólo los asalariados; mientras la ganancia fue para los capitalistas en sus distintas formas: rentas, intereses, beneficios y alquileres.
Para tener una idea de lo que significan las cifras citadas más arriba, diremos que el Plan de Emergencia no llegó a los 100 millones de dólares por año, o sea, entre la dieciseisava y la vigésima parte de la pérdida de los trabajadores, según el año que se considere.
O sea, como tanto machaca el Gobierno, más gente está trabajando, tanto porque hay una menor desocupación cuanto porque más gente busca trabajo, pero igual, los trabajadores no logran aumentar su participación en la riqueza nacional.
La siguiente gráfica nos muestra el índice tal vez más importante desde el punto de vista de los trabajadores, es decir el salario real.
Y aquí, otra vez, los datos son de una contundencia absoluta. Véase que la gráfica se inicia en 1968, época de Pacheco Areco. Ya los salarios venían descendiendo, dando origen al proceso de lucha de clases cuyo desenlace conocemos. Es interesante constatar que, mientras el PBI, con altibajos ha aumentado notoriamente desde aquella época, el salario real es, groseramente, la mitad de lo que era entonces.
En particular, en el quinquenio 2003-2007, mientras el salario real prácticamente no cambia, el PBI por habitante, es decir, la riqueza total del país dividido por el número de habitantes, aumenta un 37%.
El Estado prácticamente no cambia su participación en la misma, recauda aproximadamente un 30% del PBI.
Entonces, ¿Quién se lleva esa parte que la famosa torta aumentó?
Nos queda solamente una explicación. Es el capital.
En particular, volviendo a la primera tabla, vemos que hay un pequeño crecimiento de la participación de la masa salarial en el PBI. Pero ojo, se trata de un año excepcional, cuando después de cinco años seguidos de aumento de la actividad económica después de los cuatro años (1999-2002) de debacle la economía nacional se beneficia de un ciclo de aumento de precios de nuestros productos de exportación a niveles sin precedentes, además de una enorme liquidez internacional que ha favorecido el flujo de inversión extranjera al país.
¿PERO QUE PASÓ CON LOS HOGARES MÁS POBRES?, el “Buque Insignia del Gobierno Progresista”…..
La siguiente tabla es por más demostrativa. De las muchas cosas interesantes que se pueden ver en ella extraemos una que a nuestro juicio es aplastante.
Es la comparación entre dos períodos de similar contexto económico social. Ambos al fin de una crisis muy profunda, ambos signados por el cambio político.
Los dos primeros años del Gobierno de Sanguinetti el ingreso del más rico del 20% de los hogares más pobres aumentó un 38%.
En los dos primeros años del Gobierno progresista el mismo parámetro aumentó un 15%.
Y esto a pesar del tan cacareado Plan de Emergencia primero y del no menos publicitado Plan de Equidad después.
El siguiente cuadro, extraído del trabajo de
Considerando que el aumento de precios de la canasta de alimentos limitará severamente la reducción de la pobreza en 2007 podemos concluir que la misma será muy inferior, en términos porcentuales a la producida entre 1985 y 1987.
CUADRO Nº 4
Evolución de la pobreza
1986 37% 1991 17.9 1996 15.7 2004 22.5
1987 25.4 1992 15.2 1997 16.0 2005 21.6
1988 19.6 1993 13.6 2001 12.2 2006 19.1
1989 19.0 1994 12.8 2002 16.1
1990 20.5 1995 14.7 2003 21.4
Fuente:
Creemos que todo lo anterior proporciona los elementos necesarios para contestar la pregunta que titula el presente aporte.”…..
1) Producto Bruto Interno (PBI) es la suma de los bienes y servicios producidos por la economía en un año. Se obtiene sumando el consumo privado, más la inversión más el gasto público más las exportaciones y restándole las importaciones.
El Ingreso Nacional Bruto D (YNBD) disponible se obtiene a partir del producto interno bruto a precios de mercado, del cual se deduce el monto de consumo de capital fijo (que es un costo de producción), y se le agregan los ingresos factoriales netos, procedentes del resto del mundo.
Nuestra afirmación de que los intereses del imperialismo y los capitalistas se están defendiendo a través de la acción política del gobierno, es decir de su Ministro de Economía Danilo Astori, -(y por obvio que parezca hay que precisarlo)-, del Ejecutivo del gobierno y de su parlamento.
Esto es lo que define toda la acción del gobierno en lo nacional y en lo internacional.
La habilitación del TIFA y su posición pro-ALCA, la defensa de las pasteras y forestales contaminantes y la liberación de todos los gravámenes en zonas francas que nos retrotraen como país a ser una factoría colonial. La sumisión y complicidad con el asesinato por encargo que Bush dio a Uribe, contra las guerrillas insurrectas en Colombia, violando inclusive la soberanía nacional de Ecuador y haciendo la vista gorda frente al intento de reinstalar una ofensiva contra Venezuela. La permanencia de las tropas Uruguayas en Haití, en el mismo sentido de sumisión a las necesidades del imperialismo genocida.
El pago de una deuda externa (aumentada escandalosamente, usurera e inmoralmente, por la dictadura y los gobiernos neoliberales, para subsidiar los negocios de la burguesía nacional) por anticipado y sobre la base de un mayor endeudamiento a futuro. Delatan a un gobierno, garante de los acreedores internacionales y continuador de los superbeneficios de los exportadores, de los bancos, las AFAPS y de los latifundistas de la tierra.
La política tributaria del IRPF que considera al salario y jubilaciones una renta y que fue desnudado por A. Elías economista de
En el caso del SINS y el FONASA, este también se ha traducido en una rebaja salarial y de las jubilaciones y en la supresión de conquistas históricas de los trabajadores sin haber gravado en un céntimo al capital. Por el contrario se volcara esa nueva confiscación salarial- miles de millones de dólares- a salvar el agujero negro dejado en las mutualistas por las corporaciones del capitalismo médico- los laboratorios y el endeudamiento indiscriminado para garantizar esos negocios.
Ahora se aprontan una batería de leyes que retoman viejas aspiraciones de los partidos colorados y blancos, algunas que no pudieron llevarlas adelante por la lucha de nuestro pueblo y otras que ni siquiera se animaron a llevarlas adelante por el mismo motivo.
La ley de reforma del estado es un claro intento para reinstalar las privatizaciones en el estado, como ya lo están proponiendo en AFE, en ANTEL, en UTE, en ANCAP, en las Usinas de residuos de Montevideo, y en los Casinos Municipales, para ir a fondo en la reducción de los puestos de trabajo genuinos y permanentes, flexibilizar, desregular y avanzar sobre las conquistas del movimiento sindical.
Las leyes de “negociación colectiva” se aprontan a consagrar viejas aspiraciones patronales y de la derecha de reglamentar e intervenir en la vida y nuestros libérrimos derechos a organizarnos y a luchar contra la explotación capitalista en la manera que lo creamos más conveniente.
El gobierno ha intentado defender su tesis de que los padecimientos de nuestro pueblo son herencias del pasado neoliberal. Todos sabemos que el gobierno tiene las mayorías necesarias en el parlamento y hasta tendría el apoyo del pueblo movilizado, si pretendiera cambiar dichas leyes. Para muestra basta un botón, todas las leyes reaccionarias que consagran el saqueo popular pueden ser derogadas hoy. El ejemplo que plantean los maestros en su lucha reclamando que se derogue a ley 16713 que privatizó la seguridad social, y donde se elevaron los topes jubilatorios y se estipularon los cálculos y promedios que arrojan las jubilaciones miserables, demuestra no sólo que debe ser tomado como plataforma y movilización del PIT-CNT porque el gobierno no va a votar en el parlamento su derogación sino que vamos a tener que conquistarla con nuestra lucha.
Otra prueba está en las leyes del presupuesto nacional y con el mantenimiento de la ley de impunidad donde también existen las mayorías del gobierno para anularla.
ADEOM rechaza la tesis explicitada en el documento del secretariado ejecutivo del PIT-CNT: de que estamos frente a un gobierno policlasista y que el movimiento sindical deba colocarse como objetivo cerrar el paso al retorno de la derecha, entendiendo esto solamente, como el retorno de los partidos tradicionales.
Muy difícilmente pueda cerrarse el camino a la derecha el avance del imperialismo y la burguesía nacional, con un gobierno que defiende una política de derecha y antipopular, es decir con un gobierno que esta gobernando para los capitalistas y el imperialismo.
Es dicho gobierno el responsable de la reinstalación de la reacción y del supuesto futuro ajuste de cuentas, contra la clase obrera.
La única forma de derrotar esta perspectiva nos lo dicen las enseñanzas de nuestra histórica y heroica huelga general del 73. El movimiento obrero y sindical no debe ser furgón de cola de diferentes alternativas de la burguesía y el imperialismo que se aprontan a la contienda electoral. No debemos dilapidar, la única táctica que nos lleva hacia los objetivos estratégicos de una sociedad sin explotados ni explotadores, es decir a un gobierno de los trabajadores a la emancipación nacional y al socialismo.
Esa táctica hoy pasa por desarrollar hasta sus últimas consecuencias la independencia política de la clase obrera frente al actual gobierno. Debemos como central sindical levantar ahora nuestro programa de reivindicaciones por la plena satisfacción de las demandas del pueblo trabajador.
Generando los órganos de acción y decisión directa del pueblo explotado a través de nuestras asambleas sindicales, en los lugares de trabajo, en las cooperativas y en los barrios pobres de nuestro país.
En este sentido concebimos el Congreso del PUEBLO sólo como un Congreso del Pueblo Trabajador.
Aprobamos un Congreso de reflexión con las organizaciones de nuestra clase, donde delibere la clase obrera y resuelva junto a otras organizaciones sociales del pueblo explotado, sin cámaras patronales y sin representantes del gobierno.
ADEOM reitera su propuesta de un plan de lucha común de todos los sindicatos que integramos el PIT-CNT y del resto de las organizaciones populares ya formulado en la anterior Mesa Representativa con las reivindicaciones básicas allí planteadas y las que se incorporen desde los gremios en lucha y de las reivindicaciones históricas de nuestro PIT-CNT-
Por un paro general y un plan de movilizaciones con los siguientes objetivos:
Por el triunfo de las luchas de los maestros y demás gremios movilizados.-
Por aumento general de salarios y fijación del mínimo nacional en 16.700(media canasta familiar)
Derogación del IRPF y de todos los impuestos a los salarios y jubilaciones.
Derogación de la ley 16.713 de privatización de la seguridad social –AFAPs.
Por la atención integral de salud para todos los uruguayos. Eliminación de las cargas tributarias a trabajadores activos y pasivos para el FONASA y traspaso de las cargas a las empresas y el Estado.
Inmediato cumplimiento de la ley de 8 horas para todos los trabajadores rurales.
Cese de todas las privatizaciones y respeto incondicional a los pronunciamientos populares
Retiro de la ley de reforma del Estado, de las leyes de reglamentación sindical.
No a la política económica del gobierno.
Anulación de la ley de impunidad a los genocidas
Resoluciones complementarias:
A) Solicitar a
B) Dada la propuesta sobre votación y distribución de responsabilidades en el secretariado ejecutivo, la representación proporcional no sólo de otros sindicatos con un porte de afiliados mayor, sino también la presencia en este, de nuestro sindicato ADEOM u otros sindicatos, que se expresaron claramente como una tendencia sindical definida dentro de nuestra central, presentando en el último Congreso un documento de balance y perspectiva contrapuesto a la dirección sindical saliente de entonces y obteniendo un tercio de los congresales de dicho Congreso.
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