La comisión de Unasur que investiga la masacre de Pando, entregó este miércoles a Bolivia el informe de las pesquisas, donde se confirmó que los 20 campesinos masacrados en Pando fueron crímenes de lesa humanidad.
El documento de 66 páginas fue entregado en el Palacio Quemado por el presidente de la comisión, Rodolfo Mattarollo, quien dio por culminado el trabajo de este grupo de Unasur, después de presentar al gobierno boliviano un documental con imágenes de peritos, testimonios y documentación diversa.
En presencia del dignatario boliviano, Evo Morales, y el vicepresidente de la nación, Álvaro García Linera, Mattarollo procedió a leer el pliego de conclusiones y recomendaciones arrojadas por la investigación de varios meses en la localidad de Porvenir, en Pando (noroeste).
"Despues de haber visto hechos, lugares del suceso, de haber visitado la ciudad de Brasileira, escuchado testimonios, opinión de peritos, compulsado las actuaciones judiciales de los ministerios bolivianos y a organismos independientes como el defensor del pueblo, hay la convicción intelectual y moral de que se cometió una masacre en Pando".
Mattarollo expresó que después de cotejar informaciones e hipótesis con Organizaciones No Gubernamentales y de Derechos Humanos, numerosos actores víctimas y sobrevivientes, médicos y testigos, que de esa masacre fueron víctimas un número no definitivo de 20 campesinos.
"Este hecho reviste por su características una violación grave del derecho a la vida, contra víctimas civiles que fueron objeto de ataques generalizados con conocimiento de dichos ataques", lo cual configura un crimen de lesa humanidad.
El miembro de Unasur explicó que aunque hubo personas que actuaron particularmente, la matanza fue hecha por grupos organizados, que respondían a una cadena de mando al servicio de una empresa criminal.
Según las conclusiones del informe, los cuerpos policiales incumplieron en su deber permanente de preservar la vida, al tiempo que se conoció que estos crímenes se efectuaron con premeditación y alevosía, en los que estuvieron involucradas autoridades locales de Pando.
La comisión de la Unasur calificó como tortura en unos casos y tratos crueles inhumanos y degradantes en otros, los que sufrieron los habitantes de la comunidad de El Porvenir, que fueron sometidos a brutales agresiones físicas y psíquicas cuando eran llevados a los hospitales.
Como las versiones de autoridades y testigos fueron contradictorias, el grupo investigador instó al gobierno de Bolivia a investigar exhaustivamente a los funcionarios de la prefectura pandina, con el fin de esclarecer estos hechos.
De igual forma, instó a Bolivia a la "superación de la impunidad que ha sido una constante en los países de la región y que deslegitima al Estado y aleja a la sociedad del apego al derecho y la justicia".
Recomendaciones de Unasur
Para concluir el informe, Rodolfo Mattarollo recomendó al Estado boliviano desarticular cadenas de mando, organizaciones criminales que tengan por objeto la realización de hechos que violen los Derechos Humanos.
De igual forma, la comisión sugirió elaborar un programa de intercambio de experiencias con otros países, para lo cual ofreció la colaboración técnica de Unasur, que permita esclarecer estos lamentables hechos.
TeleSUR / ff-/IM
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sábado, 6 de diciembre de 2008
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