Clara Algrighi
A mediados de agosto de 1970, un policía de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia, Miguel Ángel Benítez Segovia, que también era militante del MLN-Tupamaros, viajó a Estados Unidos becado por la AID para recibir un curso secreto impartido por la CIA. Había sido seleccionado y promovido por Dan Mitrione semanas antes de su muerte.
En una base militar ubicada en Texas fue adiestrado junto a otros 29 policías del Tercer Mundo en el manejo de explosivos, la fabricación de bombas y su utilización en atentados terroristas. Al regresar a Uruguay debía aplicar los nuevos conocimientos en la lucha contrainsurgente.
Origenes Del Terrorismo de Estado
La película State of Siege de Costa Gavras
diciembre de 1972, con Yves Montand como Santore - Mitrione
¿Quién era en realidad Dan Mitrione?
César di Candia
El País Digital
http://www.elpais.com.uy/Especiales/golpe/10.asp
Dan Anthony Mitrione era un experto en torturas, que había llegado al Uruguay enviado por la CIA en un programa clandestino y secreto que comprendía toda América Latina, cuyo fin era coadyuvar a destruir a las izquierdas soliviantadas desde el acceso al poder de Fidel Castro. Tiempo después, un ministro de aquellos días le confió a quien escribe estas notas, que la misión de Mitrione era efectivamente esa, pero que el gobierno la ignoraba por completo y el silencio al respecto mantenido en los años posteriores parece confirmarlo. La ignorancia de los gobiernos en casos como el de referencia no es admisible, y tampoco un eximente de culpa. Pero probablemente esa fue la causa por la cual el Poder Ejecutivo de la época, integrado por políticos tan avezados como Julio María Sanguinetti, Carlos Fleitas, Juan María Bordaberry, Armando Malet, Jorge Peirano Facio y el propio presidente Pacheco no vaciló en calificar al asesor policial de "héroe silencioso de honradez intachable que trabajaba por la convivencia pacífica de nuestro pueblo".
Dan Antony en Wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Dan_Mitrione
Terrorismo made in U.S.A. en las Américas
http://www.terrorfileonline.org/es/index.php/Dan_Anthony_Mitrione
Dan Anthony Mitrione
Experto norteamericano en torturas, llegado al Uruguay enviado por la CIA en un programa clandestino y secreto que comprendía toda América Latina, cuyo fin era coadyuvar a destruir a las fuerzas insurgentes de la izquierda.
Un testimonio de su siniestra actividad se tiene en el libro Pasaporte 11333. Uruguay. Ocho años con la CIA, del agente cubano Manuel Hevia Cosculluela (Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1983): “El nuevo asesor –escribió– se reservaba como tarea principal el adiestramiento de ciertos oficiales y policías en la técnica de interrogatorios a detenidos políticos". Por Cantrell (otro miembro de la CIA) "sabía que esa había sido su principal actividad en Brasil. (...) Habíamos obtenido una casa en Malvín, la cual reunía los requisitos mínimos: sótano adaptable a modo de pequeño anfiteatro, provisto de aislantes a prueba de sonidos, garaje con puerta interior a la residencia y vecinos distantes. A partir de ese momento, Mitrione comenzó a transformarse hasta convertirse en un perfeccionista que lo verificaría todo personalmente. (...) El curso especial se realizó por grupos de no más de una docena de alumnos. El primero se constituyó con antiguos agentes de reconocido crédito, adscritos a la Dirección de Información e Inteligencia. Para el segundo se seleccionaron oficiales graduados de la Academia de Policía de Washington y asimismo se reservaron cuatro plazas para las jefaturas de Cerro Largo, Maldonado, Rivera y Salto.
(...) Las clases comenzaron insinuantes: anatomía y descripción del funcionamiento del sistema nervioso humano, psicología del prófugo y psicología del detenido, profilaxis social –nunca llegué a saber en qué consistía y la considero un elegante eufemismo para evitar otra denominación más severa– etc. Pronto las cosas tomaron un giro desagradable. Como sujetos de las primeras pruebas se dispuso de tres pordioseros conocidos en el Uruguay como bichicomes, habitantes de los suburbios de Montevideo así como de una mujer, aparentemente de la zona fronteriza con Brasil. No hubo interrogatorio, sino una demostración de los efectos de diversos voltajes en las partes del cuerpo humano, así como el empleo de un vomitivo –no sé por qué ni para qué– y otra substancia química. Los cuatro murieron. (...) Lo que ocurría en cada clase era de por sí repulsivo. Lo que le daba un aire de irrealidad, de particular horror era la fría y pausada eficiencia de Mitrione; su vocación docente, su atención a los detalles, lo exacto de sus movimientos, el aseo e higiene que exigía a todos, tal si estuvieran en una sala de cirugía de un moderno hospital. (...)
Mitrione consideraba el interrogatorio un arte complejo. Primero debía ejecutarse el período de ablandamiento, con los golpes y vejámenes usuales. Nada de preguntas, sólo golpes e insultos. Después golpes en silencio exclusivamente. Sólo después de esto el interrogatorio. Aquí no debía producirse otro dolor que el causado por el instrumento que se utilizara. (...) Durante la sesión debía evitarse que el sujeto perdiera toda esperanza de vida, pues ello podría llevarlo al empecinamiento. Luego me expresaba como al recibirse un sujeto, lo primero que se hacía era determinar su estado físico, su grado de resistencia mediante un exhaustivo examen médico, porque una muerte prematura significaba el fracaso del técnico. "Siempre hay que dejarles una esperanza, una remota luz" –decía– (...) "Esta es una guerra a muerte. Esa gente es mi enemiga. Este es un trabajo duro, alguien tiene que hacerlo, es necesario. Ya que me tocó a mí, voy a hacerlo a la perfección. Si fuera boxeador, trataría de ser campeón del mundo, pero no lo soy. No obstante en esta profesión, mi profesión, soy el mejor".
Mitrione fue secuestrado el 30 de julio de 1970 en Montevideo y pocos días después ajusticiado por los Tupamaros.
Dan Mitrione, un maestro de la tortura
http://www.clarin.com/diario/2001/09/02/i-03101.htm
Dan Mitrione: ¿Héroe o torturador?
http://www.uruguayosenitalia.org/LASEMANA/sextaedicion/mitrione.htm
Juan Lázaro Fuentes
El nombre de Dan Mitrione esculpido en la pared de la Escuela de Policía de la Academia Nacional del FBI, lo revela como un "héroe que perdió su vida por defender los valores democráticos". Durante su entierro, el 15 de Agosto de 1970 le rindieron homenaje por ser el hombre que "sacrificó su vida por el desarrollo pacífico del mundo occidental y hasta Frank Sinatra y Jerry Luis le dedicaron canciones como a un "hombre perfecto y gran humanista".
Mientras tanto en el otro extremo del continente americano, en Uruguay, Montevideo, la gente comentaba con alivio disimulado pero con miedo, debido a la represión despiadada ordenada por el gobierno, que por fin fue ajusticiado uno de los torturadores más grandes en toda la historia de ese país.
¿Quién fue Daniel Mitrione para merecer dos títulos tan contradictorios? Para un habitante común y corriente, Dan Mitrione era un típico norteamericano que llegaban a Montevideo para trabajar en una organización o compañía estadounidense que se instalaron allí en los años 1960. Su llegada no provocó ningún comentario. Era un hombre tranquilo y en su barrio lo conocían como un padre perfecto y respetuoso con sus vecinos sin acercarse demasiado a ninguno de ellos. Se sabía que era un representante de la Agencia del Desarrollo Internacional de EE.UU. (USAID) y era normal que tuviera carro con chofer asignado por el gobierno uruguayo.
Para los empleados de la USAID, Mitrione era era el jefe de la Oficina de la Seguridad Pública con oficinas instaladas en el edificio central de la policía. Su trabajo consistía en instruir a la policía uruguaya a base de la tecnología y métodos norteamericanos para lograr su mayor efectividad en la lucha contra el crimen. Sin embargo los delincuentes comunes no le interesaban. Era el final de los años 1960 y el comienzo de los años 1970. Uruguay atravesaba una severa crisis económica bajo el gobierno de Jorge Pacheco Areco (1967-1972). El famoso acuerdo de austeridad firmado en 1968 con el Fondo Monetario Internacional sumergió a este diminuto país en caos con más de 7,000 huelgas de trabajadores, marchas de protesta, censura de la prensa, y para el colmo del gobierno, los "Robin Hoods locales", los Tupamaros, llamados cariñosamente por el pueblo Tupas habían incrementado sus acciones. Eran estos misteriosos, bien informados y bien educados revolucionarios que dejaban sin paz y frecuentemente sin sueño a Mister Mitrione.
Esperando al guerrillero
No sabía mucho de los Tupas y trataba de descifrar qué es lo que los motivaba y como podían subsistir en condiciones de extrema represión sin llegar a contestar a la violencia del gobierno con la violencia revolucionaria.
Se limitaban a hacer públicos los decretos y acuerdos más secretos del gobierno uruguayo, secuestraban a los funcionarios más corruptos del gobierno y los sometíán al Juicio Popular. También divulgaban el rol de los EE.UU. y de la CIA en la ola represiva y en la violación de los más mínimos derechos humanos en el Uruguay. Denunciaban el abuso y expectacularmente robaban los bancos. Los ricos nacionales ponían el grito al cielo y exigían la mano dura, el estado de sitio y el fin para los Tupas.
Con el pasar del tiempo, Dan Mitrione logró formar un escuadrón operativo de policías selectos e instruidos por él mismo y así supo que el Movimiento de Liberación Nacional —Tupamaros empezó a gestarse desde 1963 cuando su futuro líder, Raúl Séndic escribió un artículo titulado, ESPERANDO AL GUERRILLERO.
Supo que la visita a Cuba que Raúl Séndic hizo en 1960 fue un momento culminante para que este líder reorientara su modelo de lucha, del sindicalismo a la revolución guerrillera.
La invasión norteamericana a Santo Domingo en 1965 y la ruptura de relaciones del Uruguay con Cuba aceleraron el proyecto de Séndic de formar la organización clandestina, el Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaru adoptando el método de la guerrilla urbana. Su proyecto se hizo realidad en 1967.
Para Dan Mitrione, la infiltración en las células de Tupamaros, que le sugerieron los oficiales de la CIA que dirigían la lucha contrarevolucionaria en toda América Latina, era un método válido, pero tomaría mucho tiempo. Las células de los Tupas eran pequeñas de tres a cinco miembros con un líder en cada uno. Los líderes no se comunicaban entre ellos directamente sino a través de un intermediario que tenía el enlace con algún otro intermediario y así sucesivamente hasta llegar al comité central compuesto de tres a cinco hombres.
El dolor exacto en el lugar exacto
Meditando, camino a su casa, después del interrogatorio de uno de los tupas detenidos, Daniel Mitrione recordó que su experiencia en la República Dominicana en 1965 durante la invasión norteamericana fue reveladora. Fue allí donde quedó convencido que la tortura a los subversivos detenidos, daba resultados más efectivos que un lento proceso de infiltración.
En una conversación con el agente de la CIA, el cubano Manuel Hevia Casculluela que estuvo de acuerdo con el que el interrogatorio era un arte y requería un profundo conocimiento de psicología humana y la lectura de Freud y Jung. Le decía a Manuel que el ser humano más fuerte también era vulnerable. El truco era lograr un dolor exacto en la parte precisa del cuerpo humano administrándole una descarga eléctrica de acuerdo a su condición física. Para esto también se necesitaba la presencia y participación de un médico.
Le contó a Manuel su experiencia en el Brasil donde se entrenaba a la policía, torturando a vagabundos. Así logró su primer invento, la silla para los choques eléctricos, bautizada por la policía brasileña como la "silla del dragón." Aprendió la técnica de producir la contradicción máxima entre el cuerpo del detenido y su mente, utilizando una descarga eléctrica precisa en el punto más vulnerable del ser humano.
Aquella sensación no solamente producía un dolor extremo al preso sino la sensación de humillación de no poder controlar los movimientos del cuerpo que exigía a la mente la rendición y sumisión para salir del infierno de dolor que seguía intensificándose implacablemente.
En el Brasil, la tortura daba resultados muy buenos, casi todos los detenidos hablaron. Sin embargo en el Uruguay se producía un fenómeno diferente. No todos hablaban, parece que muchos Tupas poseían un método de defensa y resistencia a la tortura que era cercano a un cierto misticismo difícil de entender. La mayoría tenían la convicción de que luchaban por justo y valía la pena, inclusive, sacrificar la vida por esa causa.
El último viaje
La noche el 30 de Julio de 1970 al regresar a la casa, Dan Mitrione sintía que se estaba acercándose al núcleo de los Tupas. Ya tenía unos 150 detenidos, algunos en el sótano de su casa donde tenía una habitación herméticamente cerrada, a prueba del sonido, donde daba clases de tortura usando a "bichicomes" (mendigos) de Montevideo. Lo que no intuyó esa noche es que los Tupas ya habían llegado a él y decidido acabar su carrera de torturador. Al día siguiente, a unas cuatro cuadras de su casa, el paso de su carro fue cortado sorpresivamente por un automóvil del cual salieron tres hombres que dejaron inconsciente a su chofer y trasladaron a Mitrione a otro carro que desapareció en las calles de Montevideo. No resistió, sin embargo en el ajetreo del traslado fue herido en el hombro. Después de unos cuantos minutos ya estaba en la Cárcel del Pueblo de los Tupamaros recibiendo atención médica de alta calidad.
En los primeros días de cautiverio se sentía altanero y seguro de si mismo. Sabía que los Tupas excluían la tortura y no poseían la famosa silla del dragón. Como un oficial de policía sabía que el gobierno de Norteamérica no acostumbraba de intercambiar presos para salvar la vida de un policía. Pero como oficial de la CIA tenía la esperanza de un posible canje. Recién al quinto día de su detención, el día 4 de Agosto, cuando cumplió 50 años, entendió que el presidente Richard Nixon, no ordenaría al gobierno de Areco Pacheco, liberar a los 150 Tupas detenidos para salvar la vida de Daniel Mitrione. Se hablandó entonces el "místico" de la tortura e inclusive se enfrascó en discusiones ideológicas con sus captores. Tenía la esperanza de que el credo de los Tupas salvaría su vida.
Sin embargo, la ola de represión que desató el gobierno, nunca vista en el país, para encontrar a Mitrione, aceleró su destino final. El 10 de Agosto de 1970 fue ejecutado por decisión unánime de los líderes del movimiento y su cuerpo fue encontrado en la mañana en un carro robado.
Con la muerte de Mitrione no cesaron las torturas, tal vez las habría continuado y perfeccionado su sucesor. Hoy, ya no necesitan las "sillas del dragón". Una droga determinada suministrada en la cantidad precisa a un detenido convierte, a un hombre lúcido en un estúpido completo. Así de simple. Pero esto no logró ver el "místico de la tortura" Daniel Mitrione. Tampoco pudo enterarse que su confidente, el agente de la CIA, Manuel Hevia Cosculluela, era en realidad un agente de la Seguridad de Estado de Cuba que después regresó a su tierra natal y escribió el libro, "Pasaporte 11333 : Ocho Años con la CIA", describiendo sus charlas con Dan Mitrione. Tampoco pudo saber Mitrione que su hijo, Dan A. Mitrione Jr. siguió su carrera y terminó la misma Escuela de Policía de la Academia Nacional del FBI como agente antinarcóticos pero tuvo un triste final cuando en 1985 fue sentenciado a 10 años de prisión por tener en su posesión 10 libras de cocaína y 850,000 dólares en cash.
No pudo saber Mitrione, que los Tupas fueron desarticulados entre 1983 a 1985 y muchos de sus líderes y militantes fueron aniquilados, exiliados o se convirtieron en rehenes de las fuerzas armadas. Así terminó la fase romántica de la revolución en América Latina. Pero el hecho no significa el fin de la historia sino el comienzo de su nueva etapa que sin duda alguna producirá nuevos movimientos, nuevos líderes y nuevos militantes porque la miseria y la injusticia no acaba, sino está incrementando.
Tomado de Rodelu
YouTube Mitrione
El que hizo justicia popular
El Gallego Mas Mas
Y fue el origen de dos concepciones en la izquierda uruguaya
fue ahi?
El Fiambre
Si no estoy equivocada estas fechas mencionadas en el último párrafo no son correctas: "No pudo saber Mitrione, que los Tupas fueron desarticulados entre 1983 a 1985" Según la historia que sé, debería haberse escrito: entre 1970 y 1972, en lugar de entre 1983 a 1985. Si es así vale la pena corregirlo. Saludos
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