Tabaré Vázquez retornará a la Presidencia de la República el 1º de marzo con una moderada presencia masónica en su círculo cálido
Escribe Sergio Israel
Temple, aplomo, discreción. Saber escuchar y valorar los silencios. Mandar. Estas características del presidente Tabaré Vázquez son también arquetípicas del buen “hermano masón”.
Cuando fue electo presidente de la República por primera vez, en 2004, hacía ya tiempo que solo pagaba la cuota mensual y no concurría a los “trabajos” semanales de su logia General Artigas, pero Vázquez, en efecto, parece haber hecho suyas algunas de las características más sobresalientes de los “hermanos” que buscan el “perfeccionamiento filosófico” junto a “la acción esforzada y responsable”.
Cuando en la década de 1980 comenzó su camino como “aprendiz” —el primer grado de esta escuela iniciática a la que se ingresa por invitación y luego de un proceso riguroso y pautado— ya era un destacado profesor de medicina y trabajaba en la mutualista Asociación Española, cuyo gerente era el fallecido “hermano masón” y ex diputado colorado Oscar Magurno.
·Uno de la casa. Vázquez, como los demás integrantes de la orden, había jurado sobre una Biblia, una escuadra y un compás y declarado creer, si no en Dios, al menos en el “gran arquitecto del universo”.
Años después, su llegada al Edificio Libertad —entonces sede de la Presidencia—, como antes al cargo de Intendente de Montevideo, fueron buenas noticias para la hermandad, aunque a decir verdad casi ninguno de los grado 33 (máxima jerarquía dentro de una orden tan vertical como un ejército; su número provendría de la edad de Cristo y del número de vértebras del cuerpo humano) simpatizara con la izquierda, algo que tampoco ocurre ahora, cuando el ex gerente bancario Noé dos Santos, el director de Ancap y convencional colorado José Garchitorena, y el escribano Jorge Caillabet son las máximas autoridades. Este último, supremo gran comendador, es el grado 33 elegido por sus 33 pares más destacados.
No obstante la distancia en el “mundo profano” (como los masones llaman al resto de la sociedad), las razones para esta satisfacción hay que buscarlas en el hecho de que habían pasado muchos años desde que uno de los hermanos llegara a ocupar un cargo tan importante, explica el politólogo y diputado colorado Fernando Amado en el libro “La Masonería uruguaya. El fin de la discreción”.
Aunque algunos presidentes como José Batlle y Ordoñez y Julio Sanguinetti tuvieron un entorno masónico, antes que Vázquez Uruguay tuvo nueve jefes de Estado que integraron la orden: Manuel Oribe, Juan Francisco Giró y Atanasio Aguirre (blancos), y Gabriel Pereira, Francisco Vidal, Feliciano Viera, Gabriel Terra y Tomás Berreta (colorados).
El 13 de julio de 2005, el entonces venerable gran maestro Carlos Bolaña y su vice, Mario Risso, un empresario y un marino militar respectivamente, pudieron recibir a Vázquez en el templo de Mario Casinoni 1481 con honores y ritual.
El presidente Vázquez, que había sido electo por el Frente Amplio, continuó así con la tradición de sus antecesores —Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle y Jorge Batlle— pero, a diferencia de estos, quien llegaba como primer mandatario a dar una conferencia sobre laicidad era uno de la casa.
En 2010, el presidente José Mujica rompió con la tradición: recibió al venerable gran maestro de manera discreta en la Torre Ejecutiva y prometió una visita al templo que hasta ahora no hizo.
· Eslabones de la cadena. Según la investigación de Amado, durante el gobierno de Vázquez la Masonería duplicó el número de sus integrantes. Entre 2005 y 2011 se crearon 21 nuevas logias (se llegó a 92 en todo el país), mientras que el número de masones pasó de 3.100 a unos 6.000, lo que desató un debate interno acerca de cuántos de los que ingresaban buscaban apenas ascender en sus carreras, en lugar de superación personal y servicio a la sociedad.
No todos los masones, sin embargo, fueron motivo de orgullo: el ex comandante de la Armada, Juan Fernández Maggio, y otros tres oficiales “hermanos” fueron condenados por fraude. Miguel Dalmao, un oficial masón del Ejército ascendido a general por Vázquez, fue condenado por coautoría en la muerte por torturas de una militante comunista durante la dictadura. No solo se trató de un presidente masón que ascendió a un “hermano”. El juez que condenó a Dalmao también es masón, en un fallo confirmado por un Tribunal de Apelaciones. “Yo no la maté” reiteró el general promovido por Vázquez, pero durante el juicio se estableció que, aunque era apenas alférez (el grado más bajo de la oficialidad), estaba a cargo ese día y le correspondió responsabilidad funcional. El juez de primera instancia, Rolando Vomero, y el acusado no eran los únicos masones involucrados en el juicio “profano”: también el abogado defensor, Miguel Langón, es parte de la orden, así como el médico que años atrás había certificado los hematomas en el cuerpo de la militante fallecida, el luego intendente de Canelones, Marcos Carámbula.
A pesar de esos serios tropiezos —que, por otra parte, desmienten que los masones se protegen entre sí bajo cualquier circunstancia— la Masonería siguió de moda durante el primer gobierno de Vázquez.
Sin embargo, no habrá tantos “hermanos” en los primeros planos del gobierno que se instalará el 1º de marzo de 2015.
Dos de los tres comandantes de las Fuerzas Armadas, más el coordinador de Inteligencia, José Bonilla, si no es relevado, lo son.
El nuevo comandante de la Armada, Leonardo Alonso, y el de la Fuerza Aérea, Washington Martínez, que continúa en el cargo, integran una logia masónica. Sin embargo, a pesar de que los dos últimos comandantes del Ejército también fueron masones (Pedro Aguerre y el actual Juan Villagrán), así como el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Esmade) saliente, Milton Ituarte, el nuevo jefe de la fuerza de tierra, Guido Manini, que proviene de una familia con fuerte impronta riverista y es profesor de historia militar, no solo no tiene carné de la, Masonería sino que está cerca de los Tenientes de Artigas, una logia militar que, en teoría, está en las antípodas.
Alonso y Martínez fueron edecanes de Vázquez durante su primer gobierno (2005-2010), mientras que el entonces edecán de la fuerza de tierra y ahora general Nelson Pintos, sin identificación directa con ninguno de los dos “bandos” y nacido en una familia humilde del Cerro, fue designado a partir de febrero al frente del Esmade.
Entre los ministros designados por Vázquez no hay masones, pero sí en el círculo más estrecho de asesores: Álvaro Vázquez, uno de sus hijos, y Juan Salgado, amigo personal y presidente de Cutcsa, son masones. A su vez, Miguel Ángel Toma, designado como próximo secretario de la Presidencia, es “sensible al pensamiento masónico”, según fuentes de la orden.
Álvaro Vázquez, médico como su padre, recibió formación como seminarista y es uno de los atípicos casos de un católico masón, algo tolerado por la orden pero prohibido por la Iglesia desde 1738.
En junio de 2005, durante una tenida en la calle Cassinoni, Álvaro Vázquez defendió en su logia Ariel una posición contraria al aborto, mientras participaba como aprendiz. Luego de que el hecho fuera informado por “El Observador”, se produjo una crisis a causa de la ruptura de la discreción, y el “taller” (como también se les llama a las logias) quedó dividido en dos: Ariel y Tel Ariel.
http://www.masoneriadeluruguay.org/index.php?option=com_content&view=article&id=134:conferencia-del-luis-eduardo-gonzalez&catid=59:actividades&Itemid=39
· Juan, el “vazquista”. Juan Salgado es un empresario multifacético que se formó junto a Oscar Magurno. El presidente de Cutcsa desde hace 18 años es el primer suplente del presidente del club Peñarol, Juan Pedro Damiani, construyó un gran centro comercial donde estaba la planta industrial de Cutcsa y preside la Comisión Honoraria del estatal Patronato del Encarcelado y el Liberado, entre otras actividades.
http://www.elobservador.com.uy/noticia/271079/juan-salgado-y-un-rol-clave--en-la-campana-del-favorito/
“Yo no tengo por qué decirlo. Creo que no es un tema para conversar” respondió sobre su pertenencia a la Masonería, durante una entrevista publicada en marzo pasado por la revista “Seisgrados”.
Con Vázquez está relacionado desde hace años por varias vías: además de integrar la Masonería, dirige la compañía transportista que tiene el 65% del mercado en Montevideo, donde Vázquez fue intendente, y también es directivo de la Asociación Española, la mutualista donde el presidente electo trabajó hasta ahora como oncólogo. Ambos construyeron una amistad que incluye a las familias, excursiones de pesca y paseos al balneario La Paloma, en Rocha.
Durante la campaña electoral, Salgado se convirtió en una persona con peso decisivo en el comando que funcionó en el primer piso del hotel Four Points, que se obtuvo gracias a su gestión. El empresario puso un micro y automóviles al servicio de la fórmula Vázquez-Sendic para recorrer el país, ofreció variado apoyo logístico y hasta la colaboración directa de varios de los principales gerentes de la empresa.
El estrado desde el cual Vázquez habló en varios actos de la campaña pertenece a Cutcsa; Salgado no solo aportó medios sino que ayudó en la recolección de fondos y actuó como operador en algunos contactos políticos bajo orden directa de Vázquez y por fuera de la estructura del Frente Amplio, algo que creó tensiones al interior del partido de gobierno, ya que reemplazó a la fuerza política.
Aunque aumentó la frecuencia en los últimos meses, las apariciones de Salgado junto al ahora presidente electo no son nuevas. En junio de 2012, por ejemplo, transportó a su amigo hasta Florida en una camioneta 4X4 para el acto en el que la senadora socialista Mónica Xavier asumió la Presidencia del Frente Amplio en reemplazo de Jorge Brovetto.
El empresario advirtió que no aceptaría cargos, pero tampoco lo descartó y se proclamó “vazquista”, por primera vez el 29 de setiembre pasado, en declaraciones a El Observador TV.
“Simplemente le doy mi opinión. No siento que soy su asesor. No estoy dentro del plano político ni de la arena política”, indicó durante esa entrevista.
Toma, por su parte, es un abogado de origen colorado que adhiere al pensamiento masónico. En ocasiones ha sido puente con “hermanos” para resolver problemas. Se relacionó con Vázquez después de que, en calidad de director del Departamento Jurídico del Ministerio de Salud Pública, firmó un dictamen que descartó cualquier responsabilidad del ahora presidente electo en la compra de un programa informático de una empresa integrada por su hijo Ignacio. Vázquez, que cuando se produjo la compra era director del Instituto de Oncología (Indo), luego elogió la independencia técnica que observó en Toma, durante un proceso que estuvo muy politizado. Durante el primer gobierno del Frente Amplio, Toma fue director de la Oficina del Servicio Civil y también secretario de la Presidencia, pero mantiene bajo perfil.
Otros connotados masones que se sumaron a Vázquez durante la campaña electoral de este año son los ex dirigentes colorados Alberto Scavarelli y Daniel Borrelli.
“Le puedo decir que yo soy masón. Y soy masón por convencimiento desde hace muchos años; 25 años. No le puedo decir quién otro es masón. Pero le puedo decir claramente que quien viene a la masonería para acomodarse, para buscar un cargo, o para estar mejor en su trabajo, está muy equivocado y así como entra tiene que salir. (...) Soy un masón convencido y admiro la masonería. Me ha dado una filosofía de vida que es lo más importante. Lo tengo de mi abuelo italiano que llegó allá por el 1800 y pico. Él me fue dando determinados principios de la Masonería. Allí puede encontrar —tal vez— el porqué de que yo esté acá. Porque tengo libre pensamiento. No me ato a dogmas; la Masonería me enseñó a tener libre pensamiento, si no, no sería un buen masón”, dijo Borrelli acerca de su pertenencia a la hermandad (Búsqueda Nº 1.779).
Además, el primer diputado electo por el Partido Colorado, Guillermo Facello —también masón— visitó a Vázquez en su cuartel general de la calle Ejido, antes del balotaje del 30 de noviembre pero después de que el líder de ese partido, Pedro Bordaberry, anunciara el apoyo a Lacalle Pou para esa instancia.
http://www.gofmu.org/es/principales/gran-oriente-de-la-franc-masoneria-del-uruguay.html
· Masones twitteros. Aunque son de los más conservadores y cerrados del mundo, los masones uruguayos se han modernizado en algunos aspectos. Por ejemplo, emplean un carné digital para ingresar al templo.
La apertura llegó también al Partido Socialista (PS), porque si bien el ex presidente de Chile, Salvador Allende, fue un caso emblemático, los socialistas uruguayos perseguían a los masones en sus filas.
El senador socialista Daniel Martínez integra, precisamente, la logia Salvador Allende de la Gran Logia de la Masonería del Uruguay.
Aprendiz desde 2014 en la misma logia es el ex secretario general del PS y ex presidente del sindicato bancario AEBU, Eduardo Fernández, aunque mantiene la discreción.
Aunque no forma parte del círculo de Vázquez, quien renunció al PS siendo presidente, Martínez es uno los candidatos del Frente Amplio para suceder a la comunista Ana Olivera en la Intendencia de Montevideo. Olivera y Salgado se enfrentaron, entre otros temas, por el corredor Garzón, una discusión que terminó ganando el transportista, ya que quedó evidenciado que los ingenieros de la Intendencia habían realizado mal los cálculos geométricos.
A fines de la semana pasada, cuando fue proclamado candidato, Martínez recibió un mensaje por la red social Twitter de otro hermano, el diputado frenteamplista canario Horacio Yanes, quien, rompiendo con la cultura y las normas de discreción, se puso “de pie y a la orden” de Martínez utilizando un término clásico del lenguaje masónico. Consultado por Búsqueda, Martínez prefirió no hacer comentarios.
El fin de la discreción
La influencia de Tabaré Vázquez y la relación con la salud, la Justicia y los militares uruguayos
FELIPE LLAMBÍAS
"Como todo asunto secreto, la masonería despierta curiosidad en todo el mundo. Pero en Uruguay, con una de las hermandades más grandes e influyentes del globo, el atractivo es mayor."
la influencia de Tabaré Vázquez sobre estas logias y el boom masónico que generó el expresidente. "Hay un antes y un después desde que tomó estado público la condición de masón de Vázquez. Era novedoso que el primer presidente de izquierda del país además fuera masón, en una izquierda que se había alejado bastante de la institución porque la veía como un lugar de conservación del statu quo. Sin querer puso a la masonería de moda y pasaron de ser los malos de la película a ser los hermanos de Tabaré".
-¿Cuándo entró Vázquez a la masonería?
-En 1987. Se inició, hizo todos los pasos y para ello participó de la masonería semanalmente cuando ingresó, hasta alcanzar el grado 3, de Maestro masón. Pero no ha sido un masón dedicado, militante. No le interesó continuar creciendo en la escala, aunque nunca dejó de participar en ocasiones especiales.
- Es complicado de desentrañar. Gente muy cercana a Vázquez y altos grados de la masonería coinciden en que fue llevado por un gran amigo socialista que integra una logia en Florida. Empapado de los principios masónicos de igualdad, libertad y fraternidad, y al ver referentes socialistas que habían sido masones como Ernesto Guerrini, uno de los fundadores del Frente Amplio, o Salvador Allende, ingresó. Luego, dentro de la masonería cultivó otras amistades, como el caso de Óscar Magurno. Además de la relación patrón-empleado que existía desde antes, luego está esto más que los une.
-¿Por qué los masones eran los malos?
-Ha habido una prédica negativa y difamatoria desde la Iglesia Católica hacia la masonería. La discreción especial que linda con el secreto hace que la gente que no la integra elucubre cualquier tipo de fantasía respecto a lo que se hace dentro de esos templos y también ese poder en las sombras y la incidencia en el mundo civil. Otra razón para que fueran vistos como los malos es haber podido sobrevivir a las dictaduras militares. Eso estigmatizó a la institución como una que se acomodaba para tratar de seguir más allá de las circunstancias políticas que se vivieran, que algunas figuras muy cuestionadas integren la hermandad y sin querer, o queriendo, no lo sé, se fue derechizando. La masonería en general ha sido muy colorada y de muchos militares, más allá de que hay de todos los pelos.
-¿Sigue siendo colorada?
-Está cambiando. Después del cimbronazo de Tabaré Vázquez, mucha gente que sentía que aquello era un refugio del statu quo y un lugar que no coincidía con su pensamiento rompió el hechizo negativo y hoy en ese boom masónico hay muchos ingresos de gente que vota de todo.
http://www.elobservador.com.uy/noticia/292347/primer-diputado-de-bordaberry-se-reune-con-vazquez/
-¿Qué profesiones están más ligadas a la institución?
-Es notorio que dentro de las Fuerzas Armadas (FFAA) históricamente ha habido una presencia de masones importantes y por tanto es más fácil que un militar invite a otro para ingresar. Y la medicina no escapa, sobre todo algunas instituciones como La Española. Los médicos masones le llaman jocosamente "la casa de atrás", por la sede de Cassinoni. El otro punto fuerte es el de los jueces. De la política diría que en el pasado sí, era una cantera muy atractiva, pero ahora no tanto.
-¿Existe interés por tener aliados y mantener un círculo de poder?
-Ese es el gran debate de la masonería hoy. Por un lado está el auge. Es gratificante para ellos sentir que los templos están llenos y que hay más interés por ingresar. Son más potentes porque pasaron de 3.100 a 6.000 hermanos. Hay un estado de ánimo muy optimista por eso. Pero hay una contracara. ¿Por qué ingresan? ¿Cuál es su causa para integrar la hermandad? Hay quienes se interesaron para utilizarlo como vehículo de acomodo, de forma de trepar en el poder o de pertenecer a un grupo donde uno puede ir a hacer lobby. Hay gente que entró por razones románticas y otros que lo hicieron para descubrir esa película que todos nos hacemos con lo que es oculto.
-De los 3.000 que entraron en los últimos seis años, ¿qué grupo de los que mencionó prima?
-Lamentablemente, ha habido mucha gente que ha percibido esa visión, que a mi juicio es exagerada y algo fantasiosa, de que la masonería puede ser un vehículo para ascender en su profesión o conseguir beneficios. Ese es uno de los grandes problemas con los que tendrán que lidiar. Estoy convencido de que no es eso, pero en determinados hechos la presencia de masones ha sido muy importante y en ciertos casos, algunos han distorsionado la fraternidad y utilizado como una pantalla para la ayuda mutua. Desvirtuaron la esencia de la masonería. Acá hay una realidad en la que me incluyo: el uruguayo es un tanto hipócrita, tiene varios cánceres como la viveza criolla o el doble discurso. La gauchada ajena es condenable, pero "si es para mí no". Eso influyó para que muchos piensen equivocadamente que ingresar es una especie de seguro.
-¿Vázquez distorsionó esto al poner masones en cargos de poder en su gobierno?
-Vázquez fue culpable de lo bueno y lo malo. Así como se desexorcizó la masonería para el ciudadano común, notoriamente apeló a colocar en puestos clave de las cúpulas militares a quienes también eran masones. ¿Por qué? Mi interpretación es que Vázquez llegó al gobierno desde una fuerza política enemistada desde su nacimiento con los militares. Ese desencuentro histórico del Frente Amplio con las FFAA hizo que necesitara una llegada lo más amortiguadora posible. En el primer año mantuvo a quienes estaban en su puesto y nombró a quienes eran los primeros en orden de antigüedad. Pero ya en el segundo año tomó decisiones diferentes y se da el hecho inédito de que los tres comandantes en Jefe, Enrique Bonelli (Fuerza Aérea), Juan Fernández Magio (Armada) y Carlos Díaz (Ejército) eran masones. Lo mismo pasa con los ascensos a General. Ya que no tenía afinidad político-partidaria y ya que no tenía un relacionamiento fluido, apeló a la única cercanía que podía tener para lugares tan delicados en la trama del poder.
-¿No está justificando algo que si fueran parientes en otros ámbitos se reprueba?
-No es fácil para mí hacer aseveraciones en este sentido porque puede interpretarse que estoy haciendo política con el tema. Tengo la alegría que quienes leen mis libros destacan el intento de lograr un grado de objetividad muy importante. De alguna manera, nombrar a militares por su condición de masones no fue ético. Como se empezó a decir dentro de las FFAA cuando Vázquez era presidente, parecía que había que ser masón para aspirar a un cargo, cuando en realidad para ser el primero en cualquier profesión lo importante es que se sea un buen profesional. Es poco transparente y no contribuye a que en las FFAA estén los mejores. Debo decirlo, porque me consta, que algunos de los que fueron designados, además son excelentes profesionales.
-¿Hubo una remasonización de las FFAA tras esos hechos?
-Increíblemente sucedió eso. Hubo una gran preocupación desde la masonería e incluso desde las FFAA. Muchos se enojaron y otros decidieron ingresar. Una gran cantidad de esos 3.000 nuevos masones son militares. Eso genera al final el resultado inverso, porque habrá tantos integrantes de la masonería que eso no va a ser un diferencial.
-¿Los nuevos masones se han beneficiado, con dinero o poder?
-Creo que no y quienes ingresaron con esa expectativa probablemente hayan abandonado o la abandonen, salvo que los haya conquistado el lado romántico y principista. Que haya quienes la utilizan mal es una cosa, pero la verdadera esencia es tratar de perfeccionarse como personas.
-¿Qué tan grande es la masonería uruguaya?
-Es enorme. Antes del boom masónico ya era, proporcionalmente, muy fuerte. Es la más numerosa y discreta del mundo.
-¿Cuánto paga un masón por pertenecer?
-Hay logias de tres tipos: las austeras, donde la mensualidad puede ser entre 300 y 400 pesos; las medianas, donde puede estar en el orden de los mil pesos; y después hay algunas, sobre todo la logia Fe que concentra gran poder empresarial, donde la mensualidad está en el entorno de los 150 dólares.
-¿A mayor cuota, mayor poder?
-A mayor cuota, más selectividad respecto al núcleo social y económico del que proviene. Pero hay logias austeras integradas por connotados políticos o destacados miembros de la sociedad.
-¿Hay masones pobres?
-No. Para ingresar a la masonería uno tiene que pagar. Por eso los masones no tienen prurito en decir que la masonería es selectiva y no es para cualquiera. Esa es una discusión que tienen que darse, porque si es un camino iniciático para hombres que tengan solo como condición ser libres, de buenas costumbres y que profesen los mismos ideales, importaría poco de dónde vienen y en dónde están. Pero la realidad hace casi una misión imposible que a un masón se le pase por la cabeza invitar a un ciudadano que no está cerca de determinados círculos.
Interesante entrada. Da un pantallazo general y somero sobre sus integrantes. Aunque no profundiza en los aspectos claves, como pueden ser la injerencia cultural, social y política de las logias, y su relación con otras logias antiguas de Europa y EEUU, en el marco de la franc-masonería a nivel mundial y las conexiones con otros sociedades secretas como los amigos del club de Bilderberg (que no se juntan cada año para jugar al golf, desde luego), y que tienen obviamente una agenda concreta que permanece oculta al "mundo profano". Está bueno igual como un artículo de consulta.
ResponderEliminarPara el público uruguayo promedio (los despistados de siempre), la masonería comenzó a "hacerse notoria", "desexorcizó" y/o dejó de ser tabú recién ahora, pero no para quienes saben quiénes mueven los hilos del sistema desde hace siglos. En lo personal, me di cuenta que estos tipos se traían algo "misterioso" entre manos cuando, siendo aún un niño, empecé a preguntarme cosas, como por ejemplo, el porqué de los obeliscos en cada ciudad del país (clara alusión a un Zigurat?, el discurso del arquetipo fálico, etc?). Este fenómeno de mayor exposición de la masonería no es algo que se ha dado sólo en Uruguay, sino que a nivel mundial estos tipos ya comienzan a mostrarse sin tantos tapujos. Esto lo demuestra la celebración del 300º aniversario celebrado este año, entre otras cosas. Probablemente porque la mentalidad de la gente a nivel planetario ha cambiado, está más abierta, los conservadurismos no son tan exacerbados; quizá también porque el "modelo" de sociedad hacia el que apuntan ya comienza a concretarse, y tantos otros motivos que podemos ver. Aún así, el secretismo de esta institución está barnizado de "discreción", pero no hace falta muchas luces para saber que los temas gruesos y cruciales permanecerán herméticamente guardados para los grados más elevados (que también son los más difíciles de alcanzar). Se podrá acusar a quienes piensan así de conspiranoicos, pero es obvio que el mundo así como está fue ideado y orquestado por los masones.
Saludos desde algún lugar de Canelones
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ResponderEliminarInteresante.Y estaría genial poder acceder
ResponderEliminarY si es asi .lamentablemente estamos manejados por estos señores... Y me encantaria que la gente estudiara un poco la historia de los masones .. Para q sepan bien cual es la idea q tienen ... Todo esta basado en mentiras ... Y esto no es q soy conspiranoico ,sino fijense en el billete de un dolar que es lo que tiene.... O el libro de albert pike franc mason grado 33. Y estan los tontos q dicen : interesante y estaria genial poder acceder ... Pero les queda poco tiempo señores y nadie los va a salvar.., buen informe saludos
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