por Willam Yohai
>>> Algunas consideraciones heterodoxas
Hace unos 15 días, y tal cual estaba previsto, el banco central del Uruguay publicó los datos de las cuentas nacionales.
En un párrafo que resume los comentarios generales, dos periodistas de El País[1] afirman:
“La
economía uruguaya alcanzó en 2016 su 14° año consecutivo de crecimiento,
uno de los períodos más prolongados de la historia. Además, dejó atrás
la desaceleración de los dos años previos (en 2015 se expandió solo
0,4%) al crecer 1,5%, según informó ayer el Banco Central (BCU).
Para
2017, los analistas consultados por El País prevén revisar al alza sus
estimaciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Aunque,
señalaron que esto no significa que el gobierno tenga margen para
ampliar el gasto en la Rendición de Cuentas.”
El tono optimista que reflejan las diversas
opiniones consultadas y que se pueden leer en dicho artículo de prensa
tiene un cierto asidero en la realidad. En efecto, el número “bruto” del
producto bruto interno (pbi) a precios constantes del 2005 muestra un
crecimiento anualizado de 1,8%[2]
Interesa, no obstante, examinar los datos con mayor
detalle para ver de que forma esta “aceleración” económica que se
experimentó, sobre todo en la segunda mitad de 2016, tiene que ver con
la realidad productiva nacional.
El primer cuadro, elaborado en base a las planillas
del bcu, informa en la primera columna la variación porcentual del pbi
por sectores y el global (última fila). La segunda columna refleja la
cantidad de miles de pesos constantes de 2005 que creció-decreció cada
sector.
La tercera indica el porcentaje que cada rubro representa en la variación total del pbi.
Destacamos sintéticamente:
1) Sectores que caen: industrias manufactureras,
construcción y comercio, restaurantes y hoteles. Todos ellos son
sectores “reales”, con fuerte incidencia (sobre todo los dos primeros)
en la cantidad y sobre todo la calidad del empleo.
2) Sectores que crecen:
a) el primario donde destaca la ganadería, la
silvicultura y la minería (la exploración petrolera offshore y onshore
determinan el sector). Cae otra vez la pesca que parece ir camino a la
desaparición. Su incidencia en la variación del producto global es, con
todo, muy modesta.
b) Dos terceras partes del todo el crecimiento del
pbi anual se explica por el sector transporte, almacenamiento y
comunicaciones. Dentro del sector, sin embargo, todos los rubros
asociados a transporte y almacenamiento experimentaron fuertes caídas. A
su vez, dentro del subrubro comunicaciones también cayó el correo. ¿Qué
aumentó, entonces? Precisamente, el subrubro “telecomunicaciones” que
lo hizo la friolera de 9.756 millones de pesos. Esto
explicaría el 81% del aumento del pbi del año 2016 respecto al 2015.
Seguramente si desagregamos aún más, encontraremos que la telefonía
celular y los datos cubren casi toda, o toda, esa diferencia.
c) El otro sector que crece significativamente
(aunque el rubro impuestos también lo hace en menor medida) es el de
suministro de electricidad, gas y agua. Los dos últimos seguramente no
varían demasiado y el de gas[3]
probablemente haya caído. Respecto a la electricidad hay dos factores
que juegan; las represas que en un año de excelente caída de agua por
lluvias influye mucho en el pbi porque toda la que se genera es
“ganancia” al no
haber que utilizar combustible fósil que es importado y refleja
negativamente en el producto. El otro factor que está jugando es la
entrada en producción de muchos generadores eólicos.
Nadie tendría nada malo que decir respecto a estos
últimos. Excepto que, desde el punto de vista económico, gran parte de
los mismos están en manos privadas[4]
y UTE está contractualmente obligada a comprar toda la energía que
producen durante plazos del orden de los 20 años. El aumento de dicha
producción tiene, entonces, un costado negativo ya que aumenta (nos
referimos a la instalación de nuevas máquinas ya que las
variaciones interanuales de la producción de estas seguramente no es
significativa en el agregado nacional) el costo para UTE. Gran parte de
esta energía que UTE debe pagar no la utiliza en los años de buena
hidraulicidad.
EN RESUMEN: Mucho del tan alabado aumento
del producto (crecimiento económico le llaman) se debe a que los
uruguayos usamos más los celulares y bajamos más información por
internet. Probablemente porque miramos más Netflix.
Hay otra forma de “mirar” el pbi: desde el punto de vista del gasto. Todos los factores menos uno (las importaciones) suman.
La tabla que construimos más arriba tiene las mismas columnas que la anterior.
Destacamos: a) crece el consumo privado. Esto
responde, con toda probabilidad, al pequeño aumento que experimentaron
los salarios reales en 2016 con respecto a 2015. También crece el gasto
público a pesar de las medidas de ajuste que tomó el gobierno frente a
un déficit fiscal importante, cercano al 4% del pbi.
b) Crece la inversión pública, que compensa la
caída de la privada. Es probable que el gran rubro que explica el
fenómeno esté, otra vez, en la importante instalación de molinos para
generación eólica por parte de UTE.
c) La parte del león del crecimiento del pbi del
año pasado (la mitad) responde a la caída de las importaciones.
Reiteramos, como éstas restan del pbi su disminución hace crecer a éste.
Pero difícilmente la caída de las importaciones pueda ser considerada
un aspecto positivo para la economía. Porque éstas se componen de tres
partes: bienes de consumo, insumos intermedios (por ejemplo
combustibles) y bienes de capital. La combinación de caída de las
importaciones con reducción del pbi manufacturero no sugiere un
beneficio para la economía. Otro gallo cantaría si fuera de esta forma y
la reducción de las importaciones se produjera a partir de una
sustitución de las mismas por bienes producidos localmente.
Como vimos al analizar el cuadro anterior los
servicios generados localmente corresponden esencialmente a los
vinculados a las telecomunicaciones.
Evolución del pbi en el tiempo
Es aquí donde se producen las mejores noticias desde esta variable económica.
La gráfica de más
arriba refleja la variación porcentual entre años móviles trimestre a
trimestre. O sea, la última columna refleja como varió la suma
del pbi de los 4 trimestres de 2016 en relación a la suma del pbi de
los 4 trimestres que terminaron el 3º trimestre del mismo año. El salto
del último año móvil[5]
relevado es importante. Tomados en conjunto, los 7 años móviles que
comienzan en el segundo trimestre de 2015 y terminan en el 4º de 2016
muestran un crecimiento agregado de 1,26%[6]. Los siete años móviles anteriores, por el contrario muestran una evolución de 6,32%, notablemente superior.
Vista de otra forma, la evolución del pbi desde 2005 presenta este aspecto:
Para terminar presentamos una gráfica reflejando la evolución trimestral del empleo[7].
Éste refleja la cantidad de personas empleadas medida mediante
encuestas periódicas. Es claro que, desde 2006 (primer año que refleja
la planilla del instituto nacional de
estadística) hay 3 períodos bien definidos: desde 2006 hasta 2011 se
caracteriza por un crecimiento importante (salvando la meseta alrededor
de la crisis financiera internacional 2008-2009); desde 2011 hasta 2014
una estabilización y desde 2014 hasta mediados de 2016, una etapa de
caída. El último trimestre de ese año presenta, al igual que sucedía con
los números del pbi, un importante crecimiento.
Enero de 2017 (la
última columna de la gráfica) significó una “sorpresa”, al decir de las
autoridades. En medio de una exitosa temporada turística se observó una
caída de la tasa de empleo. Habrá que esperar para saber si se trató de
alguna anomalía estadística o del inicio de una tendencia.
En
resumen: La economía creció a una tasas promedio de más de 5% anual
entre 2006 y 2014. En 2015 creció apenas 0,3% en relación a 2014. En
2016 se aceleró hasta 1,5%.
Para
el rubro “telecomunicaciones” el promedio hasta 2014 es de un 22%
anual. Los últimos años se mantiene creciendo encima de 10%.
El
empleo crece en forma importante hasta 2012, se estabiliza hasta 2014 y
a partir de allí comienza a caer en forma lenta pero sostenida.
Los
números parecen apuntar hacia un agotamiento del modelo económico
sostenido en gran medida por las exportaciones de materias primas con
escasa o nula incorporación de valor.
[2] Hay
una diferencia entre comparar la planilla anual que publica el pbi y
hacerlo tomando los valores trimestrales de cada año, sumándolos y
comparar después el 2016 con el 2015. En el primer caso da un
crecimiento del 1,5%. En el segundo da 1,8%. No tenemos clara la
explicación de la diferencia.
[3] Son
públicas las declaraciones del sindicato del ramo reflejando su
preocupación por la decadencia del sector que depende del gas importado
de Argentina y la administración de PETROBRAS.
[4] Dentro
de los generadores privados hay un grupo, la gran mayoría, que tienen
contratos de largo plazo (alrededor de 20 años) con UTE. Ésta debe
comprarles toda la energía que producen aunque no la necesite. Un grupo
minoritario de los privados vende energía en el mercado “spot”; o sea,
le vende a UTE a un precio que varía de acuerdo a la oferta y demanda de
energía. Estos últimos están en grandes problemasfinancieros debido al
exceso de producción vigente.
[5] “año
móvil” Es el año que termina en una fecha o período determinado.
Diferente de “año calendario”, que termina siempre el 31 de diciembre.
[6] Dicho de otra forma: se suman las 7 últimas columnas y se las compara con las 7 anteriores.
[7] Aclaramos que el empleo no forma parte de las cuentas nacionales. Lo publica el instituto nacional de estadística.
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