miércoles, 30 de agosto de 2017

Los molinos de viento de UTE




por William Yohai

Este trabajo es una estimación de la realidad. Los involucrados (públicos y privados) podrían suministrar la información exacta.
El País publicó estos días un  artículo en el cual relata los intentos de UTE para cobrarle a los dueños de FRIPUR la deuda que esta empresa mantiene con ella. El monto mencionado es relativamente menor[i], teniendo en cuenta el abultado agujero que dicha empresa le dejó al país.
El  párrafo final de dicho artículo atrajo nuestra atención:
“Kentilux —un parque eólico de 20 megavatios inaugurado en 2011— está en San José, y su construcción demandó US$ 20 millones. El 30% de este monto se cubrió con fondos propios, mientras que para el 70% restante se recurrió a un préstamo del Banco República (BROU).
Según la Central de Riesgos Crediticios del Banco Central (BCU), a fines de junio Kentilux tenía una deuda vigente (es decir, al día) de US$ 10,6 millones con una sola institución financiera: el BROU. Su calificación, en tanto, era 2A (deudor con capacidad de pago adecuada).
Por la energía, UTE paga todos los años a Kentilux alrededor de US$ 5 millones. El contrato firmado es a 20 años.”
Hace tiempo que venimos intentando conocer los números del negocio que representa la generación eólica en el país.
Al amparo de una cuestión netamente positiva: el cambio de parte de la matriz energética basada en energía fósil para una energía limpia y renovable como lo es la generación eólica, se ha profundizado la privatización  de la generación de energía eléctrica.
El País no informa la fuente de parte de los datos suministrados.
Los tomamos como correctos en espera de que eventualmente alguien los corrija.
Haciéndonos eco de los números del artículo de marras construimos un  cuadro[ii] con el objetivo de aproximarnos a las ganancias anuales y en los 20 años del contrato de la empresa KENTILUX. Hicimos además una proyección de las  mismas al conjunto de la generación eólica privada que opera bajo dicha modalidad con UTE.
Como se observa, después de descontar amortización, pagos de intereses y mantenimiento de los equipos la empresa obtendría una ganancia neta el primer año de 2 millones de dólares,  un 40% de la facturación bruta y un 10% de la inversión. Las utilidades crecerían año a año, de acuerdo al esquema planteado de amortizaciones y pagos descendentes de interés. Podría calcularse de otra forma (pagos iguales anuales a lo largo del período) pero no cambiaría sustantivamente las cosas.
Extrapolamos el esquema financiero de esta empresa a una cantidad aproximada de generadores eólicos privados que operan bajo contrato con UTE.
A lo largo de estos años hasta 2016, año a partir del cual  ha caído en gran medida la instalación de estos parques privados, lo que paga UTE por MW ha descendido en forma significativa. También lo han hecho los costos de los molinos los últimos años.
Como surge del cuadro, si tomáramos las mismas condiciones que las que rigen para Kentilux[iii], las ganancias privadas en 20 años montarían cerca de 2.500 millones de dólares. O, promedíandolas, más de 123 millones anuales. Suficiente para construir, por ejemplo, más de 1.000 viviendas, cómodas y en ubicaciones con todos los servicios públicos, por año.
El lector se preguntará: ¿no será que UTE no tenía los recursos técnicos y, sobre todo, financieros para hacer por sí misma estas obras?
La respuesta es bien clara: respecto al primer punto UTE tiene los recursos técnicos[iv], mucho más que unos empresarios privados que han medrado en el área de la industria pesquera y en la agropecuaria.  Está claro que lo que estos han hecho es contratar con empresas nacionales o internacionales la proyección, construcción y el mantenimiento del parque eólico. Es probable que UTE no debiera recurrir en absoluto, o en todo caso, en menor medida a estos apoyos externos. Para la segunda pregunta (recursos financieros) lo que sucede es que a efectos prácticos el costo lo asume, de todas formas, UTE.
El ente público se compromete a pagar durante 20 años toda la energía que producirá el parque a una tasa fija en dólares. Aunque, como sucede en forma creciente dada la instalación excesiva de generadores, no necesite esa energía. En efecto, hay estudios que nos merecen confianza[v] que informan una fuerte sobreinversión en el área energética, con elevados costos para el país. Hemos estimado el monto de los pagos de UTE a generadores privados con contrato PPA (acuerdo de compra de energía en inglés) en 4.550 millones de dólares en 20 años.[vi] Una estimación razonable de la inversión total de los privados rondaría los 1.600 millones.
Por último agreguemos que esta obligación de pago por parte de UTE de estas cantidades de energía significan en realidad DEUDA PÚBLICA.  Esta deuda no está contabilizada en los informes que produce el BCU sobre el tema en forma trimestral.
Es claro, por lo tanto, que de una forma u otra, emisión de títulos o firmando contratos que obligan a pagar montos casi constantes durante largos años, la fuente del dinero es la misma: deuda pública.
La diferencia más importante es que de aquella forma UTE se ahorra las abultadas ganancias que, como vimos, percibirán las empresas privadas que hicieron los parques eólicos.
Esto hubiera permitido bajar sensiblemente las tarifas eléctricas o utilizar esos dineros con otros fines socialmente útiles. Las posibles razones por las cuales el Estado nacional tomó la decisión de optar por la privatización, sobre todo bajo la forma de estos contratos PPA, para desarrollar la energía eólica son analizadas en un trabajo de Fernando Esponda y Jorge Molinari[vii] que comentaremos próximamente.




[i]     http://www.elpais.com.uy/economia/noticias/segundo-ute-cobrar-deuda-fripur.html
[ii]      Supuestos: 1) Tasa de inetés 5% anual, similar a la de la deuda pública. De hecho los contratos gozan del respaldo total del Estado. 2) Partimos de la base de que todo el dinero invertido en el emprendimiento genera interés. 3) No disponemos datos precisos sobre los costos de mantenimiento. 4) No valoramos la renta de la tierra correspondiente a la ubicación de los molinos, su monto es sumamente pequeño en relación a los costos de instalación y el valor de la energía generada. 5) Hemos valorado el residual de la inversión en cero. Esto seguramente no es así. Ese monto debería sumarse a las ganancias de la empresa.
[iii]     Es difícil conocer los datos reales. El monto de la inversión que menciona El País (alrededor de 1 mmd el megavatio) está por debajo del que informan otras fuentes nacionales e internacionales. Si la inversión se aproximara a los 1,6 mmd por MW los números de las ganancias en términos absolutos de los privados se mantendrían.
[iv]    De hecho, según http://www.energiaeolica.gub.uy/index.php?page=parques-en-uruguay#expand1 UTE instaló dos de los primeros  parques en el país en Caracoles, de 10 MW cada uno, en diciembre 2008 y junio 2010.
[v]     http://www.elpais.com.uy/economia-y-mercado/generacion-sobreinversion-excedentes.html
[vi]    La deuda publica bruta total es de 33.367 millones de dólares.
[vii]   El mismo se titula “La dimensión contable de la revolución eólica uruguaya” y fue presentado en el “III Congreso Latinoamericano de Energía Eólica VIII Jornadas Internacionales de Energía Eólica 12-13 de Juno de 2017 – Montevideo – Uruguay”






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