Caños rotos
¿Esta bien gastar cientos de millones de dólares que no tenemos para agregar agua a la red de OSE_Uruguay que pierde de facturar el 65% del agua que potabiliza para Montevideo*?
¿NO CONVENDRÁ ARREGLAR LAS REDES?
SITUACIÓN ACTUAL
El
sistema metropolitano de abastecimiento de agua, tiene capacidad de
potabilizar diariamente 700.000m3 y tiene en Paso Severino, en base a
una cuenca de más de 2.500Km2, reservas suficientes para satisfacer la
demanda actual de 600.000m3 diarios por más de 100 días, reserva que se
incrementa en 20 días con la reserva del Canelón Grande.
En 2020
por iniciativa privada se planteó la posibilidad de sumar otra
potabilizadora para incrementar la capacidad de potabilización en
200.000m3 diarios. Esa instalación que primero se planteó en Arazatí,
con un costo superior a los 900.000.000 de dólares ahora se planifica
para ser realizada en la zona de la actual planta potabilizadora de
Aguas Corrientes.
También se ha planteado la necesidad de
incrementar las reservas del sistema, con una nueva represa sobre el
arroyo Casupá cuya cuenca no llega a los 700Km2
Los planes para
estas obras que incluyen pagos por disponibilidad y mantenimiento,
además de préstamos internacionales costarán por lo menos 700 millones
de dólares
FALACIAS
Las
bases para impulsar esas multimillonarias obras son dos falacias que no
por ser repetidas más de mil veces se convertirán en realidades.
La primera es que: OSE pierde el 50% del agua que potabiliza
Esa
frase ha sido repetida por los miembros de los sucesivos directorios de
OSE desde hace décadas. Esa vergonzosa aseveración calmadamente
aceptada por todos, sólo es parcialmente cierta para el sistema de
Montevideo, en el que OSE deja de facturar 66% del agua que potabiliza.
En el resto del país las pérdidas son del orden del 30%
La segunda es que: Montevideo CONSUME 600.000m3 de agua diarios
El
sistema metropolitano no consume ese volumen de agua. De acuerdo con
informes de Naciones Unidas el consumo humano es del orden de 130 litros
por día y en Uruguay la URSEA cuantifica el consumo diario entre 90 y
150 litros por día.
Siendo 1.8 millones los usuarios del sistema
metropolitano, el consumo del sistema no debiera superar 270.000m3
diarios y si asumimos un nivel de pérdidas como el del resto de los
sistemas de OSE la demanda del sistema no podría superar los 380.000
metros cúbicos diarios.
Agua para Montevideo, una iniciativa racional
Para
reducir las injustificables pérdidas del sistema metropolitano y
alinear la demanda al consumo real, racionalizando el sistema, no se
necesitan ni nuevas potabilizadoras ni incrementar las reservas con
nuevas represas
Lo que es imprescindible es invertir en la mejora
y control de las redes. Ose tiene desde hace veinte años un programa de
Reducción de Agua No Contabilizada (RANC) para realizar esta tarea. Aun
así, en 2021 el Directorio de OSE aceptó, contrariando los informes
técnicos del organismo, una “iniciativa privada” que propuso realizar a
un costo de casi cuatrocientos millones de dólares lo que corresponde
haga el programa RANC, cuyo presupuesto nunca estuvo a la altura de las
necesidades.
La propuesta de MOVUS para la reducción de las
“pérdidas” del sistema, pasa por sectorizar la red de distribución y
establecer en cada sector la medición general automática y en tiempo
real. Eso posibilitaría detectar de inmediato pérdidas y poder evaluar
en cada ramal las diferencias entre el agua ingresada en el sector y la
suma del agua facturada en el mismo.
Ante la detección de
diferencias entre la medición y facturación se plantea la revisión
sectorial intensiva de la red mediante inspecciones, utilizando entre
otras la tecnología del georradar para detectar pérdidas subterráneas e
incluso posibles conexiones carentes de medición.
A posteriori
se debiera procurar de llevar los sistemas automáticos de medición a los
usuarios finales, un esquema similar el desarrollado para los sistemas
de medición de UTE.
La iniciativa privada de 2021, que pretende
hacer tareas ya definidas por OSE, plantea un costo anual de 39.6
millones de dólares anuales por 10 años, nominalmente 396 millones de
dólares, que con reajustes e intereses se verían sensiblemente
incrementados.
La reducción de pérdidas tiene efectos inmediatos
en la reducción de la demanda de agua al río Santa Lucía, disminuyendo
el costo de potabilización. Por otra parte el control de la red
incrementa la facturación. La conjunción de esos dos factores mejoraría
la situación económica y financiera de OSE y permite inferir que el
programa RANC del organismo podría autofinanciarse después de los
primeros 4 o 5 años de un horizonte de operación de 10.
Además
de los efectos económicos, reducir la demanda tiene un impacto positivo
sobre el ambiente, al reducir el uso de las sustancias químicas que se
utilizan en el proceso de potabilización y generar menores volúmenes de
lodos contaminados.
Alinear demanda y consumo permitiría reducir
en más de 35% el volumen de agua que se extrae del Rio Santa Lucía, lo
que desde el punto de vista operativo implica que la reserva de Paso
Severino, hoy suficiente para 110 días, sería suficiente para 170 días,
algo más de 200 si sumamos Canelón Grande.
CONCLUSIÓN
El
programa de OSE de reducción de agua no contabilizada es la mejor
inversión de esfuerzo y dinero, la más rentable y la ambientalmente más
positiva.
Una nueva potabilizadora, que hoy no se necesita y que
no se justifica al hacerse junto a la actual, es un despilfarro que no
podemos permitirnos. El hecho de que exista un contrato firmado entre
OSE e “Infraestructura Arazatí SA”, que se reconoce tiene cláusulas
ilegales, lejos de justificar u obligar al Estado lo libera de la mala
decisión anterior
Hacer una nueva potabilizadora en Aguas
Corrientes ni siquiera contempla las recomendaciones de incrementar la
seguridad del abastecimiento agregando capacidad potabilizadora
distribuida. La primera prioridad debe ser la de que el sistema funcione
eficientemente, haciendo uso racional y justificado del agua. Es sobre
esa base que se debe plantear cualquier futuro desarrollo.
Es
irracional pagar cientos de millones de dólares, que no tenemos, para
agregar agua a un sistema que pierde al menos el 40% del agua que
procesa y sólo factura le mitad de lo teóricamente se consume. Esto
cobra más importancia cuando la justificación para construir ahora una
nueva potabilizadora es un supuesto incremento demográfico hacia 2045.
No
se justifica generar ahora una nueva reserva de agua, con los costos e
inconvenientes que conlleva todo nuevo embalse. Racionalizando el
consumo del sistema, las actuales reservas de Paso Severino y Canelón
Grande serían suficientes para cubrir la demanda por un lapso similar al
que se propone alcanzar, con la demanda actual, sumando Casupá.
Las
ejecución del plan RANC para alinear la demanda al consumo y el consumo
a la facturación, tienen la ventaja de que su ejecución genera
beneficios inmediatos.
Se incrementa la seguridad y resiliencia
del sistema, reduciendo los costos e incrementando la facturación al
punto que el plan se puede autofinanciar con la combinación de
incremento de facturación y reducción de costos con grandes beneficios
ambientales.
MOVUS (Movimiento por un Uruguay Sustentable) Noviembre de 2025.




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