LA HIJA DE DESAPARECIDOS MARÍA VICTORIA MOYANO ARTIGAS DECLARÓ EN LA CAUSA POR EL ROBO DE BEBÉS “El caso Noble muestra la impunidad con la que aún debemos convivir”
La joven advirtió que avanzar en la identificación de los 400 nietos “es ir en contra de empresas poderosas” como Clarín y Mercedes Benz. Confrontó con el abogado de un represor que la acusó de hacer una “arenga revolucionaria”.
4 de mayo 2011
Podemos terminar con la arenga revolucionaria?”, gritó el defensor del ex almirante Rubén Franco, Luis Velasco, cuando María Victoria Moyano Artigas, una de las primeras nietas recuperadas, terminaba su declaración testimonial en el juicio oral por el Plan Sistemático de robo de bebés. La respuesta de María Victoria fue inmediata: “Esperé 32 años para hablar y tengo todo el derecho de hacerlo. Yo no estoy en el banquillo de los acusados, estoy en el de los que acusan, son ellos los que tienen que dar las explicaciones sobre lo que hicieron”, contestó la joven, mientras desde el público bajaban los aplausos de familiares y organismos de Derechos Humanos que presenciaron la audiencia.4 de mayo 2011
María Victoria nació el 25 de agosto de 1978 en un pasillo del Centro Clandestino de Detención Pozo de Banfield, donde estaban detenidos sus padres, María Asunción Artigas y Alfredo Moyano. Ambos eran militantes tupamaros que habían llegado al país huyendo de la dictadura uruguaya y que fueron secuestrados por un operativo conjunto entre el Ejército argentino y uruguayo en diciembre de 1977.
Exactamente diez años después del secuestro de sus padres, María Victoria recuperó su identidad. Hasta ese momento había permanecido apropiada por el matrimonio Víctor Penna y María Elena Mauriño. Oscar Penna, el hermano de su apropiador, era comisario de la Brigada de San Justo y les había entregado la bebé seis horas después de nacer. La recién nacida fue “legalizada” en su partida de nacimiento por el médico de la Policía Bonaerense Héctor Vidal. La denuncia original ante Abuelas de Plaza de Mayo la hizo su maestra de primer grado Olga Fernández, quien conocía a la familia y sabía que María Victoria no podía ser su hija biológica como figuraba en el acta de nacimiento. El 31 de diciembre de 1987, el juez Juan Ramos Padilla le comunicó su verdadera identidad y a partir de allí comenzó a reconstruir la historia familiar con sus abuelas, sus familiares y quienes compartieron cautiverio con sus padres, como Adriana Chamorro.
“Adriana me contó que estuvo en la celda con mi mamá y que siguió de cerca el embarazo. Me contó que Oscar Penna (hermano de su apropiador) la había ido a ver al Pozo de Banfield varias veces junto a un médico y le preguntaba qué necesitaba. Mi mamá le pidió vitaminas. Había una preocupación por el nacimiento porque ya había un destino y hasta que no tuviera el bebé no iba a salir de ahí, por eso Oscar Penna terminó siendo el tío, el tío apropiador”, relató la joven restituida, y agregó: “Si sé quién soy es porque Adriana le dijo a mi familia que había nacido y mis abuelas empezaron a buscarme, porque mi mamá no supo que estaba embarazada hasta que llegó al Pozo de Banfield.”
María Victoria repasó con detalle los sentimientos que le generó su restitución, a los nueve años, y los resumió en una frase: “Volver a nacer.” Por eso mismo reclamó al Estado, “que desapareció a 500 bebés”, que ponga mecanismos para encontrar a los niños apropiados que permanecen desaparecidos.
“Hace 23 años que recuperé mi identidad y todavía no sé qué pasó con mis padres, mis 400 hermanos y los 30 mil desaparecidos. Quisieron hacer un daño enorme, un plan dirigido a los sectores que luchaban por cambiar la realidad, pero no lo lograron. Reivindico haber encontrado mi identidad, reivindico también la militancia de mis padres, comparto su lucha por revolucionar esa realidad que vivían”, manifestó a viva voz María Victoria.
La reivindicación de la militancia de sus padres hizo reaccionar a Luis Velasco, actual abogado de Franco y ex defensor de Luis Patti. Sin embargo, la chicana no evitó que la joven restituida finalizara su exposición ante el Tribunal Oral Federal Nº 6: “El caso de Ernestina Herrera de Noble muestra la impunidad con la que debemos convivir. Falta encontrar a 400 de mis hermanos y avanzar con eso es ir en contra de empresas poderosas, que no son sólo Clarín porque sabemos que Mercedes Benz donó un equipo de obstetricia a Campo de Mayo, donde hubo denuncias de nacimientos clandestinos (ver p. 5). También es ir contra los jueces como (José) Martínez Sobrino, (Gustavo) Mitchell, que participaron en la apropiación de niños y siguen en funciones. Por eso no aparecemos, por eso no aparecen mis hermanos. Nuestras Abuelas se mueren y los genocidas siguen impunes”, finalizó.
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